Patricia, la mamá de mi mejor amigo Daniel

Mi fantasía con la mamá de mi mejor amigo. Que ganas que le tengo!.

Esta historia no es real pero esta basada en personas reales. Tengo 18 años y vivo en Buenos Aires. Siempre me fascinaron las mujeres maduras. En este caso les cuento sobre Patricia, la mamá de mi amigo Daniel.

A el lo conocí hace unos tres años, al poco tiempo nos volvimos muy unidos. Llegado un día me invito a su casa. Ahí conocí a Patricia su mamá y a José su padrastro. Desde el principio me enloqueció… Petisita, medio rellenita, tetona, culona, con la piel blanca como la leche y el pelo negro negro. La empecé a ver siempre que iba a la casa de Daniel. Hablábamos de cualquier cosa, unos pocos minutos.

Muchas veces he ido a su casa y muchas veces la he visto con ropa que resaltaba sus atributos… Hasta la he visto salir de bañarse, con una bata o con una musculosa que no deja nada a la imaginación.

Cierto día de verano me quedo a dormir en su casa. El calor insoportable no me deja dormir así que me levanto y voy al baño. Estoy en el baño haciendo pis cuando se abre la puerta. Es Patricia.

  • No sabes las ganas que tenia de encontrarte así bebe. Me dice.

Estaba hermosa. Solo con bombachita y corpiño.

  • Que haces acá. Le digo.

Apenas termino de decir esto cuando me agarra la pija en medio del meo.

  • Ay que lindo.

  • Toma el juguito Patri.

De rodillas y en silencio, la mamá de mi amigo chupaba y tragaba a dos manos. No dejaba que chorree, pasaba directo de mi pija a su garganta, tragaba y tragaba como una gatita en celo.

Yo de pie, cerraba los ojos y le hacia mimos en el pelo, le decía al oído.

  • Mi perrita petera, las ganas que te tenia.

  • Bebe, te voy a dejar seco.

Cuando termine de mear, me limpio bien todo y fuimos a la cocina.

Me ofreció algo para tomar, el calor era pesadísimo.

Estábamos los dos en la cocina, solos, a oscuras.

Hablábamos bajito.

Ella solo en bombacha y corpiño, yo solo en calzoncillo, mi pija al palo era imposible de ocultar.

Ella buscaba algo en la heladera mientras yo le miraba el culo en pompa, embobado. Me fascinan las mujeres pulposas, el cuerpo grande y fuerte… y verla ahí, inclinada con el culito como un pan dulce al alcance de mi mano, solo iluminada por la luz de la heladera se hacia notar en la carpita que formaba mi choto en el calzoncillo. Estaba sentado con las piernas abiertas, bien reclinado, haciéndole notar mi bulto

Se dio vuelta y me dijo.

  • Mmm que lastima que no hay leche… me dio un antojo… dijo pasándose la lengüita por los labios.

Sin decir nada, lleve su cabeza a mi pija. Solita se arrodillo y se puso a comer. Constantemente tenia que decirle al oído que se quede calladita porque hacia unos gemiditos que me ponían reloco

Ahí estábamos los dos, un chico de 18 años sentado en la cocina a oscuras con el calzoncillo en el piso y la madre de su mejor amigo, una madurita golosa, arrodillada haciéndole un hermoso pete mientras en las habitaciones de al lado mi amigo y su padrastro dormían sin saber

Ver petar a esa mujer era un arte. Con las dos manos me pajeaba muy suavemente, lamía mi chota cabezona y peluda con pasión, con dedicación como si fuese un heladito a punto de derretirse en sus labios… y esa carita de trola empedernida que ponía

La levante y le comí la boca de un beso, nos entrelazamos, nos babeamos, nuestras bocas se inundaban de saliva, nos comíamos con la lengua y los labios y las manos. Su corpiño cayo al piso, pude ver esas tetas monumentales, que hembra por Dios, le comí las tetas como un recién nacido, lamí mordí pellizque esos pezones erectos, tenia que tapar su boca que no se escuchasen los grititos que daba… El momento parecía eterno hasta que dijo.

  • Garchame bebe.

Ahí nomás con su bombachita y corpiño y mi calzoncillo por el piso, la garche. Se acostó sobre la mesa, boca arriba. Abrió las piernas como una flor, y su concha parecía una flor, muy peluda, parecía un hermoso cuadro hecho a mano… la piel blanca como la leche, y el pelo negrísimo, esa mata de pelos negros azabache. Un capullo de flor. Como lo comí, Dios mío. Ella hundía mi cabeza y yo comía a gusto. Pero no aguante mucho.

Le abrí las piernas y ahí nomás, en el silencio de la noche de verano se la puse con todo.

De una hasta el fondo, me mordió los dedos tratando de hacerla callar. Nos moríamos por gritar pero callamos. Cuando se la calve toda toda hasta el fondo abrió sus piernas mas y mas, se entregaba toda. Olía a una hembra en celo, y la miraba... mi mano tapaba su boca pero sus ojos gritaban, como gritaban

Empecé a bombearla, esa mujer madura gordita se movía como una diosa. Mi pija entraba y salía de su conchita, era adorable, lo mojadita que se había puesto

Cojimos por quince minutos, me pidió por favor que le de la leche en la boca, y eso hice

La escena: Ella de a mis pies, me tiraba la goma hasta estallar. Y estalle como nunca.

Su carita blanca como la leche… llena de leche, lo junte con los deditos y se lo paso por la lengua

Nos fuimos a dormir.

Esta es la fantasía que tengo con la mamá de mi mejor amigo, si alguien quiere hacer a algún comentaría por favor hágalo a morbo.morbo@hotmail.com . Me encantaría conocer alguna mujer que se sienta interesada o curiosa.

Saludos.