Patricia

-Ahora vas a sentir todo aquello que te he ido contando.

Patricia es una mujer rellenita, con una preciosa cara y unas tetas de infarto.

Ella no está muy contenta con sus carnes, pero la verdad es que las tiene bien puestas.

Hoy le había mandado a Pablo unas fotos de cuerpo entero con un sujetador de BDSM de cuero que solo recogía sus tetas. Tenis una cara de vicio muy importante y decía debajo de las fotos.

¿Te atreves? Así te recibiré.

No había tenido contestación y pensaba que a él no le habían gustado.

Pasados dos días y cuando ya tenía casi la certeza de que había hecho algo mal, sonó su móvil.

Era el, que raro, cadí nunca llamaba.

-Hola

-Estoy en la calle del toreo, en el N 37, ven como estabas en las fotos.

Patricia se quedó mirando el teléfono y procedió a vestirse, bueno a tapar un poco su desnudez, la verdad es que ese portal estaba solo a una manzana de su casa y podía ir con un abrigo largo. Se puso el sujetador de BDSM y salió a la calle. En cinco minutos estaba en la casa. Llamo al timbre y el la abrió la puerta. La beso nada más cerrar la puerta y abrió los botones del abrigo para dejarlo caer en la entrada.

Pablo recorrió con sus manos cada cm del cuerpo de Patricia, acariciando sus pezones y bajando a su sexo donde se entretuvo acariciando su mata de vello bien recortado.

La llevo a la habitación.

-Ahora vas a sentir todo aquello que te he ido contando.

Desapareció de la habitación dejando a Patricia tumbada en la cama con las piernas abiertas, expuesta para él, para su placer.

Pablo fue al baño, cogió la espuma y una cuchilla y junto con la toalla llevo todo a la habitación.

-Estate quiere irá, no te valla a cortar.

Extendió la crema por todo el sexo de Patricia y lentamente fue pasando la cuchilla por su piel. Empezó por la parte de arriba, para lentamente ir bajando por la cara interna de sus muslos. Patricia se retorcía por el placer, el estar sin poder ver hacia que sus sentidos tuviesen mayor relevancia. Pablo paso la cuchilla por los labios del sexo y lo acaricio muy lentamente mientras veía como se erizaba la piel de Patricia y sus pezones empezaban a ponerse muy duros. Cuando terminó la limpio bien con la toalla y abriendo su sexo vos sus manos empezó a lamer su clítoris con la punta de la lengua. Patricia se retorcía de placer, su cuerpo estaba experimentando todo aquello que ella deseaba. Apretaba con sus muslos la cabeza de Pablo y este movía la lengua con una lentitud desesperante.

Patricia llevo sus manos a la cabeza de Pablo para acercarlo más a su sexo. Esta señal no pasó desapercibida para él y sorbiendo su clítoris empezó a deslizar su lengua un poco más rápido. La succión llevo a Patricia al máximo placer y apretando sus muslos se corrió mientras notaba su respiración.

Pablo abrió los muslos de Patricia para respirar y subió a su boca para besarla. Con su mano acariciaba lentamente el sexo de Patricia, que ahora sentía mucho más las caricias al estar desprovista de pelo. Pablo seguía incansable con la caricia mientras Patricia suspiraba y jadeaba pidiendo más rapidez. Peto esta no llegaba el seguía con gran lentitud excitando el cuerpo de Patricia que ya se retorcía buscando que la penetrase o que tocase su clítoris. Pablo subió su mano al pezón iz de Patricia y lo fue apretando lentamente, cada vez con más fuerza. Patricia sentía como un cosquilleo que iba de su pezón a su coño, hasta que Pablo apretó con fuerza y Patricia tubo un orgasmo mientras sentía ese pellizco en su pezón. Patricia estaba en éxtasis cuando Pablo le dijo que le pusiese el coño en la boca. Ella se lo puso a la vez que lentamente agarraba su polla con su boca. Pronto empezaron las caricias de ambas bocas en los sexos.

Patricia lamía el capullo de Pablo, para chupar el frenillo y luego introducirse toda la polla hasta la garganta, para sacarla y repasar cada cm de esa polla gordita con su lengua.

Pablo abría los pliegues de su coño y con la punta de su lengua lamía el clítoris de Patricia, para luego ir de su coño a su culo y volver a su clítoris succionándolo.

Una vez que cogió fuerte el clítoris entre sus labios y lo empezó a trabajar con su lengua, acercó un dedo al orificio anal de Patricia y consiguió meter un dedo dentro de él. El dedo entraba y salía muy lentamente a la vez que Pablo sorbía el clítoris de Patricia y lo martilleaba con su lengua.

Patricia cada vez hacía que la polla de Pablo entrase más adentro en su boca y movía está con más celeridad, lo que provocaba un gran placer en Pablo que estaba a punto de correrse.

Mientras Patricia lamía su polla, Pablo sorbía el clítoris de esta y metía su dedo en su culo a la vez que su lengua giraba en torno al clítoris. Patricia producía placer con su boca haciendo entrar y salir la polla con fuerza lo tenía cercano al orgasmo. Pablo cogió su cabeza y apretó su polla contra su garganta a la vez que metía su dedo hasta el fondo del culo de Patricia y se corría en su boca apretando su cabeza contra su polla.

Patricia al sentir el líquido en su boca se dejó ir llenando a su vez la boca de Pablo con sus jugos que se derramaron por su cara y por su cuello.