Patito iv buscando vergas
Mi mujer se convierte en una ninfómana, ya no me pide ni permiso, pero yo disfruto de sus aventuras.
La misma semana que volvimos del fin de semana largo, me comento Pato que quería cepillarse al profesor de gimnasia, que era necesario que yo estuviera presente. Le dije que estaba complicado para que yo fuera al gimnasio en el mismo horario que ella, entonces, me dijo, tendremos que deslecharlo con Cari. El viernes de la semana posterior, en la mañana mientras me despertaba con una mamada, me contó lo ocurrido: Durante toda la semana se dedicaron ambas turras a provocar al profesor, tocadole la pija sin que nadie las viera, apoyándole el culo, e incluso le mostraron un vídeo donde ambas salían besándose y chupándose las tetas. el jueves esperaron a última hora que se fuera toda la gente, ellas ya habían terminado las rutinas y aprovecharon para sacarse las mayas que tenían arriba de las calzas, las cuales estaban rotas en la parte de abajo, comenzaron a elongar y llamaron al profe para que las ‘ayudara’, se colocaron de pie con las piernas abiertas y tocando el piso con las manos, le enseñaron sus hermosos chochos al hombre que de inmediato se empalmo, este se puso detrás de Pato primero y asistiéndola de atrás le decía que se quedara en esa posición para estirar mejor, apoyándole el paquete en el orto.
Luego hizo lo mismo con Cari, y viendo que las turras estaban regaladas, saco su pija y la ensarto en la concha de Cari, Pato no aguanto más y apareciendo por entre las piernas de Cari, le saco la verga al profesor y comenzó a chupársela, inmediatamente Cari se sumó y entre las dos se la mamaron mientras se besaban con lengua entre ellas, luego de apagar casi todas las luces se fueron a un colchón, lo acostaron y se subieron encima del tipo, mientras que Pato se ensartaba la pija, Cari le ponía la concha para que se la chupara, mientras entre ellas se chupaban por todas partes, después cambiaron, luego hicieron un 69 entre ellas y el loco se las cogió por el orto a una y después a otra, momento en el cual le echo la leche en el culo de Pato y la boca de Cari. Descansaron unos 10 minutos, empezando luego ambas a chupársela al profe y estuvieron cogiendo por una hora y media más. A las 23:30 salieron del gimnasio, traspiradas y llenas de leche por todos lados, Pato llevo a casa a Cari en el auto, pararon en la puerta y como todavía estaban calientes, aprovechando que el auto tiene vidrios polarizados, comenzaron a besarse, teniendo todavía el gusto a semen en sus bocas. En eso aparece Alberto y sin decir nada se sacó la verga y la metió por la ventanilla de Pato que comenzó a chupársela al igual que Cari.
Alberto entro al asiento trasero del auto y de inmediato Pato se sentó sobre la pija, pasándola por la rotura de la calza, se colocó mirando hacia el frente y se besaba con Cari, luego se pusieron de costado y mientras Alberto le hacia el orto a Pato, Cari chupaba la concha, el culo y la pija. Alberto no aguanto más y eyaculo en la boca de su mujer, la cual se tomó la mitad de la leche y la otra mitad se la paso a Pato dándose un beso. Invitaron a Pato a entrar, ya que los hijos de ellos estaban dormidos, ella acepto, pero solo a ducharse. Obviamente que los tres se ducharon juntos mientras siguieron culiando. Eran cerca de las 1:30 cuando Pato llego a casa, al guardar el auto vio a un hombre en la puerta y se asustó, éste balbuceo algo de regar el jardín, entonces Pato lo reconoció, era Carlitos el lelo que se había cogido y parece que buscaba más de lo mismo. Mi mujer estaba con la concha destrozada de tanto coger, encima estaba vestida solo con una remera larga donde mostraba la mitad de las tetas y parte del culo. Primero le dijo que no saldría a regar, pero al ver la cara de decepción del muchacho y que se había vuelto una insaciable, llamo al chico y lo hizo pasar al garaje, cerro el portón y de inmediato se puso de rodillas le saco la verga y empezó a chupársela, luego le puso un condón se apoyó en el baúl del auto colocando su culo en pompa, Carlitos se la metió en la concha ensartándola bruscamente, después, ya a punto de acabar, Pato le dijo que se acostara en el suelo, clavándose nuevamente la pija saco sus tetas y se las dio para que el lelo se las chupara. Ambos acabaron a la vez, perdiendo el número de orgasmos de mi mujer en esa noche. Mi mujer se ducho nuevamente y después de comer algo, cayo rendida en la cama. Mientras terminaba su relato, yo terminaba en su boca, tomándose todita la leche.