Pastillas para dormir
Dos hermanos que comparten una habitación,...en la que termina pasando de todo
★ ★ ★ [Maldita erección]
“No podía creer que aquello me estuviera pasando otra vez”
“Ahí estaba otra vez mi polla dura, zigzagueando, hasta casi hacer reventar el calzoncillo”
Me di la vuelta en la cama para intentar conciliar el sueño,… pero ni por esas.
La coloqué hacía un lado sin llegar a sacármela. Apreté con fuerza intentando que se me bajara un poco la hinchazón,… pues no me apetecía para nada el terminar por hacerme una paja.
Era verano, hacía mucho calor y estaba sudando como un cerdo.
Con el meneo y la agitación nerviosa a la que sometía a mi cuerpo cuando me la cascaba terminaría sudando muchísimo más todavía.
El intenso calor del mes de Julio no ayudaba mucho a que se me bajara el calentón y por tanto el molesto empalme.
“¡Podría haberme hecho esa paja!... ¡Lo sé!”
Tal vez era esa la solución que mi cuerpo esperaba y de ahí el movimiento de zigzag que hacía mi polla.
Me di la vuelta en la cama, …esta vez hacía el otro lado, pero mi pollón no dejaba de palpitar.
No había duda mi pene andaba con vida propia, intentando reclamar mi atención.
Pero,…en el fondo, lo tenía claro,… no sucumbiría a mis instintos.
“Estaba más que cansado de hacerme pajas”
¡Con veintiún años recién cumplidos te pasa eso, llega un momento en el que todo lo que puedas llegar a hacer para que tu rabo goce te sabe a poco!
A veces cuando te la meneas intentas ir innovando un poco,…con sus numerosas variantes, con saliva,…más lento,… con más rapidez.
Lo haces incluso varias veces en la misma noche, pero no es suficiente siempre quieres mas.
Cuando eres un joven salido, como lo soy yo, y la polla se te empieza a poner dura; no paras de menártela hasta que descubres que además de las pajas hay otras muchas formas de obtener placer.
★ ★ ★ [Garganta profunda]
Resignado, me la saqué con sigilo y comencé el lento y cadencioso zaca-zaca.
Este movimiento solía llevarme más tarde o más temprano al éxtasis.
Podía gemir y emitir todos los ruidos que mi cuerpo creyera convenientes para llegar al culmen del placer ya que los ronquidos de mi hermano atenuaban todo el ruido que pudiera hacer yo durante el meneo.
Entonces lo miré, durmiendo plácidamente, roncando como solía hacer cada vez que se tiraba sobre esa cama y abriendo la boca a tope para que la sonoridad de sus ronquidos se amplificara todavía mucho más.
Tenía solo unos años menos que yo, me consta que él me apreciaba pero yo lo odiaba. Por todo,…por ser el ojito derecho de papa, pero sobretodo por la suerte que tenía con las tías y la facilidad con la que se las ligaba.
“¡Seguro que ese cabrón ya se habría follado a alguna y yo aun sin poder estrenarme!”
“Entonces se me ocurrió”
Me levante con sigiló, y al incorporarme mi endurecido rabo se quedo apuntando al techo. Estaba aprisionado entre mis piernas cerradas y soportado por mis dos peludos huevos. Me encantaba verme así, desnudo, con mi polla dura a reventar.
Entonces lo miré a él, roncando con la boca abierta y sin saber lo que se le venía encima.
Mis pies hicieron un sonoro ruido al caer al suelo, pero mi hermano volvió a emitir un sonoro ronquido.
Me acerqué hasta su cama y sujetando firmemente mi polla la aproximé a sus labios.
Mis veinte centímetros de rabo estaban listos para entrar en su boca, pero me contuve.
Con cada ronquido recibía en la punta de mi enrojecido capullo el cálido aliento que desprendía ese cuerpo entregado en esa orgía de sonidos guturales que el dios Morfeo le había regalado.
Mi pene se erizó y rozó sus cálidos labios, algo del líquido preseminal que salía en su punta alcanzó su lengua.
Murmuró algo en sueños pero no se despertó.
Comencé a pajearme notando como de vez en cuando mi capullo golpeaba levemente en el paladar o en la base de la lengua.
Paraba, ignorando los quejidos que me lanzaba mi endurecida polla en constantes vibraciones.
“Te voy a lefar toda la cara, cabronazo”-Pensé
Escupí sobre mi mano y volví a la carga. Ahora al haber más líquido en esa zona mi mano deslizaba mucho mejor, haciendo que la paja fuera todavía más placentera.
Mis ensalivadas manos arrastraban hacía la punta de mi nabo todo el sabor de mi polla. Allí se mezclaba con el presemen que mi endurecido capullo no dejaba de expulsar, casi a borbotones.
Algunas de esas gotas cayeron sobre su lengua. El resto sobre la impoluta cabecera, y la mayor parte en su cara.
“¡Un buen vaso de leche era lo que este subnormal necesitaba para dejar de roncar y yo estaba dispuesto a dárselo!”
No era la primera vez que mi leche era derramada sobre su cara, …
“Pensaréis que soy un pervertido”,… y tal vez lo sea.
Pero ese subnormal se lo merecía, además tiene el sueño tan profundo que ni se entera.
“Sus ronquidos no me dejan dormir por las noches y pajearme delante de su cara es la mejor forma que he encontrado de vengarme”
Ha cerrado de pronto la boca, y al hacerlo se ha encontrado con mi capullo.
Este se ha quedado metido dentro de sus labios.
No he reaccionado como debería, pero ha sido tal el cosquilleo que he sentido en ese instante, saliendo de mi endurecida polla y recorriendo mi columna vertebral que me que quedado casi petrificado.
La habitación se ha quedado en silencio, y no es para menos. El aire en lugar de ser expulsado de forma gutural por su boca ahora sale por su nariz, … como debería de haber salido siempre.
Tengo miedo de que me la muerda, pero me niego a sacarla de ahí. Noto por completo la calidez de su lengua y mi rabo no deja de vibrar completamente extasiado.
Lo miro y me estremezco al verlo con mi polla en su boca. Me fijo mejor y veo que parte de mi rabo, quizás por inercia, se ha metido todavía más dentro.
Coloco mi mano sobre su nuca y comienzo a empujar. Creo que lo he visto abrir los ojos, pero agito un poco el culo para lograr que mi polla se acople bien adentro.
Lo oigo murmurar, puede que mi polla lo esté ahogando en esos momentos.
Es evidente que ya no está durmiendo, pero no me aparto. Quiero que se atragante con todo mi pollón metido en su asquerosa boca hasta los huevos.
“¡Por fin he logrado que deje de roncar!”
★ ★ ★ [Ya hablaremos de esto]
Ninguno de los dos ha dicho palabra alguna después de lo que paso anoche.
Puede que él este algo avergonzado, al fin y al cabo terminó comiéndole la polla a su hermano mayor.
Yo por mi parte no lo estoy. Aquello fue un escarmiento, y puede que no se vuelva a repetir nunca más…
“¡No quiero hacerme muchas ilusiones!”
Lo veo desnudarse para ponerse el pijama. Todo parece normal, y sigo leyendo la revista de motos sin prestarle más atención a sus movimientos.
Le oigo preguntarme si tardaré mucho en apagar la luz y le digo que todavía me falta un rato.
Se queja,… pues por lo visto está cansado y tiene que madrugar al día siguiente.
-¡Me cago en dios!-Contesto yo mientras arrojo la revista sobre el cajón y apago la luz de la habitación sumiendo todo en una intensa penumbra.
Lo oigo respirar, pero no dormirse.
Mi polla esta dura bajo el calzoncillo, pero si quiero pajearme debo esperar a que se duerma.
Da un par de vueltas de un lado a otro. Se lo nota nervioso.
“Puede que necesite que vaya a darle el biberón... Un poco de leche calentita y espesa derramándose en su garganta para que se la trague con gusto”-Pienso yo mientras noto como mi polla se eriza bajo mi slip
Entonces oigo como se incorpora en la cama y sus pies descalzos golpean el suelo.
Hago el intento de ir hacía donde está el interruptor de la luz, para ver que cojones quiere ahora, pero antes de alcanzarlo noto como su mano temblorosa se posa sobre mi cuerpo semidesnudo.
No tarda nada en dar con lo que buscaba. Mi pollón está a punto de reventar bajo el calzoncillo.
Lo saca con algo de miedo, y aunque ambos nos miramos, no podemos vernos en la intensa oscuridad que nos envuelve.
Comienza a lamerla, haciendo que su lengua me sume en un estado de placer hasta ahora inalcanzado.
Suspiro
El se la traga hasta los huevos.
Comienza a chuparme el duro y empalmadísimo nabo.
Suspiro de nuevo
Mi hermano tira de mis calzoncillos dejándome totalmente en pelotas sobre la cama
Se ha subido a ella y ahora se encuentra entre mis piernas mamándome el enorme pollón.
“Para andar presumiendo de follarse a tantas tías como dice. Mi hermano me está resultando más maricón de lo que pensaba”-Pienso
-¡No pares de chupar cabrón!-Le digo en un susurro
-Schssssss- me contesta el pidiéndome algo de silencio para poder seguir con su empresa sin temor alguno a que seamos sorprendidos
Todo mi cuerpo esta erizado al igual que mi polla.
Me resulta imposible controlar las sensaciones que me embargan sin emitir esos gemidos que lo ponen nervioso hasta el punto de volver a sacársela de su hambrienta boca para pedirme silencio
Por suerte me pajea el chorreante y ensalivado rabo, haciendo que mi excitación no decaiga.
-Cuando no haya nadie en casa también podrás darme por el culo-me dice ese cretino entre susurros
No puedo creer mi suerte.
Tengo un hermano al que le encanta chupar pollas
En lo otro no había pensado pero es cuestión de intentarlo...
Sé que estoy a punto de llegar. Lo noto porque mi cuerpo no para de tensarse una vez tras otra, sintiendo como todo el placer se va concentrando en mi entrepierna.
-Voy a correrme-Le aviso
-Mmmm- me contenta él con mi rabo metido hasta los huevos.
Mi hermano está dando su consentimiento para que me descargue por completo en su boca,…pero de pronto todo se va a la mierda
La puerta se abre.
Papa en pijama enciende la luz y nos encuentra ahí con mi rabo duro dentro de la boca de mi hermano.
Su cara lo dice todo.
La mía no puede expresar más vergüenza.
Mi hermano solo se queda mirando a su padre pues no puede negar que estuviera haciendo lo que es más que evidente.
Entonces sucede…
Papa cierra la puerta, pero en lugar de irse se mete dentro.
Se acerca hasta dónde estamos y cogiendo del pelo a mi hermano dirige su cabeza hasta mi polla, que por el shock se ha puesto algo morcillona.
-Ya hablaremos mañana de esto- me dice papa
Lo miro sin saber
Luego miro hacia mi hermano que se ha vuelto a tragar mi polla
Entonces lo vuelvo a mirar y empiezo a entender…
Esas salidas a deshoras con papa, para comprar no se qué cosa importante
Esa repentina afición por la caza, que se le puso a mi hermano de pronto…
Papa se chupa el dedo gordo de su mano y bajándole el pijama a mi hermano pequeño se lo incrusta hasta que el nudillo hace de tope.
Sigo pensando
-¿Te lo estas fo….?
Comienzo a preguntarle antes de que papa, coloque un dedo sobre su boca para pedirme silencio.
-No hagáis ruido, vuestra madre se toma siempre una pastilla, pero puede despertarse si armáis mucho escándalo
Veo como mientras nos habla, se saca el duro nabo del calzoncillo.
¡Tremendo pollón el que calza mi padre! Pero no debo tenerle envidia.
Se pajea un poco y se acerca hasta la cabeza de mi hermano.
Este se desengancha de mi polla y se come la de papa.
Papa suspira aliviado
Parece que le gusta ser mamado de esa forma.
Lo miro. Estoy punto de reprobarle semejante conducta,…
Entonces lo hace. Se la quita a mi hermano de la boca y llena de saliva se va para la parte trasera de este. Coloca su duro nabo a la entrada de ese profanado ojete y empuja.
Con una fuerza brutal mi hermano es atravesado
Lo veo, pues sus ojos se abren a tope, pero en el fondo se que habría sonreído gustoso de no haber tenido mi polla en su boca bloqueándole el gesto.
Los noto presumir en sus miradas perversas.
Papa se está follando a su hijo delante de mí.
Mi hermano mientras tanto me sigue comiendo la polla con ganas.
“¡Su depravación no tiene límites!”
No puedo más, estoy a punto de correrme.
Se lo digo en un susurro con la respiración entrecortada
Papa sonríe y acelera el ritmo.
Mi hermano gime de gusto con una polla en la boca y otra mucho más grande que la mía reventándole su trasero
Esa polla esta mas que acostumbrada a entrar por ese agujero.
“¡Son unos maricones!”-Pienso mientras me derramo dentro de la glotona boca de mi hermanito.
★ ★ ★ [Nuevas aficiones]
Al día siguiente me sorprendo al escuchar de mi boca esas palabras, pero mi madre se escandaliza todavía más.
Al parecer yo también me he ofrecido para irme con papa de caza los fines de semana.
-Vamos a una montería, a cazar jabalíes- Le explico al ver que su gesto no se torna de la estupefacción al entendimiento.
-Está cerca de Ontur y estaremos dos días fuera-acabo
Mi madre no entiende nada pues creía de mí, que yo era pacifista y que no me gustaban las armas.
Le confirmo que de momento solo quiero probar por ver si me gusta, y que unos amigos de mi hermano me van a prestar su escopeta.
Pero en el fondo sé que a partir de ahora nada volverá a ser igual