Pasiones cruzadas 4

Las cuñadas y la llamada

LAS MADRES

El verano llegó a su fin, mi relación con Águeda quedó en la de folla amigos ya que ninguno quería involucrarse más allá, recién salidos de un divorcio y mis hijos con trece años enfrentaban la aventura de la escuela secundaria. Altos, fuertes, bien entrenados, tostados por el sol del verano y ojos claros, iban a ser el bocado de las niñas de su curso. Algo que a ellos les resultaba indiferente.

La primera semana, tuvieron su primer choque, dos alumnos de primero, compañeros de mis hijos, una niña regordeta y su amigo, un muchacho delgadito, eran acosados y burlados por dos macarras repetidores de segundo que les sacaban media talla de tamaño. Los mellizos intervinieron y los indeseables tuvieron la mala idea de enfrentarlos. Cinco minutos después se batían en retirada con unos cuantos magullones.

Los mellis sumados a  Martín y Diana, que así se llamaban los agredidos, se volvieron inseparables hasta el fin de la carrera, los cuatro eran alumnos brillantes.

Al mes de clase se realizó la primera reunión de padres. Me presenté vestido con un pantalón vaquero ajustado, remera negra, botas y campera de piel del mismo color, pelo corto peinado con gel y bien afeitado, luciendo mi tostado.

Como de costumbre, era el único padre entre un montón de féminas. Nos presentamos todos y cuando me llegó el turno, todas las damas aplaudieron entre chiflidos y risas.

Al terminar se acercaron dos mujeres de muy buen ver, ambas castañas vestidas sobrias con un vestido suelto y muy bonitas de cara. Eran las madres de Martín y Diana, las cuales tras presentarse como María y Daniela, me agradecieron la ayuda que les brindaron mis hijos y me solicitaron permiso para que pudieran concurrir a mi casa a realizar el primer trabajo práctico del año.

Por supuesto que estaba de acuerdo y las invité a que los acompañaran para que vieran el lugar donde estarían estudiando sus hijos. Me lo agradecieron con efusividad, porque sus respectivos maridos eran obsesivos con el hecho de no dejar solos a los chicos en lugares extraños.

Después de consultar qué horarios le venían mejor a mis hijos, teniendo en cuenta, sus diversas actividades, quedamos en que, lo que mejor les iba, eran los Martes y Jueves después de medio día.

El primer martes de la semana siguiente, a las dos de la tarde, llegaron los chicos con sus madres. Pasamos  al fondo de la casa y mientras los cuatro compañeros entraron a la sala de reuniones, nosotros nos dirigimos al solario cubierto donde Bety nos sirvió unas cafés.

Pasamos una tarde amena, donde pude observar, por sus comentarios, que María era una mujer muy tímida, producto posiblemente de una relación sumisa con un marido violento y de que Daniela en cambio era una mujer valiosa pero menospreciada por su pareja. En esa reunión acordamos que no era necesario que estuvieran las dos y acordaron entre ellas que María estuviera los Martes y Daniela los Jueves..

El Jueves siguiente, conversando en privado con Daniela, me pude enterar que María soñaba con poder aprender a manejarse con un ordenador, para poder aplicar sus estudios de licenciada en literatura, pero que el bruto de su marido camionero, no la dejaba por desconfianza de a quién podía conectar por las redes durante sus frecuentes ausencias. Se atrevió a sugerirle que dudaba de la paternidad de su hijo. Un macho como él, no podía engendrar un debilucho enclenque que no era capaz de defenderse.

Daniela en cambio, siempre soñó poder desarrollar sus estudios de diseñadora de interiores, pero su marido, un alto ejecutivo de la banca, siempre se burlaba de sus aspiraciones y de sus habilidades como madre, haciéndola culpable de la gordura de su hija, de la cual tambien se burlaba

Sumergido en un mundo de ambiciones y lujurias por el dinero, rodeado de valquirias voluptuosas, que cual modelitos trepadoras, no dudaban a la hora de entregar su alma por un poco de poder, no era capaz de valorar el esfuerzo y la inteligencia de la niña

Ambas madres creían firmemente que los abusos permanentes que sufrían los chicos desde hacía muchos años, tenían que ver con el desprecio de los padres y por eso estaban tan agradecidas de que dos muchachos pseudo populares como los mellis los hayan ayudado y ofrecido su amistad.

Sus hijos estaban tan exultantes que creían vivir un sueño. Estar protegidos y entre amigos, era más de lo que podían soñar cuando empezó el año.

Esa misma tarde conecté a Daniela con mi departamento de marketing para que pudiera ofrecer sus servicios a nuestros clientes.

La primera sugerencia de mi gente, fué que desarrolle una pagina de internet donde vuelque sus ideas, cosa que les encargué que le ayuden a realizar. Quedamos en evaluar los resultados el próximo Jueves.

El martes estuve esperando a María con un ordenador portátil sobre la mesa y una guía de autoayuda desarrollada por mi personal. Le encantó tanto la idea que me abrazó y me dió un beso en la mejilla.

Estuvo trabajando toda la tarde con mi guía, y para el fin de la misma ya se arreglaba sola. Le prometí que una vez que dominara el tema le iba a facilitar un ordenador para que se entretenga cuando su marido no esté.

Así transcurrió el mes, con las dos muy entretenidas mientras los chicos estudiaban. Esos días aprendían conceptos nuevos, que después desarrollaban solas durante la semana,

El primer Jueves del mes siguiente, Daniela tímidamente me pidió conocer la propiedad para sacar ideas para sus diseños, a lo que accedí encantado. Al llegar a mi dormitorio después de llenarme de elogios por las modernas ideas aplicadas a la casa, se asomó al balcón maravillada por las vistas, mientras yo la observaba desde adentro tirado cruzado sobre la cama, apoyado sobre mis codos,

Lucía un vestido liviano corto con cierre a la espalda que le marcaba una cola perfecta. El viento cruzado del Norte le levantaba levemente la falda mostrando mas de medio muslo. Respiró profundo y comentó…

  • Las vistas desde aquí, son maravillosas
  • No tanto como las mías

Se quedó paralizada unos instantes, tras los cuales se dio vuelta y apoyando los codos en la baranda me lanzó.

  • ¿Te gusta lo que ves ?

  • Mucho.

Se acercó a mí caminando despacio, y cuando estaba a un metro de distancia se bajó el cierre y dejó caer el vestido, quedando solo vestida con una braga minúscula y sin sujetador. Tenía unas tetas preciosas.

Llevó sus manos a los laterales de las bragas y se las fue bajando con un contorneo de caderas que me puso loco. Creo que nunca me puse en pelotas tan rápidamente.

Se arrodilló entre mis piernas y levantando las cejas en un gesto de admiración pegó el primer lametón. Pajeandome lentamente, se metió el glande en la boca y empezó un sube y baja que me llevó al orgasmo en minutos.

La levanté despacio y depositándola sobre la cama le devolví los favores con una comida de coño que la dejó desmadejada. Cuando se fue calmando, subí por su cuerpo y la besé compartiendo jugos. mientras mi polla ya recuperada buscaba su refugio, cuando lo encontró, de un caderazo la envié en busca de su destino. Acción que fue agradecida por el profundo gemido de la dueña de la propiedad usurpada.

Estuvimos follando lo que duraron las tres horas de estudio de los chicos, media hora antes echamos el último polvo bajo la ducha y bajamos. Una sonriente Daniela recibió a su hija y su amigo y se despidió de los mellis con un beso a cada uno.

A partir de ese día nos tomábamos una hora, para realizar el análisis de su emprendimiento, y después subíamos entre risas a terminar la jornada en mi cama.

Mientras tanto María ya incursionaba en las redes y estaba en contacto con grupos de literatura de diferente temática. Buscaba especializarse en el manejo de procesadores de texto y traductores. Su mayor pasión, era poder traducir a lenguaje sencillo grandes obras de literatura, para su mejor comprensión para los recién iniciados y alumnos de escuelas secundarias.

Ese martes llevábamos ya  dos meses de reuniones y María estaba rara. Me miraba con ganas de decir algo, se ponía colorada y se callaba. Me había estado mostrando sus progresos y estaba eufórica por los avances logrados y la ayuda que le brindaba mi gente.

  • ¿Qué es lo que me quieres decir y no te atreves ? Creo que ya tenemos suficiente confianza como para que me digas cualquier cosa.

María sopesó su respuesta mordiéndose el labio inferior y mirando sonrojada el piso.

  • A mi también me gustaría conocer la casa.

Sin saber que esa frase, se volvería popular entre las madres del colegio, la tomé de la mano e iniciamos el recorrido. Al llegar al balcón suspiró mirando el paisaje.

  • ¿Este es el lugar de las vistas maravillosas ?

Me acerqué por detrás, apoyé los brazos en la baranda dejándola en medio y le besé el cuello provocándole un escalofrío.

  • En días como hoy se ve el mejor paisaje.

Giró su cabeza y me ofreció una sonrisa que contesté con un beso en sus labios y apoyándole mi endurecido paquete. Acción que ella recibió echando su cadera para atrás.

Bajé el cierre de su vestido y metí las manos por sus costados, recorriendo su abdomen hasta llegar a unas tetas medianas con los pezones completamente endurecidos. La fui desvistiendo sin que ella despegara los brazos de la baranda, más que para dejar caer la ropa.

Cuando bajé mi mano y acaricié su vientre su coño ya destilaba jugos candentes. Me desvestí sin dejar de darle mordisquitos por la espalda que la enervaban y haciéndola reclinar la fuí penetrando en medio de sus gemidos.

Iniciamos una cópula lenta que la llevó a tener un par de orgasmos y solo atinó a pedirme que no me corra dentro, cuando notó que iba a recular para echarle todo en la espalda, para mi sorpresa tiró su mano para atrás, tomó mi polla, la apuntó a su culo y de un caderazo, se calzó la mitad con un chillido. Me enardeció tanto la sorpresa que la empecé a follar como un poseído terminando casi juntos en medio de gritos de ambas partes.

Quedamos trastocados uno sobre otro apoyados en la baranda.

  • ¿

Sorprendido ? * La verdad que sí, tenía planeado algo más suave, de haber sabido… * Estuvo perfecto. Para bruto mi marido, que no conoce otra forma de follar. Es la primera vez que me corro tres veces en un polvo.

Contra todo pronóstico las sesiones con Marta se convirtieron en polvos tórridos donde quedábamos desfallecidos.

Ese año transcurrió entre polvos con las madres, fines de semana con Agueda y polvos ocasionales con Mari. Los mellis llevaban los estudios en excelente manera y ya eran buscados hasta  por las féminas de los cursos superiores.

Llegaron las fiestas y recibí una llamada extraña. Era Carmen, la hermana de Susana, invitándome a pasar la semana de las  fiestas con ellos. Las primas extrañaban a los mellis y mis cuñadas a un servidor.

Me negué rotundamente, no estaba dispuesto a compartir una semana con mi ex y su maromo. Para mi sorpresa, Carmen me comentó que la relación con él se cortó el mismo día que yo mostré el video. Ese había sido el único polvo, producto de la excitación del momento.

Parece que cuando se enteró que todas sus maniobras quedaron al descubierto, metió violín en bolsa y no le vieron más el pelo. Ni siquiera dió la cara para deshacer la oficina que había montado. Finalmente, negociando con la inmobiliaria que Marcos había dejado encargada, Susana logró quedarse con los dos departamentos, donde ahora funcionaba la subsidiaria de Ágata, dirigida por mi ex con bastante éxito.

Hable con Mary y las chicas ya que no quería dejarlas solas y me comentaron que si les dejaba usar la casa, invitarían a varios amigos de su país para pasarla juntos. No tuve ningún problema, sabía que cuidarían todo bien. Lo que sí tuve fue envidia pensando en lo mucho que se iban a divertir.

Terminé aceptando la invitación con mucho recelo y el veinticuatro a la tarde ya estábamos en la casa. Los mellis con catorce años y todo el entrenamiento encima parecían mayores y sus primas junto a un par de amigas se los comían con la mirada.

Mis cuñadas me recibieron con alegría, en contraste con la frialdad del equipo masculino, incluyendo al marido de Carmen. Encontrarme con Susana fué extraño, decidí aparcar rencores y la saludé con un suave beso en la mejilla, después de todo habíamos pasado toda  una vida juntos.

Finalmente la semana la pasamos bien, como siempre, yo con mis cuñadas y acaparado por mis sobrinas y el resto aparte hablando de negocios. Solo hubo un par de sorpresas, Susana estuvo mucho tiempo con los mellis y mis cuñadas estuvieron mucho más cariñosas conmigo que de costumbre. Cosa que el resto de los varones, veían con sonrisas despectivas como una mariconada mia.

El dos de Enero me volví a casa y los mellis se quedaron con las primas para irse de vacaciones a la casa familiar de la costa.

Llegar a la casa y encontrarla sola me hizo un poco de tilín, ya me habían avisado las chicas que se tomarian vacaciones un par de semanas. Águeda estaba en feria judicial y había viajado de vacaciones con amigas, así que para no sentirme tan solo, estuve todo el día en la oficina revisando la marcha de la compañía.

El Martes, para mi sorpresa, llamaron a la puerta y al atender me encontré con Carmen con un gran bolso.

  • Hola cuña, ¿aceptas visitas?

Su marido había salido de viaje al extranjero con sus hermanos, sus padres se habían ido a la costa con sus nueras y los chicos, y como no quería estar sola, pensó en venir a conocer la casa.

  • Para ti, la puerta siempre estará abierta.

LAS CUÑADAS

Carmen era una fotocopia joven y alegre de Susana, rubia de ojos verdes, alta, menos delgada que ella y con más culo y tetas. Todo un bombón. Además con una mentalidad amplia y de mejor persona que sus hermanos. Siempre fue la más cercana a su madre.

Cuando bajó a la pileta con un microbikini negro, me tiré al agua para evitar papelones. Y fue peor. Se tiró detrás mío y empezó a jugar como una adolescente, desplegamos todo el repertorio de pavadas que se pueden hacer en el agua, con el agregado de refregones varios que terminaron con mi polla tiesa y sus pezones empitonados.

Cuando nos relajamos, salimos, nos echamos a tomar el sol y ella comentó risueña.

  • Que placer poder divertirse sin la presencia de los agrios de mi familia.

  • O sea que yo me salvo por ya no serlo.

  • Sabes que tanto a mis cuñadas, como a mi, siempre nos has caido bien. Tu forma de ser con los chicos y lo cooperativo que eras con nosotras, siempre nos gustó mucho.

  • Es agradable saber que hay mujeres de tu familia a los que les caigo bien, porque lo que es a tu hermana.

  • Eso no lo voy a entender nunca, y mira que le he preguntado, pero se cierra y no quiere hablar del tema.

  • ¿De nuestro divorcio?

  • No. En eso no me meto, es tema vuestro. Lo que no entiendo es cómo alguien tan pija y estirada, se dejó basurear de esa manera por esos tipos impresentables.

  • Eso no lo entiendo yo tampoco. Porque una infidelidad se puede dar en cualquier pareja, mas nosotros que no andábamos bien. Pero de una forma tan guarra no me la esperaba. Y menos que fuera la segunda vez y con los mismos.

  • Y lo del abogado ?

  • Eso ya es más posible, en el mundo de tu hermana esos son los hombres que la subyugan. Ambiciosos, pijos arrogantes y sin escrúpulos. Pero mira, a la primera que les sale mal. Se piran.

  • No son los únicos

  • ¿Lo dices por Lucio ?

  • Por él y por mi padre.

  • Con el cambio de gobierno, las cosas cambiaron. Y las investigaciones de corrupción están avanzando. Pude pescarlo en una charla con mi padre y se que han abierto cuentas en el exterior, dejando con el culo al aire a mis hermanos.

  • Tampoco sé cómo maniobraron, pero se han desentendido de todos los negociados. Y el estupido de mi marido no se da cuenta que mi padre lo está usando y también lo va a cagar a él. Pero no vine a amargarme, disfrutemos el día.

  • ¿Me pasas bronceador como en los viejos tiempos?

  • Ja, ja, ja, como cuando tu y tus cuñadas jugaban a calentarme

  • Ja, ja, ja. Si, y tu no sé cómo hacías, pero parecías de hielo

Me pasó el tubo, se desabrochó el corpiño y se echó boca abajo. Empecé por los hombros y el cuello seguí por la espalda, para cuando llegue a las nalgas solo cubiertas por una fina tira en el medio, mi empalme era brutal.

No me amilané. Las masajeé con ambas manos separando y juntando los cachetes para después bajar por los muslos, uno por uno, abarcándolos con las dos manos, para cuando la mano que iba por el interior llegaba a la entrepierna empezaron los gemidos.

Cuando terminé, Carmen se giró con las tetas al aire y mirando mi bulto solo atinó a comentar

  • Vaya, no es como antes

  • Parece que no.

Contesté señalando con el mentón sus pezones empitonados. Y a continuación acerqué mi boca y le di un mordisquito a uno de ellos. Carmen tomó mi nuca y apretó mi cabeza contra su pecho para que yo me diera un festín, tiempo que aproveché para sacarle el tanguita y ella mi bañador.

Poco a poco se fue girando sobre mi cuerpo para atrapar la polla con su boca, ofreciéndome su jugosa intimidad arrodillada sobre mi cara. Fue el mejor sexo oral compartido del que tengo memoria, lleno de cariño y morbo. Cuando descargamos nuestro éxtasis uno sobre el otro, Carmen se giró y quedó amodorrada sobre mi cuerpo con la mejilla apoyada en mi pecho.

  • Tanto tiempo soñando esto y resultó más dulce de lo que soñaba.

  • ¿Soñando con el bufón de la familia ?

  • Soñando con el único buen hombre de la familia, no sabes cuanto te queremos las niñas y nosotras.

  • ¿Vosotras?

  • Si, nosotras, no te imaginas lo cachonda que nos pones a mis cuñadas y a mi, cuando te vemos tan padrazo.

  • Tú también serías una madraza, eres muy dulce.

  • Por alguna razón que se me escapa, Lucio no quiere hijos. Se hizo la vasectomía.

  • La verdad, no sé si lo siento. Esa especie no debería reproducirse. Pero no entiendo por qué lo aceptas tú.

  • Aceptaba, ya me cansé, con lo que sé que está tramando estoy pensando en dejarlo. Lo peor es que mis hermanos no me escuchan. Dicen que son inventos, que siempre odie a mi padre y no es cierto, solo odie la forma de tratar a mi madre. Nunca me metí en sus negocios.

  • Por qué no te vienes a vivir acá, no tienes hijos ni nada que te lo impida.

  • ¿Harías eso por mi? Pregunto emocionada.

  • Por supuesto, te quiero mucho desde siempre y mis hijos también.

Pegó un salto sobre mi cuerpo  y me comió la boca. Mi polla que ya estaba dura, busco su coño y sin pedir permiso se mandó hasta el fondo de una vagina estrecha por demás, pero muy lubricada.

  • Ughhh...Despacio animal, que ahí hace un tiempo que no entra nada y lo tuyo es para tenerle respeto.

  • Respeto nada. A follar niña, que de ahora en más, no te va a faltar polla.

El resto del día lo pasamos follando entre el agua y las tumbonas. Por supuesto para pasar la semana, se acomodó en mi dormitorio y nos dormimos abrazados satisfechos. Antes de dormirse ronroneo.

  • Dios mio, que pasada de rancho construiste y vaya polvos. Cuando se lo cuente a las chicas van a alucinar. Las voy a tener que echar a patadas de acá.

Al otro día temprano, aprovechando que Lucio estaba de viaje, pasamos con la camioneta por su casa y nos trajimos todas sus cosas en un par de viajes. Ni preguntó, ni dudó, eligió el lado del vestidor que más le gustaba, acomodó sus cosas en el otro, lo mismo con el baño y se instaló en mi dormitorio.

  • Luego si te cansas me cambio de cuarto, pero por ahora tenemos mucho que follar...digooo... charlar.

Llamó a sus cuñadas, les contó todo  y quedaron en guardar el secreto de su ubicación, solo a cambio de que las invitemos a pasar por mi casa a la vuelta de sus vacaciones.

El último detalle fue despegarla de todas las cuentas de su marido y averiguar qué tramaban. Lo de las cuentas del exterior fue coser y cantar. Carmen sabía la combinación de la caja donde guardaba sus documentos y fotografió todo. También poseía un pen drive, con todas las cuentas y contraseñas. Más alguna sorpresa que descargamos íntegro en el ordenador portátil de ella.

Algunos archivos que estaban encriptados se los pase al grupo de genios de la empresa y el resto nos lo pusimos a analizar detalladamente con Carmen, que es licenciada en economía.

Lo que descubrimos nos dejó helados, no tanto los montos de  las cuentas, ni las comisiones obra por obra con los nombres de todos los políticos, sino los videos. Eran filmaciones de verdaderas orgías donde participaban personajes muy importantes de la política, los negocios y la justicia con la participación activa de sus hermanos, pero las más impactantes eran las orgías gay, donde los que participaban eran Lucio y mi ex suegro. Todo empezó a cobrar sentido y ahí se me ocurrió el plan.

Volvimos a su casa ese viernes y lo primero que hicimos, fue corromper todos los videos de ese pen drive de forma que no se note que fueron manipulados. Todo esto guiados por mi gente. Luego dejamos todo en su lugar como estaba.

Lo siguiente fue analizar el resto de la información que ya había sido desencriptada, allí estaba el detalle de todos los negociados con personajes muy poderosos. Llegamos a la conclusión que si bien, Lucio y mi ex suegro se habían despegado, los dos hermanos varones estaban embarrados hasta las pelotas.

Para mitad de Enero llegaron Mary y las chicas y rápidamente congeniaron con Carmen, que cuando las conoció, me dedicó una mirada de advertencia más que elocuente, aunque por algunas de las escenas que ví en la piscina, entre Carmen y ellas más adelante, creo que la tarea de ablande está en marcha.

A principios de Febrero pusimos al tanto a Águeda para que prepare la defensa de Carmen y sus cuñadas y acordamos que Susana se encargara de la de los varones. Nos preparamos para recibir a los mellis a fin de Febrero y tratar de explicarles la novedad. La sorpresa fue que se pusieron locos de contentos y no les extrañó, ni hicieron preguntas por el hecho de que Carmen durmiera conmigo. Adoraban a su tía.

Pero con los mellis llegaron Marta y Juana sus otras tías. Una semana después mientras los mellis se quedaban con las primas en casa de su abuela tuvimos una reunión en mi casa con las cartas arriba de la mesa.

Se pusieron contentas y después del cachondeo de que les hiciera lugar en mi cama, que Carmen no se tomó muy en broma, pasamos a la situación de sus maridos. Se asustaron un poco, pero viendo que yo ya estaba preparando su defensa se quedaron un poco más tranquilas. Reconocieron que sus maridos estaban dominados por su padre y que poco podían hacer. Decidimos no mostrarles los videos por ahora.

Una de las cosas más curiosas que nos comentaron es que nadie preguntó por el paradero de Carmen más que su madre. A la que tranquilizaron asegurándole que estaba bien

El primer día de clases me reuní a tomar un café con Daniela y María para explicarles la situación y fue bien aceptada por ambas. Estaban muy agradecidas por mi ayuda. Daniela llevaba su empresa viento en popa para sorpresa de su esposo y María ya estaba comercializando sus traducciones, cosas que el camionero tuvo que aceptar luego de un ultimátum de su parte.

Sus hijos siguieron viniendo a casa, eran muy amigos y los mejores compañeros de los míos, que sumados a mis sobrinas, formaban una linda pandilla..

Llegaron las vacaciones de Invierno, los mellis, sus primas y sus madres se fueron quince días a esquiar a las montañas del sur, Carmen y yo estábamos afianzando nuestra relación, cuando todo estalló. En un operativo conjunto de la agencia tributaria y la policía, embargaron todas las propiedades, clausuraron la empresa y detuvieron al padre, a los dos hermanos y a Lucio.

Inmediatamente pusimos nuestro plan en marcha, con los código de acceso en nuestro poder pelamos todas las cuentas del exterior de mi ex suegro y los transferimos a un paraíso fiscal. Luego nos pusimos sutilmente en contacto con las personalidades de los vídeos -tarea de la que se encargó Carmen-, para que no se dejaran extorsionar, asegurándoles que las pruebas que tenía mi suegro en su poder estaban arruinadas, pero que nosotros teníamos copia.

Nos preguntamos que queríamos a cambio, y les solicitamos que dejaran a mis ex cuñadas fuera de todo, ya que no tenían nada que ver y les adelantamos que teníamos el detalle de todos los negociados y se los ofrecíamos como muestra de buena voluntad a cambio de morigerar la pena de los hermanos.

Firmamos el acuerdo encubierto con el fiscal y cuando la familia volvió de sus vacaciones les dejaron retirar sus pertenencias y venirse a mi casa, firmando yo como garante de que no se iban a fugar en caso de juicio.

La madre de Carmem, prefirió alquilar un departamento cerca de la prisión donde iban a estar sus hijos para poder visitarlos. Su fanatismo religioso, la alejó tanto de la vida de su esposo, que no se vio involucrada en nada.

Susana se hizo cargo de la defensa, pero nunca se enteró de los arreglos con el fiscal, tampoco se vió involucrada por no haber participado jamás en las empresas familiares.

Finalmente Marta y Juana se instalaron cada una con su hija en las piezas del frente, los mellis en la norte y sur como siempre y Carmen y Yo en el dormitorio principal. En poco tiempo había pasado de vivir prácticamente solo, a tener una familia numerosa que vivía con mucha armonía, hasta las chicas de servicio estaban integradas como parte de la familia.

Las féminas rápidamente implementaron un plan de ejercitación en el gimnasio comandado por Juana y uno de danza centroamericana dirigido por Mary. Los varones seguíamos con lo nuestro de artes marciales, con la diferencia de que ahora los tantos estaban igualados y salíamos bien fajados de las sesiones

PERMITIDO

Dos años más tarde los mellis y sus primas con dieciséis años parecían modelos y estaban dentro de los grupos más admirados del colegio. Eran muy compinches. De hecho las primas pasaban largas horas de charla y estudio en las habitaciones de ellos, con lo cual su nivel académico era muy parecido y su relación muy íntima y cariñosa. Parece que los primos las aconsejaban bien.

Estábamos por terminar el verano, y se acercaba el comienzo del instituto, Carmen estaba descansando de su embarazo de ocho meses de gemelos, conversando con su cuñada Marta al borde de la piscina, mientras yo, echado en la cama con el aire acondicionado puesto, amodorrado, presintiendo la siesta, me sobaba la polla suavemente.

Las últimas semanas, en proporción inversa al engorde de Carmen, nuestra actividad sexual había descendido notablemente. Justo cuando estaba por empezar a retorcerle el cogote a la gallina, se abrió la puerta y entró Juana vestida con una corta salida de baño que apenas cubría su poderoso culo y abundantes tetas.

Producto de su afición a la gimnasia, mi cuñada a los treinta y ocho años se mantenía perfecta. Alta, morena y voluptuosa era una MILF en toda la regla. Me tapé con la sábana y le pregunté preocupado.

  • ¿Sucede algo Juana?

  • Sucede que Carmen nos ha dado un permitido semanal a cada una de las mujeres adultas de la casa, para mantenerte entretenido hasta que ella esté otra vez en forma.

  • Eso, si tu estas de acuerdo.

Y dicho esto se sacó la salida de baño y quedó en pelotas mirándome ansiosa. Como toda respuesta, corri la sábana y liberé al monstruo que estaba a punto de explotar con la imagen que tenía frente a mí,

Abrió mucho los ojos. Se acercó por los pies de la cama,  trepó gateando, tomó mi polla con la mano y le dió un besito.

  • Por fin te conozco en persona preciosa.

Y se la tragó de un bocado.

Después de un rato de una mamada frenética, se detuvo, se trepó felina por mi cuerpo y se ensartó en mi polla. Se amorró a mi boca y empezó a mover las caderas. Tres orgasmos suyos después la llené de lefa hasta la garganta. Sin desacoplarse, se dejó estar sobre mi cuerpo ronroneando.

  • Si tu quisieras podrías ser el macho de todas nosotras. No tienes idea cuanto te queremos.

  • Me conformo con ser lo que soy, yo también las quiero mucho.

Y nos quedamos dormidos. Debo decir que fueron semanas muy entretenidas

LA LLAMADA

Estábamos a días del  comienzo de la primavera, Los bebés tenían ya tres meses y Carmen había recuperado el trono espantando parcialmente a la competencia. Después de una larga negociación había reprogramado los permitidos, pasando a uno semanal, pero solo para sus cuñadas. Yo aplaudía con las orejas mientras aceptaba la concesión cabizbajo.

Con tantas mujeres en casa para colaborar, Bety y July pidieron permiso para ir a visitar a su familia en Venezuela. Mary haría lo mismo cuando ellas regresaran.

El primer Lunes de Septiembre los chicos no llegaron a su hora del instituto, ni contestaban sus móviles. Para las diez de la noche cuando ya empezábamos a estar muy preocupados, sonó el teléfono.

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