Pasión prohibida (IV: Epílogo)

Aquella noche era capaz de cualquier cosa, estaba muy excitada y su marido no vendría. Su excitación era muy grande y sin pensarlo se dirigió al establo en busca de su amor prohibido.

Ella se despertó sobresaltada, se sentó en su cama y se dio cuenta que estaba sola, hace dos días que su marido no venia a dormir, mucho trabajo era lo que el decía. Sin moverse miro por la ventana y se dio cuenta que aún era de noche. La fiebre la envolvía ella no sabia que hacer, claro no era una fiebre de enfermedad, mas bien era sexual. Ella conocía muy bien lo que le sucedía , no era la primera vez, pero nunca fue tan fuerte. Su cuerpo temblaba, sentía unas especies de espasmos y la tremenda necesidad de ser penetrada ya mismo. Quería tener sexo hasta morir y no podía esperar un segundo mas.

Pensaba en ir hasta el baño y juguetear con su consolador, pero sabia bien que eso no iba a ser suficiente. Necesitaba mas mucho mas que un consolador, necesitaba algo bestial. Pero ella hace tiempo se había prometido que nunca mas lo volvería a hacer, pero el deseo siempre fue mas fuerte que ella y además ya estaba muy bien físicamente, los machucones quedaron en el pasado y el presente le pedía volver a intentarlo, al menos una vez mas.

Sin pensarlo mas, desnuda como estaba se marcho al establo. Increíblemente ella de solo pensarlo estaba toda mojada, y al salir al parque ni se dio cuenta del frío de la noche, por el contrario sentía mucho pero mucho calor. Mas cerca estaba del establo mas excitada se ponía era increíble no lo podía creer, era como si estuviera poseída, no podía controlar su cuerpo el tenia vida propia y su frenesí era capaz de cualquier cosa. Al entrar al establo fue directamente a buscar a su amor prohibido, Relámpago. El estaba despierto y con una pequeña erección que al verla a ella fue aun mayor, era como si el la estuviera esperando. Ella le dio un pequeño beso en la boca lo acaricio con ternura y lo saco hasta el medio del establo, ahí iban a estar mucho mas cómodos.

No podía esperar mas, se sentó en el piso y observaba como el mástil de relámpago crecía y si aun no lo había tocado y estaba así como seria cuando lo acariciara. No se lo pregunto mas y comenzó con su trabajo. No dudo en frotar muy despacio el instrumento con las dos manos, el no tardo en responder y comenzó a erguirse con toda fuerza. Ella podía sentir el calor en sus manos y como latía , parecía que no terminaba mas de crecer, tenia la forma de un brazo grande con el puño cerrado. Estaba más descomunal que nunca y ella aún mas necesitada, lubricarse no era necesario ya que su vagina chorreaba sexo.

Sin perder mas tiempo apunto el pene hasta su boca para poder besarlo, intento introducírselo pero fue imposible, la cabeza estaba muy grande, pero sin desperdiciar la oportunidad y cerrando los ojos paso su lengua por todo el sexo del animal. Tenia un fuerte olor pero a ella eso la excitaba cada vez mas, talvez seria por los viejos recuerdos.

Relámpago relinchaba quería sin duda poseerla y ella no se quería hacerse rogar. Entre los dos había una comunicación increíble era amor bestial, que con ningún hombre le hizo sentir y ella sabia que a el ninguna yegua logro calentarlo tanto.

Siguió degustándolo un buen rato hasta que su vagina pedía a gritos ser penetrada, pensó en algún momento ponérselo en el ano pero la excitación venia mas por adelante, además sabia bien que su vagina se dilataba aun mas y que ese día tendría que ser lo mas grande posible.

Podía sentir como latía su vagina y como se dilataba del solo hecho de pensar que iba a ser moustrosamente penetrada, ella quería unir los latidos de su vajina con los del pene de su amante. Eran dos instrumentos que necesitaban unirse , fusionarse en uno solo.

Se paro junto a su caballo y comenzó a observar a su alrededor buscando algo para que la ayudase a estar a la misma altura que su amante, pensaba rápido porque no soportaba mas la calentura. Observo que cerca había un viejo banco el cual bien podía servirle para recostarse. Sin perder mas tiempo lo arrastro hasta donde estaba su amor, mientras el observaba todo sin poder hacer nada, ya sabia que en un momento iba a hacer lo que mas le gustaba, poseer a su dueña.

Una vez que acomodo el banco debajo de Relámpago, comenzó a recostarse en el. Tomo el tremendo fiero caliente con sus dos manos e intento penetrarlo, increíblemente la cabeza comenzó a entrar muy lentamente en su vagina sin sentir mucho dolor, ella sentía como se dilataba cada vez mas, como queriendo succionar todo ese mástil. Los espasmos de placer aumentaban cada vez mas ella deseaba mas y mas.

La noche estaba muy oscura y lo único que se escuchaba eran relinchos y gemidos ensordecedores.

Ella se contorsionaba para poder ser cada vez mas penetrada, relámpago se mantenía quieto dejando que ella hago todo el trabajo, seguía fuertemente agarrada de su miembro y lo iba acercando cada vez mas hacia ella para que pudiera enterrárselo mas adentro. El recorrido del miembro en su vagina era lento, parecía interminable y a medida que entraba se iba poniendo cada vez mas gordo, a ella no le importaba eso y estaba decidida a introducirlo todo. Había perdido la cuenta de cuanto entro pero podía sentirlo recorrer su vientre, tal fuese una víbora.

Fácilmente ese miembro tendría un metro de largo y sabia bien que era imposible ser penetrada totalmente por eso, que era una locura hacerlo, sus órganos serian literalmente aplastados por el. Pero nada de lo que pensara tenia sentido para ella ya que no podía hacer nada, su cuerpo era el que mandaba y el deseaba mas mucho mas. Noto que la mitad del miembro estaba dentro de ella , ella moría de felicidad nunca había gozado tanto, su vagina estaba mas dilatada que nunca, a esa altura calculaba que el miembro tenia unos 12 cm de ancho e iba por mas.

Relámpago estaba cada vez mas excitado y con el miembro duro y grande como nunca sabia que estaba juntado liquido espermático suficiente como para embarazar a todas la yeguas de la cuadra , pero solo iba a ser entregado a una.

Pronto ella sintió la presión del miembro contra su ovario, sabia que era el final del camino, quería moverse pero era imposible estaba literalmente clavada por el miembro, sin pensarlo y dejándose llevar, siguió la penetración empujo mas y mas fuerte hacia adentro su vagina ya no podía dilatarse mas a lo ancho era imposible y mas difícil que esa moustrocidad se acomodase dentro de ella , sin embargo ella quería mas, quería todo eso dentro de ella aunque fuera lo ultimo que haga en su vida. Alzo sus piernas abriéndolas bien y trabándolas contra relámpago, como si estuviera montándolo pero al revés, para lograr su máxima dilatación y con sus manos se agarro con todas sus fuerzas del viejo banco para impedir que su cuerpo se moviera, relámpago pareció adivinar la intención y la ayudo dando un fatal pequeño paso hacia delante

En segundos el deseo mas frenético de ella se hizo realidad, logro ser penetrada por todo el miembro y el dolor que le provoco la dilatación de la vagina para que entrase el ancho, le impidió sentir como fue rasgada toda por dentro, destrozando su ovario y dañando otros órganos vitales. Al momento que eso sucedía tubo un hermoso y ultimo orgasmo, que la dejo parcialmente desmayada, pero volvió en si enseguida cuando sintió toda la leche de relámpago que invadía su cuerpo, fue tal la presión que le parecía sentirla en su boca, pero ya nada importaba sus brazos cansados caían al piso dejándola sentir por ultima vez la alfalfa del granero.

La luz del amanecer entraba al granero y mostraba una escena romántica y terrible a la vez Relámpago seguía parado y ella estaba desfallecida con todo su miembro adentro, ni un centímetro se escapo del miembro de relámpago , debajo de ellos un charco mezcla de sangre y leche inundaba el granero, y ella con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca abierta, dejando ver un hilo de sangre que venia del interior de su cuerpo. Ya no sentía nada, sus espasmos habían desaparecido, como así también el calor de su cuerpo, solo el frió del amanecer se reflejaba en su piel.

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