Pasión Incontrolada 6.3
Siguiente continuación de la 6.2
Esa noche la pasé estupendamente con Janet y Patricia. Mi primer trío y me encantó. Al terminar me acosté con Janet para dormir y mis oídos se centraron en unos gemidos que empecé a escuchar fuera.
Me asomé y vi otro trio hermoso entre Alicia Claudia y Patricia. Alicia me vio y me invitó a acompañarlas.
Salí de la tienda sin duda alguna. Vi como Patricia estaba sobre Claudia fundiendo sus lenguas en sus lindos coñitos y desgarrando sus lindas voces en unos dulces gemidos. Alicia se acostó en la toalla y empezó a acariciarse su coño bien depilado invitándome a comérmelo.
Me lancé sobre éste. Mi lengua recorría su caliente coño bañándolo en una unión de flujos y babas. Con los simples lametones en su clítoris Alicia se corrió en mi boca.
Me rogó unos minutos de descanso y me dediqué a observar el trabajo de las otras dos mientras mis manos se perdían en mí.
Antes de mi esperada corrida Claudia y Patricia terminaron antes que yo y sus ojos se centraron en mí.
Estaba sentada acariciando mi húmedo coño y sé sentaron a mi alrededor las 3. Patricia empezó a chuparme los pezones locamente, su lengua era imposible de controlar en mis pechos. Claudia se sentó frente de mí y empezó a follarme con sus largos dedos rápidamente metiéndolos en mí.
Yo no dejaba de acariciar mi clítoris. Pocos segundos después Alicia me acostó y me susurró ''Tócate ese precioso clítoris sin parar'' Quedé acostada y acariciándome, Claudia se puso ese enorme arnés y empezó a follarme agarrada a mi cintura y Alicia puso su caliente coño en toda mi boca quedando de rodillas y Patricia siguió chupándome los pezoncitos que tenía exageradamente duros y tiesos.
Mi lengua absorbió todos sus flujos y me los tragué sin duda. Me agarré a sus nalgas dejando de acariciarme. Y cuando menos me di cuenta. Nuestras posiciones eran: Yo tenía arrodillada a Alicia con su coño en mi boca. Patricia se situó entre mis piernas quedando en pompa y comiéndome todo el coño y pude distinguir la cara de Claudia bajo las piernas de Patricia metiéndole esa enorme polla y chupándole el coño mientras se acariciaba ella misma el suyo.
La verdad es que, deseaba ser Janet para salir y ver esa preciosa escena entre las 4.
Gemidos, gemidos y más gemidos. Corridas sin pausas y más corridas. Todo sin pausas. Yo perdí la cuenta de todos mis orgasmos, tan continuos y todos en grupo. Aquella era una orgia que te atrapaba. Te cogía y no podías salir. Fue una noche larga e intensa y empezaba a hacer frío en aquel oscuro lago.
Yo decidí darme un baño, estaba llena de flujos y quería desquitarme un poco. Me lancé de cabeza e intenté relajarme. Notaba como mi destrozado coño palpitaba como los latidos del corazón. Pero no podía parar de sonreír. Lo había pasado estupendamente.
Aquella había sido una de las mejores noches de sexo que había tenido. Aunque eché de menos a Janet en ella. Me confesé a mí misma, que deseaba que estuviese ella en lugar de las otras 3.
Tampoco podía creer lo que había sucedido. Me parecía un poco fantasioso la verdad. ¿Qué lesbiana tiene la oportunidad de pasar una noche así? Ni en sueño lo crees. Pero fue genial.
El agua estaba fría y empecé a notar como ya mi cuerpo necesitaba calor, mi piel estaba de gallina y decidí dormir. Entré en la tienda donde estaba Janet, y ahí estaba ella. Dormida profundamente. Tan inocente y dulcemente. Se me caía la baba de verla tan guapa y preciosa. Estaba acurrucada entre las mantas y me acosté a su espalda abrazándola y tapándola.
Poco después su cuerpo se estiró y sonreí por saber que le quité el frío.
No podía dormir, solo la miraba y la acariciaba. En ese momento mi mente se centró en ella y dejó a un lado todo lo que pasó anteriormente. La desperté con mis caricias y estaba profundamente dormida.
Pero sonreía. Se dio la vuelta y se acurrucó en mis pechos y me abrazó. Besaba su frente mientras acariciaba su preciosa espalda. Una preciosa escena. Y se durmió de nuevo y poco después yo también.
Por la mañana, sentí en mi estomago unas dulces caricias que poco a poco pude distinguir que eran de la mano de Janet. Recibí unos besos en mis mejillas y poco a poco pude ir abriendo los ojos.
Yo estaba acostada cara arriba y ella a mi lado con las 2 manos apoyadas en el suelo a cada lado de mi cara.
Estaba despeinada y tenía toda la carita de haberse levantado poco antes que yo.
Con el sueño todavía en mi cuerpo, le pedí con una voz horrorosa que me abrazara.
Se acostó sobre mí y me agarró con fuerza.
Sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Me encantaba estar cerca de ella.
Era tan dulce, no sabría explicarlo, tenía algo que no podía dejar de mirarla. Era como un imán para mis ojos.
Me apartó el pelo de la cara y acostada sobre mi, con su cara muy cerca de la mía y acariciándomela, me susurró ‘’Sabes…Ayer sentí un poco de celos cuando estuvimos con Patricia. También escuché luego gemidos y no estabas a mi lado. De los mismos celos, ni quise mirarlo. Sé que no soy quién para sentirme celosa, pero no puedo evitarlo’’
‘’Cuando estuve con ellas anoche, deseé en todo momento que fueras tu’’
Sonrió y me besó los labios lentamente. Solo rozando nuestras bocas. Estuvimos mucho rato solo besándonos y acariciando nuestros cuerpos todavía desnudos.
Nos vestimos y salimos para ver el amanecer. Alicia y Claudia ya estaban despiertas, estaban sentadas en la toalla fumando y hablando del sábado siguiente. Llevaban el mismo vestido pero diferente color.
Janet me agarró de la mano , se sentó al lado de ellas. Antes de sentarme me estiré, noté como mis huesos crujían y solté un suspiro de desahogo.
-¿Estarás cansadita, no? Menuda marcha!! –Dijo Alicia bromeando.
-Yo es que no suelo hacer estas cosas- Y me reí un poco avergonzada.
En realidad, en ese momento sentí vergüenza. Y anoche con el alcohol y todo pues se te va la olla y te olvidas un poco de todo lo que era para mí normal.
Qué frío hacía. Janet en cuanto se dio cuenta, se levantó y trajo una manta. Se sentó y me senté entre sus piernas. Me rodeó con los brazos y llenó mis mejillas de besos.
Empezó a rozar como un gato su carita contra la mía mientras me abrazaba con fuerza.
-Y Patri, sigue sobando?- Preguntó Janet bromeando.
Patricia salió de la tienda en bolas, y se estiró.
-Buenorra vente que te voy a dar salami-Le dijo Claudia riéndose.
-Idiota-Le dijo mientras sonreía y le guiñaba un ojo. Se volvió a meter en la tienda y poco después salió vestida. Se sentó con nosotras.
-Bueno que Albita, te ha gustado?-Dijo Patri.
-Si, si, mucho- Dije riéndome.
-A mí es que 2 tetas solo de momento no me bastan. Y tengo unas encantadoras amigas así qué…
-Tu que pasa crees que estaremos dispuestas siempre para ti?-Dijo Alicia dándole un codazo flojo.
-Está claro. Y si no, atenderos a las consecuencias- dijo en tono psicópata.
Se levantó y le dio un beso en la frente a Alicia y se dirigió a la tienda.
-Bueno qué, nos vamos? O queréis más marcha? –Dijo Patricia mientras andaba hacia la tienda.
-La que quiere más marcha eres tú puta, que eres una insaciable-Le dijo Claudia
Nos reímos todas y estuvimos unos minutos escasos hablando un poco. En realidad, me sentía un tanto incómoda que fuera ese momento tan normal, con el desmadre que hubo la noche anterior, pero no le di importancia.
Recogimos todo e hicimos camino a casa.
Esta vez conducía Janet, las demás estábamos muy cansadas.
Yo me senté al copiloto y las demás detrás. Se quedaron todas medio dormidas.
Janet llevó casi todo el trayecto mi mano cogida. Y la besaba frecuentemente.
Dejemos a todas en casa y quedemos yo y Janet las últimas.
Me dejó frente a la puerta del piso.
-¿Qué haces hoy?-Pregunté
-Pues ahora en cuanto llegue una ducha y a dormir, e dormido fatal.
-Ya ves, y yo-Me reí-.¿Quieres dormir aquí?
-Me da miedo pasar mucho tiempo contigo que lo mismo te aburres de mí.-Bromeó.
-Estoy deseando pasar MÁS (resalté) tiempo contigo.-Le dije y le besé la mejilla haciendo sonar mis labios en ella.
Sonrió y aparcó el coche. Subimos todas las cosas y yo puse a ordenar.
Esa noche no hicimos nada, cenemos y dormimos felizmente abrazadas.