Pasión incontrolada 6.1
Janet y Alba
Después de haber pasado aquella maravillosa tarde junto a Janet decidimos volver a quedar por la noche. La invité a venir a mi casa pero no pudo venir a cenar. Dijo que después de la cena si podría venir a pasar la noche junto a mí. Tenía una cena con sus padres y no podía faltar. Quedemos sobre las 23:00 horario español. Cené poca cosa, lo primero que pillé en la nevera. Recogí un poco el piso y me puse sexy para su llegada. Un camisón de franela blanco que me venía muy corto, se me veía medio culo. No me puse ropa interior. Me hunté de una crema de vainilla con un aroma muy fuerte, daban ganas de darme a mí misma un bocado.
No hizo tarde, quedemos a las 23:30 y llegó 5 minutos de la hora en la que habíamos quedado. Le abrí la puerta de la casa y me quedé viendola abrazada a la puerta. Sus ojos se centraron en mi cuerpo observando cada detalle de éste. Le encantó verme así y se echó sobre mí acariciandome el culo mientras su boca se perdía en la mía.
-Pasa preciosa, ya tenía ganas de verte.
-Que bien hueles-.Se avalanzó sobre mi cuello y empezó a rozar su nariz repingona sobre mí.
-¿Quieres comer algo? Échale un vistazo a la nevera y coge lo que quieras.
-Quedé llena, pero gracias.
-Tengo helado si te apetece.
-Venga vale, tráeme uno.
Eran esos conos de chocolate y nata riquísimos.
Ella llevaba puesto un tejano muy señido y una camisa de botones esmeralda que le hacía un escote perfecto. Le pregunté si quería ponerse cómoda y le presté un vestidito similiar al mío. Pero se dejó puesta la ropa interior.
Nos sentemos en el sofá y empezamos a hablar un poco sobre nosotras. Era una chica la verdad, con la que daba mucho gusto hablar, era muy simpatica, alegre, siempre sonreía y me gustaba mucho. Tenía una mirada de niña, pero a la vez perspicaz, me gustaba, me encantaba. No me había fijado pero sus labios eran perfectos. Eran grossos y hipnotizaban.
Empezó a lamer el helado. Su lengua se llenaba de nata y pasaba la lengua mirándome con provocación. Me estaba provocando de tal forma que no pude evitar acercarme y lamerle la boca.
-Mmm..que ricos, sigue lamiendo.
Lamía el helado y estaba en la esperaba que yo le robara el sabor de sus labios de nata y chocolate. No dejé que terminase el helado. Y la llevé a la cama.
Su cuerpo se posó sobre el mío echadas en la cama. Sus piernas rodeaban mi cuerpo. El vestido le subió un poco y yo ayudé a que subiese más.
Agarrada de su culo su labios rozaban los míos y su lengua se penetraba en mi boca dejando toda su saliba por el alrededor de mis labios.
Su lengua recorrió mi cuello, lentamente llenándome de babas y sus manos acariciaban mis hombros y poco a poco iba bajándome los tirantes del camisón. Moría por que me hiciese suya, pero no hubiese sido justo.
La quité de encima y le pedí que se pusiese de espaldas acostada en la cama.
Me posé encima de ella, y le subí el camisón, rozándome mis manos fuertemente con su piel. Lllevaba un tanguita que le hacía un culo repingón y redondito. Perfecto. Y le di un bocao.
Tenía una espalda perfecta. Sus perfectas lineas y un tatuaje tribal con puntas que daban dirección a todas partes. Una de esas lineas del tatuaje acababa en la línea donde más abajo daba su lindo y perfecto culo. Me apoyé en su cuerpo, cogí sus manos y las puse arriba mientras mis besos se centraron en su cuello. Ella alzó un poco la cabeza y sus ojos se entreabrían mientras sus labios se mojaban al pasarse la lengua.
-Me encanta, me pones a cien con solo rozárme-Dijo susurrando con los ojos cerrados.
Sentí como una llama de calor inundaba todo mi cuerpo. Un escalofrío intenso hizo volver loca cada parte de mi ser.
Bajé por su espalda pasándo la lengua por toda ésta hasta llegar a su cintura. Me arrodillé entre sus piernas y mis manos acariciaban sus piernas mientras mi boca lamía sus nalgas. Le mordía delicadamente y las besaba. Me volví a posar sobre ella pero un poco de lado. Mi boca se centró en su cuello y la oreja que daba al lado donde me acosté. Una de mis manos empezó a acariciarle el cuello. Y con la otra mano con un dedo empecé a acariciarla la línea y fui profundizando las caricias hasta llegar a su ano el cual empecé a acariciar suavemente.
-Abre un poco las piernas princesa-Le susurré muy bajo en la oreja.
Noté como su chochito estaba húmedo pero seguí acariciándole el ano.
Mmm.. uf... No dejaba de soltar gemidos.
-Date la vuelta encanto. Estiró todo su cuerpo, abrió las piernas y me invitó a posarme sobre ella. Me aocsté sobre su cuerpo y presioné mi cintura sobre su entrepierna rozándo tu vagina. Sus ojos se cerraron y su boca se abrió soltando un gemido tan dulce... mientras sus pezones se endurecían.
Se agarró a mi espalda y nos dimos muchos besos. Mis labios rozaban los suyos mientras nuestras lenguas se unían en un baile muy caliente.
Sus pechos se mantenían firmes sobre los míos y nuestros pezones rozaban con el movimiento.
Después de un largo momento de besos y caricias volví a posarme de rodillas ante ella. Alcé una de sus piernas y empecé a lamerle el pie y subí hasta su entrepierna y así con la otra. Ella tenía las manos sobre sus pechos. Se acariciaba y su boca no dejaba de morderse el labio. Me lacé hasta sus pechos y me enloquecí en ellos. Mi lengua recorría sus pezones con locura así dejándolos mas tensos de lo que estaban mientras mis manos iban bajándole ese tanga que ya me estaba molestando. Mi lengua bajó hasta su ombligo y empecé a lamerlo mientras terminaba de quitarle la única prenda que tenía. Bajé mas mi boca y me situé entre sus piernas acomodando mis hombros debajo de sus muslos y mis manos en sus pechos.
Mis babas fluían por mí boca observando esa flor que tenía ante mí y que deseaba saborear. Me mordí el labio y mi lengua recorrió sus vagina de abajo arriba rozándo muy poco. Observé como todo su cuerpo quedó tenso y su cabeza se echó hacia atrás soltando un gemido leve. Se agarró a la almohada y esperó a mi siguiente lametón. Repetí la misma acción un par de veces más así dejando todo su chochito mojado. Luego, mi lengua se centró en su clítoris en el cual posé mi lengua sobre él y presioné fuertemente, mientras lo tenía presionado empecé a girar mi lengua con dirección a todas partes sin dejar de presionar.
Una de mis manos bajó hasta el comienzo de su flor la cual apreté sobre su piel y presioné hacia arriba. Su clítoris se estiró y me daba más facilidad para lamerlo. Mi lengua perdida en él bajé mi otra mano y con un dedo empecé a acariciarle los labios vaginales, le metí el pulgar y con el indice empecé a acariciarle el ano a medida que se lo introducía. Ella se retorcía en la almohada y gritando descontroladamente (Mmm.. más más, dios..que bien lo haces.. Mmm me encanta.. ohh si pequeña, no pares) Introduje dos dedos y el mete saca se hizo imparable, era un descontrol, mis dedos entraban y salían sin ningún tipo de problema y mi lengua no dejaba de lamerla. En pocos instantes dejo de gritar y quedó completamente tensa y pocos segundos después dejó caer el último grito el cual alzó su torso hacia arriba y se dejó caer sobre la almohada respirando con desahogo. Poco a poco fui parando el ritmo y le lamí toda flor limpiando el líquido que había sacado inundando toda mi boca.
-Ven, acuestate conmigo.-Me dijo de una forma tan dulce y tonta mientras con una mano me invitaba.
Me levanté, me dirigí a un cajón donde aguardaba mi juguete. Me digirí hacia ella, la levanté y la puse de espalda a mí con el culo en pompa. Le di un pequeño azote y empecé a lamerle el ano. Mientras que con el juguete el acariciaba toda la vagina. Era un arnés.
-Tócate Janet, hazlo como a ti te gusta-Le dije.
Su mano no tardó en acariciarse ella misma su clítoris. Y yo la penetré hasta el fondo lentamente. Dejé de lamerle el culo, me metí el dedo índice en la boca y se lo introduje delicada y lentamente. Con un brazo me agarré de su espalda y empecé a penetrarla más rápido y hasta dentro, mientras que le metía el dedo por detrás. Ella tenía la cara de lado y su cara gesticulaba locamente y me gritaba (Oh por dios Aah Ah más niña, fóllame más Oh si!) Le introduje otro dedo por detrás y se los metía rápidamente mientras la penetraba por el coño y ella se tocaba el clítoris.
-Mmm..que llego oh madre más más cariño, más, fóllame que llego ya, oh oh Oh OH! ohh si niña-Me gritaba a voces.
Su cuerpo dejó de moverse poco a poco, menguando los movimientos y se estiró sobre la cama. ME saqué el arnés y le lamí el coño de arriba abajo chupándole de nuevo todo sus fluídos.
Besé sus labios lentamente y me suplicó que durmiese con ella. Yo también estaba cansada y quedemos dormidas en santiamén.
Gracias por leer mis relatos, espero que os guste y gracias por comentar y puntuar. Un beso.