Pasión incontrolada 3
Aniversario
Ese día cumplíamos un año, pero todavía no la había visto, esa mañana se fue antes de que yo despertara y ese día comía fuera, así que hasta la noche no la vería. Así que decidí preparar algo para cuando ella llegara de trabajar. Fui a comprar rosas, muchas y llené toda nuestra cama de pétalos. Hice una tortilla de patatas, sé que no es una comida que acompañe a una cena romántica, pero es su comida favorita y ella es un poco delicada depende que comidas. Así que pensé que le encantaría, además, ella sabe que no soy muy buena en la cocina. También hice unos rollitos rellenos de carne y sus croquetas de jamón que también le encantan. Busqué unas canciones lentas para bailar, aunque a ella no le gusta, después de unos vasos de ron más el vinito que nos acompañaría durante la cena, no me negaría un baile. Calculé media hora antes de su llegada para preparar una duchita con mucha espuma así aguantar el agua caliente. Estaba muy nerviosa, a pesar de qué ya llevábamos viviendo juntas casi un año. No quería perder ningún detalle, así que repasé las cosas muchas veces. También puse unos trapos rojos sobres nuestras lámparas para dar un toque de luz más ambiental en la habitación. Le compré unos pendientes de plata con forma de corazón y un collar a conjunto. Colgué en la puerta un cartel “Llama a la puerta y espera a que yo te abra”. Me senté a esperarla muy nerviosa.
Pocos minutos después llamó a la puerta. ¡Dios! ¡Fue escuchar el timbre y mi corazón empezar a latir a 100 por hora!
-Mi vida! ¿Qué tramas linda?
Me besó y me abrazó.
-Ai! Un añito ya preciosa!
-Siii! Ven-.Me puse detrás de ella y le tapé los ojos.
Llevaba el bolso y una bolsa que intentaba esconder. Fuimos andando hasta el baño.
-Creo que deberíamos darnos una duchita no? Estarás cansadita.
Se sorprendió al ver la bañera llena de espuma y me besó.
-Espera voy a por la ropa.
-No no, yo voy a por tu pijama, tu ve metiéndote.
Fui a por su pijama, preferí que se pusiera un camisón. Ropa interior nada. ¿Para qué?
Volví al baño y estaba acostada en la bañera con los ojos cerrados, no se dio cuenta de mi vuelta. Me desnudé y me metí con ella. Me puse entre sus piernas de espaldas a ella y nos relajemos un poco. Caricias, caricias y más caricias. Después de unos 20 minutitos decidimos cenar. Que bonita estaba en camisón. Veía todas sus curvas y sus piernas, preciosa.
Fui primera hasta el salón cogida de su mano. Ya estaba todo preparado. Le encantó. En cuanto vio lo que preparé me cogió en brazos y me besó locamente.
-Qué buena pinta! Tortillita! Gracias preciosa! Me encanta! Humm! Rollitos!.- Dijo mientras se sentaba. Le encantó y a mi me encantó que le encantase.
Estuvimos hablando un poco de como nos había ido el día. Yo cené poco, apenas tenía hambre, estaba tan nerviosa y realmente no sabía por qué.
-Estaba buenísimo preciosa, creo que vas a tener que cocinar más ¿eh? – Dijo mientras se reía.
Se levantó para recoger la mesa pero no la dejé. Ya lo haríamos mañana, no tenía prisa.
El vinito ya nos hizo un poco de efecto, ella tenía las mejillas rojas y se reía un poco mas de lo normal y yo también.
-¿Quieres un poquito de ron? ¿O prefieres un café?
-RON!!! ¿Has comprado? Te como!!
Me acompañó hasta la cocina y mientras preparaba el cubata me besaba el cuello desde atrás. Tiré un poco por encima el pedrizo.
-Amor!! Que lo voy a tirar todo!!!
Nos sentemos en el sofá, y después de 2 cubatas decidí traer el hielo y la botella al salón. Cada vez me costaba más levantarme del sofá. Fui a buscar su regalo. Me senté a su lado y se lo di.
Le encantó, se levantó para verse en el espejo con todo puesto.
-Son preciosos mi vida! Espera aquí.
También trajo un regalo para mi. Me besó y me lo dio. Bombones, unas rosas rojas y una cajita. Una pulsera con nuestras iniciales y fecha de nuestra relación. Era precioso, tenía unos diamantes y me iba perfecta. Se lo agradecí con un beso largo.
Estábamos un poco borrachas y empecemos a hacer las tontas con cosquillas y mordiscos.
Aproveché una ocasión en la que se puso de pie para acostarme en el sofá. No dudó en ponerse encima de mí.
Mi cuerpo entre sus piernas, me rodeó el cuello con sus brazos y me besó.
Su boca rozando la mía, nuestras lenguas jugando… Cogida de su cintura, empecé a acariciarle la espalda por encima del camisón pero ya me molestaba. Cogí sus nalgas y la presioné contra mi cuerpo muy delicadamente.
-Mmmm…-. Hizo sonar levemente.
Escuchar eso hizo que mi calor subiera. Acariciándole la espalda la besaba locamente. Y por un momento apartó su cara de la mía y a pocos centímetros me susurró que fuéramos a la cama.
Nos levantemos y la volví a coger por detrás, tapándole los ojos nos dirigimos a la habitación.
Le hizo muchísima impresión otro detalle con los pétalos y la luz.
-Te gusta?
-Me encanta niña, eres la mejor.
-Soy la mejor contigo por que te mereces que te ponga en un altar por lo que me das cada día. Así que gracias a ti también.
Se sentó en la cama y me sentó encima, me cogió de las manos y me susurró al oído.
-Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Cada día que paso contigo, es mejor que el anterior y te voy a amar siempre.
-Y yo a ti
Nos abracemos durante unos segundos y me preguntó si me apetecía bailar.
Me sorprendió que me dijera tal cosa.
-Sé que te encanta bailar y con tanto detalle estoy segura que también hay algo de música preparada.
-¿Quiere bailar conmigo, señorita?
-De señorita nada, señora.-Dijo riéndose mientras se levantaba.
La música empezó a sonar. Rodeé su cuello con mis brazos y ella mi cintura con los suyos. Nos movíamos muy lento, nuestros cuerpos se unieron y a pesar de que estábamos borrachas, nuestros pies no fallaron.
Apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos. Su piel, su pelo y su cuerpo contra el mío yo creía estar flotando. De repente, terminó la canción y sonó una de la radio. Conocía la canción, Juan Magán con Crossfire ‘’Lady loca’’ e hice un movimiento de cadera. Ella se apartó y me dijo.
-Venga, venga. Báilame un poquito.
Me di la vuelta y de espaldas a ella empecé a mover la cintura mientras me tenía cogida de esta. Nuestros cuerpos rozando, yo me estaba poniendo muy cachonda. Estaba bailándole reggaetón. No es un tipo de música que suelo escuchar pero me gusta bailarlo. La estaba volviendo loca con mis movimientos. Subió a la cama y se arrodilló en el borde de la cama donde yo estaba cerca bailando. Me fue acercando a ella y me excito mucho verla de rodillas mirándome de esa forma, así que me lancé sobre ella, quedándonos acostadas en la cama. Nuestras piernas cruzadas, rozándonos, yo sentía mucho placer por el roce. Con la borrachera y lo excitada que estaba pensé en jugar un poco. Así que le propuse si me dejaba vendarle los ojos.
La desnudé entera, la vendé y le até las manos al cabezal de la cama. Me quedé sobre ella pasmada. Admirando su cuerpo y la forma en la que estaba me estaba resultando muy muy excitante.
Situé mi cuerpo entre sus piernas y empecé a besarle el cuello. Le pasé la lengua por medio de sus pechos pasando por todo el cuello y llegando a una de sus orejitas.
-Mmm..-Dejó salir mientras estremeció su cuerpo.
Y así unas veces más. Le lamí el alrededor de sus labios y ella movía su cara para besarme pero no la dejé. Bajé mis besos hasta sus pies. Le pasé la lengua por sus piernas con algún que otro mordisco adicional. Me salté su entrepierna y le lamí toda su barriguita evitando sus pechos también. Le pasé la lengua rápidamente por su boca, no le dio tiempo a reaccionar y no pudo besarme ya que seguía con los ojos vendados y sus manos atadas. Le excitaba mucho y se moría de ganas por besarme. Empecé a besarle el alrededor de una de sus pechos. Poco a poco fui dando círculos a su alrededor, y le chupé el pezón. Y así con el otro. Empecé a lamérselos muy rápido. Yo tenía una de mis piernas rozando su clítoris y noté como una de mis piernas se llenó de su flujo. Presioné mi cuerpo y la besé locamente. Nuestras lenguas se volvieron locas.
-Desátame por favor-Me rogó y la desaté.
Me cogió del culo y me apretó muy fuerte contra ella. Empecé a moverme, rozando mi estomago en su clítoris y me cogió fuertemente de mis pechos. Me gemía locamente. Y en un momento... Me quitó de encima, se quitó la venda y se me echó encima. Cruzó sus piernas con las mías y empezó a moverse lentamente, rozando nuestros clítoris, yo también empecé a gemir. Su pechos rozando los míos, la tenía cogida de la espalda. Ella tenía las manos sobre la cama. Su cintura se movía tan bien. Ya gritábamos descontroladamente.
Cogió las sabanas fuertemente cerrando sus puños y se retorció. Gritó fuertemente y yo también. Fue parando el ritmo de su cadera y se quedó acostada en mis pechos, así unos minutos. Descansando. Empecemos a tener frío y nos tapemos.
-Ponte de lado-Me susurró.
Y se puso en mi espalda. Su brazo me tenía de la cintura y su cara en mi cuello, besándomelo.