Pasión en pareja
Juegos con mi novia y una pareja que contactamos.
Esta historia sucedió ya hace 3 años, en donde junto con mi novia en Medellín, decidimos ir más allá de lo habitual a lo que se refiere en el sexo, además que ninguno de los dos teníamos muchos tapujos al respecto. Básicamente mi novia (Natalia), una linda paisa de 23 años, 1,56 de estatura, trigueña, ojos cafés, unos senos pequeños y una colita hermosa, por mi parte un hombre de 32 años (Gabriel), trigueño, ojos cafés, atlético aunque ya con algo de barriga, y con dos encantos que me los resaltan la mujeres... las piernas y un buen pene para complacerlas.
Con mi novia ya habíamos experimentado todo en pareja, sexo anal, sexo vaginal y sexo oral, en este último me encanta hacer gozar al extremo a mi pareja, y mi novia no se quedaba atrás, le encantaba mamarlo hasta sentir la leche caliente llenar su bella boca.
Hablando de sexo y con la curiosidad de ambos de contactar a una pareja que quisiera experimentar intercambio, comenzamos a buscar y encontramos a Juan y a Martha, quienes resultaron ser una pareja muy agradable, ella algo bajita, pero son unos senos muy ricos, y por parte de el un hombre con bastante aguante. Habiendo hablado y acordado un encuentro con ellos, nos reunimos en mi apartamento, en donde no faltó con que amenizar el encuentro. Inmediatamente llegaron, conversamos de todo y una vez roto el hielo (ya con algo de trago en la sangre), nos sentamos intercambiados, y comenzamos a hablar y a desinhibirnos, bailamos y conversamos, haciendo que se calentara el ambiente, una vez a tono, el baile fue más atrevido y comenzamos a acariciarnos, encontrando buena empatia, lo que nos llevó a poder gozar más del momento. Ya no había marcha atrás y vi como Natalia era besada por Juan y como me excitaba verla de esta forma, por mi parte no perdía el tiempo acariciando a Martha, quien respondía a mis besos, caricias y mi erecta verga que quería salir.
Para estar mejor invité a Martha a la habitación principal en donde la desnudé y por primera vez puede sentir su boca sobre mi verga, en donde vi como se la devoraba totalmente, cosa que es algo difícil de encontrar. Martha me la mamaba muy rico, haciéndome sentir lo arrecha y experimentada que ella era. Al momento se nos unieron Natalia y Juan, en donde Juan por su parte acostó a mi novia y le abrió las piernas para comerle esa rica cuca que ella tiene, de esta forma cruzábamos las miradas y nos besamos apasionadamente junto con Natalia frente al placer que nos hacían sentir. Mis deseos y los de mi novia se hacían realidad.... Martha por su lado dejó de mamarme la verga y se arrimó a Natalia, besándole los senos y compartiendo con su marido los ricos jugos que emanaban de su concha, por mi lado coloqué a disposición de Natalia mi verga para que me la mamara, cosa que hizo magistralmente. En ese momento Juan comenzó a penetrar a mi novia y verla así me éxito aun más, viendo como era penetrada por otro hombre, mientras que su esposa le seguía comiendo el clítoris.
Natalia pedía verga, cosa que le dimos a placer, pero controlando el no llegar tan rápido y así poder disfrutar aun más de momento. Martha miraba y se masturbaba, con una cara de puta arrecha que pedía guerra, yo me dispuse a complacerla y sin miramientos le clavé mi verga hasta el fondo, en donde ella emitió un grito entre placer y dolor.... ella solo me decía que se la clavara hasta los huevos, que tenia una verga muy rica y que deseaba ser culiada toda la noche, Juan se separo de Natalia y fue en busca de algo para tomar, mientras que mi novia aprovechó para sentarse en la boca de nuestra nueva amiga para que le comiera la cuca por completo, en donde la excitación se hizo sentir y Natalia y Martha llegaban en un dulce orgasmo, en esta posición nos encontró Juan, quien aprovechó y abrió las nalgas de la puta de mi novia humedeciendo su dulce ano, paso seguido le clavó hasta el fondo su miembro y mi novia volteó a mirarlo con cara de arrecha y le pidió que le partiera el culo...
Por mi parte quería encularme a Martha así que con ayuda de mi novia le lubricamos el ano y le enfundé toda mi verga. Este momento fue excitante ver a dos hembras bellas y calientes ser enculadas por otro a parte de su pareja..... Los cuatro gozamos como locos hasta que Juan y yo no pudimos aguantar y sacamos la verga de los culos y comenzamos a llenar las bocas de nuestras bellas putas..... Cosa que agradecieron sin dejar derramar una sola gota de leche. Este fue el inicio de una noche larga de placer, llena de lujuria y de nuevas experiencias en nuestras vidas.
Espero las haya gustado y me envíen sus comentarios.