Pasión en el instituto (3)
Ella no podía negarle nada al chico de cara de angel, aunque el solo quisiera conocer el amor con aquel otro chico...
Pase mi lengua bajo sus labios recorriendo su dentadura, atrapando su labio en un dulce mordisco, esto hizo que el me apretara fuertemente sobre su sexo ya hinchado, saqueando mi boca con su lengua. Yo entremetía mis manos entre sus rubios mechones, mientras el masajeaba mi culo bajo mi falda de sobra sabía el que yo no usaba ropa interior.
Éramos un erótico espectáculo para nuestros compañeros, algunos se escandalizaban pero otros se paraban a mirar. Marcos nos contemplaba detenidamente callado y excitado, Tomas me acariciaba mirándole fijamente mandándole un mensaje de calor.
Me tomo la mano y nos dirigimos a los vestuarios, seguidos de cerca por Marc allí nos lo montaríamos mas a gusto. Nos quitábamos la ropa lentamente, mientras el nos contemplaba desde un banco sentado acariciando su sexo.
Tomas subió una de mis piernas para tener acceso a mi sexo, allí hundió su lengua hasta hacerme arder de pasión. Manoseaba mis pechos y me entregaba a Tomas en cuerpo y alma. Pronto empezamos a oír los gemidos de Marc, nos miramos a los ojos sabía lo que el ansiaba, el cuerpo de nuestro visitante yo no podía negarle nada a mi dulce amor.
Tomas abandono mi sexo para dirigirse a cuatro patas hacia Marc, ver sus músculos tensos y vibrantes dirigirse hacia a el me lleno aún de mas calor me hubiese gustado tener una buena polla en ese momento para follarme a los dos.
Marc se dejo chupar la polla por Tomas mientras yo miraba con envidia como se retorcía de placer. Me acerque y bese a Marc para tragarme sus gemidos, su mano se apodero de mi sexo introduciendo sus dedos en su interior. Los saco para que Tomas pudiera saborearlos, el los chupo con sumo placer. Marc me subió ahorcajadas sobre su polla y me penetro profundamente Tomas tomo mis pechos desde atrás ofreciéndoselos a Marc.
Cabalgaba sobre el mientras besaba la boca de Tomas, este me sorprendió al cambiar de posición y penetrarme a la vez con Marc, los dos tuvieron cabida en mi sexo que se expandió y lubrico como nunca, sus pollas se frotaban dentro de mi dándome un placer inexplicable, creo que llego un momento en el que perdí la consciencia. El orgasmo dentro de mi fue interminable y muy caliente al igual que sus corridas, nos besamos mutuamente satisfechos.