Pasión en el bosque

Un chico intenta estudiar mientras las casualidades de un encuentro fugaz le llevan a lo más profundo del bosque donde el animal que hay en él saldrá a la luz del atardecer.

Afincado en la biblioteca municipal de Valldoreix Alex se dispone a estudiar cada una de las palabras que, tras meses de clases, se ven reflejadas en montones de apuntes, que por momentos le resultan conocidos y por momentos inteligibles. En el exterior, brilla un sol atronador que derrite la piel humana obligando a la gente a desnudar las partes de un cuerpo afincado en el ya pasado invierno, las chicas se ven a través de la ventana de la biblioteca haciendo que Alex casi no note el aire acondicionado que le rodea y se deje llevar por el calor exterior y por la desnudez del cuerpo humano.

Mientras sus ojos no apartan la mirada de las letras escritas una chica se sienta en una mesa cercana, viste tan solo un pantalón corto y una camiseta de tirantes ajustada de color negro; su piel es blanca como la nieve y su pelo rojo como el fuego, lee tranquilamente  y sin ningún tipo de pudor “Las 120 jornada de Sodoma” del Marqués de Sade, sus gafas resbaladas a media nariz hacen que se vean tras ellas unos ojos grandes y de un marrón oscuro, muy profundo.

Pasados unos minutos Alex advierte de la presencia de ella, primero alza la mirada y se fija en la lectura que tanto la absorbe para unos segundos después alzarla de nuevo para escudriñar que se esconde tras ese libro de cariz erótico-sexual. Intentando esconder la intención de observar hasta el último milímetro de piel de la chica, Alex, de forma intermitente, comparte su mirada entre los apuntes y la chica. Está sentada cómodamente en una silla, estira las piernas como si quisiera alargarlas más allá de su medida y las cruza  con lentitud y una rigidez de la cual la mirada de Alex no puede escapar.

Alex, mirando a la chica, es descubierto por esta, la cual no aparta la mirada de él mientras se coloca lentamente las gafas a la altura en la que deberían estar y pasándose el dedo índice por los labios le sonríe mientras los humedece con su lengua. De golpe Alex nota una efímera excitación, ha olvidado los apuntes y por un instante fugaz su polla ha palpitado.

Mientras la chica vuelve a su lectura Alex sigue observándola de forma intermitente, ella sabe que él la observa y sus movimientos encima de la silla se han vuelto más sensuales y eróticos, su forma de removerse encima, moviendo su culo de forma sinuosa, la forma en que recoge y estira las piernas, intentando dejar ver más carne de la que se veía anteriormente, todo en ella se ha vuelto sexual.

Después de largo rato jugando, en la distancia de los movimientos y miradas perversas y libidinosas un empleado de la biblioteca se acerca para anunciarles que en 15 minutos la biblioteca cerrará, así que Alex empieza a recoger sus cosas con lentitud ya que no quiere irse antes que ella; en realidad, le gustaría tener una excusa para poder hablarle y sabe que si se va antes la oportunidad desaparecerá. Ella hace el amago de recoger el libro e ir hasta el mostrador para llevárselo a casa, cuando Alex se acerca con otro en mano para acortar la distancia hacia ella, mientras el empleado registra el libro de la chica, esta nota la presencia de Alex a su espalda, a su cabeza viene la imagen de ella acercándose de espaldas hacia él notando su polla presionando contra su culo, y se excita.

Ambos salen casi  al unísono de la biblioteca y emprenden un camino en común, en silencio, aunque sus miradas hablan a voces de una excitación que les lleva como una ráfaga hacia un bosque cercano,  ella le coge de la mano y tira fuertemente de él metiéndolo de lleno en un frondoso rincón donde hay un pequeño lago y una explanada muy pequeña; todo está en silencio y el sol aun ilumina el día.

Una vez allí, Alex toma fuertemente a la chica entre sus brazos y la presiona  contra él para besarla apasionadamente y con cierto salvajismo, ella contesta con más brutalidad y es entonces cuando su polla vuelve a palpitar fuertemente, nota como le presiona el pantalón y ella que también la siente se aprieta más y más contra él para notar  esa polla tan dura a la altura de su coño. Llevados por la excitación se desnudan de forma frenética y salvaje, él con su polla rosada, rígida y dura como una roca la sigue apretando contra él; esta vez la falta de ropa hace que su polla se introduzca entre las piernas de ella y roce incesantemente su coño que poco a poco se humedece de la excitación.

Sus pechos chocan sin parar contra el pecho velludo de Alex, el cual nota la rigidez de sus pezones así que lentamente desciende hasta su altura para introducir uno de ellos en su boca y mientras lo humedece, con su lengua empieza a hacer círculos alrededor de ellos mientras los succiona, a su misma vez ella empieza a gemir  casi de forma imperceptible y mientras agarra su polla con una  mano y  empieza a masturbarle, con la otra,  se toca el clítoris.

Él empieza a gemir casi a la vez que  ella y de golpe esta se acerca a su oído y le dice:

  • ¡Sígueme!

Ella le guía hasta el lago que hay a su lado y se tiran sin pensárselo dos veces, una vez dentro ella se sumerge y es entonces cuando Alex nota como su polla está en la boca de ella, que bajo el agua la chupa y la succiona, tanto, que Alex es capaz de percibir cada lametazo circular que ,con su lengua, le provoca tanta excitación que  la saca por los hombros y la coloca encima de él, le mete la polla  a la vez que empuja el agua hacia su interior haciendo más presión contra su coño y ella empieza a moverse arriba y abajo. Mientras follan salvajemente y llevados por una leve corriente del agua sus cuerpos se acercan a un árbol cuyas ramas caen sobre ellos, ella se agarra fuertemente y elevando su cuerpo le coloca su coño delante de su boca, él la coge fuertemente por el culo y la aprieta contra él, su coño sabe a  una mezcla de agua dulce del lago y un toque salado natural. Apretando fuertemente su culo él sigue excitándose cada vez más.

Tanta excitación hace que ambos caigan hacia atrás y queden tumbados en la orilla del lago, tal desequilibrio no para las ansias de sexo que ambos tienen y empiezan una lucha encarnizada rodando por el suelo en un ímpetu de dominación, mientras tanto no dejan de morderse por todos lados, de besarse, de marcarse como animales sedientos de hambre; presionan sus cuerpos, él mete su polla con rabia y ella le empuja hacia él aún con más brutalidad hasta que ella consigue alzarse sobre él y agarrándole por las muñecas fuertemente le muerde con furia el cuello, mientras le saca la polla del coño y empieza a restregar su clítoris con ella, se está masturbando con el roce de esa rosada y gran polla, se fustiga con ella la entrada del coño, la mete y la saca lentamente para después pasar a  meterla de repente y hasta un fondo más profundo del que él pudiera imaginar.

Justo a su lado, puede observar una bolsa de plástico con la cual le ata las muñecas fuertemente para que no pueda separarlas y ella empieza a girar encima de su polla metiéndola y sacándola desde el fondo hasta casi sacarla por completo pero nunca dejando que salga de su coño, que la aprisiona como si se la comiera.

Él le pide que vaya más despacio porque siente como el clímax va llegando y no quiere que acabe tan pronto, así que ella, viendo que el final está cercano se da la vuelta y aún encima y de espaldas a él mete la polla en su culo mientras le dice:

  • Si esto tiene que terminar quiero que lo hagas follándome el culo, quiero que tu semen me resbale por él y quiero que veas como mi culo  se traga tu polla con cada embestida.

Solo con esas palabras Alex ya hubiera perdido el control pero sabía que quería ver y sentir lo que acababa de describirle así que en un gran esfuerzo de control dejó que ella metiera su polla en su culo, le sorprendió lo fácil que entraba y el placer que iba sintiendo mientras podía ver como ese culo majestuoso hacia entrar y salir su polla, ella arqueaba todo su cuerpo dibujando ochos invisibles que hacían que Alex pudiera apreciar como entraba hasta lo más profundo de su ser, él hubiera querido tener las manos libres para cogerla de esas nalgas y como por telepatía ella le acerco hacia su espalda para poder desatarle. Sintiendo que iba llegando a la máxima excitación él cogió ambos glúteos y los abrió apretándolos con sus manos para poder acercarla más hacia él a forzar esa penetración al máximo para sentir toda su polla presionada por el cuerpo de ella, tras tanto vaivén brutalecido ella musito:

  • Voy a correrme

Entre gemidos él empezó a notar como palpitaba su ano que a la vez envolvía su polla y justo en ese momento él también se corrió sin detener el movimiento de su polla y, dejando que esta se deshinchara en su interior, cogió a la chica por detrás y la abrazo fuertemente mientras le lamia el cuello, ella, aún excitada cogió sus manos y las puso en sus pechos sin dejar de moverse, permanecieron así varios minutos hasta que él, y sin creerlo, volvió a empalmarse sin salirse de ella; aprovechando tal tesitura ella se levantó y se arrodillo ante él con una actitud totalmente sumisa y haciendo una reverencia a ras de suelo le dijo:

  • ¿Que desea el señor que haga por usted?

Y él dijo:

-        Quiero que me limpies mi  polla con tu lengua, está muy sucia y quiero que reluzca de nuevo para ensuciarme de ti después.

Obedeciendo empezó a lamerle la polla con ahínco, él,  poniendo sus manos tras su cabeza acompañaba sus movimientos ascendentes y descendentes de esta, poco a poco fue agarrándola del pelo y tirando de él  la aparto con rabia de su polla, él se arrodillo ante ella sin soltar su pelo y obligándola a tirar su cabeza hacia atrás le empezó a comer las tetas, sin dejarlas ni un momento la acerco con la mano que le quedaba libre hacia él y la monto de nuevo sobre su polla mientras seguía tirando de su pelo. Ella estaba totalmente ida por el deseo y el placer que le recorría el cuerpo y aunque tenía ganas de dominar la situación le excitaba más que él la tratara brutalmente y dejarse llevar por esa explosión incontrolada de pasión así que dejo que él le señalara cada parte de su cuerpo, que la cogiera por el cuello y que, presionando levemente sintiera como le faltaba el aire a la vez que la follaba desgarradamente, no la lubrico y aunque aun estaba algo húmeda el roce de la polla en su coño le producía una doble sensación de placer y dolor que le gustaba, las paredes de su interior parecían más estrechas y ambos podían percibir cada envestida como si desgarrara el interior de la chica.

Alex notaba como la fina piel de su polla se retiraba gracias  a la presión que notaba y que tanto le excitaba así que sin pensárselo hizo que se levantara volviéndole a agarrar del pelo y, empotrándola contra el árbol, le levantó una de las piernas para follarla de nuevo de pie, la empujaba contra él con dureza y le metía la polla hasta el fondo mientras  le mordía y le besaba la boca,  bajo su mano hasta su cuello y agarrándola fuertemente empezó a penetrarla en un último viaje hacia el clímax final, sin piedad, sin miramientos, el cuerpo de ella rebotaba con fuerza contra el árbol devolviéndola hacia él y su polla que la penetraba fuertemente. Unos minutos después él empezó a correrse de forma espasmódica mientras ella seguía gimiendo de placer terminando por desplomarse lentamente ambos en el suelo lleno de piedras y ramales secos.

Allí permanecieron varios segundos, Alex medio adormecido y agotado cerró los ojos unos instantes; para cuando los abrió la chica había desaparecido y el sol con ella, recogió su ropa, se la puso y emprendió el camino de vuelta a casa. Una vez llegó se topo con su madre, que asustada exclamo:

-¿Cariño, que te ha pasado? vienes lleno de arañazos y de moretones.

Alex dándole una excusa vacua se dirigió al baño para comprobar lo que su madre decía y fue allí donde mirando su imagen en el espejo descubrió cada una de las marcas de un deseo que recordaba tan solo verse en él.