Pasión de una madurita mal follada

La vecina del cuarto estaba aburrida de su vida sexual y le dí lo que ella necesitaba, ¡ah! y a su hija también ;-)

Hola a tod@s esta es una aventura que tuve hace cinco años.

Corría el mes de Julio, y aun que era de noche, hacía un calor de justicia.

Yo venía de hacer footing por los alrededores de la ciudad (la cual no voy a mencionar por privacidad de los involucrados), estaba completamente sudado, así que decidí meterme bajo la ducha para asearme y quitarme el calor que tenía en mi cuerpo.

Cuando salí, me dirigí a la habitación envuelto con una toalla alrededor de mi cintura, al pasar cerca de la cocina pude ver como Lola una madurita cincuentona del piso de arriba estaba charlando con mi suegra.

Después de vestirme me acerqué hasta la cocina, para coger una cerveza bien fría de la nevera, allí, medio de soslayo, pude observar la vestimenta de mi vecina, la verdad casi siempre cuando venía de visita siempre se vestía igual; llevaba su braguita y sujetador, cubiertos por un escotado delantal que dejaba ver mas, de lo que ella pensaba.

Mientras cogía mi ansiada cerveza pude escuchar como la madurita le contaba a mi suegra en voz baja, intimidades de alcoba con su marido.

Yo salí de la cocina y fingí que me retiraba al salón a ver la televisión, pero en realidad, me puse de espaldas a la pared escuchando lo que ellas decían, con risas y voz elevada

__Como te dije María, ahora ya casi no tengo sexo con mi marido, parece que me esquiva y a veces cuando el no está me tengo que masturbar. Dijo Lola.

__!pero..!, nada de nada y cuenta, como…, te consuelas tu misma, la verdad tengo curiosidad, ya que creo que a mi también me hace falta ,jajaja.

Yo que permanecía en silencio en mi escondite, no daba crédito, que esas dos mujeres tuvieran una conversación tan caliente, así que decidí quedarme un ratito mas, para ver si se animaba más la cosa.

__pues mira, a veces cuando veo la telenovela y veo a esos jóvenes musculosos, me pongo un poco tontina,  me empiezo a acariciar y a lamerme los pezones y siento como la humedad me invade, haciendo que mis braguitas se mojen de una manera fuera de lo normal. Con la excitación empiezo a acariciarme el clítoris con movimientos suaves e introduciendo mis dedos dentro del coñito, eso me pone a cien, ¡mmm!, me parece tan rico que luego mi mente se vuelve sucia y cochina, con el deseo de introducirme una buena polla dentro, pero luego me tengo que conformar con lo primero que encuentro, por ejemplo el día de ayer, me introduje dentro del coño un pepino grande y gordo que había comprado en el mercado, lo saqué de la nevera y comencé a lamerlo, luego cogí un condón y lo enfundé en el, para introducirlo en totalidad, dentro de mi.

¡Joder!, yo que permanecía callado y escuchando, noté como mi polla se ponía de pie, me estaba poniendo malo de escuchar tanta guarrada salir de la boca de las dos maduras, así que sin dudarlo ni un segundo, la saqué fuera de mi pantalón corto y empecé a cascármela como un puto mandril (y seguí escuchando).

__calla mujer que ya me estoy excitando por tu culpa. Dijo María__ahora soy yo la que tiene las bragas mojadas, jajaja

Y yo seguía pelándomela, mientras echaba de vez en cuando una ojeada, comprobando como mi suegra se acariciaba el coño por encima del pantalón.

__Todo eso está muy bien, pero yo necesito una buena polla que me llene y me haga sentir una mujer, no una jodida escoba, si Ricardo no me da placer, voy a salir a buscarlo por mi cuenta. Habló Lola.

Y zassss, corrida en toda mi mano, no pude aguantar más mi excitación al escucharlas.

__Bueno María, te dejo que tengo ir a hacer la cena del marido y la nena.

¡Joder con la nena!, me dije yo, tiene unos veintitrés y bien buena que está.

Al ver  que se levantaban las dos de la cocina, corrí como un lince hasta la sala de estar y me tapé con un cojín, para que no me vieran pringado en semen.

Esa noche se lo conté todo a Vanesa, mi novia, le dije con pelos y señales, lo que la vecina de arriba le había dicho a su madre. Ella no me creyó,  naturalmente, no podía creer que su madre hablara de esos temas, como todo hijo del vecino, pero le causaba morbo y la excitaba hablar del tema.

__Te gustaría follarme pensando que soy Lola, la de las tetas grandes.

Yo quedé sorprendido, pero al final le respondí que era mejor follármela que imaginármelo, ¡que coño!.

Eso la cabreó un poco, por que ella estaba húmeda y quería hacerse la actriz por esa noche, simulando que era la vecina madurita, pero no era lo mismo, no podía quitarme de la cabeza el gran sujetador de la talla cien que llevaba puesto, como podía verse la aureola marrón a través de la delicada tela, tengo que confesar que soy un fetiche de la ropa intima femenina, pero no soy de oler ni cosas raras de esas

Dos días después, cuando llegué del trabajo, vi como Lola estaba tendiendo la ropa en el tendal del edificio, allí estaba ella de nuevo, mostrando la balconada como siempre, y poniendo enfermo a los mas viejos que la observaban desde las ventanas.

La saludé con educación y respeto y luego me introduje en mi piso, me senté en el sofá y encendí el televisor. Haciendo zapping, cuando llegue al canal nova, pude ver que estaban echando una telenovela, a la memoria me llegó las imágenes de aquella tarde noche en mi cocina; me estaba excitando y empalmando, tenía deseos de hacerme una maravillosa paja a su cuenta, pero, no tenía intención de darle de nuevo al manubrio, así que salí del piso y me dirigí hasta donde estaba Dolores tendiendo la ropa.

Allí seguía ella, ignorando que había ojos que la acechaban desde atrás, estaba concentrada en su trabajo, y cuando se agachó para coger la ropa que había en el interior de la bañera, mostrándome sus braguitas de encaje, no pude contenerme más y me abalancé sobre ella como un leopardo que va tras su presa.

La atrapé con mis manos por la parte trasera, le agarré las tetas con firmeza, asegurándome de que no pudiese huir de mí. Ella sobresaltada pegó un gran grito y giró la cabeza para ver de quien la estaba seduciendo, clavó los ojos en mi rostro y luego me dedicó una lasciva sonrisa

__Nunca pensé, que fueses tu hacerme esto, picarón. Dijo ella sorprendida__¿has estado espiando el otro día verdad?, no finjas, he notado tu presencia.

No sabia que decir, ella ya lo había dicho todo, estaba petrificado y a la hora de la verdad, no sabía como actuar.

__ven sígueme. Me dijo mientras me agarraba de la mano__vamos al piso que tengo vacío, hasta pasado mañana no llegarán los inquilinos.

Yo acepté y la seguí sin dudarlo un instante, tenía ganas de ver como iba a reaccionar cuando estuviéramos a solas.

__Eres un golfo y debería decírselo todo a tu novia y a su madre, ¿que te has creído que soy?, ¡una puta!

No sabía que decirle, pero al final sólo me quedaba pedirle perdón.

Ella me miró, muerta de deseo, nunca la habían manoseado de esa manera, así que sin dudarlo por más tiempo se quitó el delantal y lo dejó caer en el suelo.

Me abalancé sobre ella y le quité el sujetador negro que llevaba puesto, comencé a comerle los pezones que luego se irguieron, simulando a dos duras aceitunas, estaba muy caliente y bajé con mi lengua hasta la grieta de su peludo coño; lo saboreé con total frenesí, mi lengua juguetona le estimulaba la pepitilla, ella gemía como una condenada, mientras empezaba a resbalar su rico caldo por la entrepierna.

La tumbé sobre la cama y seguí lamiéndole todo su cuerpo, sus carnes eran flácidas, pero sabrosas, pero para su edad estaba bien rica, como a mi me gustan

__Métemela dentro, ¡por favor!, no aguanto más, tengo ganas de que me folles como lo haces con tu novia, enséñame lo que hacéis la juventud

Me tumbé sobre la cama y luego dejé que fuese ella la que llevase la batuta; mientras cabalgaba sobre mí, pude ver como sus enormes tetas, subían y bajaban de mover tanto el culo, se las empecé a comer con ganas, no podía dejar escapar aquel delicioso manjar que me estaba hipnotizando.

Se veía que estaba oxidada y agotada, así que decidí, que la mejor solución era tumbarla en la cama y clavársela a lo misionero. Ella gemía y le gustaba lo que yo le hacía, no paraba de bombear en su maduro coño, pero me sentí un poco decepcionado, pensé que por lo que había dicho en la cocina, era una autentica fiera en la cama, pero la realidad era otra.

Me gustaba ver su ojillos, grandes como platos y chispeantes, por que se veía que estaba disfrutando de la jodienda, no quise quitarle su caramelo hasta que finalmente se corrió con un gran grito sonoro.

__por favor, sigue fallándome, tengo más ganas de ti, necesito que tu leche rica me inunde mis tetas, hazme sentir mujer como lo has echo hasta ahora.

La obedecí sin rechistar, me gustaba como me hablaba, era educada y sabia follar con educación, así que seguí metiéndosela como un toro, hasta que me vi sorprendido por el ruido de la puerta de la habitación, que se había abierto

__¿Que haces mama? y con el vecino de abajo, ¡hay que joderse!. Habló la voz de su hija Susana, que nos había sorprendido.

Lola, desmontó de su montura y se tapó con las sabanas__¡que vergüenza!, mi propia hija me ha visto follar y poniendo los cuernos a su padre

__padrastro, mama, corrigió ella. Tu marido, el que tú dices que es mi padre, nos ha abandonado, ¿o acaso no lo recuerdas?

__Lo siento Susana, necesitaba echar un buen polvo, Ricardo hace alrededor de seis meses que no me pone la mano encima

__No tienes que excusarte de nada, es más, quiero que sigas disfrutando de tu infidelidad en mi presencia. Sigue mama.

Yo estaba confuso, no sabía que hacer, si irme o quedarme a terminar la faena, ya que tenía los huevos llenos de leche y con ganas de salir.

Lola cogió de nuevo mi polla y empezó a chupármela como si fuese una colegiala, enviciada y agarrada a su gran falo.

Yo disfrutaba, me gustaba, parecía que se estaba esforzando para que su hija no llevase una mala impresión de ella, de cómo lo hacía en la cama.  Desvié por un momento la mirada de la boca de Lola y pude ver como Susana que estaba en ropa interior,  comenzaba a masturbarse, sentada en una silla, mientras disfrutaba del espectáculo; eso me causó tal excitación que me corrí en toda la cara de la madurita que me estaba ordeñando.

Susana era preciosa, pero con tanguita y sujetador resultaba apetecible, ella al ver que su madre estaba cubierta de semen, se acercó y ayudó a limpiarla con su lengua.

__¡joder!, que bueno está, dijo esta relamiéndose.

La puerta de la habitación, volvió a abrirse de nuevo, allí apareció Ricardo, que nos pilló in fraganti a los tres desnudos

__¿Que hacéis cabronas con este idiota?

­­­­__calma cariño que no es lo que parece. Dijo Susana.

__¡Cariño!, ¿Qué es lo que pasa aquí?.  Preguntó Lola angustiada

__Mama, Ricardo y yo, estamos teniendo una aventura, no sabíamos como te lo íbamos a decir, pero tu infidelidad, ha hecho que todo resulte más fácil y que al fín te enteres de todo lo que está pasando

__Entones, ¿es aquí donde venís a follar?, por eso estáis aquí los dos. Soy una idiota,  nunca habría sospechado que mi propia hija me traicionase, jodiendo con mi marido.

Y Lola empezó a llorar.

__No llores mama, tampoco es para tanto.

__¡No es para tanto!, ¡dices!, por eso ese hijo de puta no me ponía la mano encima,  por que ya tenía lo que quería en la habitación de al lado, pero por mi podéis follar ahora, prefiero que lo hagáis delante de mi, que a mis espaldas.

__A eso veníamos, mama, pero no creo que sea buena idea

Yo me mantuve al margen en todo momento, no quería meterme en líos familiares (jeje)

­­__Lola, tu hija y yo, nos lo montamos a veces, nos lo tomamos como un juego, sólo es sexo, no amor. Dijo Ricardo.

__si es lo que crees, a mi también me gustaría jugar contigo y que de una vez por todas, me hagas el amor con pasión, soy tu esposa, ¡joder!.

__creo que es mejor que me vaya. Dije.__Ricardo, perdona por encontrarme en la cama con tu mujer, es que me ponía a cien sus tetas, pero te prometo que si no le haces caso, este no creo que sea nuestro último encuentro, si ella lo desea, claro.

__¿A donde vas?, todavía no has terminado, ¿no querías tenerme toda para ti?, espero que tengas tu polla cargada de nuevo, quiero seguir saciando mi caliente agujero.

__¡pero…, cariño!

__Ni pero ni ostias, entones fóllame tú. Dijo Lola enojada.

Ricardo sacó su polla del pantalón y se la metió en la boca de su mujer, está había callado al fin, mientras lamia con deseo.

Susana, por fin, había sacado el precioso tanga que llevaba puesto, exponiendo al detalle su perfilado coñito, al estilo brasileño, esta comenzó a tocarse el clítoris y me dijo__si lo deseas, puedes follarme, esto parece un horno en llamas y necesito una buena manguera para apagar su fuego.

No lo dudé en un instante, nunca pensé follar a la madre y a la hija el mismo día y en la misma cama, era una fantasía hecha realidad, que ni en los sueños más húmedos, se llegase a cavilar

La puse a las veinte uñas y se la metí por detrás, ella empezó a gemir, era mas escandalosa que la madre, pero movía el culo de una manera espectacular, se notaba que tenía experiencia metiendo pollas en su coño.

Lola hacía lo mismo con Ricardo, este le comía las tetas de vicio, mientras la tenía sobre él, yo seguía bombeando a Susana mientras los observaba;  pude comprobar que la madurita, se movía como pez en el agua, con la polla de su hombre entre sus piernas.

__Susana, ¿follas mucho en la universidad?. Le pregunté intrigado.

Ella a penas hablaba, sólo jodía como una loca, disfrutaba como una enana del sexo y a mi me gustaba verla gozar. Cuando la tuve sobre mi, hizo que le comiese el coño,  yo lo lamí con total frenesí, me gustaba el sabor que desprendía su grieta; cuanto mas rápido movía mi lengua juguetona, ella más se excitaba, hasta el punto que se corrió sobre mi.

Nunca pude creer lo que su coño pudo desbordar, descargó sobre mi una cascada de lefa femenina, que nunca en mi vida había visto hacer a una mujer, casi muero ahogado, pero me sentí feliz al verme cubierto por todo su jugo.

Lola también se había percatado de lo que su hija fuera capaz de hacer,  estaba intrigada y boquiabierta, dejó de lado a su marido y se acercó a ella,  para observar su coño detenidamente

__Nena, ¿como has hecho eso?

__No lo se, pero desde que descubrí esta forma de correrme, lo hago siempre, resulta mas placentero

__Pues tienes que enseñarme y practicar juntas.

__hagámoslo a ahora,

Susana tumbó a su madre sobre la cama y nos dijo a nosotros los hombres que empezásemos a comerle el coño a Lola. Lo hicimos por turnos y con rapidez, para conseguir que se corriese, siguiendo las indicaciones detalladas de su hija, pero no fue capaz de conseguir su objetivo, tras intentarlo varias veces y sin éxito, cayó rendida y exhausta

Susana al ver que mi polla seguía de pie, comenzó a hacerme una buena paja, hasta que me corrí sobre sus tetitas, esta era insaciable y se bebió todos mis jugos hasta la última gota,

Nunca olvidé aquel día, de sexo, placer y desenfreno, con las vecinas del cuarto.

Pero shhsssssssss, silencio, por que Vanesa no sabe nada, pero creo que lo sospecha.