Pasión adolescente Parte 1
La fantasía de todo estudiante, hacerlo en el instituto con una compañera... Lo que nadie quiere es que su profesora le pille infraganti y mucho menos aun mientras te observa que veas en su cara insatisfacción por no ser la chica que recibe tus embestidas
El curso estaba a punto de empezar, a pesar de ser septiembre, el calor se hacia latente desde primeras horas de la mañana, las sudaderas y las chaquetas aún no se habían echo un hueco en nuestros armarios, sino que seguían guardadas.
Todavía no había demasiada gente en el instituto, era época de las recuperaciones, los profesores acudían solo a hacer los exámenes y los alumnos solo pululaban por la biblioteca y la entrada.
El lugar parecía prácticamente desierto, no había bullicio alguno, realmente era una gozada, no se veían carreras, las vacaciones conseguían que la gente aun no tuviera el estrés propio de mediados de año, no encontrabas caras largas, sino sonrisas y alguna cara de preocupación.
Mis pasos se dirigían hacia la puerta del instituto, al llegar mire el reloj, eran las once de la mañana exactamente cuando me pare delante de la puerta. Tenia tiempo suficiente como para desayunar algo, espere a que tocase el timbre que indicase el cambio de clase con el recreo, para unirme a mis compañeros y que me contasen que tal se les había dado el primer examen de la semana.
Mientras pitaba y no pitaba, deje la mochila en el suelo detrás de mis piernas mientras me apoyaba en la verja que cerraba el recinto, mi perfil era un chico de veinte años, pelo al cero, vaqueros ajustados y camiseta sin mangas, por la que se podía ver un tatuaje en uno de mis hombros.
Según pasaba la gente esquivaba mi mirada, no querían mezclarse con alguien como yo, me era indiferente, venia a clase cada día del curso para sacar una titulación no para hacer amigos y menos de ese tipo de gente que aun siendo más jóvenes, seguían teniendo miedo de aquel que era diferente.
Al rato de estar allí y con el cigarro apunto de tirar, una chica bajaba calle abajo hacía donde me encontraba, esa chica, la había visto más veces, siempre con sus cascos en las orejas, escuchando heavy metal, sus camisetas negras siempre se veían por los pasillos, los chicos no la hacían mucho caso pues era distinta al resto, no vestía como el resto de las chicas de allí ni se arreglaba tanto, pero a mi me gustaba, la verdad era una versión más Light de mi, pero en chica claro. Siempre que nos cruzábamos, nos saludábamos y compartíamos un cigarro en la puerta antes de entrar por las mañanas.
Cuando estaba a punto de llegar a la puerta y a pocos metros de mí, llego una moto por la acera y se cruzo en el camino de la chica, ella se asusto y por esquivarlo callo al suelo, mientras el motorista aparcaba en la puerta sin inmutarse tan siquiera por haber echo caer a la chica, me incorpore y comencé a andar hacia allí, al llegar a su altura la ayude a levantarse
- Dafne, ¿estas bien?
- Más o menos, me duele la pierna
- Venga, levántate que te ayudo
Tendí mi mano a la chica y cogiendola de la cintura suavemente le levante del suelo, recogí del suelo su mochila la eche a mi hombro y fuimos asta la puerta, aun estaba allí el motorista, el timbre había tocado hacia un par de minutos, sus compañeras salían, al verla agarrada a mi, se acercaron y la sentamos en un banco, en es momento me agache, su tobillo hinchado, la rodilla izquierda se veía tras el pantalón roto y estaba manchada de sangre, por culpa de aquel chico se encontraba herida.
Me incorpore y con la mirada fija en él motorista, fui directo asta él, cuando llega su altura, le toque en el brazo, al girarse y ver mi cara palideció por instantes
- ¿As visto lo que has hecho, cuando as venido con la moto que te ha regalado papa?
- ¿Qué e hecho, haber?
- A mi menos humos chaval, porque puedes salir escaldado de aquí
- Tus botas y tu pelo al cero no me asustan
- No quiero asustar a nadie, pero o te disculpas con la chica o sufrirás lo mismo que ella en tus carnes
- No voy a disculparme con una friki
Sonreí por un segundo, sabia que no pediría disculpas, pues no tenía modales algunos, hice amago de marcharme y al darme media vuelta, volví todo mi cuerpo con todo su peso hacia él, mi puño cargado de rabia estallo sobre su cara, y fue a parar sobre una de sus cejas, la sangre saltaba a borbotones de ella, pues la había partido y manchaba su cara.
Los amigos que estaban con él no sabían que hacer, solo se les ocurrió cogerle e intentar llevárselo de allí, pero no había tenido suficiente, intento golpearme una patada fue a parar a su costado, comenzó a toser, decidí dejarle pues no merecía la pena, y volví con Dafne para ver su tobillo hinchado, casi a su altura, el motorista aun seguía sin darse por vencido y vino con el casco de su moto para darme por la espalda, pero las chicas del banco gritaron
“Detrás de ti”
Al volverme estaba a varios pasos de mí, eche a correr y abalanzándome sobre él le derribe, una vez en el suelo, una lluvia de puñetazos calló sobre su cuerpo mientras se cubría como podía, entonces note como me sujetaban por la espalda, pero era como si me abrasen, pare en ese instante y detrás de mi estaba Dafne, al ver su cara, pare de golpear a aquel personaje.
Ella me dio un beso en la mejilla, no dijo tan siquiera una palabra, pero ese beso era su modo de darme las gracias por haberla defendido.
Cogimos nuestras mochilas y nos adentramos en el centro, mientras el motorista se quedaba allí tirado en el suelo, la acompañe asta su clase, pues parecía aun como si cojease y una vez entró me fui asta la mía.
Según paseaba por los pasillos hasta mi aula, me encontraba con miradas que decían muchas cosas, desde repulsa por haber pegado a aquel chico y sin embargo muchas sonrisas por haber defendido a aquella chica, aunque alo mejor me hubiese excedido, pero no podía permitir que atropellasen así a una persona y menos dejarlo sin castigo.
Una vez sentado ya en mi mesa, se acercaron dos amigos del chico de la moto y se fueron directamente hacia mí
- Si venís buscándome por lo que le e hecho a vuestro amigo, podéis marcharos porque sino recibiréis lo mismo que él
- No, no venimos a buscarte las cosquillas, solo que lo dejes estar y no vallas de nuevo a buscarle
- No e buscado a nadie, sino hubiera hecho daño a nadie, no le habría pasado nada
Tras decirlos eso, se callaron y se marcharon a sus sitios, la profesora entraba ya en clase, mientras todo el mundo recogía libros y apuntes de las mesas y los guardaba, ella comenzó a repartir los exámenes.
Mi mente se disperso por unos instantes, pensaba aun en Dafne, no porque la hubiese protegido hacia un rato sino porque era la primera vez que más cerca estaba de ella, tenia algo que me gustaba y no sabía que era, las chicas rapadas como yo me gustaban pero no me atraían de verdad, ella era muy diferente a mi, mientras yo era un rapado que solo veía la violencia como solución a todos los males de la vida, ella era una persona que aun teniendo mal genio no llegaba a las manos, en parte complementaba mi vena hooliganera
- Rapadito, deja de pensar en las nubes que tienes el examen en la mesa, que serán más interesantes pero el examen te espera
Mi profesora me sacaba de mis pensamientos, asentí con la cabeza y ojee las hojas, había demasiadas, y tan solo dos horas para tanto folio, decidí que era mejor de pensar e intentar contestar a todo lo que pudiera, pues el aprobar el curso y acabar por fin de estudiar dependía de tan solo un examen, no podía permitirme el lujo de fallar.
Mientras en la otra punta de aquella misma planta del instituto, Dafne sentada en su silla y rodeada de sus compañeras comentaba como la había protegido de aquel chico, que se creía superior por el mero hecho de que sus padres tuvieran demasiado dinero, lo cual era una plaga en la ciudad, demasiados niños de papa que tiene demasiado dinero y campana a sus anchas bajo la protección de la Visa Oro de papa.
Mientras unas compañera la decían a pesar de ir rapado, con tatuajes y demás no parece mal chico, sin embargo otras la decían que era lo peor que la había defendido, pero seguro quería algo, en ese momento otra chica de la misma vestimenta que David, les dijo muy malhumorada
- David será un rapado con mala leche, pero te defendió hace un rato porque realmente quiso, no para sacar nada, es más te acompaño hasta la puerta de clase, ¿Qué más pruebas queréis para dejar de pensar que es un ogro?
El profesor de Historia llego a clase y la pequeña discusión se paralizo, cada uno volvió a su sitio en el aula y el examen comenzó.
Tras hora y media de examen, las puertas de las clases se comenzaron a abrir y los alumnos abandonaban las salas dejando solo en su interior profesores recogiendo los exámenes, mientras unos salían disparados del centro, otros se quedaban allí para corregirlos y olvidarse cuanto antes de ello, la profesora de David, fue una de los que prefirió quedarse por allí para acabar con su tarea antes de volver a su casa.
Este había sido el último examen de aquella semana, después de dos días darían las notas, el instituto abriría sus puertas en unas dos semanas definitivamente, para empezar el curso y todo el mundo quería aprovechar aquellos últimas días.
David fue a buscar a Dafne a su clase por si acaso quería que la acompañase asta el autobús o a su casa, pero había salido disparada de allí, una de las chicas que salía de la clase, le informo de que salio en su busca, e imagino que estaría en su clase, en ese momento sus pasos deshicieron el camino recorrido hasta su anterior aula y a tan solo unos metros y tras doblar la última esquina se tropezó con la chica, cuando lo hicieron no pudieron evitarlo pero al ir ella más lanzada por el pasillo tiro al chico al suelo, cayendo esta sobre él.
Tras quedar ambos en el suelo, sin que nadie a su alrededor los pudiera ver, aún sin saber que hacer ni que decir, Dafne que no podía evitarlo y más estando tan cerca de él, beso a David.
Antes de besarlo por su mente pasaron mil cosas por su mente, si se apartaría de ella, pero sin embargo no se aparto, sino que la abrazo y continúo el beso. Lo que ninguno de los dos sabia antes de aquello, es que a pesar de las diferencias entre ambos, había algún tipo de atracción entre ellos desde hacia tiempo atrás, pero no se había manifestado asta aquel beso.
Mientras permanecían en el suelo tumbados, besándose, la fiera que cada uno de ellos llevaba en su interior comenzó a despertarse, ambos lo notaban, pero no querían reprimir ese sentimiento, llevaban mucho tiempo deseando que pasase algo así y no pararían, en ese momento David se separo un instante de los labios de su nueva a miga
- Ven, sígueme
- ¿A donde?
- Confía en mí y sígueme
Los pasos de ambos se digirieron hasta la tercera planta del instituto, que había sido en la planta donde el curso anterior David tenia su antigua clase y sabia que era más fresca.
Tras llegar a la planta atropelladamente corrieron por el pasillo asta llegar a la última aula, al llegar a su puerta, se dispusieron a abrirla, con la esperanza de que no estuviera cerrada, pues era un aula habilitada para las clases de primeros auxilios y contaba con una camilla de exploración en el centro del aula, donde dejar que sus instintos animales salieran a la luz.
Había miradas nerviosas, entrecruzadas, comenzaron a quitarse la ropa mutuamente, mientras se acariciaban y besaban, las pulsaciones se aceleraban, aparte de que la atracción era muy fuerte entere ambos, había un añadido y era el morbo de hacerlo en un instituto, ese morbo a que algún profesor o alumno rezagado los pillase.
Pero ese morbo, los alimentaba y hacia que creciera la pasión, a pesar de ser un aula fresca, la temperatura subía por instantes.
Una vez ambos desnudos por completo Dafne se coloco en la camilla a cuatro patas, indicando que quería hacerlo así, su compañero la entendió a la perfección, aunque antes la dijo
- No llevo preservativos encima
- No importa suéltalo fuera de mi y ya esta
Colocándome detrás de ella, mientras rozaba el glande de mi pene contra su sexo que emanaba muchísimo calor de lo excitada que estaba, tras un par de minutos rozándome contra ella y despertando aun más sus ganas de hacerlo en aquella aula, se giro para ver mi cara y cuando noto como la rozaba suavemente empujo su trasero hacia mi y se penetro ella sola de un sola vez.
Dos gemidos salieron de nuestras gargantas en ese momento, lo que estábamos deseando, pero no nos decidíamos, nos arrancaba gritos al unísono de placer.
Su pelo largo se alborotaba cada vez más con mis embestidas, mientras ella se sujetaba a la camilla con ambas manos, sin parar de gemir y musitar palabras, que eran inaudibles.
Tras unos minutos de embestidas y gemidos, en el pasillo se comenzaron a oír unos tacones, que llegaron hasta la puerta de la clase, como todas las clases de instituto tenían dos entradas, los pasos se detuvieron en la de atrás, abrió suavemente y la profesora contemplo a dos jóvenes encima de la camilla sin ningún pudor, gimiendo como posesos, la imagen la paralizo por unos segundos, no sabia que hacer ni como reaccionar, pues a pesar de ser una profesora de unos cuarenta años y de buen ver no desataba esos instintos en su alumno David, que con ese aspecto macarra y transgresor la excitaban mucho, esta vez sabia que si quería podría ser suyo, podría tenerle dentro de ella, le había sorprendido con una alumna en una clase, lo tenia a su merced.
En la camilla David no aguantaba mucho más sabia que estaba a punto de eyacular ferozmente y se lo hizo saber a su amiga
- No aguanto más, estoy a punto de soltarlo todo, ummmm
Mientras dijo esto, la dio un azote en el culo, lo que hizo que temblasen las piernas a Dafne, gimió con más fuerza, su fin estaba muy cerca, volvió a azotar su culo, esta vez en la otra nalga, pero él no aguantaba más saco su miembro del interior de Dafne y lo soltó todo en el culo de está, la cual al notar el calor del semen de él, se desplomo en la camilla, pues por el orgasmo que estaba teniendo no era capaz de sostenerse tan siquiera.
Una vez ambos , se incorporaron y se sentaron juntos, vieron a la profesora, apoyada en el marco de la puerta, con cara de lascivia, pero a la vez cara enfado, esto podía suponer un castigo muy severo para ambos, incluso la expulsión.