Paseo a la casa de campo 2
Ya instalados en la casa de campo y luego de un festín, decido ir a dar una paseo nocturno solita, encontrándome con don Elmer, el encargado de la propiedad...
LLegamos mi marido y yo a la casa de campo de los amigos que nos invitaron a pasar unos días. Era una hermosa propiedad rodeada por una vegetación impresionante y bella, con un frío terrible que hacía por cierto. Tantito arribamos pues nos unimos a un festín rico de comidas y bebidas a granel. Así transcurrieron varias horas hasta avanzada la noche.... Nos asignaron, a mi esposo Fabián y a mí, un chalecito de lo más acogedor donde nos instalamos prestos a dormir, pero no tenía mucho sueño, digo la verdad. En cambio mi Fabi estaba cansado por tanto manejar, beber.... Así que se quedó rendido apenas tocó la camita luego de ducharnos, Tenía ganas de sexo pero debía comprender al pobre, total, en la mañana seguro me cogería rico. El pene de los hombres tiene su mayor erección en las mañanas, hehehe.... ¡Mmmm, rico, rico!
Decidí salir a dar una vuelta por la finca, todo el mundo al parecer dormía.... Sólo se escuchaba el ruido de animalitos nocturnos. Me dirigí hacia los potreros que quedaban bien distantes, allí me senté sobre un tranquero y me puse a disfrutar de la noche que permitía ver las estrellas ya que no había neblina en ese momento. Así estuve un buen rato hasta que oigo que alguien me saluda:
-¡Buenas noches mi señora!
-Ay, buenas noches.... ¿Y Ud es....? Me asustó....
-Disculpe patrona, no 'jué' mi intención. Soy el cuidador de esta propiedad, el 'encargao' pues.... -El hombre era un señor robusto, moreno con algo de panza, pelón y barba incipiente. Hablaba medio campuruso, hehe.
-Mmmm, okey, okey.... ¿Y vive aquí en la finca?
-Si señora, tengo ya varios años, un 'bojote' de años le digo, aquí, como 'encargao'.
-Ah caramba, eso suena a mucho tiempo, haha. Imagino está acá con su familia, esposa, hijos....
-Bueno, esposa ya no tengo.... Esa se 'jué hacen' años ya, dizque porque el frío y trabajo aquí son arrechos, haha. Y mis dos hijos están ya 'graduaos' y trabajando en la ciudad. Y yo como nací solo, no necesito andar tras de 'nadien', 'toy' tranquilo aquí y los patrones me tratan bien.
-Ah ya.... ¿Pero y cuándo ellos no están con quién conversa, con quién habla?, no sé, digo....
-Haha, comparto con la naturaleza, con los animales.... Ya 'toy acostumbrao' a la soledad y no tener mucha gente cerca....
-¡Guaooo, debe ser difícil eso!, al menos yo no sirvo para estar mucho tiempo sola, hehe. Pero supongo que es cuestión de adaptarse y acostumbrarse, total, es muy bonito y tranquilo ésto.
-'Asina' es, patroncita, ya este viejo está más que 'adapatao' a esta vida serena de la montaña.
Empecé a imaginar mientas hablábamos cómo haría el señor cuando le dieran ganas de tener sexo.... ¡Ay Dios no!, Yo siempre con el sexo, el sexo, haha. Para mí es tan vital, tan necesario que me cuesta pensar en gente que no lo tiene o lo tiene de vez en cuando ¿Sería a fuerza de puras pajas que viviría el viejo? ¿O ya no le haríaa falta? Pues mi hiper curiosidad se activó y como el señor hablaba sin tapujos pues yo lo haría también. así que fui directa y le pregunté:
-¿Cómo se llama?
-Elmer, patroncita, pa' servirle....
-Okey señor Elmer, y dígame, ¿cómo calma usted sus necesidades sexuales, ah?
El viejo abrió los ojos sorprendido ante mi pregunta tan lanzada, haha. Pero luego esa mirada impactada cambió por una con cirta malicia. Tomó aire y me dijo:
-Le digo algo, ya que usted 'jué' tan directa en su 'curiosida', pues bueno.... aquí hay unas buenas yeguas con la cuales me alivio, patroncita. -Al tiempo que decía esto, se apretó su pene encima del pantalón para ser como más claro en su explicación. y entonces solté una carcajada para luego comentarle:
-¡Ay don Elmer!, hahaha. Vaya, como ilustra usted su cuento, ¿eh?
-Haha, bueno patroncita, disculpe usted si la incomodo pero estamos grandecitos y en confianza, creo yo....
-No se preocupe don Elmer, tiene razón, además, me resulta agradable su espontaneidad y sinceridad, hehehe. Pero mire, ya que estamos en ese tema voy a escudriñar más, o sea, quiero saber detalles.... ¿Esas yeguas se dejan así no más? ¿Y será que sienten algo? Lo digo porque el miembro de los caballos es enorme en comparación al de los hombres.... Imagino que no les hará ni cosquillas, hahaha. ¿No lo patean? ¡Ay Dios, qué peligro!
-Bueno patroncita, le cuento que no sé si ellas sienten o no, haha, yo busco acabar y más 'na'.... y son 'mansiticas', por tanto no me pegan, al menos hasta ahora, hahaha.
-Don Elmer, hahah, qué cosas.... bueno, las pobres gozarán cuando están con sus caballos supongo, hehe. De resto, usted no les hace daño y se alivia....
-Correcto señorita, 'asina' es la vaina.... "Perro que come manteca, mete la lengua en tapara", hahaha. Reza un dicho 'conocío'.
"Suiche On", hahaha, ya estaba yo con la putería activadísima de esa conversación tan inusual pero al mismo tiempo tan sexual y cargada de erotismo con ese desconocido que me hablaba de su intimidad en medio de aquella noche que se prestaba para soltar los más bajos instintos animales que una lleva. Así que para calentar al don, lo miré con picardía hacia su entrepierna, toqué mis senos con delicadeza y cerré los ojos, ya empapadita en mis entrañas y con ganas terribles de que don Elmer me poseyera allí mismo. Pensar en que ese vejete tenía años sin ver una mujer desnuda, ¿cómo sería su reacción? ¿Cuán fogoso resultaría? Seguro se comportaría como un salvaje, mmmmm. El tipo me veía atontado, casi la baba le chorreaba, se dio cuenta de mis intenciones y de mi disposición. A pesar del frío cortante que hacía, yo hervía de calentura por dentro, y sin esperar más me desprendí del suéter, luego de la camisa que traía puesta, me quité el sostén y quedé con el torso decubierto frente a don Elmer, quien esperaba tan sólo una indicación mía para proceder:
-Don Elmer, ¿qué le parecen mis tetas? Apuesto que sus yeguas no tiene unas así....
-Sssss, patroncita, qué par de tetas más divina tiene.... Parecen unos melones 'listicos pa' uno comerselos.... ¿Pero y usted no anda 'acompañá'?
-Si, ando con mi esposo don Elmer.... Pero no sé, a una a veces le provoca cometer locuras, dejarse llevar por el momento, ¿si me entiende?
-Mmmm, a la señora no le satisface que la coja el 'marío na' más, sino que le hacen falta otras vergas, es eso.... Pues aquí tiene una 'pa' darle gusto, patrona.... No la voy a 'criticá', sólo le voy a 'da' lo que necesita, haha.
-Exacto don Elemer, es usted muy inteligente, haha.... Venga, ¡quíteme el frío que me tiene temblando!
Ahí en viejo se abalanzó sobre mí, empezamos a besarnos con algo de torpeza de su parte pero era de esperar, la falta de práctica, hehe. Sin embargo, me gustaba la lengua del viejo saboreando la mía y hurgando mi boca, apretaba mis senos y pellizcaba mis pezones lo cual me daba cierto dolorcito pero morbo al mismo tiempo. Empezó a pasar esa lenguota por toda mi cara, me lamía hasta bajar a mis senos que, urgidos por unas chupadas, tenían escozor. Se turnaba las mamadas de tetas con besos de boca y lengua, yo mientras desabroché su camisa y le acariciaba, bajé hasta el medio de sus piernas y le tocaba su verga que, durísima, buscaba salir de su prisión:
-Uyyy don Elmer,qué cosota se nota tiene usted ahí....
-Aaahhhh patroncita, usted sabe rica 'toíta'.... Es una hembra bien sabrosa.... ¿Quiere verme la verga?
-¡Por favor!, no sólo quiero vérsela, se la quiero besar y mamar....
Don Elemer bajó su raído pantalón e interior, dejando su miembro expuesto ahora a mis delicadas manos con las que lo acariciaba primero con suavidad, luego con más presión lo empecé a pajear, el viejo se estremecía y bufeaba como un toro de lidia al salir al ruedo.... Yo le decía acercándome a su oido que su verga era descomunal y se sentía tan fuerte que me tenía mojadita de excitación. Entonces me bajé de la talanquera para iniciar unos besos sequitos sobre su miembro, luego fueron besos húmedos, después puse mi lengua puntiagudita para recorrer esa vena grande que tienen los penes y que representa una activación erógena en ellos impresionante. Subía y bajaba varias veces hasta sentir mucho líquido preseminal que caía sobre mi rostro y tetas. Allí lo introduje en mi boca y cual manjar lo empecé a disfrutar otorgándole unas mamadas como si la vida se me fuese en ello, hasta que el hombre acabó dándome toda su leche calientita para degustarla a placer:
-Mmmmm, mmmmm, mmmm -Gemía yo al sentir su llegada.
-Aaaahhhhh, uggggg, qué vaina 'pa' buena señora, trague, trague.... ¡Así 'piazo e' puta!
Decirme puta me enciende más, limpiaba los restos de su eyaculación y le veía al mismo tiempo. Cuando me levanto, el viejo me pide que me desnude completamente. Lo hice e incluso, los botines que cargaba me los quité también, a mí me gusta quedar sin nadita en mi cuerpo, que mi desnudez sea total para que cada parte de mí sea partícipe del goce, así soy.... El viejete no daba crédito a lo que observaba, yo en pelotas ofrecida y entregada a la lujuria con él allí, en medio de aquel paisaje nocturno, rodeados de montes, ganado, frío intenso.... Jamás debió pensar que una mujer joven llegaría hasta allí para ser suya de esa manera, tan fácil, ¡tan necesitada de macho! Quizás se habría masturbado muchas veces pensando en las mujeres que visitaban la propiedad, pero tener una allí a su dispocisión sin siquiera buscarlo o forzarlo, ¡pensaría eso digo yop! E imaginando las culiadas que le daba don Elmer a las yeguas, me voltié apoyando mis manos en el tranquero, dándole la espalda al señor cuidador, encorvándome y separando mis piernas. Estando así le dije en tono sensual:
-Venga don Elmer, esta perrita lo espera para que la haga feliz.... Cójame como lo hace a sus potras, ¡sólo que no relincharé sino que gritaré de gusto! Venga, métamelo ya....
El don colocó su mástil paradote en principio bajo, para ir subiendito poquito a poco hasta encontrar la entrada a mi gruta y allí, enterrame su virilidad hasta lo más profundo que sólo mis nalgas lo contenían.... La cogida inició a un ritmo vertiginoso, me daba duro y yo me lo gozaba hasta tener mis orgasmos iniciales que casi siempre sobrevienen cuando me dan y recibo de esa forma salvaje:
-Tome putica, tome lo que querías, aaahhhh, ¡qué buena está nojoda!
-Aaaggghhh, aaagggghhh, deme duro don Elmer.... Si, soy una puta y estoy gozando con ese palote suyo que es divino, aaaggghhh, cójame rico.... Deme duro, sométame como a sus yeguas pero yo soy una perra en celo, aagghhhh....
-¿Le gusta señora, le gusta que la haga mi 'mujé'? ¿Ah?, tome verga carajo.... ¡Perra divina!
-Siiii, si me gusta.... Soy su mujer don Elmer, aaggghhh, aayyyy.... Suya, suya, me coje más rico que nadie.... -Esas palabras no fallan y me salen cuando me siento en la gloria, y un macho al oirlas casi siempre acaba al ratito.... ¡Y yo también!
Tuve otros orgasmos y el viejo se vino dentro de mí, haciéndome sentir en mi cueva su semen abundante mientras me apretaba por las caderas. Pasados unos segundos de su orgasmo bestial, me lo saca despacito. Me reincorporo, giro hacia él y nos fundimos en un largo beso mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, encontrándose ocasionalmente para entrelazarse por instantes:
-Ay don Elmer, qué fogocito es usted.... ¡Me encantó como me hizo su mujer!
-Ufff patroncita, lo mejor que me ha 'pasao' en la vida ha sido usted, sépalo.... ¡Buena hembra y bella que resultó! Su putería es sabrosa, hahaha, me exprimió la leche que tenía 'acumulá'.
-Hahah, mucha por cierto pero bien rica, me agradó su sabor y espesor don Elmer. Creo que sus yeguas sí gozan con su verga tan gruesa y potente, hahaha. ¡Muack! Le beso por haberme hecho su mujer de forma especial....
-Caracha patrona, ¿y ahora 'pa' yo 'cogela' de nuevo? Sólo me va a 'quedá' el recuerdo 'pa pajeame' será.... ¿Cuándo la volveré a 'tené' o una como usted? ¡Nunca!
-Tranquilo don Elmer, y no se ponga sentimental.... Mire, mi marido y yo vinimos a pasar unos 5 días más o menos, así que habrá chance de volver a estar juntitos, sólo tenga paciencia que buscaré el momento adecuado así como se dio hoy, ¿okey? Eso sí, no se me apasione y mantenga la compostura, disimulemos para que podamos tener otro chance al menos, ¿de acuerdo? Me gusta y quiero ser suya otra vez, pero ahora debo irme ya que ha transcurrido mucho tiempo y ya, no hay que abusar.
-¡Cómo diga usted patroncita!
Nos besamos, me vestí y me fui para la cabaña. Tomé una ducha y me acosté pero, antes de quedarme dormida, ya pensaba en cómo hacer para que el viejo me volviera a coger ya que fue otra inigualable experiencia y quería más de su verga rica *(Continuará).*