Pasaje nocturno
Mi viaje de larga distancia, resultó un viaje al placer
Tarde, noche de Marzo finalizando el verano, debí emprender un viaje inesperado a Rosario, para visitar a mi familia, por una perdida importante. Como no podía tomar más de dos días en mi trabajo decidí, viajar de noche. Saque mi boleto un miercoles para volver el viernes.
Ese miercoles amaneció caluroso, todvía se sentía los calores del final del verano. Pero por ser ya tarde decidí, llevar ropa liviana y un buzo por las dudas. Me vestí con un solero corto abotonado al frente y ante el vienito nocturno me puse el buzo encima.
Haciendo la cola para subir al micro que era doble camello, vi al final de la cola un hombre aparentemente unos años mayor que yo, interesante, buen cuerpo y agradable rostro. Me gustó, pero prontamente lo saque de mi mente, pensando en si había dejado todo ordenado para los niños y mi esposo de modo que les resultara fácil mi falta. Repasé mentalmente todo lo que había dejado escrito en el papel, como ayuda memoria de lo que debían hacer en mi ausencia.
Comenzamos a subir al micro ante su inminente partida, yo subi al primer piso, porque había sacado el primer asiento frente a la luneta, es donde me gusta por la vista panorámica y porque como me cuesta mucho dormir me entretengo aunque sea mirando las luces que vienen de frente, que me mantienen alerta ante cualquier contingencia.
En verdad subió muy poca gente conmigo y pensé que suerte no tengo acompañante, pero unos minutos después este hombre en quien yo habia reparado, saluda, y me pide disculpas por tener que hacer, que saque mi bolso de mano del asiento que acompaña. Desde luego lo aparté y di una vista general y adelante eramos los únicos dos.Es sabido que la mayoría del público siente un tanto de recelo en viajar tan adelante, se piensa que si choca de frente, somos los más perjudicados. Algo de verdad hay.
Luego de acomodarnos, y con la colaboración de este pasajero que me ayuda a guardar el bolso en el maletero de arriba, nos acomodamos en nuestros asientos y posterior a un intercambio de sonrisas cordiales, nos volcamos cada uno a su propia actividad. Yo previamente había extraído un libro que estaba leyendo con la idea de terminarlo en este viaje. Este señor, se colocó los auriculares del phone y cerró sus ojos. Ante esto me vi en la obligación de decir si le molestaba la luz que había prendido. Dijo que no.
Arrancó el micro, y por un rato así seguimos cada uno en lo suyo, pero como todavía no habíamos entrado en ella, se visibilizaba bien el entorno. Yo estaba de piernas cruzadas y noté su mirada sobre mis piernas, en verdad me gustó y no me ofendió y creo que en ese instante mi mente dejo de concentrarse en la lectura y comenzó a fantasear. Al rato me saque el buzo, instantes después de soslayo veo su mirada en mi escote. Debo aclarar que tengo un busto importante atractivo para la mayoría de los hombres.
Para facilitar su mirada sin que el lo note desprendí dos botones del solero dejando ver un poco más que el nacimiento de los senos. Noto como comienza a inquietarse en su asiento. Ya mi espíritu de mujer coqueta y algo traviesa hace que busque el modo de entablar conversación, pero no encuentro tema. Entonces me paro y le digo si me permite pasar que boy a buscar café a la máquina del fondo y le ofrezco traer uno para él, entonces el se ofrece a buscarlos.
Contenta por haber logrado la comunicación, accedo y espero, se acerca con ambos vasos y espléndida sonrisa. Claro esto sirvió para entablar una conversación formal al principio, pero que amedida que los kilómetros avanzaban se volvía más intima al punto de contarnos gustos personles, que comenzaron por comidas, deportes, afinuidades personales y actitudes ante la vida. Con cierto agrado veíamos coincidencias. Ambos eramos casados pero algo traviesos, teníamos un sentir en relación al sexo casi liberal. Entendiamos que cuando uno sentía algo que lo movilizaba no podía dejar pasar. Esta confesión nos abrió las puertas a la lujuria.
Porque era notorio que yo le atraía y él a mi. Seguimos un rato así hablando y nuestra sangre calentando nuestros cuerpos, lo que hizo que el aire acondicionado me hiciera hiciera tener frio, ante este brusco cambio de temperatura. Me paré para tomar el buzo del bolso, y claro frente a él con falda corta y levantando mis brazos dejé su cara en el lugar justo donde pudo oler mi aroma femenino, realmente entiendo era una gran provocación. Me tambaleé un poco con el andar del micro, él me sujetó de la cintura y me recorrió un estremecimiento por todo el cuerpo, lo notó y me sujetó con más fuerza y al pasar de espalda a él entre los asientos, sentí sus manos debajo de mi falda, uffffffffff
Me hizo sentar sobre sus piernas, y sentí su miembro duro sus manos siguieron la ruta de mi cuerpo por debajo del vestido, yo me movia placenteramente, esta gozando cada instante en que sus manos me acariciaban. En eso me dice al oído que me de vuelta en la misma posición pero frente a él. Nolo dude un instante, giré y entonces sus manos cambiaron su posición, y comenzaron a desprendeer el solero. Quedarón frente a sus ojos mis pechos, porque yo estaba sin soutien, suelo no usarlo cundo estoy con ese solero de breteles tan finitos, y como mis tetas son muy erguidas, puedo darme ese lujo. Quedó extasiado ante el espectáculo y también lo demostro su pene.
Su boca se adueño de ellos y me dio una hermosa mamada que hizo que me humedeciera con mucha rapidez. Lo notó y preguntando si estaba mojada llevo sus dedos a mi conchita mi gemido suave pero intenso le dijo que estaba sintiendo y siguió moviendo sus dedos con total habilidad, hasta que en unmomento y viendo que yo estaba ansiosa y lista para recibir algo mas contundente que sus dedos, me quito la tanga, abrío su pantalón y dejó salir a su fiera enjaulada. Fue increíble la sensación de sentirme penetrada, y su ritmo al moverse acompañado por los movimiemtos propios del andar del micro, que yo también incrementaba, jineteando sobre él.
Mis orgasmos porque fueron al menos dos y muy intensos, mojaron su pene y huevos que sentí chocar contra mis nalgas, este era el momento de hacerlo felíz como él a mi. Me sali, me senté en mi asiento y me doble sobre su falda, tome su verga y la comencé a chupar limpiando todos mis jugos, incluso lambi sus huevos, mientras escuchaba el sonido de su goce y algunas palabras vulgares, que por cierto en estos momento me cachondea el doble. sentía como sus huevos tibios se llenaban de leche mientras el me decía: dale puta seguí asi sacame toda la leche mientras empujaba mi cabeza más abajo haciendo que sus huevos casi entraban a mi boca. Entonces me apartó de ese gran momento para hacerme parar y ponerme de espalda a él, y es cundo senti toda su verga haciendose paso dentro de mi culo. Fue tn sorpresivo como excitante mis gemidos debieron ser ahogados por su mano en mi boca, el placer era tanto que olvidaba donde estabamos.
Si bien ya era la noche cerrada y en su mayoría la gente iba durmiendo, podría haber algún pasajero que fuese despierto y si bien algo pudiera sospechar con tanto movimiemto, debía controlar mi excitación...movía mi culo buscando más placer y ya lo creo que lo obtuve y él también, porque explotó en él llenándome de lechita caliente. Quedamos igual muy clientes y excitados por la situación, lo que nos llevó a seguir con caricias y tocamientos durante el resto del viaje.
Este viaje fue el más placentero en años, nunca disfruté tanto los kilómetros en ruta...