Pasa un rato, me coje y dice me quiere... le creo.
Se puso atrás mío y me puerteó, y apoyó su torso en mi espalda y al oído -entre besos y besos al cuello- sentí su voz: "ahora mi querido chico va a tener lo que pidió"... y ahí sentí su glande empujar y ganar terreno en mi ano...
Eran las cuatro de la tarde y estaba por irme a dormir, solo una hora… no aguantaría hasta que llegue la noche. Con mi pijama puesto, ahí estaba yo tapándome con la frazada hasta justo abajo de la nariz, sintiendo el ajetreo mundano de este barrio en vecindad a lo céntrico. Y justo ahí suena mi teléfono... veo quién es y no puedo dejar de contestar: Hola mi amor!, hola Bebe!... él siempre tan tierno.
Fabián es así, tierno pero apasionado, siempre aparece de repente, pero me hace sentir querido. Es un hombre ocupado, de esos “importantes”, siempre sstresado y ocupado. Tiene un trabajo importante de oficina y se la pasa en reuniones y viajando.... y tiene a su gente querida esperando… pero en fin, aceptar y disfrutar lo que hay... disfrutar el escuchar su voz diciendo "paso en media hora, te va?"... y cómo no me va a ir?... semejante divino.
Voló mi pijama, y me coloque una medias negras que me llegan arribita pasando un poco la rodilla que me gustan como me quedan, un shortcito de lycra gris que me erotiza de solo sentir el tacto con mi piel, y una remera hasta el pupo de color blanco que me queda re sexy... sí, a él le va un poco el look androgino y a mí me gusta complacerlo.
Cuando escuche el sonido de la llave en la cerradura, me levante... lo vi con su traje gris de oficina… corrí a abrazarlo... puse mis brazos alrededor de su cuello, y le estampe un besote, que él me devolvió multiplicado por mil, mientras me tomaba con sus manos de mi cadera... con firmeza, como tomando algo que quiere mucho, y que le pertenece... él tiene esa habilidad de hacerme sentir querido, apreciado.
Le dije que le estaba preparando un licuado de banana con leche, y unas tostadas... y corrí a controlar que no se me quemaran... mientras prestaba toda mi atención a esa labor doméstica, el muy guacho me estampo dos nalgadas que me hicieron ver las estrellas de placer... -esa mano derecha en mi nalga derecha... dios...- y se retiró al baño sin explicaciones.
Saque las tostadas, y serví el licuado en un vaso... lo esperé ansioso sentado que salga del baño... salió ya casi desnudo, solo con ropa interior (boxer)...dios... no me cansaré nunca de ver eso...1,83 de pura virilidad, qué presencia, que estampa, un cuerpo cuidado -no musculoso-, bello por todo el cuerpo, un verdadero neardental más o menos domesticado aquí conmigo para jugar....
"Estás muy lindo", me dijo... "gracias por vestirte así para mí"... le conteste con un gracias, no sé por qué intentando ocultar el placer que me daba escuchar lo que acababa de escuchar... "es la verdad... es un privilegio tener un pibe así, lindo, dispuesto, buena persona"... uf... este tipo me tenía a mil y él lo sabía… quería ya chuponearlo entero, hacerle el amor... pero él lo dijo mientras masticaba sus tostadas y saboreaba su licuado... no era la verborragia típica del momento sexual... era un reconocimiento listo, llano, y sin intenciones eróticas... pero a mí me destripaba por dentro.
Ahí me pidió un desfile... camine por la cocina, moviendo un poco el traste (lo sé, es humillante... pero a él le encanta)... y sonriendo... me dijo “estás provocando que se me pare” … "epa, que lindas piernas... y esa cola... se nota estas yendo al gym"... "veni para acá, dale... no te hagas de rogar"… yo obedecí y él, mientras engullía una tostada, me sobaba las nalgas, suavemente, y luego me sentó sobre su pierna izquierda pero con la cola bien para fuera… asì mientras tomaba lo que le había preparado, me daba un chupón, de vez en cuando, y acariciaba mis nalgas... yo le besaba el cuello, y las oreja izquierda, y lo rodeaba con mis brazos...
Éramos como dos novios, que se aman y se dan cariño, ternura... excepto que no éramos novios ni nada, pues él es felizmente casado, y con hijos.
Me pidió me levante y lo espere en la habitación, ya sentado sobre la cama... él entro a los dos minutos, ya sin su boxer, y con una erección sin contemplaciones... y yo abrí mi boca como nave nodriza esperando a la nave exploradora... le di una mamana de antología, él parado y yo sentado... el suspiraba, suspiraba y suspiraba, y me tomaba de la cabeza, con suavidad, me pellizcaba los cachetes del rostro, me marcaba la intensidad de las penetraciones... y yo disfrutaba como ese miembro tomaba posesión de mí.
Al cabo de cinco placenteros minutos, me indico con leve presión de sus manos que me levantará… así lo hice… luego él se sentó y me colocó de una forma en la que mi culo quedara frente a él… “… soñé con este momento toda la semana” dijo, “quiero sacarte este pantaloncito lentamente”… y así lo hizo… “qué bien te marca las curvas, qué sexy te queda”… “deberías probar con algo más cavado la próxima vez… te aseguro te quedara un espectáculo”… era su forma de pedirme usara una tanga…
A continuación, ya sin mi short (pero aún con el top y las medias) me pidió me coloque en la posición "cuatro", o sea, perrito... así lo hago, y él se coloca atrás de mí, y comienza a acariciar mis nalgas con sus dos manos... juega con ellas, no mi hoyito, con mis caderas... nunca con el pene… me dice que tengo unas nalgas muy gustosas, unas caderas muy armoniosas, que es la parte que más le gusta de mi cuerpo, que las cuide y yo le contesto que "así lo haré".
Y luego, en esas cosas misteriosas que tiene la vida... comienza a nalguearme fuertemente en la nalga derecha..., clap clap clap... y con cada una de esas "agresiones" yo contorneaba mi cuerpo, arqueaba mi espalda, y soltaba un breve "ay"... y luego castigó la nalga izquierda, y luego ambas... hasta que se cansó... y se tiró boca arriba al lado mío, y yo ya sabía que hacer... tome su pene erecto a full con mis manos y lo introduje en mi boca... otra vez ese monumento a la masculinidad dentro de mi boca, sab o reándolo... me coloqué de una manera en la cual podìa verlo directamente a los ojos, y así tener ese contacto visual que otorga intimidad, y él aprovecho para tomarme de las manos -su mano derecha con mi mano derecha, y su mano izquierda con su mano izquierda- y me impidió que lo siguiera masturbando... de ahora en adelante, solo sería mi boca... y mucho empeño que le puse... subía y bajaba mi boca y lo miraba con devoción, lo hacía con pasión, salivaba lo más posible, quería que sintiera que no hay nada mejor que mi boca... que mi boca era mejor que mi culo... o que la vagina de su mujer o sus mujeres... no lo sé... lo sentí comenzar a vibrar, lo sentí estremecerse... disfrute ese único momento en el cual sé... que él es mío, no hay lugar para otros pensamientos... somos él, yo y mi boca... y el placer que le proporciono.
No desperdicié ni una gota... se vino en mi boca y tome gustoso esa ración de leche. Como dije, no deje salir ni una gota... o al menos eso creí... cuando él termino de gemir y vibrar, y yo volví del cielo en que estaba y nos calmamos, vi un chorrito de semen deslizarse por el tronco y llegar a su testículo derecho.... así que avoque mi lengua a solucionar el error cometido, lamí su tronco hasta limpiarlo bien, pero me costó más trabajo su testículo pues, lleno de vellos púbicos, ... me tomo más tiempo, pero se lo deje limpito, como él siempre me lo pide.
Y se durmió, y yo también... así, yo abrazado a sus piernas, con mi rostro apoyado a la altura de su ingle, sobre su pierna derecha. Él boca arriba con su mano izquierda sobre mi cabeza... esa mano... como diciendo… “me duermo pero sé que estas aquí”.
Cuando me desperté... estaba tapado entero con una manta... y él me abrazaba por la espalda... dios... este hombre realmente se preocupaba por mí... así que no lo quise despertar... y me quede quieto, inmóvil... una media hora hasta que él despertó...nos besamos, nos re besamos, y abrazamos fuertemente… y comenzó a tocarme el culo y volvió a decirme "que lindo culo que tenes" ... y yo le conteste "si papi, gracias... es tuyo"... y sentí su miembro crecer, apoyado en mis piernas... y seguimos besándonos... y su miembro seguía a full...y ahí, sin que dijera nada, comencé a bajar por su cuello, a los besos, por sus fuertes pectorales ...por su abdomen no tan marcado, hasta su polla... dios... no me cansaré jamás... adentro y a dar placer.
Luego de un rato me pidió otra vez me coloque en "cuatro", como un perrito. Él otra vez se colocó detrás mío, y sentí la punta de su verga en mi orificio anal... tire mi cuerpo para atrás... como quién da un claro mensaje no verbal "métela, estoy listo"... pero él comenzó a acariciar mi cola con su pene... así como si fuera una salchicha sobre un pan pebete... jugaba, me golpeaba las nalgas con su rabo, pero no me la daba... y empezó nuevamente con los chirlos en la cola de vuelta... y yo no sabía cómo decirle que no podía más, sentía como una necesidad vital que me penetrara, que me hiciera suyo... que sentía como mi cola pedía a gritos ser usada sexualmente por ese machote, sin contemplaciones o condiciones, que estaba lista, mi cola preguntaba ¿qué pasa?, ¿que hice mal?... no me hagas esperar....
Pero él seguía apoyándome su pene en mi cola, y nalgueándome ... pero de ponerla... ni hablar... así que di vuelta mi cara y le dije "papi..", pero me interrumpió y me dijo, "sentate otra vez bb"...
Obedecí y me senté de vuelta... y comencé a chuparsela de vuelta... él no necesitaba estimulación... solo quería que se la chupe porque le gusta... o por hacerme desear o no sé por qué...
Al rato volvió a pedirme me coloque en cuatro... me levanté, pero antes, con voz tímida, algo apagada, y con un inconfundible gesto de humildad le pregunte "amor...pero... me vas a hacer el amor?... él me abrazó, y me dijo que sí, obvio, que no me preocupe.
Así que por tercera vez me puse el cuatro, la colita bien en alto, esperando fervientemente que él la esté desando tanto como yo a su pija. Se puso atrás mío y me puerteó, y apoyo su torso en mi espalda y al oído -entre besos y besos al cuello- sentí su voz: "ahora mi querido chico va a tener lo que pidió"... y ahí sentí su glande empujar y ganar terreno en mi ano... "siiiiii"... dije, y él continuó entrando lentamente y pacientemente, con delicadeza, como si el ingreso a mi culo fuera una ceremonia que había que respetar y disfrutar... "la sentís bien?... yo estoy disfrutando mucho con tu cuerpo"... y no se lo dije pero claro que se sentía bien ese trozo de carne de macho invadiéndome, en pleno control y conciencia de sus movimientos… y ahí comenzamos un leve cambio, por el peso de su cuerpo no pude evitar estirar mis piernas y quedamos los dos tirados en la cama, él encima mío... le pregunte si le gustaba así, y contestó que sí... e inició fuertes estocadas que me hacían sentir como loco, deseado, útil, servil y querido... todo en uno.
Estuvimos unos quince minutos así… en mete-saca sabrosísimo, en plena comunión hombre-macho y su hombre-hembra. En una mezcla de excitación y paz. Cuando comenzó a agitarse por demás, cuando el éxtasis parecía alumbrar, prosiguió con su labia, entre jadeo y jadeo: "ahhh... todo hombre debería tener un chico como vos.. dispuesto... alegre.. servicial... comprensivo"... "y sexual, guarro... petero...con lindo cuerpito"..."no sé qué haría con todo el stress de la oficina si no fuera por vos y tu colita y tu boquita"... "un afortunado de haberte conocido y de quererte y que me quieras..."... "gracias por haberte mudado a cinco cuadras de mi casa"....
Y termino entre espasmos corporales intensos, entre gemidos, descargando toda su fuerza de macho en mí, gritándome "te quiero", y con mi cuerpito entre sus brazos.
Ya en la calma, me preguntó: "te tengo que decir que te quiero"??... "decímelo una vez más le respondí"... "te quiero"...
Y yo le creo... a pesar que no lo veré por una o dos semanas… él lo pasará con su esposa, hijos y tal vez algún amante varón o mujer... pero en mis entrañas siento soy el preferido... no se puede pedir más a un macho de ese calibre... yo estaré esperando que me llame de vuelta y me indique que debo prepararme para él.
Por ahora se irá, dará una vuelta y se ira a su casa... de aquí seguramente se llevará la cuenta de la luz o las expensas. Después de todo, ¿cómo puedo yo pagar un departamento –aunque sea dos ambientes- en este barrio pituco?.