Pareja Swinger
Durante mi adolescencia tuve inumerables fantasias con Vicky, nunca crei que aquellos sueños eróticos pudieran realizarse. Pero llegó el día.Era la gran oportunidad de hacer realidad aquellas candentes fantasías que por muchos años estuve anhelando llevar a cabo.
PAREJA SWINGER
Por Georgina del Carmen
Desde que tengo memoria he sido un caliente empedernido, era apenas un niño, tal vez de 11 años cuando ya me gustaba acariciarme la verga, cuando no sabia aun nada del sexo y no siempre se me paraba la verga, pero cuando eso sucedía me sentía el ser mas feliz del mundo, todo un hombre, no eyaculaba aun pero tenia la agradable sensación que me llevaba a ese extraño éxtasis infantil.
Como en casi todas las familias, cuando tenia unos 13 años las primeras mujeres en que me fije fueron mis hermanas, especialmente la mayor, Margarita quien es mayor que yo por cinco años y posteriormente con Vicky, ella solo un año mayor que yo. Durante 6 años estuve deseando el cuerpo de Margarita a la que espiaba cuando estaba desnuda, bañándose o cambiándose de ropa en su recamara y claro las clásicas masturbaciones con su ropa interior sucia, excitante actividad que se terminó cuando ella se casó y se fue a vivir a otra ciudad.
Entonces continúe con Vicky, quien por cierto es mas atractiva físicamente y se vestía muy a la moda con atuendos brevisimos y ajustados siendo bastante sugestivos y muy atrevidos, así como su lencería que siempre a sido de lo mas sexy, a ella no solo la espié desnuda como a Margarita, sino muchas veces la vi masturbándose en su recamara y también cachondeando con sus innumerables novios, siempre ha sido muy caliente y se hizo entre los conocidos la fama de "nalgas prontas", lo que la hacia mucho mas apetecible para mí.
Sin embargo nunca estuvo al alcance de mis deseos y todo quedó en fantasías donde podía disfrutar de su encantador cuerpo y tuve que conformarme con masturbarme incontables veces con su lencería.
El tiempo transcurrió y Vicky al igual que Margarita se casó llendo a vivir en su propio hogar, de igual forma me sucedió a mí, conocí a una cachonda mujer de la que me enamoré por muchas razones, pero fundamentalmente porque era tan caliente como yo y no tenía limites cuando de disfrutar del sexo se trataba, pusimos en práctica toda clase de experiencias de índole sexual incluidas todas las pequeñas perversiones que distinguen a la gente cachonda, a lo que tendría que dedicarle un extensa serie de relatos para tan solo enunciar las múltiples aventuras atrevidas que hemos tenido y ahora solo me referiré a lo concerniente al excitante intercambio de parejas.
Soy un hombre maduro de 35 años de edad y Dora, mi esposa actualmente cuenta con 30 años, es una mujer que siempre ha sido muy cuidadosa de su aspecto personal y se mantiene con un estupendo cuerpo casi como la conocí, a base de ejercicio y cuidados alimenticios, se puede decir que aparenta menor edad de la que realmente tiene, y acostumbra vestir a la moda como las chamacas de hoy en día, sin desmerecer, por lo que luce en brevisimas minifaldas o reducidos vestidos, pantalones a la cadera ajustadisimos y todo aquello que le hace resaltar su magnifico cuerpo incluida la lencería que es digna de una Madonna de burdel de lujo.
Luego de probar casi todos los placeres sexuales, incluyendo el de verla coger con otro hombre sin que éste se diera cuenta, decidimos inscribirnos a través de Internet en un club Swinger en el que se realizan fiestas por cooperación, cuya finalidad es el intercambio de parejas cuando voluntariamente así lo deciden los participantes o bien los contactos se pueden hacer sin asistir a las fiestas y solo por Internet con cámara web.
Asistimos a varias de las fiestas donde contactamos a algunas parejas pasando agradables sesiones de sexo en intercambio, así como por medio del exhibicionismo por la cámara web, se puede decir que hemos formado un amplio grupo de swingers que nos reunimos ya sin que el club sea el intermediario, aunque seguimos afiliados a él.
Resulta que en una ocasión en que a través de la cámara web quisimos exhibirnos con otra pareja que hacia lo mismo, nosotros siempre lo hacemos llevando puestos antifaces ya que nunca se sabe quien pueda estar del otro lado de la pantalla, esta pareja portaba grandes lentes obscuros, por lo que no podíamos vernos mutuamente los rostros, pero de lo que se trata es el cuerpo, mutuamente nos gustamos y congeniamos en nuestros gustos por el placer sexual de tal suerte que quedamos de entrevistarnos personalmente en un conocido bar, como identificación las damas llevarían una rosa en las manos.
El día y hora de la cita acudimos puntuales y Dora, mi esposa, llevaba en las manos la rosa que serviría de identificación, a los pocos minutos vimos que a las puertas del bar aparecía una pareja muy bien presentada en todos sentidos y la dama llevaba en sus manos la flor que les identificaba como los amigos swinger que conoceríamos esa noche.
Dora levantó la flor para indicarles que ahí estabamos, en la parte del fondo del lugar, la pareja se encaminó hacia donde estabamos, la tenue luz del lugar no nos permitía ver con claridad sus rostros pero del cuerpo estaban excelente, tal como los habíamos visto en la cámara web.
A medida que la pareja avanzaba hacía nosotros sus rostros se iban aclarando, súbitamente sentí una extraña sensación que subía de mis testículos a la boca del estomago, no daba crédito a lo que estaba viendo, estaba mas que sorprendido, la pareja era nada menos que... mi hermana Vicky y su esposo Luís!, era inútil fingir que no éramos los que se habían citado con ellos o que ellos pretendieran lo mismo, ellos se quedaron tan sorprendidos como nosotros, por algunos instantes no supimos, los cuatro, que decir y guardamos silencio solo mirándonos.
Por fin reaccioné y levantándome les saludé y les pedí que se sentaran mientras el mesero tomaba la orden de lo que beberían, yo y Dora solo nos veíamos con desconcierto y ellos hacían lo mismo, poco a poco fuimos platicando, pero sin tocar el tema sexual de nuestra cita que evidentemente nos avergonzaba y tratábamos de evitar, pero el alcohol que todo lo puede nos fue soltando la tensión y a la tercera copa ya hablábamos del tema sin atacar directamente el motivo de nuestra reunión, fue hasta la cuarta copa que totalmente desinhibidos abordamos el tema ya sin tapujos y hasta cierto punto con cinismo.
A mi mente volvían los recuerdos de mi adolescencia en que deseaba sexualmente a mis hermanas y las imágenes contenidas en mi memoria del cuerpo de Vicky al desnudo y las incalculables masturbaciones que le dediqué frotándome el pene con sus pantaletas sucias. Era la gran oportunidad de hacer realidad aquellas candentes fantasías que por muchos años estuve anhelando llevar a cabo.
Por Dora no habría problema, conociendo que en su momento y por varios años había tenido relaciones sexuales de incesto con uno de sus hermanos, aunado al evidente agrado que manifestaba por el físico de mi cuñado y éste no podía ocultar que mi esposa le agradaba y seguramente le excitaba su portentoso cuerpo, se puede decir que muy semejante al de mi hermana que se conservaba estupendamente y lucia en breve vestimenta al igual que mi esposa. Así que la última palabra para la candente experiencia la tendría mi sabrosa hermana que como ya mencioné siempre se había distinguido por cachonda.
Ignoro si mi hermana y su esposo cuestionaron el hecho, no del intercambio en sí, sino el suceso de que ella y yo fuésemos hermanos, lo cierto que ella y Dora fueron al baño y al regreso Dora se sentó junto a Luís y Vicky junto a mí, con lo que tácitamente estaba consumado el intercambio de pareja, ahí mismo iniciamos esta extraña pero aun mas excitante experiencia, Vicky me enseñaba generosamente sus adorables muslos y al fondo sus sensuales pantaletas en color azul eléctrico que resaltaban bajo el color negro de la breve minifalda que portaba, lo mismo hacia Dora con Luís, la platica dejó de ser entre los cuatro y se dividió en las recién formadas parejas.
Aduciendo el ruido de la música, que ni siquiera era estridente, nos acercábamos al oído rozando con nuestros labios la oreja del otro, lo que nos producía las primeras descargas de erotismo, tímidamente empecé a poner mi mano sobre los muslos de Vicky que complaciente lo permitía, y ella aun discretamente ponía su mano en mi pierna subiéndola cada vez más buscando seguramente el bulto que para entonces ya hacia mi verga en erección. Mi esposa y Luís hacían lo mismo pero procurábamos simular, los cuatro, que no nos dábamos cuenta de lo que hacia la otra pareja.
Una copa más y mi mano ya estaba plena en la vulva de mi hermana sobre sus pantaletas que ya se sentían húmedas y su mano acariciaba con atrevimiento el bulto de mi falo en erección sobre mi pantalón, Dora y mi cuñado hacían lo mismo e incluso de vez en vez se besaban en la boca, lo que me animó a hacer lo mismo con Vicky que correspondió de inmediato chupando mutuamente nuestras lenguas y ocasionalmente le tocaba sus firmes senos por encima de la blusa poniéndose más candente la situación al correr de los minutos, ante éste escenario. A Luís se le ocurrió que sería mejor irnos de ahí para poder estar con mas comodidad, confianza e intimidad, decidiendo que iríamos a la casa de ellos, en lo que todos estuvimos de acuerdo.
Salimos del bar y para trasladarnos a la casa de ellos, ambos llevábamos auto, mi esposa se fue con mi cuñado en su carro y mi hermana conmigo en mi auto, la reducida falda de Vicky se le subió casi a la cintura al abordar el auto y ella, para mi fortuna, no hizo nada por arreglársela, se sentó lo mas cercano que pudo a mí, de tal suerte que sin esforzarme podía meter mi mano por entre sus exquisitas piernas para tocarle la humedecida vulva y ella para acariciarme la verga, mi auto iba detrás del de mi cuñado y le dejé tomar distancia para sentirnos mas cómodos los cuatro.
Hecho lo cual con cinismo le pedí a Vicky que se bajara las sensuales pantaletas para tocarle su sexo en forma directa, ella complaciente de inmediato se las bajó hasta medio muslo separando lo mas que se podía las piernas para poder tocarle su abundante vellosidad y los labios de su extraordinaria vagina que babeaba por la excitación que le invadía. Mi cachonda hermana no podía quedarse atrás y sin decirme nada bajó el cierre de la bragueta y me sacó el falo en total erección para frotármelo a manera de masturbación, aun no daba crédito que mis deseos de adolescente se estuvieran convirtiendo en realidad, en los semáforos que nos marcaban el alto nos besábamos en la boca con la pasión de los amantes y expresándonos el placer que estabamos experimentando y los deseos cogernos mutuamente.
En un arranque de lujuria Vicky se separó un poco de mí y agachándose a mi regazo empezó a besuquear la cabeza de mi falo, en tanto yo pasando la mano por detrás de ella le acariciaba sus estupendas nalgotas y buscaba entre ellas su diminuto culito que tantos años había deseado, me mojaba el dedo con los flujos vaginales que emanaban de su sexo y metía la primera falange de mi dedo medio en su apretado culito que más se estrechaba al sentir mi dedo dentro. Mi sabrosa hermana del besuqueo pasó a mamarme en forma la verga, poniéndome al borde de la eyaculación.
Por fin llegamos a la casa de ellos, Vicky se subió las pantaletitas y yo me guardé el miembro no sin algunos problemas dada la extraordinaria erección que mi cachonda hermana me había provocado, ya nos esperaban dentro de la casa con unos tragos servidos y mi esposa sentada en las piernas de Luís con el minivestido en la cintura y la mano de mi cuñado en la vulva de ella por debajo de las minúsculas pantaletas transparentes en color rojo, era escandalosamente perceptible el olor a mariguana en el interior de la casa, efectivamente sobre un cenicero estaba a medio fumar un cigarrillo de la yerba que seguramente Dora y mi cuñado habían fumado mientras Vicky y yo arribábamos a su domicilio.
Vicky se fue directo al cigarrillo de yerba para encenderlo, era incuestionable que estaban acostumbrados a fumarla para acrecentar el placer sexual, para Dora y para mí no era nuevo, algunas veces lo habíamos hecho tanto a solas como con alguna pareja del club swinger y no me sorprendía que mi hermana la acostumbrara ya que desde que éramos solteros a veces su recamara olía a yerba y en un par de ocasiones le encontré cigarrillos en su bolso, así como en su mesilla de noche, Vicky encendió el cigarrillo y se sentó en mis piernas como lo hacían su esposo y Dora, en tanto ella fumaba yo me apresuré a desabrocharle algunos botones de la blusa para facilitarme el acariciarle sus apetecibles senos, me pasó el cigarro y ella se terminó de desabrochar la blusa por completo y subió su minifalda facilitándome las cosas para poderla acariciar a plenitud.
Después de brindar por la formación de las nuevas parejas, a Luís se le ocurrió que ellas se deberían de quitar la ropa para poder apreciar en toda su magnitud los suculentos cuerpos de las nuevas parejas, todos aceptamos gustosos, el licor y la droga hacían efecto en nuestro organismo poniéndonos calientes y altamente desinhibidos, Dora se paró frente a Luís y Vicky frente a mí, pausadamente las calientes damas se empezaron a despojar de sus atuendos exteriores, yo y mi cuñado nos sacamos nuestra respectiva verga masturbándonos.
A mi cerebro llegaban los lejanos recuerdos de mi adolescencia cuando espiaba a mis hermanas cuando se desnudaban y en forma especial a Vicky, que ahora estaba frente a mí desnudándose para complacerme, mi esposa quedó totalmente encueradita y mi hermana, a petición expresa mía solo conservó las diminutas pantaletas ya que me excita sobre manera el quitarles yo mismo esa sensual prenda.
Ambas se dirigieron a nosotros y poniéndose en cuclillas nos tomaron del falo masturbándonos, luego Dora empezó a besar la cabeza del pene de mi cuñado y mi hermana hizo lo mismo conmigo para luego meterlo entre sus sensuales labios mamándomela divinamente, antes de que fuera a eyacular anticipadamente le pedí que se pusiera de pie dándome la espalda, otro de mis inalcanzables sueños estaba por realizarse, me acerqué a las hermosas nalgas de mi hermana para besárselas apasionadamente y pasear mi lengua por todas ellas, luego por la separación de sus fastuosos glúteos sacándole la tanga de entre ellos y haciéndola a un lado metía mi boca para besarle ese celestial culito tan deseado por mí, que correspondía a mis besos frunciéndose como queriéndome "morder".
Vicky movía su cadera rítmicamente mientras mi lengua lamía su culo y a cada lengüetazo mi cachonda hermana dejaba escapar un intenso jadeo que me indicaba que le estaba proporcionando un gran placer, luego de darme un banquete con su espectacular trasero, procedí a bajarle las pantaletas hasta quitárselas por completo guardándomelas en la bolsa del pantalón con la decidida intención de conservarlas como mi mas preciado recuerdo, ella quedó, al igual que mi esposa, solo con las zapatillas de tacón alto que calzaban.
Era mi turno de complacerla haciéndole los honores a su sabrosa hendidura sexual, hice que se sentara en el descansabrazo del sofá con los muslos separador e inclinándome le chupaba el clítoris y metía mis labios en su mojada raja sexual, humedecía mis dedos en el jugo intimo que le brotaba metiéndolos en su reducido culito, masajeandole por la parte interna de su adorable ano ante la complacencia de mi encendida hermana, que sin poder aguantar mas el placer que recibía se "vino" en sonoro orgasmo bañando mi boca y labios de sus flujos vaginales que goloso tragaba.
Dora, mi esposa, y Luís, el esposo de mi hermana no perdían el tiempo y mi cuñado ya se estaba cogiendo a mi esposa, no me podía quedar atrás, atraje a mi hermana recostándola en el sofá, le levanté las piernas lo mas que pude separándolas y su hermosa hendidura sexual quedó plena ante mí, acerqué la punta de mi falo y lentamente la fui penetrando hasta que solo mis güevos quedaron fuera de su sexo, el vaivén de mi verga en su vagina era constante con velocidad por momentos y en otros con moderación, en tanto que con mi dedo pulgar le frotaba el hinchado clítoris y con la otra mano le friccionaba las sabrosas chiches, un segundo orgasmo se hizo presente en la humanidad de mi cachonda hermanita quien no dejaba de repetir lo rico que estaba gozando.
Mi esposa estaba montada en Luís totalmente ensartada y haciendo sentadillas en el camote de éste, dando el frente a mi cuñado, por lo que sus nalgotas estaban plenas mostrando su lindo culito, deje que Vicky reposara un rato del intenso orgasmo tenido, así que me coloqué tras mi esposa metiéndole la verga por el ano consumando la doble penetración, Dora se puso como loca de placer moviendo su cadera de forma incontrolable y gritando lo sabroso que era estar doblemente ensartada y pocos minutos mas tarde estaba en pleno orgasmo.
Vicky quiso probar también las mieles de la doble penetración, así que me senté y ella de espaldas se fue sentando en mi falo que lentamente iba penetrando en su hermoso culito hasta devorarlo por completo y haciendo sentadillas mas velozmente a cada momento, cuando estaba ya plenamente enculada se acercó su esposo levantándole las piernas para penetrarla por la vagina, los tres nos movíamos frenéticamente entre jadeos, gemidos y gritos de placer, en tanto Dora solo estaba a la expectativa disfrutando aquellas candentes escenas de la doble penetración que le aplicábamos a Vicky.
Mi caliente hermana se "vino" nuevamente en sonoro orgasmo, la eyaculación de nosotros era impostergable, mi cuñado sacó la verga de la hendidura sexual de su esposa y la metió en la boca de mi esposa quien recibió por entero la leche de éste tragando su semen, rápidamente mi hermana se levantó sacando mi verga de su culito e inclinándose la introdujo a su boca que de inmediato se vio inundada por mi esperma tragándolo con deleite.
Después de unos minutos de reposo reiniciamos la sesión prácticamente repitiendo lo ya hecho pero no por ello menos excitante, tragos, yerba, cachondeo y coger, la única variante especifica fue que ahora en la doble penetración fue a Luís a quien correspondió penetrar tanto a Dora como a Vicky por sus deliciosos culitos mientras yo lo hice por sus jugosos sexos.
Por esa noche había sido suficiente, además de haber establecido una nueva pareja con quien disfrutar el placer del sexo intercambiando esposas, lo mas importante para mí había sido poder realizar mis fantasías de cogerme a mi hermana tal como lo había soñado, en variadas poses, por su culito divino y venirme en su boca para que tragase mi esperma y por si fuera poco darle la doble penetración en compañía de su esposo.
Al llegar a casa los comentarios con mi esposa fueron de gran aceptación por ambos y firmeza en el deseo de repetirlo lo más pronto posible, infinidad de ideas morbosas se nos vinieron a la mente para gozarlas con mi hermana y su esposo.
El placer entre las dos cachondas parejas apenas estaba empezando y había que disfrutarlo al máximo.
Georgina del Carmen
Relato basado en el tema y datos proporcionados por el ciber amigo Hornybrother quien asegura son verídicos y autoriza su redacción y publicación.