Pareja sadomaso: el regalo en mi botella de agua

Un día de trabajo mi Amo me acompaña y me llevo una humillación enorme en público...

Un día como cualquier otro, antes de que todo esto de la pandemia ocurrirá, nos invitaron a asistir a un evento a un hotel a mii Amo y a mí, ambos como empleado s de mi empresa y él decidió que sería interesante asistir, sí que pidió el día en su trabajo y fuimos al evento a partir del medio día. Había pasado primero por casa para hacerme la segunda perforación del otro pezón y cambiarme la joya del primero y vaya un fue doloroso, pero bueno, una vez hecho esto estábamos listos para partir.

Yo estaba preparando mi mochila y él me dio mi botella con agua, en el momento solo alcancé a pensar que era raro que fuera aliente pero también pensé que oro no la bebo helada tampoco había nada de qué extrañarse.

Salimos y nos dirigimos al hotel.

Ambos íbamos felices por la nueva perforación y por el cambio de joya, significaba un gran paso y además no había infección, o sea que mi cuerpo había aceptado los piercing sin problema....

Llegamos al hotel u poco tarde y como ya había acabado l almuerzo nos dirigimos a las conferencias que estaban llenísimas, así que vimos las dos más vacías, las dos más interesantes y el azar decidió en cu´l haríamos fila.la verdad es que fue interesante. Me enteré de un montón de cosas que ahora veo que resultaron ser mentira, no pasó en ese momento y no pasó dos años después, así que esas conferencias son verdaderamente sondeo no información adelantada, pero bueno, qué puedo hacer no?

Nosotros nos sentamos en el bloque de en medio, pero en la orilla para poder ver bien y como había micrófonos pues se escuchaba bien.

De la carrera en la que habíamos salido yo ni siquiera tomé agua y ya tenía mucha sed, pero como ya teníamos un lugar estable, seguro y tranquilo, también me sentía tranquila para destapar mi botella de agua y beber toda el agua que necesitara, y así lo hice, la abrí, y bebí echándome el primer trago enorme en la boca dispuesta a seguir, pero cuando llegó a mi lengua el sabor entre amargo y salado, la temperatura caliente, mi nariz se inundó con aquel olor inconfundible a orines, solo bajé la botella detuve lo que tenía en la boca inflando mis cachetes y no sabía que haré. No podía escupirlo ahí mismo, habría sido una falta de respeto para los asistentes y, sobre todo, para i Amo, pues eran sus orines, no podía salir corriendo a tirarlo pues estábamos en plan conferencia y había sido un gesto muy mal educado, además a tirarlo donde, al baño que no estaba cera? L jardín para que me regañaron?

En ese momento comprendí porque mi botella estaba caliente y porque mi Amo tan amablemente me la había preparado: él me la había llenado on sus odies y quería verme bebiéndolo en público.

Yo no sabía qué hacer, me sentía muy pequeña, sentía un todos me miraban, sería que no tenía salida, lo miré a él y me estaba mirando muy serio... Así que comencé a tragar con un poco de disgusto, asco y respeto, pero nada alegre y mientras tragaba él se acercó a mí oído y me dijo: muy bien, vas muy bien y no nos moveremos del opte hasta que no me muestres que la botella no tino nada y no tienes permiso para beber de ella si no hay nadie frente a ti. Sé que las próximas ves te gustará más y pondrás cara de alegría y satisfacción o te la vuelvo a llenar y no nos iremos hasta que esté vacía.

Así fue como bebí los orine de mi Amo por primera vez, fue en público y no fue directo de su verga, después ya cambió y me enseñó a hacerlo bebiendo directamente de él.

Ahora estoy entrenada para que cuando él me dice quiero ornar, yo se la saco, abro mi hocico y meto su verga en el para un se sienta libre de hacerlo.

O si se la estoy mando y el comienza a orinar pues rápidamente debo cambiar a posición y función urinario y beber los orines de mi adorado Señor, que para mí son uno de los tantos regalos que me da.