Pareja liga con joven
Vacaciones en el caribe, una pareja de casados, él con dudas de su sexualidad hacen amistad con un joven camarero de la zona, e intiman en una noche el donde todos querían sexo.
En esta vida a veces ocurren cosas que pasan a los demás y pensamos que no nos van a pasar a nosotros, pero nos pasan.
Soy un hombre hetero o al menos eso cría yo.
Estoy jubilado, he trabajado en la hostelería toda mi vida.
A través de mi trabajo he conocido personas de toda condición social y civil- Estuve casado 32 años y me divorcié, no tuve hijos y teníamos unan vida muy libre.
He dicho que era Hetero, pero no del todo, más bien bisexual, me atraía mucho más una mujer que un hombre-
Pero mi vida se enredó, yo veía que mi mujer no era tan feliz en la cama, Fui dándome cuenta que ella miraba con muy buenos ojos a otros hombres sobre todo jóvenes y que se les adivinara una buen paquete.
Yo era mayor que ella, y mis atributos eran muy normales.
Una vez estando en el Caribe le propuse hacer un trío con un natural de allí. Ella lo pensó, diciéndome tonto, yo soy feliz contigo, me gusta ver una cuerpo bonito pero no paso de ahí.
Pasando los días nos atendía un mulato joven, simpático y hicimos algo de amistad.
Una noche nos acompaño a un sitio de baile, bebímos, bailamos, empezó haber roce, un brazo le rozaba un pecho, juntaban las piernas con una lambada, yo me ponía entre medio de ellos, llegó un melodía más lenta, hubo roce en las mejillas, me miraba mi mujer con ojos ansiosos y yo le lanzaba una mirada de permiso.
Nos sentamos, y ya las manos pasaron a mayor.
El joven que se llama Jhony empezó a tocar sus muslos, yo la besaba, al principio besos cariñosos, pero la lengua de chico se acercaba a los labios de Olga , que así se llama mi ex. Yo empecé a bajarle la blusa y toqué sus duros pezones con unas caricias muy sensuales. La lengua del muchacho ya entraba hasta la garganta, Le metí la mano por debajo del tanga y rocé su clitoris hambriento de sexo. Ella se estremecía de placer.
En este momento desabroché dos botones de la camisa de Jhony y llegué a sus tetillas dando unos pellizquitos que le agradó. Viendo la poca luz que había, le besé los pezones bajé mi lengua hasta cintura y volví a subir hasta el cuello, lamiéndole la oreja y pasando a la boca donde los dos nos morreamos nuestras lenguas, mi ex viendo esto alcanzó con su boca nuestras lenguas y se agregó a ese festín. Ella ya no pudo más y nos incitó a ir al hotel a terminar la fiesta.
El hotel estaba cerca, en pocos minutos llegamos no sin antes ir buscando la obscuridad seguir besándonos y el chiquillo metiendo los dedos en el almíbar de la intimidad de Olga.
Ella me decía; Rafael, esto es gloria, era nuevo para nosotros.
Subimos a la habitación con dos botellas de cava y unos bombones helados.
El amigo estaba fuera de si. Tomó a Olga en brazos y la volcó en la cama, detrás fue él. La besó en la boca, en las orejas, en el cuello. Le lamió las tetas como si se le fuera la vida en ello.
Le quitó la blusa, sujetador no llevaba, desapareció el tanga y empezó a comer ese rico manjar que tiene una mujer entre las piernas. Yo primero le besé en la boca y fui bajando por los pechos hasta el vientre , donde tropezaba el gran cipote que el amigo traía. Ahí cambió mi vida, en ese momento me metí ese duro y empinado instrumento en mi boca, lo chupé con gusto, como si fuera un gran caramelo, cuanto más lo chupaba más enérgico se ponía, me di un festín, no paraba de chupar todo, el prepucio, el nervio, pasaba la lengua por toda la polla, el me susurraba, chúpala toda lámela, que gusto me das cabrón, sigue, sigue, ahora se la voy a meter toda a tu exmujer para que goce, no te corras, maricón chupa bien, quiero correrme en el coño y que te comas toda mi leche. A ti te voy hacer correr en mi boca, te la vamos a chupar tu mujer y yo y nos vas a dar la leche encima y nos la vamos a pasar de boca a boca.
Tuvimos unos segundos de respiro y volvimos a la carga. El amante puso a mi mujer en la cama encima de él y le entró toda la polla, se movían como animales en celo,.
¡que polla tienes! Le dije. Mira Rafael como es una polla y no la porquería que tienes, que le haces pasar hambre a tu mujer. No paraban de moverse, se cambiaron al revés, yo tenía a mi vista el coño y veía como entraba la polla en ese nido. No pude más y me puse a la altura del coño, se lo chupaba, el querido sacaba su polla de vez en cuando y la ponía en mi boca para que la chupara y con la saliva servía de engrase para que entrara más suavemente.
El joven explotaba ya y después de unos espasmos inundó ese coño de semen. Cuando sacó la polla yo lamí ese río de néctar que salía de sus entrañas, me acerqué a mi mujer y lo deposité en su boca, al mismo tiempo que ella se lo ponía en la boca del chico, terminamos besándonos los tres.
Nos duchamos, fumamos un cigarro, abrimos una botella de cava y bridamos por la felicidad de esa noche.
Le puse un bombón en el coño para que lo chupara.
Descansamos unos minutos, El cava que quedaba lo hice correr por el coño y bebimos los dos de ese manantial.
Como esto no podía terminar así, yo estaba echado en la cama, mi mujer se puso encima de mi de espaldas, y se metíó mi polla en su coño, el amigo que se dio cuenta de lo ocurrido se puso de cara a mi mujer y le metió la polla en el culo. El trio perfecto, mi mujer jodiendo con dos polla a la vez, no paraba de suspirar, ayayayayayayayayayayay
Que me mataís, cabrones, maricones, Que me vais a abrir en dos. Llegó el éxtasis final, los dos nos corrimos a la vez
Dadme to la leche, toda, toda, estoy empapada.
Pero pasó lo que tenía que pasar, estando los tres echados en la cama y con las pollas con restos de leche, el amigo me dio media vuelta, al apuntó al culo, y de un golpe me la introdujo entera, el fin de mi virginidad, el cabrón no paraba de darle, me besaba en la boca, en los pómulos, en la espalda, me daba azotes en el culo y me decía: goza cabrón, eso es lo que querías. Cuando sacó su polla guarra de leche que me goteaba en el ano , mi mujer me lo chupó, y me dijo que era un maricón de mierda, que no me las fuera dando de machito por la vida, que ya sabía lo que era un hombre.
Sí terminó la noche, nos dimos unos buenos besos con lengua, muy cálidos, nos dimos los teléfonos y quedarnos en llamarnos otro día.
Y tengo ganas de metersela por el culo a mi amigo. Ahora no sé que soy, si bisexual, hetero o un buen maricón y cabrón.