Paré a ayudar a un chico con averia en su moto

Vivo en Madrid, soy médico, maduro, pelo canoso y dicen que de aspecto interesante y elegante. Soy absolutamente heterosexual, siempre se me han dado bien las mujeres y es algo que he aprovechado, pero un dia me ocurrió algo inesperado que me dio otra perspectiva de las cosas y que me gustaria relatar. Desde luego es un relato real y no contiene ninguna exageración.

Me gusta mucho montar en moto desde que soy adolescente y la intento coger a diario para moverme hacia mi trabajo en el hospital, pues bien hace pocos meses circulaba yo al atardecer por una carretera secundaria a las afueras de Madrid, cuando vi un ciclomotor en la cuneta y un joven agachado examinando el motor. Por pura solidaridad me detuve y aparque delante de el. Me baje de mi moto y me dirigí a el mientras me desabrochaba el casco :

Hola puedo ayudarte ? le pregunté.

El joven levantó la vista y me sonrió con simpatía.

Gracias por preocuparte por mí, pero creo que no hay nada que hacer, hace tiempo que no vá nada bien y ahora seguro que se acabó del todo.

Me fije en su cara y me quede un poco extrañado por lo guapo que era. Tenia unos rasgos finos y delicados, en cierto modo femeninos y elegantes, y una melena rubia sujeta por una coleta que captaron mi atención. Un poco turbado bajé la mirada y me agaché junto a él.

Me puse a manipular por allí e inmediatamente me di cuenta que no se podía hacer nada, el carburador estaba rajado y goteando gasolina.

Si, tienes razón aquí no es posible arreglarlo.

Sin saber el porque sentí que deseaba hablar con ese chico, saber algo de él, a si que jugue la baza del salvador.

Bueno mira, si quieres lo que podemos hacer es dejar aquí la moto atada a un arbol y te acerco a tu casa ó donde me digas.

No quisiera causarte molestias, de verdad harias eso por mi ?- me preguntó con una sonrisa seductora ?

Bueno te aseguro que no seria ninguna molestia, de hecho ya me iba para casa y no tengo nada que hacer.

Pues entonces acepto encantado, ademas me encantará montar en ese pedazo de moto....

De forma que atamos la moto a un arbol pegado a la entrada de una villa y cogiendo su casco nos encaminamos a mito. Subí , y luego él hizo lo mismo se agarró a mi y arrancamos. Vivia a varios kilómetros de allí, durante el viaje me di cuenta que se iba apretando contra mi mientras me ceñia la cintura con sus brazos. Como el trafico estaba mal las frenadas y arrancadas se intensificaban lo que hacia que se juntase o separase alternativamente debido a este movimiento note que tenia una buena erección cuando se aplastaba contra mi, sin saber por que a mi me pasó lo mismo al sentir una excitación enorme, el motor rugia con fuerza. Por fín llegamos a su casa y como no se me bajaba me coloque la ropa como pude para que no se notase tanto, pero creo que el se dio cuenta ya que en su cara se dibujó una sonrisa tenue.

Me invitó a subir, ya que vivia solo y por lo menos me queria ofrecer una copa, acepte encantado. Subimos a su apartamento, nos presentamos como es debido el uno al otro y me invitó a sentarme en un sofá amplio , colocó un cd de musica, indicándome donde podia preparar dos copas, mientras el se lavaba las manos sucias con lo de la averia de la moto. Comence a servir las bebidas presa de una excitación extraña que no habia sentido nunca, al otro lado sentia el sonido del grifo en el lavabo. Me senté y durante unos instantes esperé. Entonces le oí acercarse y giré la cabeza. Me quedé de piedra. Se dirigia sonriendo hacia mí, solo llevaba un minúsculo tanga rojo, el pelo suelto cayendole de manera seductora y se habia aplicado una leve maquillaje en ojos y labios. Estaba depilado y su piel blanca era una tentación.

No hubo ni una palabra, todo estaba claro, se acercó y se sentó sobre mi estampando sus labios sobre los mios. Ahí ya perdí la cabeza del todo me agarré a él con desesperación , él se dio cuenta de mi estado y en un instante me desabrochó el pantalón y me succionó con fuerza el pene, que ya estaba a punto de estallar a los pocos minutos le giré y deje su hermoso culo a la vista, mi lengua lo recorrió y penetró , noté como gozaba y se agitaba, y sin más me baje a medias los pantalones y apuntando mi miembro comencé a empujar, el gemia pero no me dijo que parase, y yo continué hasta tenerla toda dentro. ¡ Que placer ! estabamos ambos en la gloria, dejé caer todo mi peso sobre él y metiendo una mano bajo su cuerpo le masturbe lentamente. Esto no podia durar mas, notaba que estaba a punto de explotar y apretándole los huevos aceleré al máximo mis movimientos penetrándole como si quisiera atravesarle, la cabeza se me iba, notaba la adrenalina recorriendo mi cuerpo y si remisión la leche que pugnaba por salir, me dejé ir y con un fuerte grito me corrí como nunca notaba las sucesivas descargas recorriendo mi pene. El también grito y al notar mi eyaculación se corrió entre gemidos sobre mi mano. Nos quedamos como muertos, yo aplastándole y sintiendo las palpitaciones de mi miembro. Al cabo de un rato me retire hacia un lado al lado de el.

El sofa estaba lleno de semen y parte de mi ropa tambien. Me besó y se incorporó camino del baño, le seguí con la vista. El semen le chorreaba por las piernas abajo y eso me puso como loco, me quite la ropa de cualquier manera y le atrape antes de entrar en la bañera, le cogi en brazos y le lleve a una habitación abierta donde habia una cama, le eche sobre ella y me metí su pene en mi boca, el se giró buscando un sesenta y nueve. Hicimos de todo los chupamos todo el cuerpo, el olor a semen, a machos era embriagador, nos corrimos uno en la boca del otro y follamos toda la noche de todas las formas posibles. Le agarraba las nalgas, las estrujaba y deliraba con el bombeo de mi miembro en su culo, cuando nos ibamos a correr apresaba su boca en un interminable beso mientras el semen de los dos se mezclaba.

Estuvimos juntos dos meses, después él se tuvo que ir de Madrid a Canadá por un trabajo. Desde entonces no he vuelto ha estar con ningún otro hombre, pero recordando lo bien que lo pasé la verdad es que me gustaria encontrar alguien como él para compartir esas sensaciones. ¿ Tal vez tú ? james_sheene@yahoo.com