Parchada por tres machos

Una de mis mas excitantes aventuras con tres hombres al mismo tiempo. Relato la manera en que me follan tan deliciosamernte 3 hombres con tres hermosas pingas.

Siempre he considerado que el número perfecto para tener relaciones sexuales, para una mujer, es tres: hombre, mujer, hombre; es de lo más delicioso ser atendida por dos hermosas, calientes y bien paradas vergas.

Les contaré lo que ocurrió en una ocasión de tantas que decidí probar tres hombres en una misma sesión de sexo y lujuria.

Tengo muchos admiradores y pretendientes y ninguno de ellos es capaz de negarse a cumplir mi más estúpido capricho. Fue en una de esas noches de antro en la que decidí tener sexo con tres de mis amigos a los que llamare Hugo, Paco y Luis y yo la putita daisy, ha no perdón, la patita daisy, jejeje. Al calor de las copas y el baile sensual hicieron que mi deseo y lujuria por tener un pene dentro de mí salió a flor de piel. A las dos de la mañana les pedí a mis amigos saliéramos de la disco directo al hotel; al llegar tuvimos que pagar más de lo que marca la tarifa pues no nos permitían la entrada a los 4 en una sola habitación; el caso es que ellos, mis amantes, fueron quienes pagaron. Ya en la habitación fui quien empezó a poner la acción y alegría para pasarla bien; los tres hombres se sentaron en la cama y yo decidí hacerles un strip; bailé para los tres muy sensualmente desnudándome lentamente, sin prisas; poco a poco fui quedándome desnuda, excitando a mis machos; poco a poco cayeron mi minifalda, mi blusa y por ultimo mi tanga, solo me deje las zapatillas. Me tire al piso y comencé a revolcarme como una perra en brama y a masturbarme para así prender más a mis machos, que de hecho ya estaban quemándose de tanta excitación que yo les provocaba por esa manera tan zorra de actuar. Me acariciaba todo el cuerpo, abría mis piernas mostrándoles el premio que les esperaba y pronto gozarían; con mis dedos lubricados por mi propia saliva atendí mi vagina y mi ano. Me puse en 4 patas mostrando mi hermoso trasero a los tres.

Giré y comencé a gatear hacia Luis; los tres ya estaban completamente desnudos y con sus camotes completamente duros y bien parados. Así como llegué con Luis comencé a lamerle el plátano, puse mi lengua en sus bolas y comencé a acariciárselas, las lamia como cuando una linda gatita saca su lengua y lame su lechita; pasé mi lengua por todo su tubo de carne y llegué a la punta de su rico tubo, en su hoyito de mear. Me tragué su palote y comencé a mamárselo, primero lentamente y después como una desesperada; trataba de tragármelo completamente; solté su pito y me fui a gatas con Hugo, al llegar hice lo mismo, comencé a lamerle los testículos; mis otros machos se tocaban la verga deliciosamente; seguí dándole lengua a la verga de Hugo, se la besaba, se la chupaba deliciosamente, me la devoraba, tragaba y succionaba; todo ese trato lo recibió desde sus huevotes hasta la punta de su hermoso tubo de carne; se lo solté solo para ir a besar otro hermoso palo, el de Paco. Llegué caminando en cuatro patas, inmediatamente me fui sobre su verga, lamiéndosela tal cual delicioso caramelo; se la atendí dándole unas ricas y deliciosas mamadas que también se merecía. Dejé su verga, me incorpore y les pedí que se acercaran a mí y cuando estuvieron cerca me puse en cuclillas para estar a la altura de sus hermosas vergas, las tenía en la cara y podía mamarlas casi al mismo tiempo; me tragaba una, después la otra y luego otra; que delicia, tres vergotas para mi solita; las chupaba y lamia llena de lujuria tratando de comérmelas al mismo tiempo, pero el tamaño de mi boca me lo impedía. Me puse de pie y ellos comenzaron a besarme, a manosear todo el cuerpo, podía sentir tres bocas chupando mi cuerpo, mis senos; sus labios besaban toda mi piel; las seis manos acariciaban todo mi cuerpo, mis machos inclusive llegaron a besar y a lamer mis pies. Cuando no soporté más me separé de ellos y les pedí que me cogieran.

Me fui hacia un sofá de la habitación y me coloqué en 4 patas ofreciendo todo mi hermoso culo a mis tres sementales; se acerco Hugo y apuntó justo a mi vagina y comenzó lentamente a meterme su hombría, su rica pinga; me bombeaba lentamente para después aumentar sus bombeos; los otros dos machos seguían besando mi cuerpo y lamiendo mis senos; Hugo no paraba de cogerme y justamente cuando yo estaba teniendo un orgasmos se zafo de mi, dándole mis nalgas a Paco, este con la verga bien parada y dura llego directito a mí, clavándome su dura y hermosa tranca y continuando lo que me estaba haciendo Hugo y el hecho de sentir una verga diferente en mi panocha hizo que mi orgasmo continuara y se prolongara; me daba duro como si quisiera taladrar hasta lo más profundo de mi ser, cuando este se canso de picarme entrego mi culo a Luis y este continuó lo que el primer y segundo macho habían iniciado; al tener relevos yo podía gozar sin descanso. Es la gran ventaja de una mujer, podemos darles batalla a varios hombres a la vez, sin descanso. Así yo tenga sexo con 10 hombres a la vez ellos tendrán que relevarse para lograr llenarme de placer y dejarme satisfecha.

Gozaba de lo más lindo y me sentía llena y completa. Hugo me dio su verga para mamársela, mientras Paco me besaba y acariciaba; más tarde Paco me dio su verga en la boca y Hugo continuó acariciándome; cuando Luis dejo de taladrarme le dio mis nalgas a Paco y este comenzó a parchar mi jugosa vagina; para esa altura de la cogida yo ya había tenido varios orgasmos; Luis y Hugo se pusieron frente a mí y me daban a chupar sus deliciosos plátanos; me tragaba uno y después el otro, las embestidas de Paco me empujaban hacia mis machos y hacían que las puntas de sus vergas tocaran lo más profundo de mi garganta. Paco se zafo y ahora Hugo se acercó para bombearme mientras los otros me daban su verga a mamar; así se turnaron varias veces; yo no les permitía descansar pero cuando vi que ya estaban algo cansados le pedí que se sentaran en el sofá. Me fui con Luis y nuevamente me fui sobre su rico pito, estaba medio flácido pero para eso está mi experta boca y no saben como me encanta mamar vergas; lo disfruto mucho. Se la chupé y lamí como si fuera lo único que existiera en el mundo, es mas ni el cuerpo de Luis existía en ese momento, solo su rica vergota. Cuando me llené de comer verga me incorpore y me puse de espaldas a él y me fui sentando poco a poco en su tranca y una vez que me entro toda y sus huevotes quedaron fuera comencé a girar mis nalgas y a moverme de lado a lado y hacia atrás y hacia delante para sentir como raspaba mis paredes vaginales; después me puse a brincar sobre su palote; en mis brincos su verga salía de mi y nuevamente entraba, yo dejaba caerme completamente sobre su hombría, de vez en cuando me agachaba para que Luis viera mi ano y se le antojara; podía ver a Paco y a Hugo como me veían con lujuria esperando su turno. Me zafé de Luis y me fui sobre la verga de Paco inmediatamente le di las mamadas que su camote se merecía para después metérmela a mi crica; de igual manera brincaba sobre su verga y me movía en círculos sobre ella y de lado a lado, de igual manera me agachaba lo mas que podía para que Paco viera mi ano; me agachaba tanto que mi cabeza casi tocaba el piso. Sentía que su verga salía por mi espalda de lo dura y bien parada que estaba. Mi vagina se mojaba de lo más rico, los líquidos que soltaba escurrían por los testículos de Paco; sin dudarlo me zafé de Paco y me lancé sobre el pito de Hugo: como una perra lo bese, lo lamí, me portaba como una verdadera puta gozando de esos penes tan ricos que mis hombres tienen.

Le di a Hugo la mamada de su vida pues este no dejaba de quejarse de placer, cuando me senté sobre su verga pude sentir todo su cuerpo tenso. De igual manera me senté sobre él dándole mi espalda y clavándome su verga por mi vagina haciéndolo gozar al muy cabrón; le di el mismo trato que a Paco y a Luis. Regrese con Luis y rápidamente le di unas mamadas para ensalivar su verga; de frente me senté sobre él y clavándome nuevamente en su verga, ofreciéndole a mamar mis senos, yo brincaba sobre su pitote, me movía a los lados para gozarlo, el manoseaba mis nalgas con sus manos y su boca no dejaba de mamar mis chiches. En ese momento tuve un orgasmo tan prolongado que solo sentí como mi cuerpo se convulsionaba de placer. Moje mis dedos con mi saliva y lubriqué mi ano. Me levanté un poco para sacar su verga de mi vagina y lentamente fui dejándome caer en su verga para clavármelo en mi ano. Un rico dolor fue apoderándose de mi ser, pero rápidamente se convirtió en una rica sensación de hacer del baño. Sentía las ganas de cagar pero en esta ocasión sentía que cagaba para dentro de mí. Una vez que tuve toda su verga dentro de mi culo me quedé quieta esperando a que mi ano se acostumbrara a ese rico intruso. Comencé a levantar lentamente mis nalgas y antes de que su pito saliera completamente de mí, volví a dejarme caer sobre él tragándome nuevamente su chilote. Cuando mi fundillo se acoplo más a su verga comencé a brincar más rápido sobre su rico falo; su verga entraba y salía bien rico de mi ano, Luis mamaba mis senos para darme más placer y agarraba mis nalgas de lo más rico. Yo brincaba desesperadamente sobre su verga dispuesta a desgarrarme el ano; sentía tan rico como su salchicha rozaba mis paredes fecales. Pasé mi pierna derecha sobre la cabeza de él, sin sacarme su pene, tal cual tuerca gira sobre un tornillo, enroscándose.

Quede de espaldas a Luis y restregué mi espalda a su pecho para sentir más rico todo; el muy cabrón no dejaba de pasar sus manos sobre todo mi cuerpo. Yo me hacia el raspadito en su rica verga. Ahora empecé a brincar más rápido sobre su verga soltando quejidos de placer y goce; su verga llenaba mis intestinos, podía ver como la punta de su verga salía de mí para ser nuevamente tragada por mi ansioso ano, sentí como su pene se empezó a inflar, indicaba que estaba próximo a eyacular; me zafé rápidamente de él para lanzarme sobre su verga y comérmelo a chupadas, mamé y mamé su verga para esperar su eyaculación, no saque su verga para nada de mi boca, el comenzó a soltar su leche en mí, la cual yo trague y trague hasta que ya no hubo una gota más en su jugoso palo. Una vez que terminé de ordeñar el plátano de Luis ansiosa me lancé sobre la verga de Paco dándole unas mamadas muy ricas y así también lubricarlo con mi boca, de igual manera me senté de frente a él, le ofrecí mis senos, todo mi cuerpo, la lujuria que me inundaba en esos momentos hacia que me clavara su pene en la vagina y en el ano alternadamente, mientras el mamaba mis senos y acariciaba mis nalgotas. Pase mi pierna izquierda sobre su cabeza y él quedo como cargándome, junte mis piernas al lado izquierdo de Paco, giré completamente mis piernas para ahora ponerlas del lado derecho de él, después regresé nuevamente mis piernas, no saque su verga de mi ano; después me detuve y junte mi espalda a su pecho para nuevamente hacerme el raspadito como lo hice con Luis. Mientras él acariciaba mis senos y besaba mi cuello. Es un placer inigualable sentir todo eso que estaba gozando; mis dedos acariciaban mi clítoris. Seguí ahora brincando alocadamente sobre su verga, dándome más placer. El ya no podía soportar más mis brincos sobre su rica verga y me indico que estaba a punto de venirse, cosa que yo ya sabía pues su pene comenzó a hincharse, me zafé de él y me agache a mamarle la verga para ayudarlo a eyacular; no tardo mucho en soltar su leche la cual yo comencé a tragar sin dejar escapar una sola gota, saboreando su olor y sabor, después lamí completamente su chilote. Sin dudar un segundo y teniendo dos machos "noqueados" me lance sobre Hugo para continuar con mi incansable placer e insaciable lujuria. Ya no había necesidad de lubricar su verga pero me encanta mamar y me lancé sobre su verga para darle unas mamadas; para no hacerlo esperar más tiempo me senté en él de igual forma que con Luis y Paco, de frente, para darle a chupar mis chiches. De inmediato me tragué su verga con mi ano y comencé a brincar en él; mi vagina no necesitaba un pene para llegar al orgasmo ya que el simple placer que sentía mi ano hacia que yo pudiera llegar a ese punto de placer; de mi vagina escurrían abundantes líquidos que mojaban los testículos de Hugo. Me paré y me zafé de él, solo para ponerme de espaldas a él y así poder sentarme nuevamente en su camote, primero lo hice por mi vagina y después en mi ano, yo brincaba como una desesperada y metía mis dedos a mi encharcada vagina. Ya no podía mas, estaba llegando a otro orgasmo y Hugo estaba próximo a venirse. Con las piernas temblorosas y la vagina escurriéndome me zafé de él y me agache para tragarme su verga. La ordeñe mientras yo me dedeaba para no interrumpir mi gran venida. Succioné y succioné la verga de Hugo hasta exprimirle el tuétano.

Luis que ya estaba más repuesto se acerco detrás de mí, me levanto de las nalgas y yo sin dejar de mamar la verga de Hugo fui levantando únicamente mis nalgas obedeciendo a lo que Luis quería. Apoyé mis manos a las piernas de Hugo, quedando medio agachada con las nalgas bien dispuestas a las embestidas de Luis el cual inmediatamente comenzó a follarme; Paco se puso de pie y acerco su verga a mi boca la cual inmediatamente me puse a mamar; alternaba muy rápido mis mamadas, chupando la de Hugo y después la de Paco. Mientras tanto Luis me bombeaba deliciosamente agarrándome de la cintura para impulsar sus fuertes bombeos. Me cogía por la vagina y después por el ano, me parchaba muy rico mis hoyitos. Más tarde Luis se zafo de mí y Paco se puso detrás de mí para continuar con la cogida que Luis me estaba dando. Ahora turnaba mis mamadas con las vergas de Luis y Hugo. De igual manera Paco alternaba sus cogidas entre mi vagina y mi ano, de vez en cuando una estocada la hacia en mi panocha y la siguiente en mi ano y después nuevamente en mi vagina; yo hacía lo mismo pero con las vergas de de Luis y Hugo, chupaba una y después la otra. Hugo se incorporo y Luis fue quien ahora se sentó en el sillón. Paco le cedió su lugar a Hugo y acerco su verga a mi lado para darme su verga en mi boca. Yo seguía en la misma posición, medio agachada y con las nalgas bien paradas. Hugo comenzó a gozar de mi ano y vagina. Los muy cabrones parecía que nunca habían estado con una mujer y por la manera en que me cogían parecía que esa era la última vez que lo harían. Luis estaba sentado disfrutando de mi experta boca en su verga; Paco estaba parado a mi lado también disfrutando de mis ricas mamadas y Hugo detrás de mí, metiendo su rica y bien parada verga por mi culito y mi panocha , haciéndome gozar a mil, haciéndome soltar una buena cantidad de líquidos vaginales. Cuando Luis y Paco notaron que yo me concentre más en la cogida que me estaba dando Hugo inmediatamente se pusieron detrás de mí, turnando sus cogidas, yo me venía y me venía como una perra, todavía no terminaba un orgasmo cuando ya tenía otra pinga dentro de mi culo, hubo un momento en que en un solo orgasmo entraron las tres vergas de mis machos, una después de otra, en ese lapso de tiempo mis tres machos metieron su verga en mí, por mi ano y mi vagina.

Cuando pude recóbrame de esa venida le pedí a Paco que se sentara en el sillón y yo me fui sobre él, de frente, clavándome su verga en mi vagina y le pedí a Luis que me ensartara por el ano y a Hugo le pedí que me cogiera por la boca. En este momento mis tres machos me tenían ensartada al mismo tiempo por mis tres hoyitos principales de placer; hasta en ese momento podía tener dos hombres más y atenderlos con mis manos; de hecho lo he practicado, pero me es más cómodo hacerlo con dos machos, pero esa es otra historia. Por lo pronto Hugo me agarró fuertemente de la cabeza y comenzó a cogerme por mi boquita, Luis me tomo de la cintura y me bombeaba fuertemente por el culo, sin parar; sus piernas chocaban en mis nalgas. Debido a mi peso y por la manera que Luis me estaba follando por el culo, Paco no lograba moverse mucho; pero el hecho de sentir su verga dentro de mí también me daba placer; además el tenia la ventaja de mamar mis pechos y acariciar mí cuerpo. Más tarde Paco le cedió su lugar a Hugo, Luis a Paco y Hugo a Luis, es decir, ahora Hugo se sentó en el sillón, para yo subirme arriba de él y de frente y clavarme su verga en mi vagina, Paco me daba por el ano y Luis me cogía por la boca. Paco se movía en círculos dentro de mi culo, su verga parecía una víbora buscando lo más profundo en una cueva; a veces sacaba completamente su víbora, para de golpe metérmela otra vez, la cual yo la recibía con mucho placer; lo mismo hacia Luis pero en mi boca, sacaba completamente su vergota y me la metía de jalón. Hugo hacia lo posible por mover su verga dentro de mí vagina y lo hacia lentamente pero muy rico y el hecho de estar clavada por las tres partes hacia que le mojara sus huevotes; mis líquidos mojaban el sillón. Mi piel la tenía chinita como la carne de gallina, de tanto placer; mis pezones casi reventaban de lo duro que estaban. Los pitotes de mis machos estaban bien erectos y duros como a mí me gustan cuando me están ensartando; aunque me gusta mucho sentirlas y verlas aguaditas y chiquitas, para después tragármelas completitas y sentir como crecen en mi boca mamavergas. Nuevamente mis machos se movieron de lugar. Luis ahora me cogía por la vagina, Hugo me daba por el ano y Paco por la boca. Que vergas tan ricas tenía en ese momento, clavadas en mí, haciéndome gozar, haciéndome sentir como se siente una puta y yo en ese momento era la puta más puta. Me veía en el espejo y gozaba mucho ver esa acción de ver tres hombres follando a una linda putita. La verdad me veía lindísima follada por esos tres machos, me excita verme, me pone a mil. Y cada que me masturbo recuerdo esas escenas en las que me están follando. Mis machos no pudieron mas, el placer que les provocaba hicieron que sus vergas se hincharan y comenzaran a soltar su leche; también yo me estaba viniendo, un abundante liquido salió de mi vagina, me estaba viniendo. La leche de mis machos me inundaban, Hugo el culo y Luis mi vagina, mientras yo succionaba la leche de la verga de Paco. La excitación estaba en su punto más alto, gozábamos a lo máximo, poco a poco disminuyeron sus bombeos sobre mí. Mí ano y mi vagina tenían vida propia y se contraían deliciosamente succionando los penes de mis machos, mi boca succionaba la otra verga, la de Paco. Poco a poco disminuimos el ritmo de tan deliciosa cogida y nos quedamos quietos los 4. Hugo saco su semierecta verga de mi culo y se desplomó en el sillón, lo mismo hizo Paco, saco su verga medio dormida de mi boca y se sentó a un lado de Luis, yo seguía encima de Luis y sentí como su verga se iba encogiendo.

Yo no podía permitir tal situación y me zafé rápidamente de la verga de Luis e inmediatamente me lo tragué y comencé a darle unas mamadas y con mis manos encontré y comencé a acariciar las dormidas vergas de Hugo y Paco. Apreté la verga de Luis con mis labios y con mis manos apreté las vergas de Hugo y Paco, de esa manera los obligue a pararse y colocar sus vergas frente a mi rostro; yo aun seguía con la verga de Luis en mi boca y me iba hincando para estar a la altura de esas hermosas y ricas vergas. La verga de Hugo me quedaba a la izquierda. La de Luis en medio y la verga de Paco la tenía a mi derecha. Me tragaba la de Hugo, después la de Luis y luego la de Paco; mis manos masturbaban las vergas que en ese momento no estaba mamando. Les lamia los testículos, pasaba mi lengua por toda la extensión de sus vergas, me las tragaba completitas, las volvía a lamer, a succionar sus testículos; estaba perdida con esas tres lindas vergas, las disfrutaba a lo máximo, me encanta hacerlo, me fascina, amo las vergas lindas y duras y estas que tenía en ese momento eran las más lindas. Me las tragaba con esa hambre que me daba por saciarme de sus vergas y ellos encantados de verme así, sumisa ante ellos, complaciéndolos y haciéndolos gozar. Mi vagina escurría, los líquidos de mi excitación mezclados con el semen de Luis caían al piso. Mis machos me pusieron de pie y Luis me levantó de las nalgas y me obligó a abrir las piernas para meterme su verga en la vagina, Paco se puso detrás de mí y me clavo su verga por el ano mientras Hugo ayudaba a mis otros dos machos para levantarme lo más alto posible, hasta el punto en que las vergas de mis machos casi salían de mi, para después dejar a la gravedad hacer lo demás, me dejaban caer sobre sus vergas; podía sentir el tronco de esos tubos de placer. Paco me sostuvo de las piernas para permitir que Luis se zafara de mí y permitir que Hugo me clavara por la vagina, ahora Luis era quien ayudaba a mis machos a follarme, levantándome y dejándome caer nuevamente, mas tarde Hugo me tomó fuertemente de las nalgas y Paco se zafo de mi ano dándole paso a Luis, el cual me la dejo ir por el culo, ahora Paco era quien ayudaba a los machos que me estaban follando. Mas tarde cambiaron de lugar Hugo le cedió mi vagina a Paco, y después Luis le cedió mi ano a Hugo, repitiendo varias veces el ciclo de esa rica cogida, los tres me dieron y me cogieron como quisieron, todos probaban mi ano y vagina teniéndome en el aire. Paco me tenía clavada por la vagina y Hugo por el ano, Paco se fue haciendo hacia atrás obligando a Hugo sacar su verga de mi ano, lentamente Paco se fue sentando en el sillón sin sacarme su verga de mi vagina y una vez que se sentó completamente comencé a saltar como una desesperada sobre él y comencé a venirme de tal forma que mi cuerpo comenzó a debilitarse y me fui desvaneciendo hacia atrás de tal manera que mi cabeza quedo totalmente en el piso, con la espalda muy pegada al sillón y la verga de Paco aun clavada en mí. No tarde mucho tiempo en recuperarme y solo acomodé perfectamente mi cuerpo: mi espalda pegada al sillón, mi cabeza con la nuca al piso, las nalgas hacia el techo y mis piernas bien abiertas totalmente, estaba de cabeza. Paco tenía que hacer prácticamente sentadillas arriba del sillón y clavarme su verga por mi ano o vagina. Mis otros dos machos no pudieron soportar más sin recibir placer, se sentaron prácticamente en mi cara, dándome a mamar sus deliciosos camotes. Más tarde Paco se quito y Hugo se subió al sillón para también hacer sentadillas en mi y darme su hermosa verga en mí ano y vagina; entonces mamaba los tubos de Paco y Luis, después siguió el turno de Luis para disfrutar de mis hoyitos en esa posición mientras mamaba ahora las vergas de Hugo y Paco; Luis estaba muy excitado ya no soportó mas y saco su verga aventando toda su leche en mis pechos y cara y cuando termino de eyacular se fue directamente a la cama completamente noqueado; Hugo se subió al sillón y comenzó a cogerme rápidamente, sabía lo que también él quería y sentí como su pene se hinchaba en mí, cuando ya no pudo sacó su verga y desde lo alto aventó su espeso semen en mi cuerpo, algunas gotas cayeron en mi boca, las cuales tragué llena de satisfacción y goce. Después fue el turno de Paco. Creo que la forma en que estaba colocada les excitó mucho, pues no me aguantaron más de 10 minutos cogiéndome de esa forma. Paco hizo lo mismo al momento de venirse, sacó su verga y se vació en mi cuerpo, dándome a tragar algunas gotas de semen. El, como Hugo y Luis se tumbo en la cama, totalmente noqueado. Yo, simplemente dejé caer mi cuerpo a mi lado derecho y caí quedando recostada en el piso. Quería más y estaba como perdida de tanto placer, pero mis machos aun estaban recuperando fuerzas.

Ahí en el piso comencé a masturbarme sólita, abrí mis piernas y las levante para poder darme dedo en mi vagina, cerré los ojos y en mi mente pasaban las imágenes que minutos antes veía en el espejo, de mí, bien ensartada de vergas y gozando de placer. Alcance llegar varias veces al orgasmo.

Mis machos al ver que yo estaba gozando sólita, no quisieron dejarme así y se acercaron con sus vergas flácidas, me levantaron y me sentaron en el sillón y me dieron a tragar sus vergas, aun tenían parte de mis líquidos; yo trataba a de tragarme incluso dos al mismo tiempo, que en un principio si me cabían en la boca y conforme fueron llenándose de sangre únicamente me entraban los glandes, así que tuve que mamar una por una. Cuando las vergas de mis amantes estuvieron bien firmes me puse en la posición de chivita mirando al precipicio, o sea en cuatro patas, en el sillón, para recibir de esa forma sus vergas. Primero fue Paco, se acerco a mí y sin apuntar clavó todita su verga en mí, la cual recibí sin ningún problema, su verga se deslizo hasta lo más profundo de mi vagina y comenzó a bombearme, dándome unos piquetes tan ricos que me llegaban hasta el cerebro, para después darme su rica verga en el fundillo; ahí movía su verga en círculos y de lado a lado raspando deliciosamente todo mi recto, sin esperar más de un segundo en darme de esa manera fue Hugo, el cual no tardo ni un segundo en clavar su verga en mi ano después de que Paco saco su verga de mi; también tallaba las paredes de mi culo, y movía su verga de lado a lado, arriba y abajo, dándome un placer insoportable y yo me venía y me venía, su verga también entraba en mi vagina y de igual forma raspaba mis paredes; de vez en cuando me la sacaba completamente para regresar con una fuerte estocada; se zafo rápidamente y Luis se anido en mi vagina, dándome unas lentas cogidas para después aumentar el ritmo, sentía que su verga me llegaba al ombligo; rápidamente sacó su verga y la clavó en mi ano, me daba unas metidas de verga rapidísimas, que yo sentía que en ese momento me cagaba de placer, se quitó rápidamente y nuevamente se acerco Paco y me clavo su verga en el ano, a tal velocidad que golpeaba fuertemente sus piernas en mis nalgas; su pito me llegaba hasta lo más profundo de mis intestinos, ya no pudo más se zafo rápidamente y acerco su verga a mi boca para terminar ahí, en ese instante Hugo me daba su verga por detrás follandome por la vagina y por el ano, yo no dejaba de succionar la verga de Paco, sacándole todos los mocos de esa verga que tan rico se movía segundos antes; apenas terminaba de limpiársela cuando Hugo se zafó de mi ano para acercar su verga a mi boca y así poder darme su abundante leche, mientras ordeñaba la verga de Hugo, Luis se me dedicó a chingarme también por el ano y vagina, también su verga entraba y salía rápidamente de mi, algunas veces por mi vagina, otras veces por el ano, yo estaba ya por cagarme de placer, seguía con la verga de Hugo en la boca ordeñándosela, saboreando su leche; Luis ya no pudo y rápidamente saco su verga de mi culo para de igual forma darme su miel en mí boca, la cual acepte inmediatamente; cuando Luis se acerco ya venía aventando su leche y parte de su semen callo en mi cara, pero inmediatamente me tragué su verga para poder seguir tragando semen, Paco al verme como tragaba sus leches no perdió totalmente su erección y continuó dándome su verga alternadamente en mi culo y vagina, tan rápido como su excitación le indicaba. La disposición que yo tenía hacia ellos de darme por donde quisieran los tenía a mil y mi ano les fascinaba y era por ahí donde más me daban; mi culo comenzó a "morder" la verga de Paco y pude sentir como se hinchaba, sentí que me cagaba, de repente se quedo quieto y comenzó a venirse dentro de mi culo y a la mitad de su venida sacó su verga de mi ano y terminó de venirse en mi vagina. Al terminar se zafó y se retiro para dar mis nalgas a Hugo; también comenzó a darme por el culo, su verga se deslizaba mas suavemente pues la leche de Paco hacia la función de lubricante; después me la metió por la vagina, alternaba sus bombeos en mi vagina y ano; mis hoyitos se contraían para dar placer a Hugo; estaba dentro de mi vagina cuando su verga empezó a engordar, lista para aventar su semen, ahí en mi vagina Hugo comenzó a venirse, para después terminar de vaciarse en mi ano.

Luis ya estaba repuesto y el hecho de ver como Hugo y Paco me habían dado verga lo tenían ya bien listo para continuar dándome placer, Hugo le dio mis nalgas a Luis y este comenzó a saciar las ganas de cogerme otra vez por donde el único cerebro que en esos momentos ordenaba, el cerebro de su hermosa verga; así lo hizo, lentamente y después rápidamente y debido a su excitación no tardo mucho en vaciar toda su leche en mi ya encharcado culo. La leche escurría de mi ano hacia mi vagina y caía hasta el sillón. Estaba con el culo desecho, babeando de tan suculento manjar que mis machos habían depositado en mí, yo estaba feliz de tanto placer que mis pitudos hombres me habían dado. Los tres estaban con la verga semierecta, mezclada con mis jugos y de ellos. Me acerque a cada uno de ellos para con mi lengua limpiarles la verga, primero a Paco, después a Hugo y por último a Luis. Una vez que termine me tire boca arriba en la cama llena de placer y tomando aire. A los pocos minutos Paco me empujo hacia la orilla de la cama e hizo que me pusiera de costado de mi lado izquierdo y de espaldas a él, yo entendí perfectamente lo que él deseaba; su pene aun estaba medio dormido pero gracias a el semen que aun tenía en mi ano pudo penetrarme, vi en el espejo como nos acoplamos deliciosamente, me veía hermosa clavada por ese macho de verga hermosa; para dar más erotismo a esa imagen levanté la pierna derecha hacia el aire y baje un poco hacia el piso la pierna izquierda. Paco y Luis disfrutaron de esa hermosa vista y vi como se masturbaban viendo el espejo donde se reflejaba mi hermosa imagen siendo cogida por un lindo pito. Paco me daba más fuerte y su mirada también estaba fija en el espejo observando el placer que el muy cabrón me estaba dando; el reflejo en el espejo de mi cara llena de placer y mis quejidos de goce lo calentaron mas aumentando sus cogidas rápidamente, no aguantó más de 5 minuto clavándome su verga y dejo su lugar a Luis. Llego Luis y casi lo quitó a fuerzas de ese lugar, para ponerse él ahora detrás de mí y de ladito, en la misma posición que Paco me había follado. El me ayudó a levantar mi pierna derecha para clavarme su verga por la vagina, comenzó a bombearme y mirando hacia el espejo para observar como él mismo me follaba dándome mucho placer, de igual manera yo también disfrutaba de esa imagen de mi cuerpo en el espejo. Era un buen afrodisiaco, yo podía ver claramente como su pene entraba y salía de mi vagina y de vez en cuando entraba y salía de mi orificio de cagar, del cual no salía mierda si no carne y semen de las venidas anteriores de mis machos. Yo me estaba vaciando, en cada estocada mis jugos brotaban de mi vagina a mares. Cuando Luis me daba por el culo yo me masturbaba el clítoris con mis dedos y así no dejar de tener varios orgasmos. Luis tampoco aguantó mucho porque me estaba bombeando muy rápido; tenia la mirada fija en el espejo para observar el placer que me daba con su gran verga, y así fue, me saco un orgasmo riquísimo mientras se detenía para tomar aire. Hugo no quiso esperar a que Luis se quitara y casi se metió entre Luis y yo para poder follarme, él ya tenía bien parada la verga pues lo que hasta ese momento estaba observando lo tenía muy excitado. Llegó directito a mi ano y el hecho de clavármelo y saber que estos machos necesitaba relevarse me puso a mil, comencé a darme dedo en el clítoris fuertemente para lograr venirme, Hugo me estaba pistoneando como loco; tampoco quitaba la mirada del espejo viendo como yo seguía gozando. Y es que en realidad esa imagen de tan linda cogida era tan hermosa, digna de una película porno de calidad. Si Silvia Saint me viera en esos momentos se moriría de envidia de tan hermosa que me veía, además la imagen era muy erótica y muy cachonda, que hasta al hombre más impotente se le hubiera parado. Hugo no aguantó mucho y se veía agitado pues su respiración era muy rápida, ya de por si estaba muy cansado, pero excitado y caliente; saco su verga de mi ano y clavo su verga en mi vagina para ahí detenerse completa y deliciosamente, con los ojos bien puestos en el espejo para ver como yo bramaba de placer al tiempo que yo tenía un placentero orgasmo.

Hugo se quedo detrás de mí hasta que Paco con su pene ya bien parado y duro se metió en mí de frente haciendo que yo quedara acostada mirando hacia el techo y con las patas bien abiertas. Lo recibí con mucho gusto pues deseaba que me cogieran en esa forma tradicional del misionero. Paco me enterró su verga en la vagina dándome unos ligeros bombeos, sus nalgas subían y bajaban era obvio que su salchicha salía y entraba por mi crica, mientras me bombeaba besaba mi cuello y mis senos. Yo levante mas mis piernas para darle a entender que mi culo también estaba disponible; así como estaba doblé mis piernas y casi las enrolle en el cuerpo de Paco; mire al espejo y me veía divina sometida de esa manera. Los otros dos machos solo veían como disfrutaba de la verga de Paco; Paco saco su verga de mi vagina únicamente para dirigirla a mi ano, yo levante un poco mi cadera para así darle alcance a la verga de Paco, solo así pude tragármela por el culo y comenzó a bombearme. Mientras tanto Hugo y Luis ya pedían su turno. Paco se zafó de mi ano y así en la forma en que él estaba se fue gateando hasta que su verga llego a mi boca, yo comencé a limpiársela y darle unas mamadas, podía lamer sus guevotes pues así como estaba los tenia justo en toda mi cara, Hugo fue quien ahora se montó en mí, me puso los tobillos en sus hombros y me cogía por el ano, mas tarde cuando Paco quitó su verga de mi cara, Hugo se acomodó en la posición del misionero y de igual manera me besaba el cuello y los pechos, cada que se le antojaba sacaba su verga de mi ano para dármela en la vagina y después regresaba a mi ano, Luis estaba ansioso y apenas Hugo iba sacando su verga de mi, él ya estaba metiendo la suya, de igual manera Hugo se acerco a mi cara en 4 patas con la verga colgándole deliciosamente, apenas llego me puse a mamársela, dándole lengua a toda su hermosa pinga y testículos. Paco se acostó a un lado mío, acariciándome el cuerpo. Cuando Hugo quitó su verga de mi cara Luis se lanzó para saborear de mis mamadas, así lo hice se la mamé tan rico como a mis otros machos. Paco como pudo me levantó y me pedía que me subiera en él de espaldas. Así lo hice, Paco estaba debajo de mí, él se colocó a la orilla de la cama y bajó sus pies al suelo. Entendí perfectamente lo que él quería. Clavó su verga en mi culo y yo abrí las piernas lo mas que pude para recibir a cualquiera de mis otros machos por la vagina; fue Hugo quien llego y me clavo su tranca por la vagina; por mi boca llego Luis. Una vez que estuve totalmente ensartada los tres comenzaron a moverse lentamente dándome unos bombeos suavecitos, deliciosos; los cuatro queríamos que este momento durara más tiempo. Yo me apoye con mis manos en la cama para poder tener más movilidad y gozar más de las vergas de mis machos, los tres se quedaron quietecitos viendo como movía mis caderas y mi cabeza. Más tarde los tres cambiaron de posición, Paco quiso meter su verga en mi boca, Hugo por mi ano y Luis por mi vagina y yo seguía en la misma posición pero ahora sentada en el estomago de Hugo disfrutando a mis macho; nos acomodamos y ellos fueron ahora quienes empezaron a bombearme cada cual por el hoyo que le correspondía en ese momento pero más tarde Hugo saco su pene de mi ano para meterlo donde Luis me estaba clavando: en mi crica. Debido a mi excitación y las venidas anteriores de mis machos mi vagina estaba muy lubricada y no me costó mucho trabajo aceptar las dos vergas, estas dos se fundieron en una sola aunque más gorda únicamente, pude ver claramente como los testículos de mis machos rozaban deliciosamente y eso ellos también lo estaban disfrutando; Paco al ver esta acción le pidió a Luis le cediera su lugar para meter su verga en mi crica junto con la de Hugo y Luis se movió inmediatamente a mi boca; yo mojaba sus vergas, me venía y me venía, no paraba de hacerlo pues lo que sentía en mi, era delicioso. Hugo y Paco se miraron y vi una sonrisa maliciosa entre ellos; sacaron sus trancas de mi vagina, Hugo metió su verga en mi ano para después Paco seguirlo. Hugo me la metió toda por mi culo, solo dejo sus huevos que cuando vi parecían que eran míos; Paco comenzó a acercar su verga en mi ano, yo me abrí lo mas que pude y fue poco a poco clavándomela donde ya estaba bien guardada la verga de Hugo, poco a poco mi esfínter aceptaba la verga de Paco, otra vez tenía una sola verga en mi, muy gruesa, el culo se me partía deliciosamente en dos, cm a cm la verga de Paco fue entrando y hasta que estuvo hasta el fondo se detuvo y así permitir que mi ano se acostumbrara al nuevo grosor. Sentía unas enormes y deliciosas ganas de cagar pero ese tapón de vergas lo impedía; mis machos se fueron moviendo poco a poco al mismo tiempo los dos para acostumbrar mas a mi esfínter, por su parte Luis solo veía como me tragaba las vergas de Paco y Hugo. Una vez que les indiqué que estaba lista mis amantes comenzaron acogerme más rápido ambos al unísono; Luis no quiso también dejar de gozar y acerco nuevamente su verga en mi boca, yo me dedeaba el clítoris. Ahora fue Luis quien le pidió a Paco le cediera su lugar y así lo hicieron. Paco se lanzo a darme su verga por la boca mientras Luis ya estaba intentando meterme su chile en mi ano, junto a la verga de Hugo y comenzó a clavármela poco a poco, pero ya no le costó trabajo; mi ano tal parecía que absorbía su verga, una vez que estuvo completamente adentro con la de Hugo comenzaron a taládrame deliciosamente y al mismo tiempo, la sacaban totalmente de mi culo para después regresar juntos hasta el fondo; mi culo tenia vida propia y hasta se abría mas para recibirlas. Paco al ver mi vagina libre y deseosa de un buen pito no le importo pegar completamente sus nalgas al estomago de Luis para poder darme por la vagina, se puso casi en cuatro patas para poder apoyarse, estaba casi encima de mí, pero logró su objetivo. Al sentir todo esto estaba ya viniéndome nuevamente, parecía que me meaba de lo rico que estaba sintiendo, mis líquidos mojaron la verga de Paco, llegando a mi culo y a los testículos de Hugo y Luis. Una vez que estuve clavada de esa forma los tres comenzaron a bombearme.

Mi goce no tenia fin, gozaba de dos chiles en mi culo y de un camote en mi papaya. Los cuatro estábamos al punto del desmayo de tanto goce, ya no soportábamos mas y después de tantos pistoneos que me dieron los cuatro explotamos, Hugo y Luis por mi culo y Paco por mi vagina; mis hoyos estaban inundados ya de tanta leche recibida, incluso salía para llegar hasta el piso, estaba mezclada con mis jugos. Los pitos de Hugo y Luis se hincharon tanto al venirse que me sentí como una perra cuando su macho se viene en ella con el pito bien hinchado e incluso tuve tanto dolor que quise zafarme pero sus hinchados penes lo impidieron. Mis machos solo detuvieron sus bombeos hasta que terminaron de aventar su semen dentro de mí, pero continuaron ahí hasta que sus penes empezaron a ponerse flácidos. Se quitó Paco y después Luis, yo me zafé de Hugo y como una demente comencé a mamarle su verga; Paco y Luis al ver esto también se acercaron para recibir su premio, se la mame a los tres hasta que sus vergas quedaron limpias sin una gota de su semen y ninguno de mis líquidos.

Exhaustos los cuatro caímos en la cama rendidos, de goce, los tres machos estaban rendidos. Los 4 quedamos en la cama recostados, satisfechos, tomando aire. Pasaron aproximadamente ocho minutos y sentí que los tres machos se incorporaron para acercarse a mí. Se pusieron alrededor de mi, masturbándose cerca de mi cara, les costó mucho trabajo llegar pues estaban ya vacios, sus webos ya no tenían mucho semen, pero lo lograron y aventaron la ultima descarga de leche en todo mi cuerpo, mis senos y mi rostro, el cual esparcí por toda mi piel. Ahora si mis machos quedaron noqueados de tanta venida y yo por el contrario estaba más despierta y con más energía y me sentía llena, completa y satisfecha de tanto placer que mis camotes me dieron. El néctar de mis machos era para mí la fuente de la juventud y energía, pues me levanté de la cama como si nada, mientras ellos estaban totalmente débiles, sin fuerzas.

Eran casi las 5 de la mañana cuando terminaron de parcharme; ellos se quedaron en la cama recuperando fuerzas y dormitando; por ultimo les di unas mamaditas y besitos a sus totalmente dormidas vergas y me despedí de ellos. Solo levanté mi falda , mí blusa y mi tanga del piso y salí de la habitación completamente desnuda; en el pasillo no había ningún cliente, pero si estaban algunos chicos de mantenimiento del hotel, los cuales, al verme totalmente desnuda, se quedaron completamente mudos y paralizados a mi paso; después pasé por recepción y de igual manera el tipo que atendía no supo qué hacer y solo se limito a gozar con su vista mí caliente, delicioso y hermoso cuerpo desnudo, que en ese momento tenia semen hasta por las orejas. Así desnuda llegue hasta la salida del hotel.

Me dirigí a mi auto y algunos automovilistas que en ese momento pasaban por ahí hicieron alto total para mirarme. Por hoy me sentía muy a gusto, llena de goce. Me sentía una mujer realizada y bien puta. Me subí a mi coche y al llegar a mi casa me masturbé con dos de mis mejores amigos, los cuales se cansan únicamente cuando la pila se agota.

Me masturbé recordando cuando mis tres machos me cogían de lo más rico; recordaba sus vergas hermosas, lindísimas, preciosas, llenas de semen; también recordaba con mucha excitación cuando los automovilistas me veían y que seguramente pensaban que yo era una puta que en esos momentos vendía placer. Las vergas de mis machos miden en promedio 15 cm y me estuvieron follando por casi 4 horas, digamos por 3 horas y media considerando los tiempos en que tomamos un poco de aire, entonces…. ¿Cuantos metros de verga recibí en esas tres horas? O…. ¿kilómetros? Que rico imaginar esto, me moja hacer tan cachondas cuentas, mmmmm.

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