Paranormal . Capítulo 25 : El pánico

Díaz tragó saliva mientras Leandro le observaba atentamente .

• Sientese , Díaz - le pidió indicándole uno de los dos sillones - . No vaya a ser que se nos ablande con la que tenemos encima .

El joven agente uniformado , atlético , de 24 años y con una preparación excelente desde la academia policial , hizo lo que su superior le decía y le miró de nuevo .

• ¿ Y bien ? - le dijo el padre de Miguel - . ¿ Quién es la nueva víctima ?

Entonces Díaz realizó un esfuerzo para no venirse abajo .

• Es . . . mi madre , señor . Mi hermana acaba de avisarme a mi móvil . Le han hecho lo mismo que a las otras dos víctimas .

A Leandro se le cayó el vaso de café que tenía en las manos .

• ¡ Santo Dios !  Lo siento , Díaz . Le acompaño en el sentimiento .

• Se lo agradezco , señor - Díaz se sonó la nariz con fuerza .

• Puede irse para estar con su familia - le dijo su superior minetras limpiaba el café derramado - . Entiendo que colaborar en esta investigación le resulte . . .

• Señor , quiero saber quién es el monstruo que mató a mi madre . No me pida apartarme del caso porque no lo voy a hacer , con todos los respetos que usted me merece .

• Está bien , Díaz . Pero al menos acuda a psicoterapia , le vendrá bien para soportar esto . Y avíseme cuando tenga lugar el funeral de su madre .

• Así lo haré , señor .

Entonces llegó al despacho del jefe Vergara una bella y joven agente , igualmente uniformada , con un walkie - talkie en una mano y el rostro medio desencajado .

• Dígame , Suárez - espetó su superior .

• Señor , han encontrado otra víctima del Asesino de la Luna .

• ¿ `` Asesino de la Luna ´´  , Suárez ?

• Es el nombre que se le ha dado a este delincuente en la investigación , señor .

• Esto se está convirtiendo en el mismo infierno - afirmó Díaz .

Por mucha velocidad que Clement tuviera al correr debido a sus  mágicas habilidades , el bosque era extenso por su vegetación , y necesitó un rato para llegar al claro de la enorme roca lisa poco antes del mediodía . Cuando ya estuvo allí , vio al lado de unos matorrales junto al pedrusco unas manchas de sangre sobre la tierra aún mojada por la lluvia caída hacía unos días y se agachó con su corazón encogido .

`` Miguel . . . ´´ .

Aquella sangre debía de ser de su amado . Sin duda alguna . La rabia y la culpa se arremolinaron en su interior sin darle ningún respiro , y sus ojos celestes se llenaron de lágrimas . Se incorporó , buscó en el petate su móvil y llamó a Maximiliano .

• Hijo . . . - su padre le contestó al primer timbrazo .

• Le ha cogido , Max - el francés se hundió - . He visto sangre  . . .  ¡  Yo tengo la culpa !

• Has hecho lo que has podido , Clement - le dijo el patriarca - . Ahora ven a la casa . Tenemos que pensar muy bien cómo vamos a luchar para rescatarle .

• Enseguida  . . . estaré allí , Max - Clement colgó .

El hombre lobo miró de nuevo la enorme roca lisa . Se limpió las lágrimas y murmuró :

• Gerard , voy a ir a por tí y cuando tenga a mi compañero a salvo . . . te destruiré para siempre .

Miguel despertó . Se sintió la cabeza dándole vueltas y al tornar los ojos para ver mejor , vio que se hallaba encadenado de manos y pies en lo parecía un refugio subterráneo construido en piedra ostionera e iluminado con antorchas . Gritó al notar la sangre ya seca ente su cabeza y su cuello .

• Croeso i fy nghartref . . . Bienvenido a mi morada , Miguel Vergara - le dijo una voz masculina que a pesar de no haberla oído nunca , supo de quién era .

• Gerard de Montieu - exclamó el muchacho .

Gerard salió de entre las sombras .

• Veo que me conoceis , querido - le sonrió siniestramente .

Miguel puso una mueca .

• Como para que no sepa ya quién eres , bestia asquerosa .

• Os daré varias razones para que me tengais más asco - anunció Gerard .