Paranormal . Capítulo 12 : El guardián

Ante la posible amenaza de su viejo enemigo , Clement decide convertirse en el guardián de Miguel , aunque éste se sienta medio acosado . Aparte de esto , nuestro segundo protagonista volverá a la universidad . ¿ Qué le deparará su primer día nº 2 , y más si se cruza con su `` adorado ´´ francés ?

Clement y Sofía no tardaron demasiado en contarle a Maximiliano lo que estaba sucediendo con aquella perversa misiva . Tras subir las escaleras al piso de arriba de la casa , entraron a su despacho y sin decir mucho , el joven hombre lobo le dio el grabado .

El médico / hechicero estudió detenidamente el documento durante unos minutos y observó nuevamente a su hijo y a su mujer .

  • Definitivamente , Gerard de Montieu fue quién envió esto - sentenció - . Puedo sentir los poderers oscuros alrededor de esta imagen .

  • Maldito bastardo - soltó Clement - . Si le vuelvo a hallar , lo destruiré sin piedad .

  • No puedes hacer eso de esa forma , hijo - le aconsejó Sofía .

  • ¿ Por qué no ?  ¡ Ese vil desgraciado estaría a punto de volver !

  • Podrías caer en la Oscuridad sin que hubiera muchas posibilidades de redimirte - aclaró Maximiliano .

  • No pienso permitir que os haga daño a vosotros dos . . . ni tampoco a Dimitri , Elianne , Eneas . . . y Miguel - dijo el joven - . Él no me volverá a quitar lo que durante esta vida mía he recuperado .

  • Puedes ser su guardián - sugirió Sofía .

Clement puso sus ojos celestes en blanco .

  • Para eso tiene que aceptar mi juramento por Hécate , y no querrá saber que yo . . . soy una bestia que lo pueda lastimar sin que esa sea la voluntad .

  • Sigue acercándote a él , hijo - dijo Maximiliano - . Tú lo amas y eso es más válido que el orgullo mal entendido que pueda sentir ese muchacho . Cuando estés preparado para revelarle toda la verdad , hazlo , aunque eso le suponga algo duro de asimilar . La diosa siempre vela por todos nosotros , incluidos los humano con pureza en sus corazones .

  • Y Miguel es un ser puro que como tú , está confundido ante los cambios que ya sentís - añadió Sofía .

  • Yo tengo claro lo que siento por Miguel - dijo Clement - . Por la diosa , no dejaré que los poderes del Mal lo toquen sin defenderlo como lo que soy .

Y sin más que decir , el muchacho se marchó .

Sofía le observó unos instantes y después se volvió hacia su marido .

  • Temo que los sentimientos y pensamientos de nuestro hijo lo puedan traicionar sin que lo sepa , Max .

  • Eso jamás pasará - aclaró el patriarca - . Clement siempre ha sido un hombre de fuertes convicciones .


El resto de aquella tediosa semana pasó sin grandes cambios para Miguel , más que terminar de acondicionar junto con su madre esa casa que ya poseía una nueva vitalidad . El joven estaba muy orgulloso de ello , ya que hacerlo les había gustado y no les había supuesto un complicado esfuerzo .

Aquella vivenda de dos pisos tenía , efectivamente , un siglo . Era un absoluto milagro que se hubiera conservado tan bien durante décadas , gracias en parte a los muros y paredes de madera enladrillada e incluso de piedra en algunos puntos del hogar . Las escaleras , de madera de caoba , eran una maravilla . El conjunto , sin dudarlo , tenía un aire rústico encantador , por más que a Miguel le costara admitirlo , con lo urbano que era .

Hasta que se cruzó con `` ese ´´ pueblerino que le había enamorado sin pretenderlo . . . si es que así había ocurrido .

El coche patrulla de Leandro se detuvo en el aparcamiento del centro de estudios universitarios de Beltrán de Allende esa mañana ( sorprendentemente soleada , dados los habituales índices de tiempo adverso ) de lunes , y el jefe de policía de Dama del Sol miró a su único vástago .

  • Mikey . . .

  • ¿ Sí , papá ? - precisó el joven con evidente molestia , más allá de volver a ser el foco de atención .

Miguel no le había perdonado a su padre que avisase a su madre cuando lo del accidente , hacía ya una semana . Aunque a decir verdad , aún no le perdonaba sus años de ausencia , por más que él mismo lo pidiese de cierta manera .

  • Prométeme que estarás bien , sin que corras ningún peligro . ¿ Te recojo tras las clases ?

  • Te lo prometo - le contestó Miguel sin ilusión alguna - . Y no hace falta que vengas a recojerme .

El joven salió del vehículo , que sin más se fue .

Entonces se encontró de frente con Clement .

Con su `` odiosa ´´ sonrisa seductora .