Parafilias
Trata de actividades sexuales en las que predominan agentes externos.
PARAFILIAS
Siempre se ha dicho que para gustos los colores, o lo que es lo mismo, que hay colores para
todos los gustos.
Esto es tan cierto como que el día sucede a la noche y a que el mar está mojado.
Es más, cada persona tiene sus gustos particulares y se dice que sobre el gusto no hay nada escrito.
Pues bien, me propongo escribir algo sobre el gusto, sin que pretenda pontificar, ni sentar cátedra,
ni siquiera sacar conclusiones al respecto.
Como el tema es tan amplio e inabarcable en su totalidad, me voy a ceñir a los gustos
sexuales y en particular a los que a primera vista puedan parecer extravagantes, denominados
formalmente como Parafilias. Existen muchas, pero me voy a ceñir a unas pocas solamente.
Sin duda habrá Vd. oído hablar de la Necrofilia, esto es mantener relaciones sexuales con
los muertos, lo cual según mi opinión es un gusto algo excéntrico, aunque respetable.
No me imagino yo que esta práctica suela desarrollarse en grupo, sino más bien todo lo
contrario, como un acto solitario .Digo ésto porque no me cabe en la cabeza que un grupo de
amigotes muy borrachos después de una noche de juerga ,decidan por unanimidad correr al
camposanto a desenterrar cadáveres para satisfacer con ellos sus bajos instintos.
Mas bien, creo que esta actividad es individual y poco sana ,por cuanto se puede pillar una
infección de aúpa ,si el fallecido no está en buenas condiciones.
Pasemos a la Coprofilia, es decir comer excrementos por placer, lo que es casi peor que lo
de la Necrofilia. Pudiera interpretarse en una primera aproximación a tan peliagudo asunto,
como un trastorno de las papilas gustativas, pero en realidad no es así.
La razón por la que hay gente que le gusta comer caca no se justifica por problemas del
Paladar, sino porque les excita comerla ,vaya Vd. a saber cuáles son los extraños mecanismos
electroquímicos que rigen sus neuronas en tales ocasiones.
En cualquier caso, imaginarse el masticado y deglutición de los zurullos, da de por sí un ligero
repelús a los no iniciados en esta actividad, entre los que me cuento situado en primera fila.
De hecho, solo con pisar una caca en la calle ,nos llevamos un buen disgusto y dedicamos tiempo
y esfuerzo en limpiarnos los zapatos a fondo .¿Así que como podríamos comerla?. Nos da asco
y dentera solo de pensarlo. Es tal la repugnancia que sentimos hacia las deposiciones que a los
niños, desde que nacen les hacemos comprender el significado de la palabra ,amonestándoles
continuamente con : no toques eso que es caca , no te metas eso en la boca que es caca, o
simplemente cuando ya están al tanto del asunto ,se les dice simplemente : CACA a todo.
Así que, nunca mejor dicho, para comérsela hay que tener estómago
Ahora demos paso a una actividad circense denominada “Autopederastia”, que consiste , sin
ánimo de ofender, en la introducción de la verga en tu propio ano.
La verdad sea dicha que, para realizar esta maniobra singular es necesario pero no suficiente,
disponer de un instrumento de al menos 32 centímetros de longitud, que a su vez debe ser
flexible como una manguera, dado que el recorrido a realizar presenta varias curvas en su trayectoria.
Así que, aunque no hay estadísticas fiables de este modus operandi, me permito aventurar que
la proporción de varones capaces de satisfacerse a sí mismos mediante este sistema ,que además
puede acarrear el sida ,debe ser bastante reducida.
¿Y de la Dysmorfofilia que opina Vd.? Por si en este momento no recuerda de que se trata le
refrescaré la memoria diciéndole que es la atracción sexual hacia personas con deformidades
físicas. Esto que a simple vista puede parecer aberrante, bien mirado tiene su lógica para los que
la practican, ya que tal vez estén convencidos de que la verdadera belleza está en el interior.
¿Qué más da que la persona amada no tenga brazos, ni piernas y en su lugar tenga una lepra terminal y unas viruelas de infarto, si su corazón es dulce y bondadoso ,como una madre abnegada ?
Pasemos a la Altocalcifilia, que conlleva el sentir placer por el conjunto de una mujer y unos
zapatos de tacón alto. Esta parafilia creo, sin género de dudas, que debe estar muy extendida,
por cuanto en muchísimas películas pornográficas se exhiben las mujeres con este tipo
de calzado .Por lo demás la considero bastante inofensiva ,con cuidado de no meterse un tacón
en un ojo, y exenta de peligros para la salud.
¿Qué diremos sin embargo de la Zoofilia? ,o sea mantener relaciones sexuales con animales
(distintos a los humanos ,como aclaración). Pues podemos decir muchas cosas, por ejemplo que
aparece en todas las culturas desde la más lejana antigüedad y llega incólume hasta nuestros días.
En cualquier caso las posibles parejas son reducidas, ya que una mujer queda lejos de tener ni
siquiera una oportunidad en su vida con un elefante y menos con un león, si no quiere ser
devorada al instante .Las relaciones más llevaderas y frecuentes son las de mujer con un perro,
con un poni o con un cerdo. Por lo que respecta al hombre la más tradicional y bucólica
es con una oveja ,aunque los hay que no le hacen ascos a las perras y a las yeguas ¡¡¡ si se les ponen a tiro. De todas maneras me pregunto, ¿ cómo es posible enamorarse de una oveja o de un perro,
habiendo por ahí tantas tías buenas y tíos cachas? .En aras de la brevedad, porque cada parafilia
daría para un tomo entero ,pasemos a otro apartado.
Se preguntará Vd. , con razón, como puede haber adeptos a la Electrofilia ,esto es, sentir placer
con las descargas eléctricas. Desconozco el dato de cuantos son por cada mil individuos ,pero
quiero suponer que no muchos. Porque claro, aquí hay una cuestión fundamental, que consiste
en saber los voltios que satisfacen a una persona en concreto. No es lo mismo una descarga de
10 voltios, que apenas se nota, que una de 6000 que te deja achicharrado. Por eso cada electrofílico
debe conocer con detalle su voltaje de confort, y como en el juego de las siete y media ,no pasarse
ni quedarse corto. Así si una persona alcanza el orgasmo con una descarga de 200 voltios ,es muy
probable que con una de 400 se quede acalambrado y con una de 100 solo sienta cosquillas.
Otra parafilia interesante es la Agorafilia, es decir mantener relaciones sexuales en lugares
públicos, tales como ascensores ,aseos, parques, azoteas, playas ,garajes ,etc. Sin lugar a dudas esta
modalidad ,que tiene sus riesgos de acabar en comisaría ,debe provocar un subidón de adrenalina.
Sin ir más lejos lo del ascensor debe dejar perplejos a quienes lo reclaman desde el piso 18 y
al abrirse las puertas se les ofrece un espectáculo bastante inesperado, por lo que por lo general
dejarán que vuelvan a cerrase las puertas sin siquiera dar los buenos días .Lo de la playa es muy
común ,sobre todo en verano o en climas tropicales ,casi siempre de noche y el único efecto que
produce son las carretadas de preservativos que los encargados de la limpieza, cuando los hay,
recogen a primeras horas del día siguiente. El lugar más popular con diferencia es y ha sido
desde hace cien años ,el automovil .¿Quién no ha tenido alguna vez, sobre todo de adolescente o en su primera juventud, una relación sexual en un coche? . Muy pocos se librarían si en una encuesta al
respecto si contestasen todos con absoluta sinceridad.
Los parques y jardines también han sido visitados en miles de ocasiones por los amantes para
sus contactos carnales y han dado lugar a otra parafilia ,como es el Voyeurismo ,que traducido
al Román Paladino ,significa :los mirones que disfrutan viendo a los demás en acción.
Repasemos ahora la Anistimafilia, que se refiere a la atracción sexual por los obesas/obesos.
En este caso particular la cosa se circunscribe únicamente a una cuestión de peso, por lo que
ya la llamaría parafilia leve ,por cuanto apenas tiene más riesgo que el de quedar aplastado
por los 180 kilos del ser amado. Además es la única parafilia reversible, ya que si el miembro
obeso se somete a la dieta Dukan durante seis meses, puede llegar a quedarse como un fideo ,
pero tal vez eso incomode a su pareja de tal modo que decida buscarse los kilos de más en otra parte.
Hay una parafilia que me tiene sorprendido desde hace años y se trata de la Odaxelagnia , que
significa obtener placer en morder o ser mordido. Aquí conviene hacer una distinción. Aunque
la definición no lo aclara ,estoy convencido de que se trata de mordeduras humanas ,pues ni al
más acérrimo practicante de esta diversión se le debe pasar por la cabeza disfrutar con la
mordedura de un perro ,ni de una leona ,ni siquiera de una serpiente de cascabel y no digamos de una manada de lobos o de un mordisco de un cocodrilo. Así que aclarado queda , aunque dudo mucho que a un varón Odaxelagnio le apetezca demasiado un buen mordisco en el glande por parte de su pareja.
Me referiré a continuación al Autocunnilingus, que consiste en succionarse el propio pene.
Yo, la verdad sea dicha, lo incluiría como una subdivisión de la la Autopederastía,es decir que
todo Autopederasta puede practicar cómodamente el Autocunnilingus, sin que lo contrario se
dé por cierto. Ya hemos resaltado en el apartado de la Autopederastia, que era condición sine
quanum la flexibilidad, a prueba de roturas, del miembro viril, mientras que para efectuar el
Autocunnilingus únicamente se necesita longitud XXXL para llegar a la boca del practicante.
Por ello reivindico tenazmente que el Autocunnilingus se encuadre como una actividad derivada
de la Autopederastia, para no confundir al personal, que bastantes problemas tiene ya en su vida.
Ahora repasaremos la Clismafilia, que resulta ser la satisfacción que se siente un ser humano
cuando se le introducen líquidos por el ano ,tales como lavativas, enemas, etc.
Por mi parte, he de confesar que no me he encontrado nunca con un Clismafílico, es más ,todas
las personas que he conocido que se habían metido lavativas o enemas por salva sea la parte,
aseguraban con vehemencia que lo habían pasado fatal y sin ningunas ganas de repetir. Así que
me gustaría que me presentaran a un Clismafílico de carne y hueso para que me contase con
detalle sus sensaciones placenteras. Desde luego, como cada hijo de vecino tendrá que salir urgentemente corriendo a la taza del vater para desaguar ,por lo que no me extrañaría que el placer lo obtenga al sentirse liberado de la descarga de los intestinos.
Dejo para el final, para no cansarle más con tanta parafilia y eso que se me quedan unas cuantas
en el tintero, la Flatofilia, y aquí me perdonarán que sea subjetivo al decir que me parece una
guarrada inaceptable, porque se trata de pasárselo guay con las ventosidades de la pareja o
incluso , puestos a ello, de las propias .Cierto es que los adictos a esta parafilia no hacen daño a
nadie, pero solo de imaginar el olor de la habitación me pongo malo .Toda la vida, que yo recuerde,
se han abierto las ventanas de par en par en cuanto un olorcillo sospechoso entraba por las
pituitarias ,mientras los reunidos trataban ,ceñudos, de adivinar la procedencia del aroma.
Es mas, hasta el refranero tan sabio y popular, define esta actividad como límite al señalar que
“Hasta a la mejor puta se le escapa un pedo” ,que es una variante del clásico, referido a que
nadie es perfecto, definido como “El mejor escribano hace un borrón”.
Por lo tanto disfrutar de olores nauseabundos, solo es posible si la persona que goza con ello
tiene un espíritu carroñero, como las hienas o los buitres.
Termino ,lector, con una pregunta que espero no te moleste.
¿A TI QUE TE PONE ?
Tioeulogioytom@gmail.com Tío Eulogio
febrero 2013