Parafilia por pantimedias
Encuentro un par de medias y hago un rito fetichista.
El hecho fue fortuito totalmente. Ese dia me habia tocado ir a tirar la basura. Con el bote en un diablito recorri todo el campo de futball y llegue hasta la esquina contraria donde se echaban los deshechos inorganicos. Cual no seria mi sorpresa cuando al vaciar el bote, descubri en el piso un par de medias negras. No lo podia creer. Despues de 5 meses de no haber podido usar un solo par, pues en el internado dormiamos 4 por camarilla y era imposible hacer ciertas cosas, por fin caia en mis manos la preciada prenda.
Las tome con nerviosismo y las oculte en uno de los bolsillos de mi pantalon y me retire de ahi. Era mediodia. No podria hacer gran cosa, sino hasta la noche. Asi que fui hacia mi locker y ahi las escondi muy bien, entre ropa y otras cosas y cerre con el candado.
Cuando por fin llego la noche fui por mi tesoro y me escabulli hacia la parte de atras del teatro, donde habia un cuarto que se podia cerrar por dentro y era un lugar apartado. Nadie me podria sorprender. Estaba muy excitado. Por fin me anime y saque las medias. Eran delgadas, de nylon con lycra, muy delgadas. Una de ellas tenia una "carrera" delgada perpendicular a la punta. La liga era gruesa. Estaban un poco sucias, pero no me importaba en lo absoluto. Me quite toda la ropa y quede desnudo, luego tome la primera, la enrolle hasta la punta y comence a deslizarla. Recien coloque la punta, un escalofrio recorrio mi cuerpo. Mi pene comenzo a crecer de inmediato. Sentir mis dedos que comenzaban a aprisionarse era una gran sensacion. Segui desplazando la prenda. El fino tejido iba cubriendo mi pie dejandolo en esa sombre negra, semitransparente. Mi pie se veia hermosisimo en tan preciosa celda. Cuando cubri el talon, apoye mi pie en el piso. El contacto de mi pie con el suelo me provocaba una placentera sensacion. Rosar el piso, sentir las fibras y escuchar la melodia del rose era fantastico. Me excite aun mas.
Segui enrollando la media hasta cubrir mi pantorrilla. Ir estirando ligeramente para ir subiendo la prenda y observar el "maquillaje" del fino tejido cubrirme hasta la rodilla era fantastico. Pero no tenia comparacion con llegar casi hasta 3/4 partes de la pierna y desdoblar la liga, para dejar la media firme y sin doblez. ¡Wow! Que bien se sentia.
Y ahora la otra pierna. Mi pene estaba a su maximo. No podia tocarlo siquiera un poco, o en ese instante me vaciaria. Comence a desplazar otra vez desde la punta, lentamente, tratando de sentir cada milimetro de fibra. La elasticidad de la prenda apretaba ligeramente, dando un masaje exquisito conforme cubria mi pierna.
Por fin desenrolle la liga y cubri. Con ambas manos jale ligeramente, mientras aprisionaba mi pene con la parte interna de mis antebrazos. La sensacion era riquisima. Sentir las fibras desde la punta de los pies hasta mas arriba de la mitad de la pierna era una sensacion suprema.
Despues caminar un poco. Queria rosar mis piernas mientras caminaba y ofrecerme la sinfonia del roce. Era una melodia que me llevaba al extasis. Asi: lentamente, sintiendo cada punto del tejido, el roce, la suavidad del toque. Te levantas de "puntitas" y sientes la tersura del "maquillaje de nylon". Despues me detuve. Puse un pie sobre el otro y talle, despacio. Sentir las fibras y escuchar la melodia fue sensacional. Luego, desplazar un pie sobre el otro, tocando con la punta de los dedos, suave, terso. Fui tocando cada palmo, desde el talon hasta recorrer toda la pantorrilla...
Basto con presionar mi pene y frotarlo 2 veces para dejarme venir. El extasis era sublime, un temblor de satisfaccion recorria todo mi cuerpo, mientras sentia como salia, en cada contraccion de mi miembro, el elixir caliente y ligeramente viscoso. El chorro fue a parar a mis pies. Cada gota caliente era como un beso propinado que se extendia primero y luego se filtraba hasta tocar mi piel. El placer era sin limites.
Luego de frotarme varias veces mas, saque cada gota de ricura que tenia. En cada espasmo, un baño de satisfaccion recorria cada celula de mi cuerpo, hasta que solo quede con una paz inmensa, una tranquilidad que me llenaba de un gozo inconmensurable.
De pronto llego la otra etapa de mi rito. Una oleada de remordimientos y de culpa. ¿Por que hacerlo? ¿Por que? La verdad de las cosas es que era como actuar como instinto, caer en la animalidad del deseo y llegar a la conciencia hasta que todo estaba culminado. Siembre seria asi...
Arrebate con coraje las prendas de mis piernas, me vesti con desgano y procedi a deshacerme de mi fetiche, tratando de asegurarme que no volveria a recogerlas despues. La sombra de la noche oculto mi actividad.