Paradoja

Texto pseudo-poético que garabateé en una servilleta cuando recordé el día en que te abandoné.

PARADOJA

(2002)

Se nubló tu mirada, yo lo sé.

Arrancaste para siempre mi nombre de tus labios y solo dejaste que tu corazón callara.

Si algún día me perdonaste, no lo sé.

Arranqué de mi mente tu recuerdo y solo hasta hoy te volví a pensar.

¿O es que acaso pasaremos de largo por la vida sin que las palabras dichas se tornen de caricia en maldición?

No me juzgues ahora, y espero no lo hayas hecho nunca, pues la vida que mi ausencia te dio te dejó sonreír y en la misma muerte te llegó la vida.

Y hoy que las miradas al verme dan la vuelta y se me niegan, recordaré en cada una de ellas que algún día tú me amaste y algún día yo te amé.

Y reflejaré tus últimas palabras ante el sol que en el ocaso siembra los campos con su última caricia, tal como tú me las dijiste cuando tras tu beso yo segara para siempre tu ilusión.

Y sonreí aquella vez, no lo niego. Y tragué gustoso cuanta ofensa por tu causa recibí. Me valió madres.

Yo solo sé que aquella tarde, la muerte que creíste ver llegar, en realidad te dio la espalda.

Yo solo sé que desde ese día maldito, tú viviste y yo morí.