Para Mama En Su Cumpleaños

Para Mama En Su Cumpleaños

***Temas fuertes lean los codigos antes de proseguir**

F/f, inc, madre/hija, cons, d/s

(descripcion de codigos al final de la historia)

Solo su madre seria capaz de remover los grilletes y liberar sus manos pero viendo como la masturbacion de su madre aumentaba en ritmo supo que eso no pasaria. La linea se habia cruzado ella y su madre lo sabian.

***Temas fuertes lean los codigos antes de proseguir**

El sol anunciaba su presencia atraves de las cortinas mientras Raquel preparaba el te. Tomando dos tasas y aun en su camison salio a el patio trasero par reunirse con su Madre. Después de tres días de lluvia todo el jardín había reverdecido y las flores estiraban sus pétalos para atrapar aquel calor solar. Los pájaros cantaban su alegría y los insectos volaban por todos lados.Tomando la belleza que la rodea Raquel no pudo evitar sonreír cuando aquel pensamiento le vino a la mente. Si, hoy seria un día perfecto.

Mientras madre e hija disfrutaban su te revivieron los momentos mas memorables de los últimos diez años. Sus comienzos, sus promesas mutuas, todas aquellas humillaciones que Raquel vivió en el metro mientras su madre observaba de una distancia prudente, al igual que todo el placer que madre e hija se obsequiaban cada noche. Pero lo que mas recodaban era el amor sincero y infinito que se tenían entre si.

Después de una hora de charla y recuerdos Raquel se retiro para preparar las cosas que llevarían a el paseo que junto con su madre habían planeado mientras que Teresa se quedo unos minutos mas en el jardín disfrutando de aquella armonía que se palpaba esta mañana. El cumplir hoy su quinta década y pensando en el regalo que su hija le obsequiaría mas tarde tenia a Teresa un poco nostálgica.

Raquel por su parte siguió su tarea sin perder tiempo. Alisto una canasta de comida con un pastel pequeño, fue a ensillar a los caballos, y al regresar reviso una ultima vez el contenido de la mochila que tenia lista junto a la puerta; Un cinturón grueso de cuero, unas tijeras, una manta de algodón, dos grilletes de manos, una argolla que serraba sola, un paquete de velas de pastel, un libro de cerillos, y una cuerda de vynil la cual aunque era suave y flexible tenia una resistencia asombrosa. Repaso su plan una vez mas para asegurarse de que tuviera todo lo necesario. Todo tenia que ser perfecto ya que su madre solo cumpliría cincuenta años una sola vez.

Segura de que tenia ya todo listo subió a su habitación para alistarse. Entrando a el baño tomo la manguera de enemas pero decidio regresarla a su lugar. Gracias a su dieta liquida las ultimas 48 horas estaba segura de tener sus interiores limpios. Mientras depilaba sus piernas penso en depilar también su vulva ya que nunca lo había hecho pero decidió no hacerlo ya que no quería crear una distracción. Hoy quería que su madre enfocara toda su atención en otra parte de su cuerpo.

Cuando salio de la ducha encontró las panties blancas de seda, el vestido azul largo de algodón, y las botas cafés que usaría hoy en la cama. Tomando las bragas las deslizo despacio entre sus piernas descubriendo por primera vez la suavidad de la seda. Todo su atuario era nuevo. Un regalo de su madre hace dos meses cuando por primera vez le confeso que es lo que quería obsequiarle. Al principio Teresa estuvo dudosa y Raquel llego a pensar que su madre rechazaría su plan. Pero cuando dos días después la sorprendió con el vestido, las bragas, y las botas y le dijo que eso era lo que quería que llevara puesto el día de su cumpleaños Raquel supo que los lazos entre ella y su madre jamás habían estado mas fuertes y no habría mas dudas con su decisión.

Cuando Raquel estaba dándole los toques finales a su maquillaje entro su madre vestida con el mismo vestido largo que Raquel llevaba.

“Mama estas preciosa.”

“Al igual que tu hija.”

“Que buena sorpresa me has dado con el mismo atuendo.”

“Bueno no son idénticos del todo.”

Alzando su vestido Teresa mostró a su hija sus bragas negras en contraste con las blancas que Raquel llevaba.

“Las tuyas son blancas como símbolo de tu sumisión.”

“Gracias mama como siempre piensas en todo.”

Después de darse un beso apasionado las dos mujeres salieron tomadas de la mano hacia la cocina donde las cosas que llevarían las estaban esperando.

“Has empacado todo; Las ataduras, la soga, los emparedados, una manta para sentarnos?”

“Si mama. Llevo dos meses planeando esto y revise todos los detalles con cuidado.”

“Entonces partamos ya son las nueve y me esta empezando a dar hambre.”

Les tomaría dos horas en sus caballos llegar a su lugar favorito. Era una isla de pasto al filo de la montaña con arbustos altos por detrás que ofrecían total privacidad y un  árbol frondoso que brindaba una refrescante sombra todo el día. Muchos habían sido los días y las noches en los que ese árbol había sido testigo de los sufrimientos a los que Raquel se entregaba gustosamente para el gozo de su madre. Ahora ese seria el lugar de una celebración de cumpleaños.

Madre e hija llevaron una charla ligera durante la mitad de el camino hasta que Raquel sintió la necesidad pasajera de orinar y esto le recordó lo que tenia que decirle a su madre.

“Mama hoy quiero que me des a tomar tu chis.”

“Has olvidado las gaseosas.”

Dijo su madre bromeando.

“No solo quiero que hoy mi chis sea muy amarillo.”

Su madre entendiendo la meta que su hija tenia en mente decidió ayudarla a cumplirla.

“Bueno ahora que lo mencionas ese te que nos tomamos ya esta listo para ser reciclado.”

Bajándose de su caballo Teresa guió a su hija hacia el medio de el camino el cual estaba cubierto por piedras pequeñas.

“Aquí esta bien pon todo el peso en tus rodillas.”

Raquel que por experiencia sabia la posición que debía tomar subió su vestido hasta su cintura y se arrodillo frente a su madre. Después soltando su vestido estiro las manos hacia atrás y tomando sus tobillos los levanto lo mas que pudo haciendo que sus rodillas fueran su único enlace con el piso. El dolor de tener sus rodillas sobre las piedras era incrementado cada vez que se movía hacia delante y hacia atrás para mantener su equilibrio. Teresa levanto su vestido y bajo sus bragas. Luego abrió un poco sus piernas y tomando a Raquel por la cabeza con una mano coloco la boca abierta de su hija en el lugar correcto. Entonces soltó su vestido y usando las dos manos mantuvo a su hija en posición hasta que toda su orina había salido. Raquel trato de beber todo lo que le ofrecía su madre pero con un solo torrente sin fin era inevitable que un poco escapara y mojara su vestido. Cuando todo termino su madre le ayudo a ponerse de pie y regresaron a los caballos para seguir su camino.

Eran ya casi las once cuando Teresa y su hija llegaron a su lugar sagrado. Ataron los caballos y extendieron la manta para acostarse a descansar un poco pero entre besos y caricias terminaron en un cunniligis de hija a madre. Después de que Teresa se repuso de su orgasmo vaciaron el contenido de la canasta de comida y se dispusieron a disfrutar de ella. Comieron los emparedados, bebieron las gaseosas, y mutuamente se alimentaron las fresas hasta que solo quedaba el pequeño pastel que Raquel horneo el día anterior. Usando cinco velas en el pastel Raquel le canto el feliz cumpleaños a su madre y después de que Teresa pidiera su deseo apago las velas. Después de disfrutar de el pastel aquel par de enamorados regresaron a sus besos y caricias que acompañaron con susurros dulces en sus oídos.

Las dos mujeres disfrutaron mutuamente por un par de horas hasta que un mensaje urgente de la vejiga de Raquel rompió la magia de el momento.

“Huuuy ya no aguanto las ganas del chis.”

“Dejame echarte una mano.”

Bromeo su madre mientras metía una mano bajo el vestido y las bragas de su hija. Con la estimulacion agresiva de su madre Raquel pronto sintió su vejiga relajarse para dar paso a las nuevas sensaciones de pasión.

“Si esta funcionando mama.”

Teresa siguió jugando con la vulva sedosa de su hija por veinte minutos hasta que Raquel hablo nuevamente.

“Mama para por favor ya estoy a punto de correrme.”

“Entonces deja que mami te de unos besitos en tu colita para terminarte.”

“Gracias mama pero prefiero no correrme. Quiero que mi cachondees me guié cuando llegue el momento.”

Tomando las manos de su hija y mirándola a la cara Teresa dijo.

“Entonces creo que a llegado el momento. Estas lista hija?”

“Si mama no tengo ninguna duda al respecto.”

Madre e hija se pusieron de pie pero tomando a Raquel por el hombro Teresa llevo a su hija a sus rodillas.

“Antes tengo algo para ti.”

“Gracias mama.”

Asumiendo la misma posición que utilizaron la ultima vez Teresa apretó con fuersa sus músculos abdominales hasta que metió la ultima gota en el estomago de su hija. Raquel cuando noto que el flujo había terminado aprovecho su posición para darle a su madre una buena chupada.

“Sigue así hija. Has esta la mejor comida de coño que has echo.”

Alentada por su madre Raquel se entrego de lleno a su tarea hasta que sintió como su madre se corría en su boca.

“Hay alguna otra cosa que necesites mama o empiezo con tu regalo?”

“Solo una cariño. Quitate las bragas que las quiero como recuerdo de el día.”

“Están empapadas mama. En verdad que me tenias al borde.”

Cuando Raquel entrego sus bragas a su madre tomo el cinturón de cuero, le introdujo la argolla de sujetacion y se lo puso en la cintura asegurándose de que la argolla quedara en la mitad de su espalda y el mecanismo de candado quedara hacia afuera. Ajusto el cinturón mas de lo necesario para asegurarse de que no le permitiera ningún movimiento y tomo las tijeras. Cortando desde la punta de el vestido subió por una pierna, redondeo su monte de venus, y bajo por la otra pierna removiendo toda la parte frontal de el vestido y dejando su vulva peluda a el descubierto. Un corte mas entre sus pechos que llego hasta el cinturón en su cintura expuso sus redondos y firmes pechos a el aire fresco. Dejando las tijeras tomo los grilletes de manos y se los puso dejando la argolla de sujetacion hacia arriba. Finalmente tomo la soga que su madre ya había preparado y se dirigió hacia ella.

“Feliz cumpleaños mama. Te quiero mucho.”

“Gracias hija. Has convertido este en el mejor cumpleaños de mi vida y sabes que te amo y siempre te amare.”

Raquel le dio un beso a su madre antes de dar la vuelta y dirigirse hacia Felipe, su caballo.

Tomando a Felipe por las riendas lo llevo hacia el árbol y lo detuvo debajo de una rama gruesa que tenia tres metros de alto. Se removió sus botas nuevas y monto a su fiel Felipe el cual tomo su peso sin reproche. Con su vulva en contacto directo con la silla de montar arreglo su vestido para mejor mostrar sus senos y la parte trasera la estiro sobre Felipe como si fuera una capa de superheroe. Tomo la soga y paso la punta sobre la rama un par de veces para atar un buen nudo. Volteo a ver a su madre quien estaba mirándola sentada sobre la manta con las piernas abiertas trasando sus dedos suavemente en su vulva y paso la otra punta la cual su madre había preparado por su cabeza y jalando todo su cabello fuera de el camino de la soga ajusto el nudo firmemente atrás de su cuello. Con los ojos clavados en los de su madre Raquel se dispuso a cruzar la línea de no retorno. Llevo sus manos hacia su espalda y engancho las argollas de sus grilletes en la argolla de su cinturón la cual solo permitía la entrada de argollas negándoles la salida sin la llave correcta la cual Raquel había dejado sobre la mesa de la cocina al propósito. Todavía podría liberar sus manos sin la llave removiendo sus grilletes pero con la parte superior de sus manos ahora sujetadas contra su espalda sabia que eso le seria imposible. Solo su madre seria capaz de remover los grilletes y liberar sus manos pero viendo como la masturbación de su madre aumentaba en ritmo supo que eso no pasaría. La línea se había cruzado ella y su madre lo sabían.

Teresa observaba detalladamente a su hija mientras se masturbaba. En ella veía una montaña de sentimientos encontrados orgullo, miedo, felicidad, duda, resignación. Pero bajo la superficie también podía ver toda aquella cachondees que había estado creciendo todo le día. Ese deseo ardiente que la mantenía inmóvil esperanzada a que todo empezara pronto. Raquel sabia que todo se detendría si pronunciaba su palabra de seguridad y que la soga aun le permitiría hablar. Pero aquella cachondees tenia todas sus palabras secuestradas impidiéndole crear ni un solo sonido con mucha mas eficiencia que cualquier soga. Esto iba a pasar. Esto debía pasar. Aquella cachondees no aceptaría ningún otro resultado y su madre lo sabia. Todo estaba en patas de Felipe ahora.

Cada segundo era una tortura para Raquel. La espera era horrible quería usar sus pies para mover a Felipe pero no lo hizo. No quería robarle a su madre el gozo de verla agonizando por la espera. Teresa usaba una mano para follarse con tres dedos y estimular su clítoris con su pulgar mientras la otra abría su coño por completo para mostrarle a su hija como disfrutaba viéndola ahí, indefensa, víctima de su propio deseo, esperando su destino.

Fueron veinte minutos mas los que Raquel tuvo que esperar. Todo el tiempo mirando como su madre se masturbaba despacio y sin prisa. De manera inconsciente Felipe tomo dos pasos hacia delante. Raquel al sentir como se alzaba su cuerpo dejo de respirar. No quería dejar ir ese suspiro de oxigeno. Teresa apresuro su mano masturbadora con furia anticipando un tercer paso pero este no vino. Al ver que Felipe se detuvo Raquel volvió a respirar. Todavía podía alcanzar los estribos de la silla pero ahora estaba parada con su cuerpo hacia atrás y sus piernas un poco flexionadas. Sabia que no duraría mucho tiempo así. Sus músculos se cansarían y fallarían. Esto no es lo que había planeado. No encima de el caballo. Teresa también noto el problema y ofreció una solución.

“Felipe ven aquí.”

El caballo obediente empezó su marcha hacia su dueña dejando a Raquel atrás colgando de su bello cuello. Raquel entro en frenesí moviendo sus piernas violentamente en busca de cualquier lugar donde posar sus pies pero no había ninguno. Teresa ya cerca de su orgasmo exploto cuando levanto las riendas de Felipe sobre su cabeza para mostrarle a su hija su firme apretón de las riendas destruyendo así cualquier ilusión que su hija tenia de que Felipe regresara a salvarla. Con su ultima esperanza destruida y viendo como esto le causaba a su madre un orgasmo Raquel dejo de resistirse y se entrego a su destino. Abandonando el pánico Raquel pudo concentrarse en la presion de la soga, en Felipe ajeno a su alrededor, en su madre que seguía en busca de mas placer mientras su hija le obsequiaba su vida. Todo ahora tenia sentido. Todo era como debería ser.

“Así bebe acepta tu destino. Ofreceme tu sufrimiento para que tenga otro orgasmo.”

Al oír esto Raquel se propuso darle todo a su madre en los últimos segundos que le quedaban y empezó a mover su cuerpo y su cuello para crear mas tensión el la cuerda, para darse mas dolor, para hacerse mas daño.

“Si hija aslo doler mas para mami. Mami esta muy orgullosa de ti. Ya estoy cerca. Lastimate mas cariño.”

Pero a Raquel se le acababa el tiempo. Sus fuerzas la abandonaban su visión se empezaba a nublar. Fue entonces que escucho los gemidos de su madre mientras empezaba el orgasmo mas grande de su vida. Entonces paso, todo el cuerpo de Raquel se estremeció. Sus piernas se levantaron y aquel orgasmo negado durante todo el día estallo al mismo tiempo que un torrencial amarillo de su orina combinada con la orina de su madre salía disparada entre sus piernas con una presion inaudita. Esa visión trajo a Teresa a sus rodillas. Sus pies no eran suficiente mente fuertes para sostener ese orgasmo. La visión de Raquel que se extremecia de placer al mismo tiempo que moría. Su deseo de cumpleaños cumplido solo le quedaba disfrutar de el éxtasis hasta que su orgasmo se detuviera.

Version illustrada

(se recomienda leer la historia antes de ver las fotos para no descubrir las cosas muy pronto)

http://www.datafilehost.com/d/69cb3a7c

PS – Una disculpa a todos las personas que leyeron esta historia por la terrible gramatica y errores ortograficos. Español no es mi lengua natal y escribo para practicar y mejorarme.

Codigos

F/f – sexo entre una mujer mayor y una mujer joven

Inc – incesto sexo entre familiares

Madre/hija – sexo entre madre y hija

Cons – consensual nada es forzado

d/s – dominacion y sumision