Para I.

Necesito contar como conocí a un chico estupendo y como todas las ilusiones se pueden ir al traste en un momento.

Para I. (si alguna vez lees esto perdona si he transcrito algo personal tuyo, pero necesitaba contarlo)

Iba a probar otra vez, pero es que al final se convierten en algo tan aburrido estas páginas de contactos... Imágenes de tíos que no te dicen nada, unos más feos, otros más guapos, otros interesantes, otros adonis.. pero realmente no me llegan. Puedes tener conversaciones más o menos interesantes pero a la hora de la verdad no te atrae nada esa persona. . Asique sin mucha motivación procedí a abrir otro perfil sin foto ni información relevante. Otra cosa de la que me he dado cuenta es que los perfiles rara vez se leen, por lo que no veía necesario esmerarse como cuando comenzaba en este mundo de las apps amorosas.

Mientras trabajaba o hacia que trabaja, cotilleaba por la pagina aburrida y vi una foto que me llamó la atención por su naturalidad y simpatía. Un chico de aspecto normal pero que me transmitía muy buen rollo. Después de recibir sin exagerar más de 50 mensajes al día y sin responder a prácticamente ninguno debido a que no hay tiempo material para poderlo hacer y que no te interesa prácticamente ninguno, le escribí yo. Después de saludarnos y de entablar las mismas preguntas de siempre ¿de qué parte de Madrid eres? ¿en que trabajas? ¿Qué tal por la app? comenzamos a hablar un poco más íntimamente. Para empezar me envió un relato que había escrito él y que no puedo transcribir debido a que es suyo y no tengo autorización pero que en cuanto lo leí me hizo sentir cosas que hacía mucho tiempo que no sentía. Hacia año y medio que había dejado mi última relación basada en bdsm y aunque nos veíamos de vez en cuando las circunstancias personales habían hecho que la relación estuviera parada. Lo pasé muy mal por esto mismo y mi bloqueo con los hombres era total hasta ese relato. Volvió a aflorar en mí sensualidad y sexualidad a niveles increíbles. El relato describía como él subía con su pareja a un teleférico y allí se encontraban con un hombre. Durante el trayecto los 3 tenían relaciones sexuales. Una de mis fantasías siempre ha sido esa, estar con dos hombres a la vez y mi mente explotó de sexualidad con él. De hecho tuve que irme al coche a la hora de comer a poder tener un orgasmo de lo caliente que me puso.

Me encantaba lo que me decía, sinceramente. Era una persona muy sexual, se movía en un ambiente liberal, y eso a mí me llamaba la atención conocerlo. Total, que le dije de tomar un café, a ver si sentía lo mismo en persona. Tenía mucha curiosidad por conocer por fin a una persona que había captado mi atención y mis sentidos.

Le propuse hacerlo al día siguiente, tomarnos un café en mi hora del desayuno y aceptó. Cuando le vi me pareció un chico monísimo. Alto, canoso, con gafitas y con un estilo informal del que yo siempre he estado enamorada. El típico buen chico que te da mucha confianza. Nos saludamos y fuimos a desayunar Nos dirigimos a la cafetería charlando y nos sentamos en una mesa uno en frente del otro. La conversación fue fluida y me contó cómo comenzó en el mundo liberal y que era lo que te puedes encontrar allí. Él hacía más hincapié en el tema del respeto en cuanto a elegir persona con la que pasar el rato y todas las opciones que puedes realizar allí pero a mí me cautivó la forma que tenía de expresar como cuidaba de su pareja cuando iba, en plan protector, como un amo. Como analizaba las situaciones para que estuvieran bien y luego como iba controlando que ella no estuviera a disgusto, parando cualquier cosa si veía algún atisbo de duda o desagrado en ella. Eso me enamoró. Es lo que soñamos toda mente sumisa, un amo protector que cuide de nosotras. Él no se daba cuenta pero estaba haciendo que yo me abriera como una flor ante sus palabras, emocional y físicamente.

Mientras hablábamos, me encantaba mirar su boca. Tenía una boca preciosa, unos labios preciosos y unos dientes muy característicos que le hacían parecer todavía más sexy. Hubo un momento en que creí notar que miraba mis labios también y me faltó nada para tirarme encima pero eso no se hace en una primera cita ¿no?. Después de una hora de charla yo tenía que irme a trabajar asique salimos de la cafetería para despedirnos. Al darnos dos besos de despedida noté que me rozó la comisura de los labios y eso me encantó. Pero tengo mucho miedo dentro y me hizo ponerme en guardia. Muchas veces hay que romper algunas barreras para llegar a donde quieres llegar y él debía todavía que romper alguna para llegar a mí. Me preguntó si sólo iba a darle eso y me miró intensamente con esa cara de niño bueno. Reconozco que me derretí. Acto seguido, me cogió la cara con las manos y procedió a darme un beso mientras su miraba me cautivaba. Para mí este acto es una de las cosas más sensuales que puede hacer un hombre. Un acto de dominancia, protección y sexualidad que me vuelven loca. Pero volvió a surgir mi coraza de miedo de forma instintiva y me zafé sin pensarlo. Le hice una cobra como una catedral. Sé que cada uno somos como somos y hay que aceptarlo pero me dolió a mi más que a él no haberle besado en ese momento.

Al final nos despedimos con risas por lo sucedido y me envió el siguiente mensaje por wasap que creo que me reiré toda mi vida: “El Zoo de Madrid le da la bienvenida a la cobra”. Creo que va a ser una de las cosas que voy a recordar por siempre, me hizo tanta gracia que mientras lo escribo ahora mismo me estoy riendo.

Después de eso, seguimos en contacto. Me iba mandando fotos por wasap de sitios donde estaba o cosas que quería mostrarme. También las conversaciones fueron subiendo un poco de tono. Una de las noches me dijo que estaba en la puerta de uno de los clubs liberales a los que quería ir pero que como iba solo le daba palo entrar y no lo hizo. En mi interior me alegré no sé si eran celos o qué pero sentía que quería estar yo con él, que no fuera nadie más. Quería empezar a conocerle y que él me conociera a mí, que no se despistara con terceras personas. Hasta que un par de días después me dijo que volvía a querer ir y pensé que sería buena idea, ya que no podía imponerle nada y podría ser algo que podría sentir como conexión, el que fuera y yo por móvil estaba con él para que no se sintiera solo. Así lo hizo. Me mando fotos del sitio como si estuviera con él y eso me gustó aunque al final de la noche me dijo que había visto una pareja y que lo mismo podía haber algo. Ahí dejo la conexión y luego me contó que lo hubo. Me dolió, no voy a mentir. Tengo que confesar que sentí celos por no estar con él, por no poder hacer eso yo con él. Pero me callé, solo le dije que me alegraba por él. ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Decirle que me estaba gustando mucho? ¿Que no sabía por qué pero sabía que podía llegar a algo con el cuándo nadie me llama la atención y quería intentarlo? ¿Muy rápido todo? Seguro que sí, fallo mío. Pero es que en año y medio nadie, absolutamente nadie me gustó ni un poco. Solo tenía en mente a mi anterior relación.

Ese mismo día me comentó que aun habiendo tenido relaciones la noche anterior seguía muy caliente. Asique le dije que si quería podía ayudarle a relajarse, que fuera al baño y me dejara a mi escribir, como hacia él con sus relatos. Aceptó y fue al baño. Le pedí un par de fotos para ponerme en situación. Me mando primero una de la cremallera del pantalón abierta y su polla hinchada bajo el bóxer. De ahí podía sacar imaginación pero le pedí otra y me mandó una perspectiva desde debajo de sus piernas, ya totalmente desnudo. Con los huevos de primer plano. Me volví loca. Estaba en el trabajo y no me importó. Empecé a teclear mientras me imaginaba de rodillas lamiendo la parte de debajo de sus huevos, prometía que me iba a encantar si alguna vez lo hacía y no se equivocaba. Era muy morboso transcribir lo que quería en ese momento alrededor de tantas personas, eso me excitaba más todavía. A continuación pongo la transcripción del wasap tras enviarme la foto del pantalón abierto:

  • Igual no es tan elástico el pantalón

  • Donde estas?

  • En el baño q decías tú. Tú tienes humedad en el clítoris y yo un bulto

  • ¿Pero de hablar conmigo?

  • ¿Tu q crees?

  • No lo sé... eres tú el que dices que siempre estas así. ¿Quieres que te escriba? y te desahogas?. Veras otra faceta mía.

  • Mi mente igual sí pero mi polla no. Mmmm dale

  • Mándame una foto

Me manda la segunda foto con sus huevos en primer plano.

  • Me imagino en el servicio contigo

  • Te los vas a tragar los dos

  • Déjame escribir a mí, vale?. tu solo lee

  • Ok

  • Estoy ahí contigo en el servicio. Tienes el pantalón abierto y te beso mientras toco tu polla por encima del bóxer. Despacio. La agarro desde los huevos y voy acariciándola con lentos masajes que dejan tu bóxer húmedo de gotitas de semen. Me pones la mano en el hombro y me diriges hacia el suelo donde de rodillas, hago saltar tu gran polla del bóxer. Me encanta ver cómo sale para mi

  • Me encanta

  • La doy pequeños lenguatones, juego con mi lengua en el glande con círculos desde los huevos voy subiéndola hacia la punta y cuando menos lo esperas me la trago entera. Pero vuelvo a saborearla desde abajo, desde los huevos hasta punta de nuevo y luego voy metiendo los huevos en mi boca uno a uno. Ahora, mientras los cojo con mis manos me la trago de golpe y voy subiendo y bajando mientras disfrutas de ello

  • ¿Terminaste? – le pregunto porque me envía un emoticono de diablo.

  • No, pero daba señales de vida

  • ¿Sigo?

  • Vas muy, muy bien

  • Mientras tengo tus huevos cogidos con las manos me la meto de golpe y mantienes tu mano en mi cabeza para que no pueda sacarla de la boca. Mientras voy aguantando la respiración y me van saltando las lágrimas hasta que me dejas respirar y vuelves a mantener tu mano en mi cabeza, presionando para que no pueda sacarla mientras las lágrimas siguen saliendo. Me dejas respirar de nuevo y me sueltas y vuelvo a lamer lentamente el glande, vuelvo a comérmela entera, a subir y bajar… mientras araño tus huevos cada vez más rápido. Coges mi cabeza y me empiezas a follar con ella la boca fuerte…

  • Ya. Buff. me encanta

  • Yo también se escribir un poquito

  • Ya, ya veo . Por un instante digo ups lo q hago yo... Lo recibo

  • Hay que dar, pero también recibir

  • Siempre

Tras esto me escribió a la tarde para darme las gracias ya que con esta paja se le había ido el tremendo calentón que tenía siempre perenne. Yo me sentí emocionada con ello porque pensé que eso significaba que en míi podía encontrar alguien que le llenara como pensaba que él podría llegar algún día a llenarme a mí. Me estaba gustando demasiado. Ese morbo de jugar durante el día y estar en continua excitación sexual también hacia mucho que no lo sentía y había encontrado a alguien que le gustaba como a mí. Estaba deseando que me mandara, que me dijera que hacer o escribirle, pero supuse que eso llegaría con el tiempo que íbamos por muy buen camino.

Pasaron un par de días y le conté a mi mejor amiga que había conocido POR FIN un chico que me gustaba mucho y se ofreció a quedarse con mis niños, ya que estoy muy limitada en tiempos por ellos para que yo pudiera pasar una noche con él. Asique el sábado le dije que si quería nos veíamos y le pareció genial. Me arreglé y maquillé, hacía mucho que no lo hacía. El ser madre soltera tiene esas cosas, que te vas quedando en segundo lugar. Mi amiga se quedó con mis niños y fui a cenar con él. Me llevó a su casa. Un casa muy chiquitita pero que decía mucho de él. Sencilla pero práctica. Pedimos a un chino y estuvimos charlando en el sofá ya que sabía que yo sigo teniendo mucho miedo interior. Lo percibía igual que yo percibía que podía confiar en él. Sentía como iba intentando acercarse a mí, tocándome con sus pies, o intentando acercarse demasiado. Sinceramente, hubo un momento en que me asustó todo. Nunca quedo con nadie sin conocerlo antes y la primera vez que se acercó a mi volvió a saltar mi radar y tan pronto lo notó se separó de mí. Seguimos charlando y fui descubriendo muchas cosas de él que podían leerse entre líneas. Lo buen padre que era, lo solo que se sentía, la inseguridad que tenía debajo aunque ni él seguramente se dé cuenta, lo enamorado que seguía de su exnovia… sí.. eso me mató. Pero aun así seguí escuchándole, me hacía sentir muy bien hablar con él, quería volver a sentirme viva sexualmente y él me lo hacía sentir.

En un momento dado se acercó a mí y me besó, lentamente. Una se derrite cuando alguien sabe exactamente lo que quieres. Cuando sabe que necesitas cariño con caricias lentas y besos sensuales. Tras darme ese beso se apartó y me pidió permiso para continuar. Me quedé mirando y sólo pensé: cómo voy a resistirme a este chico de mirada limpia y tan sensual. Quiero sentir que es follar a su modo. Con ese aura que tiene tan carismática.

Asique me lancé como hubiera hecho en la cafetería días antes y empecé a besarle mientras me sentaba encima. Sus besos eran calientes y lentos. Hacía que me sintiera con ganas de mucho más. Mientras me besaba me arañaba la espalda y cambiaba a acariciármela. Me estaba poniendo a mil. Le quité el jersey que llevaba y pude acariciar un torso duro y firme, caliente y suave. Su olor era a limpio y su boca me sabía a gloria. Me quitó mi camiseta y volvió a arañarme toda la espalda y los brazos, me acariciaba y me arañaba, me besaba y me hacía estremecer. Nos terminamos de desnudar y no podía aguantar las ganas de ver esa polla aparecer y tenerla entre mis manos. Cuando se quitó los pantalones y los bóxer vi su considerable miembro ante mí, con líquido preseminal ya rebosando de su punta. No pude aguantar las ganas y lo lamí. Chupé su polla como le había descrito por wasap. Todavía siento su forma entre mis labios. Como me gustó subir y bajar lamiéndola entera.

Después fue él quien me tumbó boca arriba y comenzó a comerme el coño con habilidad y dedicación. Me chupaba el clítoris mientras me metía los dedos, lo que hizo que tuviera un orgasmo lento y rápido.

Se levantó y me susurró al oído:

  • ¿Has terminado? – yo asentí con la cabeza – pues la próxima vez me lo cantas.

Eso hizo que perdiera el miedo, que fuera abriéndome más todavía. Fue como decirme, desinhíbete, me gusta que lo hagas así.

Yo pensaba que todo iba a quedar en algo sensual, tierno y bonito, pero estaba equivocada. De nuevo me empezó a besar pero comenzó a propinarme azotes en el culo. Azotes que solo hacían que me sintiera más presente. Sus besos empezaron a ser más atrevidos y mientras me tiraba del pelo me los daba haciendo que sinceramente, quisiera estar a sus pies más que nunca. Comenzó a follarme mientras me ponía la mano en el pecho o la garganta y me sujetaba con fuerza inmovilizando mi cuerpo, hacia presión en zonas desconocidas para mí que me llevaron a una multitud de orgasmos increíbles. Hubo un momento en que me dijo:

  • Que suerte tengo de tener una sumisa multiorgásmica para mí solo.

Eso me volvió loca. Pensé que podría salir una relación larga de esa noche. El sentirte en propiedad de alguien sexualmente, es algo que excita muchísimo. Cada vez me daba más cuenta que aunque se moviera por ambientes liberales su tendencia dominante era indiscutible. Si él quisiera arrasaría en el mundo de la dominación, que realmente es el que a mí me gustaba.

Follamos varias horas hasta que ya era tan tarde que me propuso ir a dormir. Yo en ese momento solo pensé en una cosa, en que ese chico me estaba gustando demasiado y que estaba coladito por su ex, que además era algo que no estaba terminado. Algún día iba a reaparecer en su vida. Asique fui clara. Le dije que a mí me gustaría algo más que solo una noche y él me dijo que no. Que no me veía como una relación estable. En ese momento me quedé desolada porque sinceramente, era alguien que quería conocer, profundizar y con el tiempo posiblemente meter en mi vida. Asique en lugar de irme a dormir abrazados o seguir teniendo sexo decidí irme.

Sigo pensando tras muchos días sin saber nada de él.

Decidí marcharme en ese momento y aunque le mande algún mensaje posterior para ver si podíamos intentar algo me dejó bien claro que no para no hacerme daño.

Necesitaba escribir lo que me pasó, sacarlo de dentro porque siento que muchas veces dejamos pasar oportunidades en la vida que no vemos, que nos anclamos a algo que ya no está o nos hace daño. A lo mejor dentro de unos años, quien sabe, I. puede leer esto y darse cuenta de que hay personas que pueden valorarle en la vida como se merece, que puede agarrarse a ellas y no que sean otros los que se agarren a él, que no puede anclarse al pasado ni a un deseo, que puede conseguir mucho en la vida y no aceptar lo que le viene pero para ello tiene que abrir los ojos, luchar por ello.

Con cariño,

Xana