Paqui mi vecina 5 y ahora todas las demás

Seguimos disfrutando ahora con Maina

  • Hola guapa estas sola- le dijo ella. – Los señores están fuera toda la semana- le pregunto. – Oye, pues, ¿quieres subir a casa?, eso que hablamos está a punto de pasar – le confeso ella. Por un momento me miro y oí como la otra chica al lado del teléfono hablaba. – Si ya me corrido tres veces, pero aun apenas me la ha metido – le dijo. – Si, quiero, que lo veas como hablamos siempre – le dijo ella. – Te dejo abierta la puerta de servicio – le dijo justo antes de colgar.

En ese momento ella se levantó rauda y desapareció dentro de la casa mientras yo la esperaba fuera. No tardo más de medio minuto en volver y sentarse a mi lado para colocarse de la misma manera en la que estaba dejando la punta de mi polla dentro de su vagina. -Mira como tengo los pezones – me dijo Vero de nuevo. Yo en ese momento los mire y me percate de lo duros que estaban no pude más que inclinarme y lamerlos ambos. En ese momento vi una figura a mi lado.

  • Hola Maina – susurro Vero mientras levantando la mirada veía a nuestro lado de pie una escultura de mujer. Gire la cabeza y mi mirada se recreó con aquel monumento que había visto algunas veces. – Aquella mujer debía medir por lo menos un metro noventa. Con un cuerpo escultural y tenso en el que no se podía encontrar un gramo de grasa. Se parecía a Naomi Campbell para que os hagáis una idea. La muchacha mostraba una timidez total es un gesto corporal mientras su mirada mostraba una actitud felina total.

  • Cariño siéntate aquí a nuestro lado – le dijo Vero indicándole la hamaca que estaba a su lado. – Acomódate para tener una buena vista – le dijo Vero mientras ella apenas se atrevía casi ni a respirar. – Es que no me vas a presentar – le pregunte a Vero. – Si claro – dijo ella – Pero antes necesito una cosa espera – dijo ella mientras mirando directamente a Maina se clavaba mi polla en su coño y de nuevo se volvía a correr y clavada disfrutaba de su orgasmo.

En ese momento Vero se levantó e hizo que Maina hiciese lo mismo. – Mira guapa te presento a mi señorito – le dijo. Ella se quedó frente a mí y yo recorrí su cuerpo color chocolate mientras ella no apartaba su mirada de mi polla. – Maina – le dijo Vero llamando su atención.

Ella en ese momento tornando su mirada felina en puro fuego miro a Vero. – Saluda a mi señorito – le dijo esta. Maina espectacular como estaba dejo caer su vestido de servicio y desnuda completamente depilada con solo una pequeña tira de pelo encima del pubis que llevaban a una tetas pequeñas me dio dos besos, luego beso mis labios poniendo ambas manos en mi cara mientras sentía como su coño recorría mi glande un par de veces y sin decir ni una sola palabra poniéndose de rodillas empezó a mamar mi polla mientras su mano izquierda subía a la entrepierna de Vero y tanto su dedo corazón como su dedo anular follaban el coño de Vero que al penetrarlo esta no pudo evitar apartar su boca de mi polla y arrodillada mirar a Vero dibujando una sutil sonrisa de blancos dientes perlados que destacaban sobre aquella piel negra.

En ese momento vi el precioso culo de la negra reflejado en la cristalera que separaba el salón de la terraza. A la vez que veía como su boca engullía perfectamente toda mi polla sin problema. Aquella mujer chupaba de una manera muy suave toda mi polla a un ritmo muy pausado y disfrutaba de toda mi extensión mientras no paraba de taladrar el coño de Vero que dé pie a mi lado semi girada apoyaba su cabeza en mi hombro mientras bufaba como un león en celo.

Una vez que Maina tenía casi toda mi polla fuera de la boca no pude resistirme y me clavé dentro de ella que estoica y sin moverse lo más mínimo me recibió dentro de su boca mientras ahora era yo el que empezaba a follarla. Eres espectacular le dije cuando la negra levanto su mirada y sus ojos se clavaron en los míos. Ella solo emitió una pequeña sonrisa mientras a nuestro lado Vero reventaba en un espectacular orgasmo. – Siempre lo haces espectacular – le dijo Vero a Maina mientras sacando mi polla de su boca le comía la boca a Maina.

  • Ahora el señorito me va a follar – le dijo Vero mientras separaba sus labios de los de ella. – Pero me ha dicho que si tú lo deseas también te va a follar a ti – le dijo Vero mientras me miraba a mí. – Pero debes vencer tu timidez y hablarle – le dijo ella antes de besarla nuevamente y mirándome a mi invitarme a tumbarme en la hamaca.

Vero se subió sobre mí y cogiendo mi polla con la mano la guio una vez más a su coño. – No sabes las ganas que tengo de tenerla dentro – me dijo mientras ella misma se la clavaba hasta el fondo. En ese momento su pecho se hincho de aire mientras sus tetas crecían sin parar delante de mí. En ese momento Maina se sentó en la misma hamaca que nosotros mientras tenía una vista perfecta del coño de Vero tragándose mi polla. Cuando Vero se clavaba en mi veía por encima de su hombro la mirada de la negra que no se apartaba de nuestra cadera y veía como su mirada se encendía más a cada momento. En poco más de cinco minutos oí como la negra se derramaba en un silencioso orgasmo detrás de Vero y separando exageradamente sus piernas se dejaba llevar por la corrida que estaba teniendo.

Vero seguía botando sobre mi polla mientras yo me comía sus suaves y turgentes pezones a la vez que ella no paraba de botar y correrse sobre mí. – Joder que gustazo – decía completamente desinhibida sin parar sobre mi hasta que de repente se quedó parada y se inclinó hacia mí. Yo en un primer momento disfrutaba de tener toda mi polla clavada dentro de ella mientras me comía sus tetas hasta que note algo, como una lengua. Vero se estremecía y en ese momento me percate de que Maina le estaba follando el culo con dos dedos y la lengua haciendo que Vero se quedase paralizada del placer que entre ambos le estábamos dando. Todo el cuerpo de Vero se estremecía hasta que de repente unos sonidos guturales empezaron a salir de su boca y en ese momento Vero reventaba en un maravilloso orgasmo a la misma vez tanto vaginal como anal haciendo que cogiese la mano de la negra y la dejase clavada en su culo mientras regaba mi cuerpo con todos sus flujos y ahora si oía a Maina correrse de nuevo.

Nos quedamos clavados Vero y yo hasta que sentí como la mano de Maina se apoderaba de mi polla haciendo que Vero desplazase su cuerpo hacia mi cara. En ese momento sentí como la boca de la negra alojaba mi polla mientras los refregones que con su otra mano le daba a su clítoris hacían vibrar mi polla en su boca.

Una vez que la dejo bien ensalivada note como mi polla era guiada al culo de Vero. En ese momento sentí como la lengua de la negra chupaba mi glande y dese la base guiaba mi polla para que perforase el culo de Vero. Esta seguía sobre mí y la poniéndose encima de ambos mientras sentía como mi cadera quedaba franqueada por sus piernas mientras su cadera se apoyaba en el culo de Vero y agarrando a esta suavemente de los hombros empujaba hacia ella haciendo que mi polla perforase por completo el culo de Vero. Esta poco a poco guiada por la negra alojo por completo mi polla dentro de su culo. Pero no estaba muy proactiva.

Maina cariño – le dijo Vero. – Mi cuerpo no me responde – le confeso ella. – ¿Quieres ocupar mi lugar? – le pregunto esta. Maina por un momento más siguió en silencio y apenas se oyó un pequeño e inaudible – Si – por su parte. – Cariño quiero que lo disfrutes el señorito no se conforma solo con correrse él fíjate lo que ha hecho conmigo – le dijo a ella mientras saliéndose de mi invitaba a Maina a ocupar su lugar.

En ese momento Maina gateo sobre mi cuerpo y desde mis pies pude ver como aquella mujer reptaba hasta poner su boca a la altura de mi polla. Sin usar las manos aquella loba disfraza de corderito se incrusto la mitad de mi polla en su boca y empezó a mamar mientras su mirada incendiada se clavaba en la mía.

  • Creo que tu coño necesita una buena ración de polla – le dije mientras engullendo mi polla su mirada no se apartaba de la mía. Aquella mujer no emitía palabra, pero su mirada a gritos decía lo cachonda que estaba y lo necesitada de polla, de una buena polla como la mía tenía. Me encantaba ver como la boca de aquella hermosa mujer me engullía y me ponía cachondo a mas no poder ver como ella no tenia la menor prisa. – Sigue – le dije. Ella siguió chupando muy lenta y pausadamente. – No te voy a follar quiero que seas tu la que se clave mi polla en el fondo de ti – le dije mientras aquella diosa de ébano no apartaba su mirada de mí.

En ese momento ella se saco mi polla de la boca y reptando hasta dejar su cara en frente de la mía note como una vez mas su mano se apoderaba de mi polla y la guiaba a su interior. En ese momento Vero me ayudo a poner el respaldo más recto y quedando la hamaca en un ángulo de casi noventa grados quede debajo de aquella negra espectacular mientras sus rodillas se apoyaban a ambos lados de mi cadera y mi polla agarrada por la mano de Maina quedaba apresada entre nuestros cuerpos. Aquella diosa de labios carnosos, nariz chata y puntiaguda tenia su cara frente a la mía y por un instante más mientras nos mirábamos y me perdía en sus ojos le dije – Eres una diosa de ébano – justo antes de que ella se lanzase a devorar mis labios. – Eres una diosa deseosa de polla – le susurre entre besos. – Tu polla grande me recuerda a mi tierra – me gimió. – Pues quiero entrar dentro de ti – le dije. – Deseo poder clavarme en lo mas hondo de tu ser – le dije. – Y yo quiero que lo hagas – de nuevo dijo ella en un susurro mientras sus labios rozaban mi oreja. Ella en ese momento se elevo para dejar mi polla a la entrada de su coño y sus pezones duros como dos garbanzos quedaron a la altura de mi boca. Me lance a comérmelos mientras sentía como aquella diosa sobre mi se corría entre espasmos de placer y sus flujos regaban mi polla sin parar. – Ha descubierto tu punto débil – oí que desde la otra hamaca le decía Vero. En ese momento y aun corriéndose aquella diosa descendió y alojo toda la extensión de mi polla dentro de su coño clavándose mi polla hasta los huevos.

Una vez que se clavo y su cadera se quedo unida a la mía vi el contraste de color de nuestras pieles y me puse aún más cachondo mientras sentía como el coño que aquella mujer se estremecía aun por los extractores del orgasmo.

Aquella mujer tenía su cuello estirado y disfrutaba de un largo orgasmo.

Yo mientras ella permanecía clavada en mi disfrute de la extraña dureza de la entrada de su coño mientras a su vez en el interior disfrutaba de una comodidad acolchada diferente a cualquier mujer europea que había pasado por mi cama. Mientras me acostumbraba al tacto interno del coño de Maina de nuevo me lancé a comerme sus pezones mientras mis dedos empezaban a profanar su ano.

Aquella negra se sintió desbordada al alojar mi polla dentro de su coño y mis dedos perforando su ano a la vez que mi boca devoraba sus pechos y de nuevo volvió a estallar en un maravilloso orgasmo mientras su cadera no paraba de dibujar elipses entorno a mi cadera y de nevo sentía las contracciones de su coño en mi polla.

-Tienes unos orgasmos maravillosos – le dije mientras ella se abrazaba por completo a mí. En ese momento aquella diosa se empezó a mover sobre mí. Mi polla entraba y salía por completo de su coño mientras aquella diosa no paraba de encadenar orgasmo uno tras otro, pero no por ello se separó de mí, ni se paró. Me encantaba tener sus pezones a mi alcance y poder comérmelos sin parar. Sus pezones, como digo, eran duros y grandes y entre mis dientes y mi lengua crecieron hasta duplicar su tamaño. Sus pezones eran rugosos y daba un placer enorme comérmelos. De hecho, de aquella negra daba placer cada poco de su cuerpo. Ya que se veía de sobra que no dejaba de cuidarse. – Quiero ser tuya por completo – me dijo en el momento en el que dejaba su boca a la altura de mi cara y solo moviendo la cadera se seguía clavando mi polla dentro de ella a la vez que unía sus labios con los míos y su lengua tímida recibía la mía en su boca.

– Quiero que seas mi negra – le dije ahora en voz alta. – Cada vez que te diga “mi negra” quiero que sepas que para mí significa “mi diosa, puta de ébano”, ¿vale? – le dijo. – Para mí será un honor serlo – me dijo mientras una vez mas clavada hasta el fondo se volvía correr para mí. – Quiero ser tuya y entregarme por completo a ti – me dijo mientras parando de moverse de nuevo cogía mi polla y esta vez la guiaba a su ano. En esta ocasión mi negra me volvía a poner las tetas a la disposición de mi boca e intento penetrar su ano con mi ariete en varias ocasiones de manera infructuosa. En ese momento me descabalgo y llevando su boca a mi polla me la empezó a chupar magistralmente.

  • Que sepas que para ella besar es el acto mas intimo que puede hacer con un hombre – me dijo Vero. – De hecho, al haberte besado para ella significa reconocer que le perteneces por completo – me susurro Vero. – Ahora toda ella depende de ti – me dijo ella. En ese momento aquella mujer chupaba magistralmente mi polla mientras con dos dedos perforaba su ano. – No puedo darle hijos por mi edad, pero quiero hacer que me disfrute por completo – me dijo mientras de nuevo habiendo dejado completamente ensalivada mi polla se sentaba a horcajadas sobre mi y mi polla perforaba perfectamente su culo. – Joder que delicia de culo – dije mientras parecía que mi polla estaba dentro de una almohada de algodón. En ese momento no quise saber la edad de aquella diosa ni que se había entregado a mí.

Le dije que le ordenaba que se olvidase de todo y que tan solo se limitase a disfrutar. Ahora sentía como ella se movía y mi polla perforaba por completo su ano. Aquella diosa no paraba de moverse notaba todos los músculos de su cuerpo tensos y preparados para actuar en cualquier momento. – Mi negra quiero follarte – le dije. Ella en ese momento se quedo parada y note como su mirada tornaba a la tristeza. – Que he hecho mal – me susurro. Yo mire a Vero sin entender nada. Ella en ese momento me dijo que en su cultura que yo quisiese realizar el acto era la manera de decirle que no me estaba dando placer y que era tan mala que tenia que moverme yo para proporcionarme mi propio placer – No, mi negra lo estas haciendo de lujo, pero para mi ponerme yo sobre ti es la manera de poseerte y de ser yo el que te de placer a ti – le dije. – En mi país ningún hombre se preocupa del placer de una mujer – me respondió ella. – En tu país eres mercancía y aquí eres mi diosa – me dije.

La chica se me quedo mirando dubitativa, pero al mirar a Vero lo entendió y aceptando el cambio la puse a cuatro patas sobre la tumbona. Me encantaba perderme en el tacto de aquella piel de color chocolate. Coloqué sus rodillas al borde la tumbona y comencé a follarla alternando entre su vagina y su ano. Por ambos agujeros me recibía y me clavaba hasta el fondo de ella con un placer único. Mi negra no dejarme de correrse. Y yo le pregunte a Vero si a la hora de correrme había algo que tenia que hacer en especial. Ella me dijo que en su cara era el mejor de los piropos y que al hacerlo fuese algo rudo. Maina al oírnos hablar no pude evitar excitarse y sentí como un latigazo de placer recorría todo su cuerpo. – A mi negra le gusta imaginarse su cara con mi corrida – le pregunte mientras no dejaba de clavarme en ella. Uuuuuuuum ronroneo ella mientras sentía como se volvía a correr. En ese momento tire de su cadera y la deje sentada en la tumbona a mis pies mientras le ordenaba que me la mamase de nuevo. Ella feliz ante mi orden empezó a mamar despacio, pero con un ansia única mientras refregando sus pezones me miraba sin apartar su mirada de la mía. En poco mas un par de minutos dejamos mi polla colgando por la propia erección delante de su cara mientras yo estaba ya en ese punto de no retorno. Maina tan soplo levemente en mi glande y en ese momento ocho chorros de lefa con una potencia única fueron a estrellarse a su cara y a sus tetas. Aquella potencia de disparo me dejo agotado y en la tumbona de al lado me tuve que sentar por que note como me fallaban las piernas.

Mi negra se acerco a mi a gatas mientras mi lefa bajaba por sus tetas y durante unos minutos se dedico a limpiar por completo mi polla. A continuación, Vero se unió en un morbosísimo beso mientras las dos se ringaban de mi corrida.

Mientras yo me tumbaba de nuevo vi como entre ellas se deleitaban limpiándose mi corrida de los cuerpos de ambas.

En ese momento le dije que había sido muy placentero y Vero me dijo que a pesar de que le encantaba mi polla no volvería a acostarse conmigo por que mi polla que era enorme la había dejado rota por dentro. – Chupártela lo que quieras cariño, pero follarte nunca más – me dijo. Podría deciros que me dio pena o que me quede alucinado, pero no era lo primera vez que me pasaba.

Luego estuvimos hablando con Maina me dijo que le había encantado que a partir de ahora la llamase “Mi Negra”. Estuvimos hablando que en el sexo por lo menos para mi era tan importante dar como recibir y que para mi era muy excitante al igual que ver como ella se movía encima de mi poder hacerlo yo, al contrario. Ella me dijo que era la primera vez que durante los 15 años que llevaba en España había disfrutado tanto con el sexo. Le pregunte cual era el motivo por el que había venido a España y entonces fue cuando ella dijo – Porque en mi país no sirvo como mujer por que no puedo tener hijos, me confeso. Así que o me quedaba en mi país como esclava o puta o me iba – me dijo.

Estuvimos hablando durante un rato y estableciendo lo que aquí lo normal que chocaba con su cultura de naturaleza machista. Me estuvo explicando que a pesar de que llevaba a aquí quince años su cultura y educación eran las de su país y cosas que aquí veíamos normales para ella no lo eran. Ella me explico que al haberme besado si yo estaba de acuerdo era la manera decirme que yo era quien pautaba su vida sexual. Yo era quien decidia con quien, cuando y donde. Ella me dijo que eso a ella le encantaba y que por favor no le dijese que era de machistas. Para ella era básico entregarse a mi por completo en ese aspecto que yo acepte.

Mañana te vienes conmigo de cena a la casa de mi hermana política – le dije. Le conté la historia con mi hermana política para que supiese por donde iban a ir los tiros y ella sonriendo de manera perversa me dijo que me acompañaba encantada.

Si quiero que te vengas conmigo para siempre que tengo que hacer le  dije sabiendo que en breve tendría mi propia casa y no me vendría mal tenerla a mi lado. Ella me dijo que era la Oper de los vecinos pero que este verano ya dejaba de trabajar con ellos por que los niños ya eran mayores y empezaban a hacer su vida.