Paquetes Fútbol Club 6

No me dejáis mas opción, tendré que nombrar a más de un ganador.

El agua caliente caía mojando mi cuerpo,  caía por mi cara y bajaba por mi cuerpo desnudo.

Siempre me ha encantado la sensación de un buen duchazo, y aquel realmente estaba siendo épico, con el agua  bajando desde el pecho a mi rabo duro mientras éste desaparecía y volvía a aparecer dentro del culo de Óscar.

El chico, totalmente empapado y extasiado hacía rebotar sus dos grandes nalgas contra mis pelotas mientras lo follaba sin piedad chocando mis dos balones cargados de leche contra su portería trasera.

Osquitar no podía parar de gemir, pero por suerte ahí estaba Danielito. Mi pequeña princesita no había hecho un buen entrenamiento, según decía no había podido dormir bien, pero el caso es que su entrenamiento no resultó ser bueno, más bien fue un puto desastre, y eso era motivo de un pequeño correctivo del entrenador.

Tras pensar un poco y ver el culito de Óscar bamboleándose ante mí, los mandé a los dos “a casa” antes del final del entrenamiento. Obviamente mis chicos sabían que ante esa orden, debían dirigirse sin dilación a mi despacho y esperarme con el culito en pompita, listo para devorar.

El caso es que cuando entré al despacho, ordené a Dani, ante su sorpresa, a volver a ponerse todo el uniforme. El chico obedeció mientras yo cogí a su compañero y comencé a morrearlo. Me llevé a Óscar a la ducha y comencé a empalarlo mientras ordené a Dani sujetarle las manitas en alto con una mano y con la otra taparle la boca.

No hay peor castigo para una puta que ver a su macho follándose a otra, ver a otra disfrutando mientras tu solo miras. La cara de Danielito era de puro desconsuelo, y eso a mí, me la ponía aún más dura.

Las gotas de agua le mojaban la cara y el uniforme a Danielito  y una tienda de campaña se veía en su pantalón mientras Óscar disfrutaba de la cogida que le estaba dando. Me animé a masturbarlo con una mano mientras me lo follaba, quería que Danielito sufriese por lo que le hacía a su compañero.

Y pese a todo, debo deciros que lo mejor de ese día no estaba pasando dentro de esa ducha, y es que mientras le follaba el culo a Óscar, empecé a oír una conversación que me llegaba de las duchas del resto del equipo.

-Ey cabrón!! al final qué? estrenaste??

La pregunta despertó mi atención, y aunque no pare con mi bombeo si que agudice el oído ya que no escuche ninguna respuesta.

-Que pasa? no me dices?.- pregunto la misma voz

-Pues nada cabrón, no pasó nada.- respondió otra voz

-¿Cómo que nada…? ¿ pero no te hiciste lo de la polla?

-Siii bro siii, y baja la voz joder.- respondió el otro

-JAJAJAJAJA, ósea, que te pintas su nombre en la polla y la tía ni te la come?

-joder bro, que bajes la puta voz!

-pero cuéntame, te vio el rabo?

-sii bro siii, se sentó encima mía desde que me vio y se quitó la camisa y le comí las tetas, y luego la cabrona me saco el rabo duro a tope y en cuanto lo vio me dijo que si era gilipollas, que con eso pintado no me iba a hacer nada, que podía ser tóxico y no sequé mierdas y que le había arruinado su primera vez.

-Joder, para tanto es? tanto pintaste?

-pues bro, su nombre de tronco a punta, Vanessa, yo que sé.

-jajaja, que puta la tía, ósea te ve que te pintas su nombre y ni te la come.

-ya ves… encima se fue supe cabreada, no ha vuelto a hablarme y me ha dicho que la deje en paz, que le he arruinado su primera vez.

-vaya vaya, pues cabrón…. no sé qué decirte.

-Y eso no es lo peor….. mira

-Ostia loco, aún no te has quitado su nombre? jajaja

-tio, que no sale, ayer casi me hago hasta daño y el puto permanente no se borra, el envase dice que puede durar hasta dos semanas pintado en piel.

-jajaja joder y eso que conseguiste que tu padre saliese de casa y todo pa estar solos, entonces sigues siendo tan virgen como un santo no?

-ya ves bro, pues como tú. Con lo que me costó echar a mi viejo, últimamente solo ve fútbol, mi madre pasa de él, al menos conseguí que se fuese al bar… pero para nada.

-jajajaja, ya nos llegará bro, tiempo al tiempo.

La conversación no tenía desperdicio, esos dos chicos eran defensas en mi equipo, Ruben, el de la polla pintada, y Alberto, al que llamaban Tito el que le contestaba.  Ambos chicos era grandotes, fuertotes, de grandes gemelos y muslos fibrados y de brazos musculados, algo más de lo que se espera para su edad.

Ruben tenía una barbita espesa y el pelo rapado a los lados pero largo por arriba, al estilo Vikingo que le daba un royito hípster, sus cejas muy pobladas y los ojos oscuros, parecía un hijo adolescente de Thor. Alberto por su parte era un chico igualmente alto y fuerte, tenía el cuerpo lleno de tatuajes y una pinta de machito de barrio que volvía loco a más de un aficionado en secreto, tenía los brazos y piernas llenas de tatuajes de estilo japonés, un dragón enorme en la espalda con una cola que se perdía en su entrepierna y diferentes paisajes en el torso, no obstante con un pantalón largo y un suéter solo podías ver el tatuaje de unas letras japonesas en un lateral del cuello.

Alberto también llevaba un pendiente de una cruz y últimamente, se había dejado un pequeño y fino bigotito que le daba un punto muy interesante. El chico era huérfano de nacimiento y vivía en un centro de menores a cargo del estado a pesar de hacer un par de semanas de su mayoría de edad.

La conversación escuchada me puso el rabo aún más duro, y aceleré mis embestidas en el culo de Óscar hasta llenarlo con mi espesa leche mientras el chico derramaba en mi mano alcanzando el uniforme de Danielito con algunos trallazos. Luego ambos me limpiaron juntos el nardo mientras terminamos de ducharnos.

No había tenido desperdicio, y quería guardar en mi memoria cada detalle.

Cuando los ruidos pararon los chicos se marcharon del vestuario dando fin al día de entrenamiento. Al día siguiente jugaríamos el partido contra uno de los grandes rivales de la tabla y de verdad, esperaba que ganásemos porque tenía muy buenos planes para alguno de aquellos dos chicos. Ya me importaba una mierda si jugaban bien o no, pero uno de ellos iba a estrenar su rabo y yo sería su maestro.

El otro equipo fue claramente superior durante todo el partido, a mis chicos aún les faltaba algo de motivación ya que el asunto del premio no había calado tanto como yo esperaba, pero por suerte para ellos, ocurrieron dos cosas que nos dieron la victoria.

Una, fue que Rubén y Alberto sí que realizaron un buen partido, parando todas las ofensivas que el equipo rival nos hacía y recuperando balones.

Y la otra, fue protagonizada por mis dos nenas, en una de las pocas veces en las que les llegó el balón, iniciaron una ofensiva que provocó una respuesta violenta en el otro equipo y entraron a robar el balón a muerte. Por suerte Danielito, mi pequeña actriz, se tiró al suelo fingiendo un golpe en la pierna a pesar de que solo había sido un roce, Óscar se acercó corriendo a consolarlo. El árbitro, bastante crédulo, no dudo ni un segundo en pitar penalti ante los gritos del otro equipo, llegando incluso a expulsar a dos rivales y sentenciar a nuestro favor el partido después de que Óscar acertase el tanto.

El vestuario se convirtió en una fiesta merecedora de un onlyfans. Los chicos, en su mayoría en pelotas, se abrazaban y celebraban el triunfo por los pelos, ya que nos colocaba en posición de ascenso por primera vez en varios años, a pesar de que aún quedaba mucha liga. En cuanto entré, muchos se me echaron encima, rozando inocentemente sus jóvenes cuerpos y sus zonas más íntimas contra mí.

Pollas, culos, brazos y piernas a mi alrededor en una euforia ganadora rozándose y mezclándose junto a mi cuerpo inocentemente, alguno de ellos mojado saliendo de la ducha, otros sudados y dejando su aroma y esencia en mi piel.

Obvio que aproveché y disimuladamente toque algunos culos, algunas pollas y acerqué algunas cinturitas a mí, siempre sin levantar sospechas y pareciendo roces casuales, pero había que aprovechar.

-Muy bien muy bien chicos, pero sabéis que ha sido de chiripa, tenemos que currárnoslo para llegar más arriba.

Los chicos bajaron un poco el nivel de alegría.

-Pero bueno, el caso es que hemos ganado y que algunos de vosotros habéis hecho un muy buen partido, casi que tomaré una decisión excepcional con el premio.

Los chicos me miraron, ansiosos por saber mi decisión. Aunque la euforia por el premio había desaparecido durante la semana, estaban ahora mismo excitados por la victoria y todos querían más.

-Bueno, Dani y Óscar, es evidente que vuestra interpretación nos ha valido el gol del partido, soy muy buenos fingiendo ante los demás.- esto claro, iba con segundas, habían mentido muy bien al árbitro, pero más aun haciéndose los machitos ante sus compañeros.

-Y luego están Rubén y Alberto, que han frenado todos los ataques…. no tengo más remedio, los 4 merecéis el premio.

-Ostiaa! qué bueno! y cuál es el premio entrenador??-. gritó Alberto, mientras abrazaba a los otros 3.

-Puess, mañana os venís a ayudarme con la mudanza, y luego os daré el premio. Si queréis podéis pasar el puente en casa.

El puente, esos prometedores lunes y martes libres que me harían tener con suerte a esos 4 adolescentes en casa durante 3 días.

Al día siguiente, Domingo, recibí a los chicos mi piso del centro de la ciudad, realmente mi mudanza ya estaba hecha y solo me faltaban algunas pocas cajas.

Durante esa semana, una empresa de reformas se llevó todas mis cosas a mi nuevo chalet, y además tuve por allí a dos empresas. La primera de ellas, una empresa de seguridad que instaló un circuito de cámaras conectadas a mi móvil y a mi ordenador personal que grababa cada ángulo del chalet, ya entendéis lo que vería.

La otra empresa, era una famosa productora de porno de España, y porque? porque quería poder follar en cualquier estancia y muebles que incitasen a eso. Así tenía por ejemplo una cama de dos metros y medio con un espejo en el techo o un jacuzzi con luces ambientales para 8 personas.

El caso es que subí a los chicos en el coche, Óscar a mi lado y los otros 3 atrás, con Danielito al centro. Obviamente había dado instrucciones a mis nenas de mi plan, y Danielito no perdió el tiempo cuando puso cada mano sobre los muslos de sus compañeros en el camino , un poco más arriba de lo debido, y aunque ninguno dijo nada, la mirada que cruzaron los dos machitos y que yo capté por el retrovisor lo dijo todo.

Total y  para no aburriros, es que llegamos al chalet, y tras ver a los chicos flipar bastante con las habitaciones, los baños, la cocina, la piscina, la sauna o el gimnasio entre otros, decidí sentarnos todos en el salón.

Los chicos estaban guapísimos, con pantalones cortos, zapas, camisitas de tiros y gorritas, a cual más bueno que el otro.

-Bueno chicos, creo que es hora de empezar a disfrutar de la casa y vuestro premio, os hacen unas cervecitas?

-uff  sii entrenador.

-Óscar ven conmigo a la cocina, así también traemos jarras frías.

El chico y yo nos levantamos y fuimos a la cocina, de inmediato Óscar se puso a besar mis zapas de cuclillas en el suelo y se bajó un poco el pantalón para que pudiese ver su culazo, aunque yo pasé de eso y cogí mi móvil, en donde tenía una preciosa panorámica del salón.

-Oye Rubén, es cierto lo de la Vane? te ha dejado?.- preguntó Dani sin rodeos.

-Tu eres gilipollas? para que me lo recuerdas tio? no ves que no quiero recordar a esa zorra?

Alberto se puso serio y no decía una palabra mientras miraba a los otros dos.

-Perdona Rube, es solo, que oí lo del tatu en la polla….. y joder, que putada.

Rubén relajó un poco el tono.- ya ves.. y no es un tatto tío, es permanente, pero no se va.-

-En serio? bueno, igual yo conozco un método… si me dejas verlo claro.

Sin ningún tipo de pudor, Rubén se sacó el Rabo por el pantalón corto. Al fin y al cabo sus compañeros lo habían visto mil veces en pelotas en los vestuarios y no tenía nada que esconder.

Su polla apareció dormida y tímida, a pesar de tener poco vello el chico se había depilado el tronco para su “Vanessa” unos días antes, no obstante se había dejado el pelo de sus dos pelotazas, grandes y cargadas de leche adolescente, los pelitos se perdían en la goma de su pantalón y seguramente continuaban hacia su culazo virgen.

-Joer, así dormida no se ve nada bro, igual hay que ponerla más dura.

Danielito se levantó como si nada y se puso de rodillas entre las piernas abiertas de Rubén.

-Veamos de cerca-, dijo, casi susurrado Danielito, y agarró la polla de Rubén.

El machito no pudo evitar que un gemido escapase de su boca al sentir el primer contacto en su nardo. Danielito comenzó poco a poco un meneo que muy rápido empezó a dar resultados. La polla del Rube no tardó ni 15 segundos en triplicar su tamaño, aunque aún no estaba gorda del todo.

Danelito estaba a menos de 15 cm del rabo de Rubén, empalándose frente a la boquita del rubito. Mi princesa levantó la mirada y la clavó en los ojos del machito mientras seguía pajeándolo.

-Joer nen, que pollón…. te mola que te la muevan o qué?

-Claro bro, y a quién ….no?-. respondió Rubén intentando poner la voz más grave de lo normal, en un burdo intento por no perder hombría. No pudo evitar el gemido entre el quién y el no, provocado por un apretón de la mano de Danielito a su capullo.

Danielito giró entonces la carita para mirar a Alberto, y aprovechó además para apoyar la cabeza, ladeada, sobre las pelotas de Rubén.

Alberto observaba la escena atónito, una pedazo de tienda de campaña se marcaba en su pantalón y el chico, sin darse cuenta, se pasaba la mano por el rabo por encima de su pantalón.

-Y tú qué? Te mola ver la polla del  Rube? o a mí de rodillas?

-No seas gilipollas, me mola el trabajo que le haces con la excusita del nombre. Cualquiera diría que te gusta hacerlo

Danielito puso una sonrisa, se movió un poco y sin dejar de pajear al Rube, le dio un besito en el muslo definido al chico.

-Y a ti mirarlo Tito…. tengo otra mano, y ese paquetón es excusa más que suficiente, porque no te vienes hacia acá?

Albertito no perdió un segundo, aunque se levantó con un royito chulesco y caminó hasta Danielito, le agarro del pelo y le estampó la cara contra su paquete.

-Y a tocarla con otra cosa no te animas? ya puestos?-. le dijo mientras paseaba su paquete por la cara de mi nena.

Danielito apartó la cara, alargó su mano y la metió por dentro del pantalón de Alberto, tocando su rabo directamente. Alberto soltó un bufido y echó la cabeza hacia atrás.

-Parece que Vanessa ya está en todo su esplendor.- Dijo Danielito volviendo la vista hacia Rubén.

El Rube no dijo nada, lo miró, estaba tremendamente cachondo y gotitas de pre salían de la punta de su nabo.

Danielito acercó su cara a la punta y descapulló el nardo de su compañero, quien puso los ojos en blanco.

Lo cierto es que sin llegar a mi tamaño aún, los chicos apuntaban maneras.

Ruben tenía un rabo de unos 18 cm, pero lo mejor era su grosor, era un rabo gordo y curvado hacia arriba, con un capullito rosadito y húmedo de precum.

Alberto, con el cipote totalmente duro y cara de salido, pego un tirón de su pantalón y lo bajó hasta las rodillas.

La de Alberto era delgada, bastante delgada, pero larga y recta, lo que le daba un aspecto desafiante, además no tenía pellejo y un seta grande y gordita como un champiñón adornaba el final de un tronco lleno de venitas. La cola del tatuaje de su dragón llegaba justo hasta la base de su nardo que el chico llevaba perfectamente depilado, pelotas y piernas incluidas.

  • ¿Sabes lo que va superbién para esta tinta? - Pregunto Danielito con voz inocente, como un gatito.

Nadie respondió, mientras el chico paraba la paja a la polla de Rubén, pero seguía con la de Tito.

-La saliva-. y acercó su boca al rabo de Ruben mientras este abría los ojos como platos.

No llegó a tocarla, y es que justo en ese momento, me apoyé en el marco de la puerta con mi jarra de cerveza fría.

-¿Vaya vaya, me explicáis qué coño es esto? - dije mientras daba un sorbito a mi cervecita fría.

Los chicos se quedaron quietos como estatuas, sin contar con las manos de Danielito que volvieron a sus pajas. El Rube y el Tito estaban blancos como estatuas griegas.

-Tu, y tu, los machitos, a mi despacho, ¡¡ya!!

Los chicos se guardaron a las prisas las pollas y se apresuraron con la cabeza gacha a mi despacho. Avergonzados.

Ya en el despacho me senté sobre el escritorio y los senté a los dos en las sillas, cerrando la puerta.

-¿Así que os doy un premio, os invito a mi casa y tratáis de forzar a un compañero a que os la chupe? putos maricas?

-nosotros no hemos….- empezó a decir Tito.

-Si sabes lo que te conviene Alberto, ¡cállate! podría hundiros la carrera y la vida con esto, sabéis que hay cámaras en el salón no?

La cara de los chicos cambio de blanco a verde, y después a amarillo. Sin duda no esperaban una amenaza.

-entrenador….. nosotros no…

-Vosotros no que? no lo haréis mas? no querías hacerlo? pamplinas. Sois dos degenerados y no se si quiero eso en mi equipo.

Ruben empezó  a aguar los ojos, presa del pánico, Alberto por su lado estaba amarillo, pero mantenía la mirada firme.

-Por suerte para vosotros, quizás yo me haya tomado la cerveza muy rápido y haya una salida.

Los chicos levantaron la cabeza como dos suricatos, atentos a mis palabras.

-Yo voy a sacarme la polla, y a ver quién se lanza antes a comer y desde ahí partimos, y el que más lejos llegue, se queda en el equipo ok?

y Dicho esto, liberé mi pollon de su prisión.

Ahora como de costumbre os daré un consejillo, queréis tener no a uno, sino a dos supuestos heteros a vuestros pies comiéndoos el rabo? nada como una amenacita a su hombría.

Cualquiera pensaría que los chicos se quedaron quietos o asqueados, pero lo cierto es que ante amenazarles con acabar con su carrera y parte de su vida personal, se lanzaron como dos lobitos a mi cipote. El único problema es que no sabían comer.

Nada que no se solucionase con un poquito de orden y práctica. Puse a Ruben a comerme el rabo con la boquita abierta y a Alberto a comerme las pelotas mientras me quitaba la camiseta.

-umm muy bien chavalitos, pero creía que querías quedaros en el equipo, veo mucha ropa y poca lengua.

Orden acatada, los chicos se quitaron la ropa y comenzaron a aplicar lengua, fui sacando la polla de la boca de Ruben y metiéndola en la de Alberto, a ratos.

podrías pensar que sus pollas estaban flácidas, pero lo cierto es que estaban al ristre. Tened en cuenta que esas eran sus primeras experiencias sexuales.

-Venga, dadle un poquito de alegría, esto es una competición joder.

Agarré sus cabezas y los puse frente a frente.

-un morreito para el entrenador?-. Y pegue sus caras, dándoles entre ellos su primer beso homosexual, rápidamente me agache y me uní en un beso a tres.

Algunos pensaréis que porque no besarles yo primero, pero había algo mucho mejor que hacer con estos dos machitos primero.

-A ver, cual de vosotros me dejará comerle el culo para quedarse en el equipo??

Los chicos se miraron, y sin perder mucho tiempo, se pusieron en cuclillas ante mi.

que puta visión me regalaron, puff, no tengo palabras, un culito peludito y otro depilado, totalmente cerraditos y vírgenes.

no pude resistirme y me lance al de Ruben, el mas cercano, clavando mi lengua.

El chico empezó a gemir como un toro, así que pedí a Tito besarlo para callarlo.

cuando me canse de devorar ese trozo de cielo, pase al culito depilado de Tito, haciendo que Ruben lo besara.

Lo del Tito si que era gemidos, incluso empezó a mover el culo contra mi cara.

cuando llevaba unos 15 minutos alternando entre culitos decidí lanzar la bomba final.

-Bueno, esto está muy bien pero cual de vosotros me va a poner el culo? Necesito follar.

Los chicos se miraron y temblaron un poco… ese es el punto máximo de la masculinidad de un machito, pero quería llevarlos hasta ahí.

-Los dos… pero no echará a ninguno del equipo….-. Dijo Tito.

-Vaya con el negociador-. dije con una sonrisita de triunfo.

-Tu, ven aquí….- Dije al callado Rubén, y tu, ponte a mi lado, querré morrearte mientras convierto a tu coleguita en mi nueva zorra.

los chicos se colocaron esta ver remolones, veía de nuevo al Rube con miedo en el rostro y a Tito con los ojos salidos de orbitas de terror.

Apoye mi cipote en el peludo agujero y entonces….

Comencé a reírme a carcajada limpia.

Los chicos me miraron atónitos y rápidamente Ruben se quitó de la posición.

-Sois dos gilipollas, no pensaba echaros a ninguno, ni follaros el culo imbéciles, sois machitos, no poneis culos habiendo zorras cerca.

los chicos suspiraron aliviados, pero también estaban incrédulos.

-Queréis follar? estrenar vuestros pitos? eso está hecho, poneos esto.

Abrí mi cajón y saqué dos boxers, eran de tela normal, pero tenían un velcro en la zona del paquete para su fácil apertura, en la parte delantera tenían la inscripción: Machitos, y en la trasera: paquetes fútbol club.

Bienvenidos al paquetes fútbol club mis machitos, y ahora vamos a la habitación, hora de vuestro primer entrenamiento.

Continuará

Muchas gracias a todos por los comentarios y correos, de verdad se agradece mucho.

Siento la tardanza, pero no he podido subirlo antes, espero que el relato lo compense.