Paquetes Fútbol Club 4

Bienvenidos oficialmente al paquetes fútbol club

Os he hablado ya del elemento más importante de esta historia? tiene un tronco  de color bastante moreno, sobre todo al acercarse a la base donde están las rocas. tanto su grosor como longitud entran en la media de los grandes, 23 cm de largo con 6 de grosor y para todos los que me habéis preguntado, no, no está cortada, por lo que al bajar el forrito aparece una punta rosadita y grande como un champiñón. Tiene buena potencia de disparo, sin ser nada exagerado como algunos cuentan por aquí.

una de sus mejores cualidades del soldado es seguir firme aunque la batalla haya terminado, lo que muchas veces ocasiona un segundo o tercer asalto.

No soy de los que presume de paquete ya que los he visto más grandes y lo verdaderamente importante es como se use, y creedme, se perfectamente cómo usar la mía.

Al champiñoncito de la punta suele salirle una gotita de puro néctar de macho que en esta historia, cobra un protagonismo especial, y es que fue ahí donde se produjo el primer contacto entre la lengua de Óscar y mi polla.

Como os contaba en el umbral de la puerta estaba Óscar y no Danielito,  así que a Óscar le iban los rabos de machos… y además se definía en Grindr como power bottom, algo que como macho era mi deber comprobar.

El chico no me reconoció en la oscuridad, y si lo hizo pareció darle igual. Tras contonearse un poco en la puerta dejándome ver su silueta se tiró al suelo y cual gatita se arrastró hasta mí, de hecho, soltó un sexy “miau” cuando llegó hasta donde estaba y sacó su lengua posándola como decía, en la punta de mi rabo.

Primero puso la lengua y cuando me hubo tocado, abrió la boca y de una se tragó mi rabo hasta las pelotas, comenzando un sube y baja mientras su lengua jugaba a hacer circulitos por mi capullo.

Mientras os imagináis como se cenaba mi rabote, os hablaré un poco de Óscar. El chaval es español, pero sus padres no. Su madre es venezolana y el padre es hondureño, y ya os podeis imaginar el resultado, Carlos tenía un cuerpazo latino bien formadito por el deporte, caderas anchas y un culazo redondito y firme tipo Kardashian, el chico no era muy alto, pero si fuerte y rápido, llevaba el pelo rapado corto y un pendiente con una cruz en la oreja derecha. Tenía labios gordos y ojos marrones almendrados, junto a una naríz redondita y pequeña que ahora mismo se hundía en mi pubis.

A pesar de nacer en España, su acento conservaba un deje latino que me encantaba y que sonaba muy sensual junto a su voz grabe, voz que pude oir cuando saco mi polla de su boca.

-puffff, que pedazo de pollote papi.-él solito se dio un par de pollazos en la cara, dejándose un hilo de babita entre el moflete y mi rabote y volvió a tragar.

Ahí supe dos cosas, la primera es que a aún no me había reconocido, y la segunda, que iba a empalarlo como un animal.

Para los que no lo sepáis, existen dos clases de puta, Danielito es del primer tipo, zorras que quieren que les hagas cosas, que las humilles y que lleves tú el ritmo, que les obligues a tragar y les revientes a 4 mientras se quedan quietitas obedeciendo.  Y luego están las putitas tipo Óscar, ávidos de comer polla, no solo la chupan, la devoran con ansias y profesionalidad, saben marcar el ritmo y no necesitan de tu mano para marcar el ritmo.

Y que hace un buen macho ante una puta como Ósquitar? Relajarse y disfrutar.

Puse mis manos detrás de mi cabeza en una pose que siempre me ha parecido chulesca, marcando bien mis abs y mis bíceps.

El chico paso su manita Izquierda ( he mencionado que Óscar es zurdo) por mis pelotas y fue subiendo por mi ingle hasta tocar mis abs sin apartar sus labios de mi rabo.

En ocasiones su propia saliva caía por mi polla tiesa, pero magistralmente el chico sacaba la lengua y volvía a subirla hasta la punta, donde volvía a engullirla.

Me levanté de la butaca lo justo para sentarme al borde de la cama e invitar con gestos al chico que se subiese a mi lado.

obediente Óscar se puso como un perrito a mi lado y siguió mamándome en este caso las pelotas. Lo hacía con cuidado, degustando y pasando la lengua por todos lados mientras me peinaba los pelos de los huevos.

Lo mejor es que ahora ese culazo estaba a mi alcance. Pase una mano por su cabecita y fui bajando por su espalda hasta llegar a esos dos globitos donde deje caer mi mano en una nalgada sutil. Lleve mi mano a su boca y cambiando un poco la voz para que no me reconociese le hablé

-Escupe aquí princesita-. El chico escupió de inmediato mi mano y yo rápidamente la lleve de vuelta a su culo, esparciéndola por su agujerito y comenzando a meter un dedo que entró sin ninguna dificultad.

Para mi sorpresa el chico atrapó mi dedo con el ano, y empezó a contraerlo como si estuviese succionándolo. Este polvo prometía mucho.

Me puse muy cachondo, muy muy cachondo y dándome igual el ritmo de la mamada enterré la cabeza del chico entre mis pelotas y un segundo dedo en su culo.

cualquier otro hubiese dado manotazos o se hubiese asfixiado con todo mi rabo en la boca, pero mi chico estaba muy bien entrenado y en lugar de eso, dejo salir lo que pudo la lengua a pesar de tener mi polla en la boca y dio dos pequeñas lamidas a mis pelotas que me llevaron al cielo.

Lo liberé de mi polla y lo subí a mi boca donde empecé a morrearlo. Óscar mantenía sus ojos cerrados pero rápidamente se movió y puso sus piernas a ambos lados de mi cuerpo sentándose de frente sobre mis muslos mientras se abrazaba a mi cuello y continuaba con el beso.

Mis manos bajaron hasta sus nalgas y mi polla comenzó a rozar su raja.

Ya os he contado que no soy de los que follan sin condón, pero aquí os diré que justo esa semana había tenido lugar el reconocimiento médico de Óscar y sabía que estaba limpio de todo, a partir de ahí me plantearía los reconocimientos médicos más a menudo y más controlados.

Mi polla ya estaba en la entrada de su agujero y lista para el ataque, y fue justo entonces cuando Oscar se separó de mis labios y abrió los ojos.

Me reconoció al instante, pues se quedó parado y comenzó a temblar de nervios, creyéndose en problemas.

No le di opción, subí mi mano a su cintura agarrándolo firmemente y comencé centímetro a centímetro a enchufarle mi mástil por el culo.

Sabiéndose seguro el chico se relajó y se lanzó de nuevo a mi boca mientras se clavaba poco a poco y sin parar mi polla en el culo.

bajó haciendo círculos y moviendo la cadera mientras mi rabo se alojaba en su interior

-joder entrenador, métala toda, que no falte nada papi.

Por una vez fui yo el que obedecí y le metí el rabo hasta las pelotas, el chico incluso presionó su culo contra mi mientras su boca pasó a mi cuello y comenzó a cabalgar sobre mi rabo con gusto. No solo cabalgaba, movía el culo con gusto, succionaba mi polla y la apretaba con sus culo.

Se oía el choque de sus nalgas con mis muslos por toda la habitación y el chico se afanaba en la follada.

Deje caer mi cuerpo hacia atrás y encendí la lamparita de la cama.

Lejos de avergonzarse o de parar, el chico me miró a los ojos y se movió como una autentica perra cabalgando mi polla. Llevó una mano a su boca y se mordió un dedo mientras con otra se apoyó en mi pubis  agarrando los pelos de mi ombligo para seguir cabalgando.

Decidí ayudarlo con la tarea y darle rabo a tope, empujando polla en su interior, comencé a bombearlo mientras Óscar no dejaba de cabalgar y de mirarme a los ojos.

-Jooooooder entrenador, deme polla, fólleme joder.- gritaba, ni siquiera tuve que pedirle que me llamase entrenador.

-Eeso es nena, cabálgale la polla al entrenador, venga, muévete putita.

El chico cogió mi mano y comenzó a pasarla por sus pezones y a meterse deditos en su boca, chupándolos mientras se tragaba mi polla.

Siguió cabalgando hasta que de repente empezó a gemir y se corrió llenándome el pecho de su lefa entre gritos.

No me dio tiempo a reaccionar, Óscar se levantó y dejó a mi polla tiesa mirando al techo.

Estuve a punto de arrearle una hostia, pero entonces el chico se puso cara a la pared y se dejó caer de rodillas apoyando solo la cabeza y dejándome su culo en pompa mientras se abría las nalgas con las manos.

Justo entonces sonó mi móvil. Me acerqué lo justo para ver la pantalla y vi que era un mensaje de Danielito.  Cogí el móvil dispuesto a escribirle, pero entonces se me ocurrió que Óscar estaba de espaldas, agachado con el culo abierto y decidí rápidamente hacerle una foto.

El chico no se dio ni cuenta, pero viendo que no me acercaba se giró y me vió con el móvil en la mano.

-No viene?- me preguntó lascivo mientras se sobaba el culo, al parecer lo del móvil le daba igual.

Decidí algo, estaba muy bien follarse a una puta, pero ya sabéis, siempre quiero lo mejor.

Lo miré con desprecio y le espeté:

-Vístete Óscar, me has dejado a medias pedazo de puta.

Óscar palideció, me miró como si el mundo se le cayese encima.

-Pe… perdón David… lo siento tío.

-TIO!!??-, el chico tragó saliva asustado.- Soy tu puto entrenador y tú no eres más que una zorra, a ver como coño te ganas ahora tu puesto en el equipo después de dejar a medias al entrenador, vístete joder!

El chico asustado corrió hacia su ropa, es cierto que no me había dejado a medias, de hecho se había puesto a mi disposición, pero quería provocarle ese miedo, un buen macho debe inspirar respeto.

Me vestí rápidamente y escribí a Dani, el chico decía que ya estaba en el cuarto.

Le indique ponerse el suspensorio que le había dejado y todo el conjunto del equipo encima y esperar en el cuarto, no a cuatro ni de ningún modo, solo esperar.

Óscar terminó de vestirse y trato de venir hacia mí.

-Entrenador yo…

-Cállate joder y sígueme, estás castigado, ven conmigo.

Óscar no se cuestionó mis instrucciones, salió del cuarto siguiéndome y sin fijarse en el recorrido, subimos en el ascensor.

-¿Qué harás para ganarte el favor del entrenador de nuevo Ósquitar?, la has cagado pero bien.

El chico no hablaba, solo mantenía la cabeza baja.

La puerta del ascensor se abrió y llegamos a mi cuarto.

Abrí la puerta y dentro estaba de pie, completamente uniformado Danielito. Los chicos se quedaron mudos al verse y entender lo que hacían los dos ahí.

Entonces solo tuve que decir una palabra.

-Piruleta.

Su reacción fue lenta, pero constante, y desde luego su actitud cambió de golpe mientras clavaba en mi la mirada. Danielito llevo las manos al bajo de la camiseta y cruzándolas subió la camiseta y la saco por la cabeza.

Inmediatamente después se bajó el pantalón y quedó únicamente con su suspensorio y las botas de futbol con las medias.  Danielito bajó al suelo y gateó hasta donde estábamos Óscar y yo. Como imaginaréis ya, Óscar flipaba con la escena y miraba atónito a Daniel y a mi cara pétrea.

Dani por su parte ya estaba metido en su piel de puta y gateó muy sensualmente hasta mis pies, dio una lamida a mis zapas y subió hasta encararse con mi paquete. Llevó sus manos a la tira del pantalón y los bajó de golpe liberando a la bestia que saltó como un resorte. Inmediatamente se la metió en la boca y comenzó a mamar mi rabote mientras Óscar flipaba en colores. Lleve entonces la mano izquierda a la cabeza de Daniel apretándolo contra mí y con la derecha rodeé a Ósquitar por la cintura y lo atraje hacia mí, pegando mi boca a su oído.

-¿quieres el perdón zorrita?,¿quieres que el entrenador se porte bien contigo?. Dos reglas…. cuando oigas la palabra “piruleta”, te quitas la ropita, te agachas, y chupas, me da igual donde estemos o con quién…-y le empecé a comer la oreja mientras mi mano bajaba a su culo.

Óscar gemía y de su boca solo salió un hilito de voz.

-… y que más entrenador?

lo miré serio y frío, altivo.

-No vuelvas… a correrte sin mi permiso.

El chico tragó saliva y dijo

-Si…amo…me someto a ti.

Me eché a reír.

-Amo no, entrenador, soy tu entrenador zorra, y no te sometes, ya te someteré yo. Entendido?

-Si… si entrenador.

-Ah, y una cosa más, en este equipo ayudamos a los demás.- le dije mientras lo miraba primero a él, y luego a Danielito, quien seguía a mis pies haciéndome una magistral mamada.

-¿Sabes cómo se pide perdón nena?-. le pregunte retóricamente a Ósquitar.- De rodillitas. Piruleta.

Óscar se quitó la ropa como un volador y se arrodilló junto a Danielito, le arrebató mi polla de la boca y comenzó a chupármela con ganas.

Tenía que marcar reglas desde el principio, esto no era una competición de putas, necesitaba que trabajasen juntitas y en equipo.

agarré a Daniel del fleco y a Óscar del cuello y les hice a los dos levantar la cabeza y mirarme, separándolos de mi polla.

Moví las manos por su cabeza hasta sus barbilla y con un dedo, les hice abrir la boca para soltarles a cada uno un pedazo de lapo dentro. Inmediatamente y sin tiempo a que tragaran, arrastré sus boquitas y les hice juntar los labios.

Ese fue el primer morreo entre mis putas y juro que me puso la polla como una autentica roca dura, y varios hilos de babita salieron a la punta celebrando el momento.

Junté aún más a mis nenas, al principio parecían tímidas, pero poco a poco el beso fue ganando intensidad y ahora se comían la boca.

-tocaos, tocad todo.- les dije con voz excitada y falta de aire, estaba cachondisimo.

Los chicos cumplieron rápidamente y sus manos volaron por sus espaldas, sus culos, se agarraron las pollas, apretaban sus cabezas en el morreo y se comían con ansias.

Lentamente acerqué mi polla a sus mejillas y fui metiéndola entre sus labios, los chicos entendieron y continuaron con el morreo con mi polla en media.

La imagen era fascinante, dos cuerpitos púberes entrelazados, un mulatito y un blanquito, un rubio y un moreno, uno tremendamente angelical y otro un salido sin escrúpulos. Juntos me comían la polla con gusto, con ansia, iban de punta a base y entrelazaban sus lenguas mientras compartían los jugos que salían de ella.

Los arrastré a la cama y permití que Danielito me comiera el sobaco peludo mientras Óscar, a instrucción mía,  alternaba su lengua entre mi polla y el culo de Danielito, preparándolo para mí.

Estuvimos así un rato hasta que mi chico subió a mi polla a cabalgar y arrastré a Oscar sentándolo sobre mi cara para comerle bien el culo.

Mis chicos se morreaban mientras gemían, uno empalado, el otro con lengua en el culo.

Los fui rotando un par de veces, follándome a ambos, cada uno con su estilo pero ambos fascinantes, sin duda irían aprendiendo el uno del otro y acoplándose para formar un dúo perfecto.

Había llegado el momento de oficializarlo todo, asi que de golpe me levante dejando huérfanos y vacios sus culitos y caminé hasta ponerme en pelotas ante el ventanal.

Los chicos se quedaron en la cama, juntitos, esperando instrucciones.

-Venid aquí.- Dije sin apartar la vista de la ciudad, extendida a mis pies desde el ventanal.

Mis nenas gatearon a mis pies y se pusieron de rodillas ante mi miembro.

Las miré, sonriendo.

-¿queréis satisfacerme, queréis que sea feliz y comeros mi polla por siempre nenas?

-Si entrenador.- Respondieron al unísono e inmediatamente, ansiosos por mi polla.

-¿queréis además, serme útiles, queréis ser útiles al equipo?

-…si… entrenador-

Comencé a sobarme la polla pajeándome ante sus caritas ávidas de mamar.

-queréis.. comer…. polla… de vuestros compañeros de equipo? quereis que uno a uno os revienten el culo pedazo de putas?

-ahh, ahhh, siiii entrenador- dijo Danielito entre gemidos

-Joder que sí.

-y por último nenas.- dije acelerando mi mano y juntando sus cabecitas con la otra mano. jurais que esta será siempre la polla por la que suspiraréis? la única y verdadera polla de vuestro macho?

-Siiiiiiiiiiiiiiiiii-. respondieron

-uahhh, ahhhhh!!! joder!!!!- grité mientras me corría sobre sus caras y su boca. La lefa caia por sus barbillas y a Óscar un poco le cayó en el ojo.

Mis piernas temblaban de gozo y mis nenas se lanzaron a mi polla limpiándola y repartiéndose con sus lenguas los restos de lefada.

Abrí los brazos a los lados y levanté la vista hacia la ciudad, haciéndola sin saberlo testigo de ese momento.

-Pues bienvenidas putitas, al paquetes fútbol club.

Y mis manos cayeron dándole a cada uno un sonoro bofetón.

Continuará.

Gracias a todos por vuestros comentarios, aprecio enormemente cada palabra que os tomáis en escribir y sugerir, aunque la historia es la que es.

Gracias especiales a Pablo por hacer la escritura de este relato mucho, muchísimo mas interesante.