Papá y yo violamos a mi hermana (2)
Seguimos violando a mi hermana hasta convertirla en una esclava, sin embargo pagarán mi madre y otra hembra.
SEGUNDA PARTE: VANESSA ES UNA ZORRA
Desperté ya muy avanzada la mañana, me dolía el cuerpo; Vanessa seguía dormida tal como se había quedado en la noche. Papá ya no estaba, había dejado el pantalón de cuero tirado.
Me desperecé y salté de la cama y fui a buscar, desnudo a papá, lo encontré en su recámara despierto pero acostado.
-Hola papá, sobre lo de anoche..-. -No digas nada, creo que nos excedimos y vanessa nos puede meter en muy serios problemas-. Se hizo silencio, tenía razón, anoche había golpeado y violado a mi propia hermana, podíamos acabar en prisión, o al menos solo yo, tenía miedo. -Ojalá se ablande con el dinero, pero no la creo tan materialista, voy a tener que darle muchísimo dinero para que no hable-. Decía papá temeroso. -Dinero esa perra lo haría todo por... ¿dinero?-. No dije nada mas pero de pronto brilló la esperanza, bingo!, había encontrado la forma no solo de vencer al enemigo, si no de destruirlo!. -Papá, tienes razón con el dinero, pero no así, ¿sabes?, tenemos a esa perra a nuestros pies de por vida...-. -¿De que diablos estás hablando?-. -Ya lo verás, pon atención, lo que tenemos que hacer es...-. Minutos después papá y yo bajamos a tomar unas cervezas.
Vanessa despertó poco mas de una hora después que yo, estaba muy adolorida e hinchada por los golpes. No le dimos tiempo de asearse, papá le ordenó con severidad que bajara. Cuando bajó traía un pants azul con la chaqueta subida hasta el cuello y una gorra; nos miraba con odio.
Nos limitábamos a mirarla fríamente sin decir nada.
-Cerdos desgraciados, me voy a encargar de que se pudran en la cárcel-. Decía furiosa mientras tomaba las llaves de su auto para marcharse. -Puedes hacer lo que quieras, solo una cosa antes vanessa-. Dije mientras ella se dirigía a la puerta de salida al garaje. -Denunciarnos es escoger una vida de pobreza y trabajos mal pagados casi de por vida-. Ella se volteó para vernos con odio y ya se volvía a poner en marcha cuando papá dijo con tranquilidad.
-Tiene razón, ¿quién te va a comprar toda esa ropa cara y a financiar todos tus caprichos?, ¿tu padrastro ese miserable?, gana en mes lo que yo en un día-. Ella se paró en seco y dijo. -No te pienso meter a ti papá-. -No me hagas reír-. Dijo. -Sé que no lo harás por el dinero, pero te lo advierto, si denuncias a tu hermano te olvidas de mi dinero y te largas de la casa, sabes perfectamente que tu madre no quiere obstáculos y menos a otra Sohar con quién competir-. Ella se había puesto pálida y papá continuó. -¿Crees que puedes ligarte a un millonario en la escuela pública donde estarás?-. Me sentí un genio, había acertado, lo que seguía era la mejor parte del plan.
Ella ya comenzaba a llorar, pero de odio, hasta que asintió con la cabeza, era mi turno de rematarla. -¿Sabes? desde anoche ya eres mi mujer y hembra y te vas a comportar como tal ¿entendiste?-. -Cerdo!-. Chilló ella. -Tienes dos opciones-. Dije. -O me denuncias y te vuelves pobre y encima te mando a la cárcel yo, o te vuelves mi hembra complaciente y esclava y vives una vida lujosa pero sometida a mí y a papá para siempre-. Por su expresión no creía que lo que le decía era verdad. -¿No me crees?-. Dije.
-Bien, creo que te voy a refrescar la memoria, hace 8 meses tú atropellaste a una anciana y esta murió, cerca del antro a donde fuiste esa noche-. -¿Queeé?-. Se había puesto muy pálida del susto y se fue para atrás hasta caer sentada al piso. -Entonces es cierto-. Dijo triste papá. -Así es, venía borracha con uno de sus novios y la atropelló, cuando se bajaron del coche ya estaba muerta, no dije nada por las peleas de mis papás, no quería agravar mas la situación-. -Pero, ¿como lo sabes?- Me dijo muy asustada. -Me lo contó todo tu estúpido novio, se llamaba Elena Rivera, pues le quitaron su identificación y se largaron asustados-.
Ella estaba muerta de miedo. -Como ves solo tengo que denunciarte y estas en prisión y papá no va a hacer nada para impedirlo, así que caemos los dos, pero tu pierdes de cualquier forma; Así que ¿que escoges?-. Ella llorando de rabia después de un rato dijo. -Escojo quedarme-.
Papá y yo comenzamos a reír, habíamos ganado. -Bien vanessa, ya no te llamarás así, de ahora en adelante te llamarás zorra! ¿Entendiste?-. -Sí-. Murmuró ella. -Entendido, lo primero que harás será subir en este momento, quitarte el panas que llevas puesto y ponerte tu bikini negro; Después bajaras así a hacernos el desayuno. Córre!-. Grité, ella salió disparada.
En 20 minutos ya estaba terminando de cocinar los huevos fritos con las salchichas, había servido tres platos. El verla en ese bikini negro cortito que realzaba sus piernas, caderas, culo, vientre y Tetis me puso el pene a reventar, se veía preciosa y si alguien que no la conociera la veía a la cara, le habría parecido un ángel de melena rubia.
Cuando acabó de servir los platos ya se iba a sentar a comer con nosotros cuando aventé su silla de una patada. -Tú comerás en el piso como la perra que eres-. Dije furioso y ella no se atrevió a rezongarme. -Pero antes zorrita nos vas a dar a papá y a mí una buena mamada mientras comemos-. La agarré de la melena y la puse bajo la mesa, ella empezó a mamármela de forma suculenta, usando toda su lengua, era excelso. Papá y yo brindamos por esta hembra, comíamos y bebíamos. -Basta!-. Dije después de un rato y ella siguió con papá que ya se había quitado su pijama.
Como me dio la espalda y tenía su precioso culo hacia mí, le di una sonora nalgada en el culo y le ordené que lo levantara, le bajé el bikini y le metí una salchicha frita que estaba hirviendo en la vagina hasta la mitad, ella dio un respingo pero sabía que era mejor no protestar. Saqué la salchicha y la saboreé. -¿Que tal está hijo?-. Dijo papá entre ocasionales quejidos. -Préstame la tuya para que pruebes, me pasó su salchicha e igual la clavé en su vagina. -Seguro te quema zorra, pero tus jugos vaginales son el aderezo más exquisito-. Los dos reímos. -Basta!-. Grité cuando vi que papá se acercaba al orgasmo; Ella paró en seco. -¿Como que basta?, ya no aguanto-. -Está bien papá, te la puedes coger-. -¿Como que me la puedo coger?, si es mi hija-. -Si pero anoche me la diste para que la poseyera, o sea que ya es mía, me la tienes que pedir, fue un trato de hombres-. Papá lo pensó mejor. -Maldición, anoche hablé de mas, me la hubiera quedado yo, pero ni hablar, un trato es un trato-. -He, zorra, ¿estás ovulando, cuando fue tu último periodo?-. Le dije. -Hace 5 días-. Chilló. -Cógela sin problemas papá, pero no la puedes embarazar, ese placer me lo voy a reservar para mí, solo que vente fuera de ella-. Ella se alteró mucho pero no hizo nada.
Papá la puso agitado inclinada parando el culo con las manos sobre la mesa, le bajó el bikini, la lubricó con un trozo de mantequilla y la comenzó a penetrar con vigor. Cuando ella comenzaba a quejarse, le metí sin previo aviso 5 salchichas en la boca para que se callara, así estuvo siendo sacudida por papá; el cuál la fornicaba a de una forma desesperada, era evidente que había pasado mucho tiempo sin coger y justo antes de venirse, cumplió su promesa. Sacó el pene de la dilatada entrada vaginal de mi hermana y se lo friccionó hasta que despidió unos grandes chorros de semen que paraban embarrando el culo de mi hermana que estaba inclinada ensobre la mesa de espaldas a papá.
-Sí zorra!, que rica estas, ojalá yo te hubiera violado primero que tu hermano, pero de haber sabido lo buena que estabas te hubiera cogido desde niña-. Vanessa solo lloraba lo mas en silencio que podía.
Papá empezó a temblar de forma cada vez más convulsiva hasta que no soportó más y dando un gemido empezó a soltar su espeso semen en el voluptuoso culo de mi hermanita, el cuál quedó chorreando por la abundante cantidad; ella chillaba. Ver a papá cogerse a su hija me excitó de forma salvaje.
Cuando acabó de venirse papá, con su mano embadurnó todo el culo de Vanessa con sus manos. Le subió el bikini que se le adhirió a su piel bañada con semen tomó, impulso y le soltó sonora cachetada en las nalgas, que la hizo retorcerse de dolor y gritar.
Ambos soltamos una carcajada, yo me paré de mi asiento la tomé por los brazos jalándola hacia mí contra de su voluntad, y le arranqué las salchichas de la boca y le estampé un profundo beso, metiendo mi lengua lo mas profundo que pude, sintiendo su paladar, su jugosa y roja lengua, la rodeé con mis brazos y repasé con mis manos su terso y exquisito cuerpo. No me importó empaparme las manos con el semen de mi papá cuando magreé su culo de la manera más obscena por encima de su negro bikini.
Entonces, repentinamente la solté y la tiré con violencia en el suelo. Mira lo bonita que luce esta puta papá, apenas anoche era una niña mimada y ahora mírala toda una putita-. Ella estaba tirada en el piso llorando y con la cabeza agachada.
Papá solo se limitó a sonreír con una nueva malicia, estaba abatido aún por la eyaculación.
-Bien perra, no quiero que te vayas a desnutrir y pierdas esa figura de diosa, vas a tragar!-. Grité muy excitado; Fui a la alacena donde guardamos la comida para el perro, cogí una lata, la abrí y la vertí en el traste del perro. Este mismo lo llevé a la mesa y lo puse bajo de ella. Vanesa me miraba horrorizada.
Corté también el cable del abrelatas eléctrico con cuchillo, este lo doblé y entre mis manos y le susurré a Vanesa. Traga-. Ella llena de miedo se apresuró a cumplir mis órdenes. Como perra comerás-. Dije. En efecto, a cuatro patas se inclinó y bajó lentamente la cabeza al traste. Zorra, vas a alzar tu culo mientras comes-. Volví a susurrar.
Ella lo alzó un poco, en eso papá la traicionó. Tu zorrita no está comiendo-. Aaaaaaaahhhhhh!!-. Un salvaje grito de dolor se le escapó cuando sin piedad le solté tremendo azote con el cable. Vas a comer como perra por la buena o te tatúo el culo a azotes para que no te vuelvas a sentar en toda tu vida, Zorra!!!-. Esto fue demasiado para ella, soltó a llorar ruidosamente, pero al ver mi aspecto molesto no se lo pensó dos veces y hundió la toda la cara en el trasto comenzando a comer ruidosamente. -El culo-. Susurré y ella de inmediato lo alzó lo más que pudo.
-Tu si que sabes entrenar a estas zorras-. Dijo papá. -Ya verá lo que es servir a un macho y haré que se arrepienta de haber sido una golfa-. Dije lleno de orgullo.
Durante la comida papá me comentó muy abiertamente detalles de lo mal que se había puesto su relación con mamá antes de irse ella, en lo que yo le sobaba el culo a mi hermana con mi pie desnudo, notando que el contacto con el mismo le ardía gracias al azote que le había propinado.
Increíblemente lo veía contento y lleno de confianza, además de caliente. Creo que al dar rienda suelta a nuestros instintos sexuales y haber derribado el tabú sobre el sexo papá y yo teníamos menos presiones, además de sentirnos muy machos, eso era excitante y reconfortante a la vez.
Según papá, mamá había sido terrible; gastaba de más con las tarjetas de crédito en ropa, caprichos y joyas, para ella y Vanessa, dejando endeudado a papá. Siempre peleaba a con el por tonterías, ya no estaba en casa nunca, solo estaba con su amiga Marijose y lo peor: no lo había dejado tener sexo con ella en mas de un año, gracias al amante que tenía, al cuál le había presentado su maldita amiga Marijose.
-No te preocupes papá, la zorrota ya se fue pero nos queda su cachorrita para que pague-. Dije al tiempo que empujaba con mi pié a Vanessa por el culo, incrustándose esta en el plato de comida para perro. -Y ten por seguro que nos las va a pagar-. Dijo papá al tiempo que le soltaba un puntapié por debajo de la mesa, solo escuché un quejido y luego un ataque de hipo.
Papá se soltó a reír. -Parece que esta puta le gustó demasiado la comida de perro, ya se atragantó y si no le das agua se va a ahogar-. -Deberíamos dejar que te murieras perra, pero nos importa mas abusar de tu cuerpo hasta que te acabes por completo-. Le dije cínicamente a mi hermanita. Ella seguía con hipo cada vez mas violento.
Me paré y fui a la vitrina de la sala, cuando me vio papá, protestó. -Tranquilo PA, esta perra nos va aparte de todo a regresar el dinero que gastaste en ella, pero será luego, este wishky lo va a pagar por cinco-. Le dije riendo.
Tomé a mi zorrita y la senté en el piso, tenía toda la cara llena de comida para perro; entre risas le pedí a papá que me pasara un trapo. De manera tierna le dije. -Mira que perrita tan puerca me saliste, te voy a limpiar pero solo esta vez-. Ella seguía con un violento hipo; acto seguido, destapé el wishky y se lo empecé a derramar en la cara mientras la limpiaba con el trapo
-Estas loco, esa botella es carísima-. - Ya te dije que ella la va a pagar, además estas acostumbrada a lo bueno, no es así cachorrita?-. Después repasé con toda la extensión de mi lengua la cara de Vanessa hasta quitarle el wishky a puros lametones.
Al parecer su hipo estaba empeorando, así que la tomé del cabello y jalé su cabeza hacia atrás con muy poca sutileza, le abrí la boca con mi otra mano y vertí el wishky hasta que se empezó a atragantar. La solté viendo lo delicado de la situación, ella ahora tosía y se doblaba escupiendo, pero ya podía respirar.
Solo me miraba asustada, mientras que yo sonreía cínicamente. -Acaba tu comida-. Dije lacónicamente mientras iba por un plato y servía wishky para ponerlo junto al traste de comida para perro. -De ahora en adelante tomarás bebidas con alcohol, me oíste?-. Ella asintió temerosamente y se dirigió a su plato al cuál miraba con asco.
-Aprende rápido a ser perra, hijo; muy bien-. Dijo papá emocionado.
Siguió platicando de como la amiga de mamá, había arreglado los encuentros en su propia casa, cuando estaba ella sola para que mamá y su amante pudieran coger a gusto. También como mamá usaba las tarjetas de papá para comprar regalos a su amante, como lencería provocadora, habanos, licores y trajes para el desgraciado; pero lo peor era que apenas se molestaba en ocultarlo De hecho todas las ideas parecía las sugería su amiga Marijose, que a su vez tenía otro amante; incluso me contó que descubrió que en una ocasión cambiaron parejas.
Le pregunté como sabía tanto, a lo que me respondió que checaba los estados de cuenta, encontraba cartas del amante para mamá y al final había mandado interceptar el celular de mamá y su correo con un detective privado.
Cuando acabamos de comer papá la obligó a lavar los trastes a punta de nalgadas salvajes, mientras nosotros nos sentamos encuerados en el sillón a ver a tele.
-Zorra!, ven aquí puta con dos cervezas!-. Le grité. Ella se apareció con las cervezas, a pesar de todo se veía exquisita, casi nunca había tenido enfrente de mi a una perra tan buena como mi hermana. Ciego de excitación mi pito saltó como resorte, durísimo.
-Haber perra, ya vete acostumbrando, mámame la verga ahora!-. Ella no se movió pero al fingir que me iba a levantar para golpearla con el cable, se agachó al instante y con odio y asco se metió mi pito a la boca, pero solo la punta. Papá miraba con envidia.
-Trágatelo zorra!-. Grité y se la hundí hasta la empuñadura, ella dio un respingo. Me puse de pié, a tomé de su hermosa cabellera con ambas manos y así empecé un violento mete y saca, al tiempo que también la embestía con mi vientre de modo desesperado. -Acarícialo con la lengua zorra!-. Grité jadeante, creo que la estaba mareando muy rápido porque no atinaba ella a hacer nana. Zaz!, oí un tronido que hasta a mí me dolió. -Te dijo que se la mames puta! y así la se la vas a mamar como una asquerosa puta-. Era papá que la azotaba desesperadamente excitado en el culo mientras le gritaba; pero sirvió.
Me empezó a dar una mamada de campeonato como las que seguramente le hacía a los novios en turno, me estaba succionando mi pene de modo húmedo y exquisito cerrando su boca alrededor de él y relamiéndolo como gatita. Era húmedo y estrecho como una segunda vagina. Imaginándola chupando el pene de su novio me excitó de forma tan salvaje que la embestía por la boca de manera tan salvaje que papá se había quedado atónito, no me importaba si le hacía daño, solo quería ahogarla en semen.
Y sucedió, mis bolas liberaron el precioso líquido y mi pene estalló soltando un potente chorro de semen que se estrelló en lo profundo de su garganta y no la soltaba, creo que salió un poco por la comisura de sus labios pero pude obligarla a tragarse la mayor parte, pues era eso o volverse a ahogar.
Sudoroso y abatido la solté y caí de espaldas en el sillón, ella volvía a toser, entonces papá la hizo limpiarse la boca con mucha cerveza, que no dejó que escupiera, pues apenas lo intentó recibió por premio una bofetada.
Las ideas revoloteaban en mi mente mientras respiraba con dificultad; papá parecía muy excitado y no creía que fuera a aguantar mucho antes de querer follarse a mi hembra. -Zorra, ven aquí y lámeme los huevos-. Le dije para alejarla de papá. Ella se movió y con renovado asco empezó a lamerme las bolas, dando de cuando en cuando tragos a la cerveza que acababa de traer papá, sin embargo lo lamía de maravilla como una profesional, creo que se estaba embriagando.
A los cinco minutos ya tenía mi sable listo para follar otra vez. -Como me gusta verlos coger hijo, ojalá estuviera tu madre aquí para fornicarla yo-. Balbuceaba papá.
-Entonces deléitate viejo-. Dije ciego de excitación entre gemidos; me puse de pié de un salto, levanté a Vanessa en vilo y la aventé en un sillón reposet que había cerca. Entonces me abalancé sobre ella como tigre sobre mi presa, le arranqué de un golpe el top del bikini y chupé malsanamente ese par de melones que se agitaban ante mí
-Aderézalos hijo-. Y papá me pasó la cerveza, la cuál vacié completa en sus tetas y su cuerpo, pedí otra e hice que la tragara como pudiera completa, aunque buena parte resbaló de su boca mojándole el cuello.
-Papá, vamos a bañarla con cerveza!-. Y de inmediato el trajo mas botellas y los derramamos sobre su cabello, cara, su cuello, sus tetas; le arrancamos lo que quedaba del negro bikini y mojamos su monte Venus, sus piernas y sus pies. Finalmente tomé una última botella, la agité con fuerza y se la introduje de golpe en la vagina liberando todo el contenido en su interior, ella casi gemía.
Seguí mamando sus tetas como un becerro, tan violentamente que ella se retorcía. En eso, jalé una palanca que bajó el respaldo del reposet poniéndola en una perfecta posición para ser poseída, con las caderas ligeramente alzadas.
Finalmente le abrí las piernas con brutalidad, ella emitía grititos. Y gemidos cortados. Así como un toro de lidia la penetré con una furia animal y desesperada una y otra vez, cada vez más descontrolado hasta que mi único objetivo era venirme dentro de ella, ya no importaba nada más. De repente ella empezó a gemir de forma desesperada, estaba ya muy ebria y se había excitado, gemía como una auténtica puta; la estaba violando y ella en su intoxicación lo estaba disfrutando.
Entonces estalló por segunda vez mi animal y salió triunfante mi esperma para llegar ahora a lo más profundo de sus entrañas, pero lo más sorprendente es que ella me rodeó con sus piernas y brazos y me atrajo hacia si, para que si era posible, mi pito y mi semen llegaran mas adentro de ella todavía.
Unas fuertes convulsiones nos sacudieron como una descarga eléctrica y un instante después caímos exhaustos en el sillón.
La vi a la cara y me llenó de ternura por un instante, así que le di un beso largo, húmedo y profundo. Ella borracha, sonrió y luego perdió la conciencia. Yo seguía pistoneando mi pene dentro de ella pero ya esta a unto de salirse.
Se salió justo a tiempo, pues apenas quedó fuera chorreó parte de mi semen y sus flujos, pero casi luego su esfínter se relajó orinándose. No me importó realmente y me quedé abrazado de ella hasta quedarme dormido.
Cuando desperté la seguía abrazando, estábamos cubiertos por una colcha y papá estaba dormido completamente borracho en un rincón; parecía que se había masturbado con un pié de Vanessa que sostenía a pocos centímetros de su pene.
Aún estaba muy cansado y ya era de noche. A pesar de que ella seguía inconsciente, la cargué y me disponía a llevarla a mi cama, pero en eso recapacité. Quién mandaba últimamente?, yo o mi papá?, el era un mojigato después de todo y lo tenía de mi lado.
Por fin la llevé a la recámara de mis padres; allí la deposité en la ancha cama y me metí a dormir con ella, los dos desnudos, llenos de cerveza, semen y flujos. Mañana ya cambiaría la vida de mi hermana de una vez y para siempre, de hecho no solo la de ella, sino la de todos nosotros.
Esa noche fue la segunda que dormí laxa y despreocupadamente. Después de todo ya tenía un plan para que mamá volviera como esclava, pero no de papá, sino mi esclava, ya mandaba otro hombre mas macho en la casa.
Cuando desperté en la mañana, Vanessa ya había despertado, estaba de espaldas a mí, pero no decía nada. Le acaricié su pegajosa melena.
-Maldito enfermo, me vas a embarazar-. Susurró, pero todavía tenía mucha flojera para golpearla, así que le dije. -Mira, quizá hablé de más, no te quiero panzona en mi casa-. -Entonces esta ya ni siquiera es mi casa cerdo?-. Me dijo enojada. -Pues no, de hecho no la mereces-. -En cuanto se entere de esto mi novio vas a acabar tu y ese estúpido cerdo de mi padre en la cárcel, ya no me importa nada, me largo, pase lo que pase-.
Como gustes, pero tu novio no va estar aquí hasta la tarde, recuerda que los lunes siempre sale de la ciudad en las mañanas, mientras eres mía.
Me levanté de la cama y en eso venía entrando papá con el cable, ella retrocedió al otro lado de la cama por instinto.
-Sabes papá, esta perra se está poniendo pendeja, quiere más azotes-. -No, por favor, eso no-. Dijo ella espantada. -Cállate!-. Gritó papá y ya iba hacia ella dispuesto a azotarla cuando lo detuve.
-Espera papá, si esta zorra se quiere reformar hay que dejarla-. -A que te refieres?-. -Mira, me dolió ver ayer que no tengas hembra para follar, así que por medio de esta puta te voy a regalar una-. -Que dices hijo?, de que hablas?-. Decía papá confundido.
-Puta! mámale la verga a mi padre hasta que se venga en tu boca y tu papá fornícate a esta puta por el hocico como buen macho, luego báñala pero esta vez con agua y ponle algo bonito de ropa, vamos a dar un paseo. Mientras yo me encargo del desayuno-. Papá desconcertado pero complacido se disponía a montar en la cama cuando lo volví a detener.
-Espera, mira papá nunca te he pedido nada para mí y solo quiero que como ya Vanessa es mi hembra me dejes esta habitación, te la cambio por la mía-. -Pero porqué?-. -Esta es una recámara nupcial, para parejas y tú por el momento ya no tienes, mi recámara es chica para dos, pero amplia para uno-. -Está bien, entonces querrás que la fornique en tu ex recámara-. -No, en la que era de ella porque tiene baño con regadera-.
Me bañé en el ex baño de mis papas, estaba asqueroso, pero vanessa debía estar peor, de cuando en cuando oía los gemidos de papá, Vanessa ya no podría disfrutar pues ya no estaba borracha, pero sí con una pesada resaca.
Fui a mi antigua recámara y me vestí por primera vez desde hace dos noches. Entonces fui a la recámara de Vanessa, estaba preciosa, papá le había mandado a vestir una minifalda blanca ajustadísima, una blusa de tirantes azul cielo de encaje que descubría el ombligo, unas zapatillas de tacón con correas y una chaqueta alta y ajustada también blanca. Ella peinaba su cabello. -Bravo papá, de verla ya se me está parando-. -Porqué no solo la fornicamos otra vez?-. -No, ella va a pagar y a conseguirte otra hembra-.
Tomé el cable y lo levanté. -Escribe puta, la clave de tu computadora, e-mail, el número de celular de Marijose y los nuevos números de mamá-. Mas sin embargo no lo hizo, SAS! otro golpe, pero ahora en las manos.
De inmediato escribió. -Cada error te costará diez azotes-. La amenacé. -Para que quieres eso?-. Preguntó, a lo que respondí con una sonora bofetada; No habló más. -Papá, pidan comida a domicilio y te explico en unos instantes-.
En 30 minutos ya había terminado, mi búsqueda informática. Bajé a comer, habían pedido pizza y papá tenía atada a Vanessa una correa del perro que paraba en un collar en su cuello. -Si vamos a salir es ilegal sacar a los perros sin correa-. Ambos reímos.
Obligué a Vanessa a que me diera de comer en la boca, después igual que ayer la hicimos comer comida para perro del traste y mas wishky; le di también unas pastillas anticonceptivas que había dejado mamá olvidadas, pareció que se reconfortaba un poco.
Entonces subimos al auto de papá y le dije que condujera a la universidad donde estudiábamos Vanessa y yo, ella se alteró.
-Bien perra, como has sido tan zorra y tan puta en lugar de estudiar entonces no volverás a ir a la universidad, en lugar de eso vas a ser mi hembra y te vas a dedicar a ser la mas puta y zorra ama de casa como te gusta.
Ella seguía alterada cuando llegamos, papá aparcó el auto y le dije. -Mira zorra, vas a ir conmigo y vas a fingir que no ha pasado nada, te vas a dar de baja en la oficina de servicios escolares, y vas a poner de pretexto con tus amigas putas que ya no quieres estudiar y que te vas a ir a vivir con tu tía a otra ciudad, de otra manera te vamos a azotar hasta que no te puedas sentar en seis meses, me has oído?-. Ella muerta de miedo asintió con la cabeza y bajamos.
Se comportó muy normal y de suerte no nos topamos con sus amigas. -Esto es solo el principio-. Le dije y le tendí su celular. -Llámale al idiota de tu novio y dile que tiene razón, que te has estado acostando con su enemigo, ese tal Norberto y ya sabes lo que va a pasar si no lo convences-. Mientras nos dirigíamos a una dirección que le había dado a papá, el estaba fascinado.
Ella como pudo logró sonar convincente conmigo al lado en el asiento de atrás amenazándola con el cable. -Como sabes eso?-. Dijo llorando -Que como lo sé pendeja?, por si no te diste cuenta revisé tus correos y demás hace rato-. Ella no paró de llorar en todo el camino, pero me interesaba que se desahogara antes de llegar.
Por fin llegamos, era una tienda de accesorios para personas prestadoras de servicio para personas y casas de mucho dinero, un lugar algo excéntrico según sabía por las exigencias de los clientes. Bajamos los tres y fuimos a la sección de uniformes para servidumbre, ahí le pedí a la empleada que nos mostrara todos los uniformes de sirvienta que tuviera, aunque quedó algo confundida pues vanessa parecía mas bien una niña rica de sociedad que una sirvienta por su atuendo.
Le hice probar todos y al final papá y yo nos decidimos por cinco uniformes de sirvienta francesa dos de ellos de seda, uno negro y uno rojo; los otros eran de tela negra, azul cielo y uno verde pardo de terciopelo. Todos hicimos que dejaran las faldas cortitas y un gran escote.
Hicimos que se llevara puesto el negro de tela y así con ella casi llorando salimos triunfantes a pesar de la cara de morbo de los empleados, pues la altanera de mi hermanita pasó de niña mimada a sirvienta.
Llegamos a casa e inmediatamente nos desnudamos papá y yo. La llevé a su ex cuarto y la obligué a echar en una gran bolsa y a punta de azotes toda su ropa, excepto su ropa interior y algunas medias; esta bolsa mandé a tirarla con papá a un tiradero cercano.
-De ahora en adelante no solo serás mi puta, sino también mi sirvienta y la de papá, por cierto es hora de tu otra pastilla anticonceptiva si no quieres salir embarazada-.
Ella lloraba mucho y yo estaba caliente, así que le dije a papá que descansara, que en la noche era muy probable que tuviera a su hembra y necesitaría fuerzas para poseerla. Mientras me encargué de volver a emborrachar a la mía, la llevé a mi recámara nupcial, la tumbé en la cama y me la cogí hasta quedar exhausto.
Dormí varias horas y al despertar me aseguré que ella seguiría durmiendo por mucho tiempo, entonces fui con papá que estaba comiendo, me serví y me preparé para descubrir mi plan.
-Que estas tramando tú?-. Me dijo apenas me senté. -Mira papá ya te lo dije te voy a dar un hembra, pero solo si confías en mí y mis habilidades-. -Después de verte manejar a tu hermana, claro que si-. -Bien, pero solo quisiera pedirte algo a cambio, algo que he deseado toda mi vida-. -Que es?-. -Es una petición difícil, lo sé-. -Que es?, después de lo que me quitaron la puta de tu madre y tu zorra hermana nada es excesivo-. -Pues bien papá, te voy a dar a Marijose la amiga de mamá como tu esclava-. -Qué! estas loco?, eso es imposible-. -No, no lo es, de hecho casi la tenemos; de hecho sé que siempre te ha gustado, una vez te lo gritó mamá-. -Entonces que quieres a cambio de ese manjar?-. -Bien papá hablando de macho a macho, lo que quiero como premio y trofeo es a mamá-. -Queeeé!-. -Así es, sé que están divorciados pero igual hay un vínculo de macho-. -Pero como puedes pedir eso, estás enfermo o que?-. -Papá, emprendimos nosotros los machos una guerra contra las hembras que nos traicionaron. Además siempre he deseado poder poseer a mamá, siempre me ha excitado, la quiero hacer mi mujer-. -Pides mucho, además, como piensas atraerla?- -Te estoy dando a la hembra que siempre has deseado, recuerda lo que te hizo mamá y con lo que sé puedo hacer que venga y sea mi mujer, que dices?, incluso puedes tener a la hija de Marijose, Gwen-. Papá apenas podía razonar lo que decía yo, lo pensó muy largo rato y luego dijo. -Acepto, y cuál es tu maravilloso plan?-.
-Es muy sencillo-. Dije y se lo expliqué, consistía, el plan era excelente