Papá postizo 3

Por fin me desvirgo la vagina, de manera deliciosa

Tercera entrega de:

PAPÁ POSTIZO 3

El lunes siguientes por boca de mi amiga me entere del por que su papá ya no vivía con ellas…no supe si reír o llorar, al parecer Don A quería tener relaciones sexuales con su esposa y esta se negaba y lo llamo (enfrente de su hija) “obseso sexual” y lo corrió de casa y se había ido a vivir a uno de los departamentos de su tío (otra historia) a ella la llamaba todas las tardes por que su mamá se negaba a dejarlos hablar en persona.

Dejando a un lado la atribulada vida de mi amiga y de Don A, yo estaba exultante de alegría, casi cada noche me tocaba solo mi clítoris sin meterme ningún dedo por que quería que Don A me desvirgara; también con mucho cuidado me rasure mi vulva y labios vaginales, fue difícil ya que temía lastimarme, sin embargo todos los días sin falta me quite mi vello púbico, que aunque no era mucho si crecía con rapidez.

El viernes por la noche mi mamá me pregunto si saldrían ese sábado, por que ellos irían a ver a una tía a Cuernavaca y querían saber si querría ir con ellos, les dije que tenia planes y que tal vez llegaría tarde el mismo sábado, ellos me dijeron que entonces cerrara bien la casa y que me hablarían a eso de las nueve de la noche para saber si estaba bien, que no armara una fiesta, y un largo etcétera.

El sábado me levante temprano, me bañe, me rasure nuevamente y use mi aceite de almendras en todo el cuerpo, me puse el “Cachetero” más pequeño que tenia, un sostén de encaje muy sexy, regalo de una prima, una falda tipo escocesa (tipo Kilt y no escolares) de color negro y verde, mas corta y tableada de un lado y lisa y ligeramente mas larga del otro, unas calcetas blancas, unos zapatos negros y bajos, un suéter algo suelto de color beige, con un escote profundo que dejaba ver el nacimiento de mis pechos, así lista y con las piernas temblado me dirigí al departamento de Don A.

Como era temprano no había trafico, entre en el edificio, su departamento seguía siendo el único habitado de aquel edificio, aunque tenia una puerta a la entrada de los departamentos para mayor seguridad, fue en el segundo piso que se me vino una loca idea, me quite el suéter lo guarde en la bolsa y seguí subiendo hasta el departamento, abrí con mi llave y sorpresa…

-Estoy en casa papá – dije como si no fuera semi-desnuda

-¡Niña que son esas fachas! – dijo en tono de enfado – ven acá a que te de…

Me acerque a él, pensé que le gustaría mi idea y en ese momento me sentía muy mal, se levanto del sillón y yo me acerque y fue entonces que me di cuenta que no estaba enojado, sino excitado…me agarro de las nalgas y me acerco a su pelvis y me empezó a besar con algo de salvajismo, yo por mi parte le correspondía al beso y me untaba a su pelvis, fue tan rico.

-Avy – me dijo después que me soltó - ¿en que momento te pusiste con esas ropas?

-En el segundo piso papá – dije con la mirada baja – quería darte una sorpresa

-Me sorprendiste, pero si te vas a desnudar hazlo solo en el departamento ¿bien? – yo me limite a asentir – ahora desnúdate, quédate solo con el cachetero y el sostén, después prepara el desayuno: café, pan francés y fruta

Así lo hice, solo era conectar la cafetera, dorar el pan y picar un poco de fruta, él me había dicho que hiciera todo lo que me digiera y sin rechistar. Cuando todo estuvo listo prepare dos lugares y lo llame:

-Papá el desayuno esta listo – me vio de arriba para abajo con un deseo que me hizo mojar las pantaletas

  • ya voy – en cuanto se sentó en la silla de comedor empezamos a desayunar en silencio, al acabar yo me dijo - ¿acabaste?

-Si papá, ¿deseas algo más?

-Si, quiero que te hinques entre mis piernas y me la chupes – me quede con cara de tonta por un momento hasta que me grito – ¡a que esperas niña! – rápidamente me hinque entre sus piernas le abrí el pantalón, él me ayudo a bajarse un poco, no traía bóxer así que con la ayuda de mi mano empecé a meneársela y chupársela como el me había enseñado, o eso creí – ¡las manos detrás! – dijo mientras me daba un pequeño bofetón

-Lo siento papá – y empecé como el me había enseñado, lamí y chupe primero sus testículos y después su pene, lo metía a mi boca aun ritmo lento pero constante, con mis labios lo apretaba, cuando estaba en la cabeza lo chupaba como si fuera un popote tapado (con más fuerza) yo lo escuchaba gemir, después me tomo del cabello y me hizo hacia atrás

-Ya lo haces mejor –me dijo con una sonrisa – se te olvida lo de las manos, ahora ve a la habitación, te desnudas completamente, te acuestas en medio de la cama, pones ambas manos arriba agarrándote de cabecero, las piernas dobladas hacia arriba y abiertas y me esperas – me dio otra vez los nervios, así que solo asentí y con las piernas temblorosas me fui a la habitación e hice lo que me dijo.

Espere un rato en esa posición hasta que llego, venia con el cabello húmedo y totalmente desnudo, se subió a la cama y quedo entre mis piernas, se estiro sobre mi, me empezó a besar con pasión, metía su lengua en mi boca y me provocaba, por mi parte me solté del cabecero y lo abrace del cuello y levante mi pelvis para sentirlo mas cerca – no niña, las manos arriba, primero yo conoceré tu cuerpo, luego tú el mío y después nos conoceremos entre los dos – puse nuevamente mis manos en el cabecero, ahora el besaba y lamia mi cuello – quiero morderlo, dejar  mi marca, pero no debo, pero de que hoy te la meto nada me detendrá – bajo a mis pecho ¡¡ohhh!! Mis pechos, ¡que delicia! Con su boca succionaba uno de mis pezones, lo lamia, lo mordía y con una de sus manos pellizcaba, apretaba, sobaba el otro pezón, luego cambio de lugar, yo suspiraba y levantaba mi pelvis buscando algo, aun no sabia que.

Cuando termino con mis pechos, bajo con la boca a mi ombligo, ¿alguien creería que el ombligo es una zona erógena? Yo no, pero el metió su lengua en mi ombligo como si fuera su pene y mi ombligo mi vagina ¡¡eso fue demasiado!! Tuve un orgasmo en ese momento, pequeño pero orgasmo al fin y al cabo, sus manos recorrían mis costados, mis nalgas, acariciando, conociendo, excitando, cuando llego a mi monte sonrió – te quitaste todo el vello ¿eh? Bien, así será más rico – agarro mis piernas y las puso en sus hombros, sus manos en mis nalgas y su boca en mi sexo, lamia, chupaba, mordía casi toda mi vulva, pero no se acercaba ni a mi vagina, que soltaba fluidos al por mayor, ni a mi clítoris que palpitaba de necesidad, creo que yo gritaba, realmente no lo recuerdo, recuerdo la sensación, primero de vacío, de necesidad y después cuando chupo mi clítoris la sensación de intenso placer, llegue nuevamente al orgasmo.

En ese momento aprovecho él para meterme todo su pene, de un solo golpe, yo he escuchado que duele mucho, yo no sentí ese dolor, sentí un pellizco e incomodidad, nada más, él detuvo de cualquier movimiento

-¿Estas bien? – dijo mientras su manos estaban en mi nalgas acercándome a él, sin permitirme mover, estaba hincado entre mis piernas, con el pene dentro mío, yo agarrada (aun) de la cabecera, tratando de moverme en círculos o de atrás para delante pero no me dejaba, estaba algo MUY frustrada por eso…

-Por favor papá – dije en jadeos – necesito…¡OH SI! – empezó a moverse lentamente de atrás hacia delante y luego en círculos – MÁS, POR FAVOR MÁS – recuerdo que yo bramaba eso, él se recostó sobre mí y empezó a moverse más rápidamente y mas fuerte y cuando creía que alcanzaría mi ansiado orgasmo bajaba la velocidad, creo que llego el momento que ni él pudo detenerse y se movió con rapidez y fuerza, lo escuche rugir y luego yo grite…quedamos él encima mío jadeando y yo respirando fuertemente, aun lo sentía dentro mío, sentía mi vagina pulsar, era (y es) muy rico quedarse así, poco a poco se salió de mi, me sentí algo vacía, se puso de lado, me acaricio la curva de la cadera y la cintura, me abrazo, nos besamos y si decir nada nos dormimos.

Cuando me desperté escuche ruido fuera, me levante, sentía raro mi cuerpo, lo llame:

-¿Papá? – dije a media voz

-Ven, estoy en la cocina, ven como estés – salí de la habitación desnuda, caminando creo yo algo raro, al menos así me sentía - ¡que linda te vez así!

-¿tú crees? – yo me sentía muy sucia, no por lo que habíamos hecho, si no por el sudor, el semen y mis fluidos

-Si, te vez hermosa, pero ve a bañarte para que te sientas mejor y cuando salgas te daré de comer – así desnuda me fui a bañar, ya bajo el agua explore mi cuerpo, sentía un poco de irritación en mis partes, pero de ahí en fuera me sentía genial, quería más de lo que Don A me había dado.

Salí de la regadera, me seque y busque crema para mi cuerpo y ¿qué encontré? Un frasco de aceite de almendras ¡mi favorito! Me puse y así desnuda y contoneándome salí del baño, Don A estaba en el comedor sentado, solo había puesto un servicio:

-Ven siéntate en mi pierna, para darte de comer – me senté en su pierna como una niña buena, él me dio de comer en la boca, alternábamos bocados con besos, me calenté mucho, creo que sintió mi humedad por que dijo - ¿ya esta calientita mi niña?

-Si papá, te necesito – fue todo lo que dije para que me sentara a horcajadas sobre él (que también estaba desnudo y limpio) y se empezara a mover contra mi –mmmm que bien papá

-Chiquilla que rica eres – dijo esto mientras sentía su pene crecer – espera un poco más – dijo esto por que mis movimientos era más atrevidos y necesitados – vayamos a la sala, ahí me la chupas y después te enseño a montármela.

Fuimos a la sala, se sentó en el sillón individual, yo me hinque, puse mis manos detrás y empecé a lamer y chupar, él solo gemía y me pellizcaba y sobaba mis pezones:

-Alto niña – dijo entre jadeos – ven, abre tus piernas y métetela – lo hice, era un poco incomodo por la posición pero fácil por que estaba muy mojada, cuando al fin entro toda él dijo – ahora sube lentamente, cuando este solo la punta vuelve a sentarte – lo hice y ohhh era tan rico, lo hice como cinco veces, él solo me agarraba la cintura, hasta que me detuvo – ahora métetela toda y gira con tú cadera con ella dentro – hice lo que me pidió, de manera lenta, mmmm era delicioso, lo hice varias veces hasta que me detuvo – ahhh que bien lo haces niña, ahora métetela toda, echa las nalgas para atrás y luego tú pubis para adelante, anda mmmm – hice lo que me pidió, estaba desesperada, lo quería rápido y fuerte y él me exigía lentitud, mientras me chupaba los pechos, me agarraba las nalgas y me besaba – bien Avy esos movimientos son básicos, ahora tú muévete a la velocidad que quieras, pero te agradecería que lo hicieras rápido y fuerte mmmm – fue todo lo que necesite, me empecé a mover de una manera casi salvaje sobre él, me importaba solo mi placer, los movimientos que me había enseñado eran deliciosos lentamente pero cuando los hacías con rapidez UAU eran alucinantes, él se deleitaba en mis pechos, creo que metió un dedo en mi ano, realmente no lo sé, por que sentí en ese momento mi orgasmo, mi vagina palpitaba alrededor de su pene, caí rendida sobre su hombro.

-Chiquilla deliciosa, eres más mujer que algunas que conozco – eso me hizo sentir en la gloria, aun estaba duro dentro mío, se levanto conmigo encima, saco su pene aun duro, me hizo ponerme recargada en el sillón, con los pechos rozando el asiento, la cabeza recargada totalmente en el asiento y las piernas abiertas, en eso sentí como me la metió de un solo golpe, grite de placer, empezó a bombear de manera salvaje, en esa posición me sentía más llena, sentí más placer, empujaba fuerte y rápido, yo solo gritaba de gusto pidiendo más, cuando llegue a mi orgasmo (el cuarto o el quinto del día) la saco y puso su pene entre mis nalgas y se masturbo con ellas, hasta que eyaculo, todo su semen cayo en mi espalda, nalgas y parte del pelo, fue riquísimo.

-Espero que estés satisfecha mi niña –dijo mientras de algún modo estábamos los dos en la tina – yo estoy seco, no te preocupes de un embarazo, después de que naciera A, me hice la vasectomía, no quería mas hijos con esa mujer, ¿estas satisfecha?

-Si papá lo estoy, aunque si me dieras más yo sería más feliz…

-Jajajaja lo siento cielo; es lo más que te puedo dar, dentro de ocho días tu ano será mío y eso me hace feliz…

-¿cómo le haremos para que me quepa? – realmente estaba preocupada

-Quería que me preguntaras, te enseñare hoy a hacerte un enema y te daré un juguetito para que con su ayuda te lo vayas agrandado en la semana, también te daré otro juguete para que te des placer tu solita

-¿Dónde conseguiste eso? – pregunte asombrada, recuerden eran los noventas, no eran tan comunes las sex-shop

-Jajajaja hay lugares para eso mi niña, solo te pido que los guardes muy bien y no te descubran o nos meterás en un lio y lo único que quiero meterte en mi pene jajajaja

-¡papá! Jajajaja esta bien, se donde guardarlo – me volteé en la tina y lo bese, el respondió mi beso y me toco todo lo que quiso, a eso de las siete llamo a un taxi y me mando a casa.

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Hola espero que les guste la tercera entrega de “Papá postizo” siento la espera, que tengan sexo sabroso y orgasmos geniales, besos