Papá dormido en el sofá

Después de pegarme la noche bailando provocando y dejando que me manoseara aquel hombre, resulto que estaba casado y una urgencia en casa tuvo la culpa de que yo me quedara empapada y con ganas de sexo...

Entre en casa con los tacones en la mano y el vestido más arriba de lo normal, cabreada, acalorada y excitada. Después de pegarme la noche bailando provocando y dejando que me manoseara aquel hombre, resulto que estaba casado y una urgencia en casa tuvo la culpa de que yo me quedara empapada y con ganas de sexo. Al levantar la cabeza vi a mi padre dormido en el sofá, con un vaso de whisky en una mano mientras que en la otra para mi sorpresa agarraba su polla aun morcillona. Me acerqué despacio y sin hacer ruido, en la tele una rubia culona y de tetas grandes montaba a un negro con un rabazo enorme que le estaba taladrando el culo mientras mi padre roncaba. Miré sin pudor su polla y me resultó tentadora, me puse de rodillas y me di cuenta de que aun relucía, se había corrido hacia muy poco.

Me acerque un poco mas y la olí, un escalofrío recorrió mi cuerpo y apreté las piernas inconscientemente. Llevé uno de mis dedos cuidadosamente y recogí una gota que aún reposaba en su capullo, lo llevé a mi boca y lo saboreé, en aquel momento me pareció el mayor de los manjares que mi paladar hubiera saboreado asta entonces. Se movió y me eché hacia atrás asustada, pero me tranquilice al ver que no abría los ojos.

Volví ha acercarme y pasé mis dedos despacio por el tronco asta los huevos y los cogí con mi mano despacio, con delicadeza, acariciándolos con mis dedos, los solté y sin ser consciente de lo que estaba haciendo cogí la polla de mi padre y empecé a pajearle, despacio pero con firmeza. Notando como poco a poco empezaba a cobrar vida y se endurecía en mi mano. Aceleré el ritmo mientras mi mano se deslizaba por mi coño de arriba abajo por encima de mis bragas, haciendo que se metieran entre mis labios mojándose enteras.

No me podía creer que estuviera haciendo eso, dejé su polla y quité la mano de mi coño. Me quedé sentada frente a la polla dura de mi padre, MI PADRE, estaba mal pero algo en mí me empujaba a volverlo a tocar, a saborearlo... Estaba excitadísima y quizás no debiera hacerlo, pero quería comerme aquella polla que me apuntaba desafiante.

Acerqué mi boca y sacando la lengua la pasé tímidamente por su capullo apenas rozándola, ningún movimiento, lamí el tronco de su polla de abajo arriba y el seguía sin responder, algo que me llenó de confianza y me llevó a coger el capullo entre mis labios, y poco a poco bajar por su polla asta la mitad y volver a subir despacio para que no se despertara. Agarre sus huevos con una mano y acercando mi boca los succioné uno detrás de otro antes de lamerlos y morderlos suavemente. Volví a metermela en la boca, esta vez con más confianza, extasiada con la situación sin el más mínimo deseo de parar lo que estaba pasando. De repente mi padre subió la cadera he hizo que su polla llenara por completo mi boca, me pilló tan de repente que una arcada me obligó a sacarla. Respiré y volví a engullirla, subiendo y bajando mis labios por ella, notándola palpitar, llevé mis dedos a sus huevos y masajeándolos se corrió en mi boca.

Recibir su leche fue algo delicioso que a la vez me despertó y vi lo que acababa de hacer, llevé dos dedos a mi coño y estaba empapado. Recogí mis cosas del suelo y me fui corriendo a mi cuarto como alma que lleva el diablo. Me desnudé y me metí en la cama, empecé a pensar en lo que acababa de hacer y mi coño ardía y palpitaba. Saqué el vibrador de mi mesita de noche y me follé con él asta que acabe empapando todas las sábanas. Después del tercer orgasmo mis piernas temblaban y decidí dar la sesión por finalizada.

Al día siguiente me desperté tarde y bajé a desayunar cerca de las 12 del medio día. Al entrar en la cocina me quedé paralizada, él estaba sentado en la mesa con una taza de café en la mano mientras leía el periódico. Levantó la cabeza y me sonrió:

-Buenos días dormilona. Llegaste muy tarde ayer? No te oí entrar.

Flashes de la noche de ayer se amontonaban en mi cabeza y tardé en reaccionar.

-No sé que hora era no miré el reloj.

-Me quedé dormido en el sofá, cuando desperté ya era de día y estabas en tu cuarto.

Sentí un calor por dentro que me abrasaba recorriendo todo mi cuerpo. Se despertó desnudo, sabe que lo vi... en ese momento me quería morir.

-¿A sí? No te vi, me fui directa a la cama, iba un poco... perjudicada -me obligué a sonreír un poco pero se notó forzada y bajé la cabeza-.

-¿Qué tal te lo pasaste? ¿Acabó bien la noche? -sonrió mientras bajaba su mirada directamente al escote de mi pijama-.

-Bueno bien, la verdad... -mis pezones se pusieron duros al recordar la llegada a casa y se transparentaron bajo la tela- acabó mejor de lo que esperaba.

-Me alegro cielo. Tu madre y tu hermana han salido de compras, comerán en el centro comercial y pasarán la tarde allí. Tenemos todo el día para nosotros -volvió a sonreírme de forma muy pícara- ¿te apetece hacer algo especial?

Casi salgo corriendo de la cocina, había algo raro en el... ¿podría no estar tan dormido como parecía anoche? Mi corazón se acelero y noté como me sonrojaba.

  • No se me ocurre nada...

  • Bueno pues piénsalo y si se te ocurre algo me avisas- se levantó, lentamente se acerco a mí que aun seguía de pie en el otro extremo de la mesa donde él estaba sentado, puso su mano en mi cadera mucho mas baja de lo normal y me dio un beso en la nuca-. Haz la comida que voy a echarme un rato a descansar.

Notar su mano me había dejado paralizada y había provocado un pequeño cosquilleo entre mis piernas. Mi respiración acelerada delataba que algo pasaba y me escapé de sus brazos dirigiéndome como quién no quiere la cosa hacia el frigorífico. Cuando me dí la vuelta había desparecido y respiré hondo para tranquilizarme antes de empezar con la comida.

Había acabado ya y limpiaba la cocina con mis cascos puestos, cantando bajito y moviendo mis caderas al compás de la música. Estaba guardando unos vasos cuando noté que alguien se acercaba a mí pegando su cuerpo al mio y rodeándome con sus brazos agarró mis tetas con ambas manos y mucha fuerza a la vez que un día su nariz en mi cuello.

-mmmmm -gimió en mi oído- no he podido dormir, cuando cerraba los ojos sólo veía tu boca comiéndose mi polla.

Me moví intentando salir y agarrándolo por las muñecas tratando de separar sus manos de mis pechos.

-Suéltame por favor...

-Jajajaja ¿ahora crees que no esta bien? ayer no pensabas lo mismo cuando viniste a tocarme la polla -me dió un mordisco en el hombro que me hizo estremecer- y aún menos cuando te la metiste en la boca.

  • Papá no por favor, no me hagas esto, no quiero... -me revolvía pero lo único que hacía era frotarme más y más contra su cuerpo, cosa que le excitaba porque cada vez notaba su polla más dura apoyada en mi culo.

-Tú no me preguntaste ayer si quería correrme en tu boca ¿verdad?

Al terminar la frase mi coño empezó a mojarse. Recordé la sensación que tuve con su polla en mis manos, en mi boca, lo bien que me sentí haciéndolo y me quedé quieta, notando su respiración agitada en mi cuello. El seguía restregándose sobre mi cuerpo y en ningún momento había soltado mis tetas. Aprovechó que me había tranquilizado para pellizcar y estirar de mis pezones, a lo cual no pude reprimir un leve gemido.

-¿Sabes lo que habría pasado si me hubieras preguntado en vez de tomarlo por ti misma?-empujó mas fuerte su pelvis contra mi culo y soltó una de mis tetas para bajar su mano lentamente por mi tripa y muy despacio la introdujo por mi pantalón- Hubieras tenido una buena polla en tu coño en vez de ese vibrador de mierda.

-Mmmmm -no pude resistirme más y hasta abrí las piernas para que pudiera acariciarme mejor-.

-Ufff tienes el coño empapado y decías que no querías tonta -me susurraba mientras deslizaba sus dedos de arriba abajo por mi coño hinchado- ¿De verdad pensaste que no me iba a despertar con esa pedazo de mamada que me hiciste? me costó mucho no agarrarte la cabeza y undírtela en la boca...

-Aaahh... no quiero... -esta bloqueada, completamente a merced de mi padre, mi cabeza no quería, pero mi cuerpo y mi deseo me impedían luchar-.

-¿no? Tu coño no dice lo mismo... - bajo mi pantalón asta mis tobillos y me quito la camiseta, me giró, cogió uno de mis pechos y se lo llevo a la boca devorándolo. Con la otra metió dos dedos en mi coño y empezó a follarme despacio-.

En ese mismo momento dejé de poner resistencia, me olvidé de todo y me entregué a mi padre. Subí una de mis piernas, la apoyé en los tiradores de los cajones abriéndome para él y lleve una de mis manos a su polla, notando por encima del pantalón el calor que emanaba y lo dura que estaba.

-Lo ves nena, es mucho mejor así...

Sus lengua rodeaba mis pezones, los mordía, los succionaba con agresividad, sin dejar de mirarme. Aparté la mirada cuando no pude reprimir un gran gemido al notar tres de sus dedos de golpe en mi interior. Lo estaba disfrutando pero me avergonzaba de ello, no podía mirarlo.

Quitó sus manos de mi cuerpo y dio un paso atrás, yo pensé que todo había acabado y entonces lo miré, en sus ojos había lujuria, agresividad y poder, en los míos timidez, nerviosismo y un destello de deseo. Me cogió del pelo y tiró de él hacia abajo.

-Arrodíllate, hoy vas a comerme la polla mejor de lo que lo hiciste anoche, estoy convencido de que puedes superarlo.

Hice lo que me ordenaba sin rechistar, en realidad me apetecía hacerlo. Quería volver a tener su polla en mi boca. Saqué mi lengua y la pasé por su capullo un par de veces antes de metermelo en la boca y succionarlo a la vez que lo apretaba con ella. Lo solté y escupí en él, con mi lengua restregué mi saliva por el tronco de su polla, dibujando con mi lengua cada una de sus venas. Le daba algún mordisco y gemía cada vez que notaba mis dientes. Bajé asta sus huevos y los lamí como si no hubiera comido nada en meses , ansiosa. Succionaba uno, lo soltaba y hacía lo mismo con el otro. La cogí con mi mano y le pajeé mientras miraba como el capullo rojizo y mojado aparecía y desaparecía en mi mano.

-¿Te gusta así papá? -pregunte mientras lo miraba-.

-Si nena, me encanta. Has tenido que comerte muchas pollas... tienes una habilidad increíble joder aahhh.

Antes de que acabara la frase me metí su polla en la boca asta el final y la aguanté dentro, movía mi cabeza de lado a lado para tragar más, pegando mi nariz en su pubis y la barbilla a sus huevos. Me volvió a agarrar del pelo y me empezó a follar la boca. Me la sacaba despacio asta casi el final y me la metía de golpe y poco a poco fue subiendo el ritmo. Gemía cada vez más alto, casi no me dejaba ni respirar, me lloraban los ojos y me daba alguna que otra arcada cuando noté como empezaban a temblar sus piernas. Su polla palpitaba dentro de mi boca y de repente la hundió en mi boca y unos grandes brotes de lefa cayeron directos por mi garganta, excepto unas pequeñas gotas que salían por las comisuras de mis labios. La sacó de mi boca y mientras pasaba el capullo por mis labios y yo lo besaba me dijo:

-Límpiala, quiero que vuelvas a tragarte todo como anoche.

Obedecí de inmediato, estaba totalmente entregada a él, y mientras recogía los últimos restos supe que haía de mí lo que quisiera. Me levantó del pelo y cogiéndome del brazo casi me susurro:

-Camina para mí.

Lo miré con desconcierto, no estaba segura de como actuar y me quedé perpleja, una palmada fuerte en el culo me devolvió a la realidad.

-Zas!!- Vamos! Muévete!

Me erguí, levanté la cabeza y echando los hombros hacia atrás empecé a caminar de la manera más provocativa que pude y al llegar a la mesa me giré, me sentí una diosa. Esa cara con la que me miraba mi padre, nunca me habían mirado así. Llevé un dedo a mi boca, lo chupé sensualmente y cuando lo saqué de mi boca le sonreí guiñándole un ojo mientras lo llevaba a uno de mis pezones para pellizcarlo.

  • Jajajaja eres una zorra, date la vuelta e inclínate sobre la mesa.

Hice lo que me mandaba mientras mi corazón latía a mil por hora, el exhibirme de esa manera para mi padre me estaba extasiando y me estaba gustando mucho complacerle.Se acercó y se arrodilló a detrás de mí, noté su aliento en mi coño mientras respiraba mi olor y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Eché el cuerpo para atrás y se aparto azotándome fuerte.

-Zas!!- Quieta guarrilla, el qué el cómo y el cuándo, los marco yo entendido.

-Si papá.

-Separa mas las piernas.

Lo hice, y metió sus dedos entre mis labios vaginales, directamente a pellizcar mi clítoris duro e hinchado. Gemí ante aquel inesperado ataque en mi sexo y me mojé aún más al notar como frotaba delicadamente en círculos el punto mas erógeno de mi cuerpo.

Apoye en la mesa la cara y dejé que mi padre explorara cada rincón de mi intimidad, abriendo mis labios con sus dedos para admirar mi coño antes de lamerlo de abajo arriba, volvía a bajar y hundía su lengua en mi vagina. Mi respiración se agitó y al notarlo empezó a follarme con la lengua mientras con dos dedos palmeaba mi clítoris. Se apartó y metió dos dedos dentro de mí, con rapidez y rudeza, mientras atrapaba el clítoris con sus labios, lo succionaba y estiraba de él.

-Mira como estas cerda.... ¿ésto era en lo que pensabas mientras te follabas el otro día en tu cuarto después de chupármela verdad?

-Aaaahhhhh siiiiii- movía despacio mi culo contra sus dedos que seguían deslizándose dentro y fuera de mi encharcado coño-.

-Estás apunto de correrte guarra... mira como se contrae ese coñito tan rico que tienes....

Oírlo hablarme así me estaba volviendo loca, mi padre, ese hombre dulce y tierno se había convertido hoy en uno rudo y viril que me estaba haciendo sentir lo que ningún otro había conseguido nunca. Con su lengua golpeaba mi clítoris cuando metió un tercer dedo en mi coño sin el menor problema, y poco después mi cuerpo empezó a contraerse y entre gemidos y espasmos me dejé ir en su boca igual que él habia hecho conmigo. Alcé la cabeza para mirarlo y vi como su polla estaba otra vez completamente dura. Se levantó y se puso detrás de mí, restregaba su polla de arriba abajo por mi coño mientras acariciaba bruscamente mi espalda y mi culo. Me gustaba notar como hincaba sus dedos en mi cuerpo, estaba en una nube, relajada, notando como mi clítoris hacía de tope en el vaivén de su capullo por mi sexo. De repente noté como encaraba su capullo en la entrada de mi encharcado coño y me la clavó de golpe, la dejó dentro un par de segundos y agarrándome por la cadera empezó un delicioso mete y saca, lento pero fuerte.

Abrió los cachetes de mi culo y escupiendo en él lubricó con su dedo pulgar mi ano, presionándolo despacio, volvió a escupir en él y haciendo círculos lo introdujo dentro sin parar de mover sus caderas embistiendome cada vez más fuerte. Poco después cuando sacó su pulgar para meter dos de sus dedos dentro de mi culo y follarme con ellos empece a retorcerme, mi coño apretaba su polla por los primeros espasmos de mi orgasmo. Lo que hasta ahora eran gemidos se convirtieron en gritos y moviendo mi cadera me abandoné al placer que mi padre me proporcionaba.

Aún no me había repuesto del orgasmo cuando sentí como empujaba con su capullo en mi ano y sin mucha dificultad lo absorbió. Siguió adentrándose en mí asta que noté el cosquilleo que producían sus huevos en los labios hinchados de mi coño. Me cogió del pelo y echó mi cabeza hacia atrás, me susurraba cosas en el oído que en mi estado no lo graba descifrar, palabras que no entendía pero sólo el tono que usaba, lascivo y desgarrador, producía un pequeño hormigueo en mi clítoris. Cuando recobré todos los sentidos llevé las manos a mi culo y agarrando mis nalgas las abrí.

-Mmmm asii ábrete para papi zorra- Susurró en mi oído antes de empezar a morder lamer y besar mis hombros y mi nuca.

En un momento deslizó una de sus manos entre mis piernas y mientras metía sus cuatro dedos en mi coño con el pulgar masajeaba mi clítoris en círculos, muy despacio, a la vez que destrozaba mi culo con fuertes y rápidas embestidas. El contraste de la rapidez y la lentitud me excitaba de tal manera que notaba como mis fluidos descendían en forma de gotitas que se deshacían sobre la piel de mis muslos. Sacó la polla de mi culo y la metió en mi coño sin contemplaciones. Me cogió una pierna y me la subió a la mesa. Estuvo un rato recreándose acariciando mis piernas y mis tetas mientras alternaba mis dos agujeros abiertos y lubricados, pero en poco tiempo y con su polla en mi ano se recostó sobre mi espalda. Noté como sus músculos se tensaban sobre mi y chorros de semen inundaron mi culo. La sacó despacio y dándome un beso en el hombro y una palmadita en el culo me dijo:

-Date una ducha, coge el vibrador y vente a mi cuarto, te espero en la cama.

Lo que pasó después... bueno eso ya es otra historia...