Paola mi asistente

MI asistente y amante

Paola mi asistente…

A inicios del 2014, entre a trabajar a una de las constructoras más grandes del país, debido a los problemas que tenían en un gran proyecto minero al sur del país, tuve que viajar a AQP, donde ubique a mi entrañable amiga Roxana, quien se ha portado siempre bien conmigo; nunca he tenido nada con ella, porque la considero casi una hermana y no perdería su amistad por nada del mundo.

Roxana conoce mucha gente y me mostraba lo mejor de AQP, siempre me llevaba a los mejores locales y con las mejores compañías, es más me presento al Club de las Divorciadas, un grupo de 8 amigas divorciadas y que aun estaban en su punto; pero esa es otra historia que detallare en otro momento.

Un fin de semana, Roxana queda conmigo para ir a almorzar y presentarme una amiga, fui con un compañero y nos juntamos en una conocida cebichería, mi sorpresa fue grande al ver a una pequeña niña de 10 años junto a ella, su hija, departimos un rato y luego de almorzar salimos rumbo al Real Plaza para el respectivo helado.

Paola es una bella mujer, blanca, delgada y espigada de 1.72 m, fitness de vientre marcado, cabello lacio negro azabache, bellos ojos negros saltones, senos medianos, piernas torneadas y unas contorneadas nalgas, con un par de pequeños tatuajes, simplemente una mujer preciosa (sin menospreciar a nadie), con sólo 26 años.

El detalle con Paola es que sabe lo que tiene, lo cual hacia casi imposible impresionarla y caerle en gracia, así que me dedique a complacer a la nena, ella decidía qué y dónde comer, qué película ver y esas cosas, le prestaba más atención a la nena que a Paola, cosa que no le incomodaba, incluso Roxana reclamaba mi actitud.

Así pasaron las semanas y las cosas no cambiaron, hasta que con un grupo de amigos aprovechamos un feriado largo e hicimos un viaje fuera de la ciudad, todos fuimos emparejados, esto no incomodo a Paola, ya que había alquilado un bungalow con dos habitaciones, una para ellas y una para mi.

Pasamos un agitado día, visitamos los lugares turísticos, compramos recuerdos y por la noche nos fuimos a una discoteca (sin la nena, claro esta), tragos iban y venían, todo el grupo estaba empilado, en un momento Paola me reclamo: ¿Lunatacas no te entiendo? Estas más atento a mi hija que a mi ¿qué te pasa? ¿Qué es lo que buscas? (envalentonada por el alcohol) sólo atine a sonreír, retirándome hacia la mezzanine de la discoteca. Paola me siguió y tomándome por el brazo me increpo a que le responda, mira preciosa no lo tomes a mal; pero no estoy interesado en ti, menos me mal interpretes, pero con tu hija es distinto, recuerda que mi hija tiene la misma edad y no puedo compartir mi tiempo con ella, por eso le presto atención a tu nena – conteste mientras bebía mi trago. Paola se alejo sin mediar palabra.

A pesar de que compartíamos bungalow, no paso nada en este viaje, es más no paso nada durante mi estadía en AQP, a tal punto que cuando llegaba Eli a la ciudad salíamos en grupo a beber y bailar.

Mi estadía en AQP termino con el fin del proyecto, solo manteníamos un nexo por redes sociales.

Debido a la renuncia de mi asistente, el administrador me dio la opción de buscar una persona idónea para el puesto o en todo caso ellos la buscaban, le dije que yo lo vería. Sin mucho afán y menos desesperado empecé mi búsqueda, dos semanas y nada, mis prospectos no aceptaban por el hecho de que el trabajo era en Lima, sin rooster y menos bajadas; ahora el tiempo jugaba en mi contra.

Estaba en Plaza Vea de Miraflores comprando cosas para el desayuno, cuando suena mi celular, gratamente sorprendido ¡Hola Lunatacas! ¿Cómo has estado? ¿Estas ocupado, puedes hablar? – era Paola quien me hablaba. Y ese milagro a que se debe, estoy bien y estoy libre – conteste. ¡Excelente! Te parece si giras un poco – indico Paola, gire y la vi parada a unos metros de donde estaba, nos saludamos, ella estaba radiante, hermosa, esbozaba una gran sonrisa, la invite a comer un helado (verano en ciernes)

Departimos y conversamos mucho, había venido a Lima por una entrevista laboral y esperaba la respuesta; eso me cayó como anillo al dedo.

¿Preciosa cuánto te está ofreciendo? – S/ 3000 ¿por qué?

Si te ofrezco algo más trabajaría conmigo – claro, porque no.

Excelente - pero ¿cuáles son las condiciones? ¿de cuánto más estamos hablando?

Oficina en Lima y son S/ 4500 contrato inicial de 1 año – Hummmmm suena interesante.

Preciosa, necesito una respuesta para hoy – Lunatacas, no lo sé, recuerda que mi nena esta en AQP.

Mira piénsalo bien, consulta con tu almohada y me das una respuesta, eso sí te aviso ahora que la posición la tengo que cubrir sí o sí – esta bien lo voy a ver y te aviso a primera hora.

Seguimos en tertulia y luego la lleve a la casa de su tía, no sin antes reiterarle mi oferta, gracias por tenerme en cuenta – contesto, dándome un cariñoso beso de despedida en el cachete.

Por la mañana estaba por ingresar a una reunión y Paola me llama para darme la buena noticia, le indique lo que necesitaba para que empiece su contratación a la brevedad posible.

Al siguiente lunes, Paola ya estaba instalada en su puesto y comenzó nuestra interacción diaria, tenía todo de cabeza y comenzó a poner las cosas en orden.

A las pocas semanas, me avisan que hemos ganado un proyecto en el norte y que había que viajar, permanecer 6 días por allá, el gerente me recomendó que viaje con Paola para que me apoye.

Le comunique a Paola que haga los preparativos y que coordine los pasajes y la reserva del hotel, eso sí que considere 8 días y no 6, ella se sorprendió.

Lunatacas, esto no estaba dentro de mis planes, no creo que debería de viajar – comento Paola; son gajes del oficio linda, además tu nena va a viajar con nosotros – conteste, ella acepto gustosa y casi me abraza de la emoción.

Fuera de la oficina le comenté que reserve dos hoteles, uno en Talara por tantos días y otro en Máncora por tantos días, ahora si acepte el abrazo que me brindo, otra vez recibí ese cariñoso beso en el cachete. Aunque a estas alturas quería otra cosa y no solo un beso.

Llegamos a Piura, fuimos por la camioneta que me habían alquilado, desayunamos y enrumbamos hacia Talara, una vez instalados en el hotel, fuimos a la sede del proyecto; para suerte nuestra, el personal de avanzada tenía todo listo, con un par de días fue suficiente y de hay nuestra presencia no era necesaria. Para evitar problemas les manifesté que igual completaría la semana en el proyecto; me informaron que no trabajaban el fin de semana y que el lunes habría otra reunión.

En cuanto pudimos salimos de la oficina y los tres nos fuimos a Máncora, del hotel directo a la playa para aprovechar del sol, Paola se enfundo en un bikini bermellón que resaltaba su blanca piel, quede boquiabierto mismo Willy E. Coyote; Lunatacas ¿qué te pasa? y esa cara, jajaja – me dijo Paola, discúlpame, pero estas hermosa – conteste; dicho esto Paola me dio un pico, la tome por el cuello y la bese suavemente, nuestros besos fueron subiendo de tono, fuimos interrumpidos por la nena, quien sonriente nos abrazo.

El resto de la tarde disfrutamos del mar y la piscina, cebiche y cervezas artesanales, la noche en la fogata acompañada de unos chilcanos de pisco; la nena estaba cansada y la llevamos a su habitación, una vez dormida nos sentamos en la hamaca de la entrada, Lunatacas gracias por todo lo que estas haciendo por nosotras, no se como agradecértelo, sólo se me ocurre una cosa – exclamo Paola, procediendo a besarme, nuestras lenguas se enredaron, casi nos caímos de la hamaca, reímos a carcajadas.

Paola tomó mi mano para llevarme al interior del bungalow, entramos a la habitación, nos besamos, solté la parte superior de su bikini para ver sus hermosas tetas, de pezón rosado, aureola pequeña, encrespado por la situación, con mis labios rodee su pezón y empecé a succionarlo, lamerlo y ensalivarlo, luego pase al otro, ufffff, saboreaba una mezcla de sal y cloro.

Hummmmm, Lunatacas hoy día soy tuya, hummmmm, tómame, hummmmm, hoy seré tu mujer, hummmmm – exclamada Paola, disfrutaba de sus hermosas tetas.

Ella me empujo hacia la cama, buscando con su mano mi verga, que ya estaba erguida, me quito la ropa de baño y procedió a pajearme suavemente sin dejar de besarme, sus ojos brillaban, ufffff, su suave mano recorría mi verga, mientras yo jugaba con sus tetas. Luego de una buena pajeada, acerco su boca a mi mi verga, ufffff, que tal manera de mamar de esta niña, toda una experta, mordisqueaba mi glande, succionaba mis testículos, garganta profunda, ufffff, casi me hace venir en su boca.

Se monto sobre mi, hizo a un lado su trusa puso mi glande en la entrada de su vulva, para sentarse suavemente, hummmmm ¡que bien se siente! Hummmmm ¡qué rico! Hummmmm – exclamaba Paola, comenzando la cabalgata, el roce de su trusa con mi verga, hizo que me cueste tomarle ritmo, con cierto dolor, ufffff, esa concha quemaba como no tienen idea, mi entrepierna estaba totalmente humedecida, meneaba las caderas, subía y bajaba, ufffff, que delicia, apoyo sus manos en mi pecho y se movió frenéticamente, ufffff, parecía poseída, hummmmm, sí, hummmmm, sí, hummmmm, ¡qué rico!, en un frenesí alocado arqueando la espalda y clavando sus uñas en ni pecho para explotar en un solo quejido largo y prolongado, ahhhhhhhh, Paola había alcanzado su primer orgasmo de la noche.

A pesar de que respiraba agitada, me besaba con lujuria, sin dejar de mover las caderas, enderezo la espalda y continúo cabalgando, su frenesí fue in cremento para volver a arquear la espalda, blanquear sus ojos, clavar las uñas esta vez en mis brazos, ahhhhhhhh largo y prolongado, ahora si se desplomo sobre mi pecho.

Paola suavemente se echo sobre la cama, me pose sobre ella para besar y morder sus labios, bajar por su cuello, le quería dejar un chupete pero me contuve, baje por sus tetas jugueteando un rato con ellas, deje con mi lengua un camino de saliva en su estomago plano, me detuve para retirar su trusa de baño y apreciar un pequeño triangulo formado por su vello púbico, pase hacia sus torneadas piernas, chupeteando sus muslos, ufffff, estaba marcando a mil volví a subir para atrapar con mis labios sus labios mayores, sentir el sabor de sus jugos vaginales y meter mi lengua hasta donde alcanzo en el interior de su vulva, ahhhhhh, Lunatacas, ahhhhhh, no te detengas, ahhhhhh – exclamaba excitada Paola, con una extensa sopeada me deleite con su vulva, no sin dejar de lado su perineo y varios besos negros, ufffff, de solo recordarlo estoy empalmado.

Ella me rodeo las caderas con sus piernas, la cabeza de mi verga calzo en la entrada de su vulva, ella me pajeo un rato y lentamente la fui penetrando, incrementando mis movimientos de cadera, bombeaba fuerte y sentía como si la vulva de mi amante ofrecía resistencia, a pesar de la lubricación que tenía, durante varios minutos disfrutamos de esta posición, variamos con la posición de las piernas, hasta que Paola me detuvo e hizo que recueste mi espalda en la cabecera, ella se posiciono entre mis piernas y empezó con una mamada de campeonato, lamía toda la extensión de mi verga, succionaba mis testículos y mordía suavemente la cabeza de mi verga, ufffff, Lunatacas voy a hacerte llegar así, quiero que te vengas en mi boca, dicho esto devoró mi verga con ahínco, ufffff, logrando que esa agradable sensación que recorría mi espalda, la descarga eléctrica termine con una serie de contracciones en mi verga, haciendo que explote en varias descargas de semen dentro de la boca de Paola, ufffff, que tal llegada, me dejo extasiado y muy sensible, me mostró mi semen en su boca para luego tragarlo, luego limpio con esmero mi verga y alrededores, ufffff, me dejo la verga limpia y lustrosa.

Paola se me acerco a gatas y me beso, quedé en una pieza, lo recibí sin problemas, sentía en su aliento el olor de mi propio semen, eso no me importo, esto se convertiría en una práctica frecuente.

Nos metimos un duchazo y luego de un merecido descanso proseguimos nuestra faena, le sugerí un 69, ella demostró otra vez que lo suyo era mamar verga, en menos de un minuto ya estaba listo para la acción, ufffff, mientras yo hacia lo mío en su vulva, aproveche la posición para travesear en su ano, rosadito, arrugado y sellado, metí un dedo y ella reculo, Lunatacas no hagas eso, esta cerradito – reclamo Paola, preciosa esa va a ser la forma como me vas a agradecer – le conteste.

¡No estas loco! No voy a hacerlo por hay – espeto airadamente; mira preciosa déjame prepararte y te aseguro que te va a gustar caso contrario nos detenemos – conteste. Ella dudo por un momento; pero termino aceptando.

Ella se puso en cuatro patas, me posicione tras de ella, y la penetre, me deleite viendo esas carnosas nalgas, la pera perfecta que se le formaba y miraba extasiaba su rosado ano, esta niña tiene una forma de moverse en esta posición que me hizo recordar a mi comadre Daniela, salvando distancias claro esta, que deleite para mis ojos, arqueaba su espalda, movía sus caderas, se alejaba para retroceder con fuerza buscando sentir una mayor penetración, el sonido típico de caderas chocando contra nalgas inundaba la habitación, ufffff, que delicia, por momentos hundía su cabeza entre las almohadas, arañaba las sábanas, sin dejar de moverse, me llamo la atención cuando sentí sus dedos golpear mis testículos producto de la auto estimulación que se estaba dando, ufffff, unos minutos más de bombeo y el prolongado ahhhhhhhh indicaba que alcanzaba el clímax nuevamente.

Luego, me eche sobre ella y mi verga calzó perfecta en su entrepierna, para suavemente penetrarla, ufffff, quemaba, me abrazo con sus piernas, sus tobillos empujaban mis nalgas buscando ser más penetrada, besos con lengua, me deleite con sus tetas, ella levanto sus piernas sobre mis codos y le dimos otro ritmo al momento, hummmmm, sigue, hummmmm, dale, hummmmm, no dejes de moverte, hummmmm, así, hummmmm, así – exclamaba extasiada.

Cambiamos a piernas al hombro, sentía como su vulva ajustaba más mi verga, ufffff, bombeando con más fuerza, llegue a pegarle sus pies a su cabeza para besarla; ella no podía hablar solo le limitaba a gemir. Lo mejor fue cuando puse sus pies sobre mis caderas bombeando con ímpetu, sentía como se estrechaba su vulva y ajustaba mi verga en cada envión, hummmmm, sigue, hummmmm, sí, hummmmm, emitió un ahhhhhhhh largo y prolongado, baje el ritmo de la penetración y la solté para besarla nuevamente, otro orgasmo más alcanzado.

Baje mi rostro hacia su entrepierna para degustar de sus jugos vaginales, esto la aloco, nooooo, nooooo hagas eso, nooooo, estoy muy sensible, con sus manos trato de separarme, no deje que lo haga, lengüeteaba su clítoris y lo succionaba, lamía sus muslos y alrededores, no deje nada de esa zona sin limpiar, prácticamente me tome todos sus jugos, hummmmm, hummmmm, hummmmm – exclamaba Paola.

Preciosa ha llegado el momento de prepararte para ser penetrada por atrás – le dije imperativamente, ella asintió con la cabeza, acomode las almohadas debajo de su vientre, embadurne su ano y mi dedo meñique con sus propios jugos, para juguetear con su rosado ano, quien recibió al intruso con cierta renuencia, luego de que se acostumbro al intruso, emprendí con dos dedos, meñique y anular, auchhhh, Lunatacas, auchhhh, duele un poco, se siente extraño – comento Paola, linda con tu mano estimúlate – conteste.

Ella comenzó a masturbarse y ya acostumbrado su ano a los dos invasores, unte el ginecológico (dedo medio) y de un solo envión lo metí, ella solo reculo más no reclamo, luego de varios movimientos circulares, opte por meter el medio y el anular, sin respuesta negativa por esto. Me arriesgue y mis dedos anular, medio y pulgar la penetraron, esto ocasiono un reclamo airado por parte de ella, podía apreciar su ano extendido y dilatado; pero no lo suficiente como para recibir mi verga, seguí con la estimulación anal y ella aceptaba diría que gustosa, vale aclarar que la emoción de romper un culo virgen me tenía más empalmado que de costumbre.

Paola se volteo hacia mi y me planto un beso con lengua, Lunatacas si vas a hacer algo, hazlo ya; no se diga más. Acomodados ya, unte mi verga con abundante saliva, lo mismo hice con su rosado ano, ufffff, otro beso más y coloque la cabeza de mi verga en la entrada, forcé y forcé, su esfínter no cedía, auchhhh, Lunatacas, me duele, auchhhh, despacio, auchhhh, no seas tosco, auchhhh – reclamaba Paola. Incremente la presión en su entrada, logrando que la cabeza de mi verga corone su anillo y desgarre su ano, auuuuuu, mierda, noooooo – ella se alejo con rapidez y llevaba su mano hacia la zona recién profanada.

Lunatacas, me dijiste que no me iba a doler y no es así, no quiero que continúes – exclamo Paola; espera en ningún momento te dije que no te iba a doler, lo que te dije era que te va ha gustar, eso sí tienes que relajarte u colaborar – conteste, la bese y pedí que me dejará continuar, lo cual accedió.

Ella estaba en cuatro otra vez, un palmazo en sus nalgas para calmar los nervios, ni se quejo, lubrique la zona otra vez, presione mi verga, ella resoplaba y se quejaba algo, auchhhh, Lunatacas, auchhhh, despacio, auchhhh, trátame bien – exclamo Paola, con la cabeza de mi verga metida en su totalidad, tranquila preciosa, relájate, respira hondo – exclame, ella respiraba profundo, poco a poco fui ingresando el resto de mi verga, ella resoplaba con más fuerza, su expresión era de intenso dolor, pero resistía.

Me quede inmóvil por unos minutos para que el esfínter de Paola se acostumbre al invasor, acariciaba sus nalgas y espalda, ella se mordía los labios y seguía resoplando, podía sentir como su anillo ahorcaba mi verga, ufffff, suavemente comencé el mete y saca, sin apuro, sin violencia, se quejaba sin objetar, en el vaivén aprovechaba para avanzar más, hasta que luego de unos minutos ya estaba al tope, me percate que ella se estimulaba incluso incremento el ritmo de su mano, tratando de darse placer para olvidar el dolor, ufffff, como apretaba, sentía que mi verga estaba por ser cercenada en su raíz, ufffff, ya estaba dentro, ya le rompí el culo – pensé.

La tomé por las caderas y comencé a bombear suavemente, podía apreciar como su rosado ano se comía mi verga hasta la raíz; Paola cambio el resoplido por un ahhhhhh, ahhhhhh, ahhhhhh, acompasando la penetración.

Podía sentir los latidos de mi corazón en la punta de mi verga, de a pocos incremente el ritmo, ahora Paola emitía un ahhhhhh, ufffff, ahhhhhh, ufffff, mientras sentía como mi espalda se erizaba con esa sensación de corriente eléctrica que empezaba a recorrerla, me di valor y comencé a embestirla frenéticamente, ufffff, que agradable sensación, Lunatacas despacio, auchhhh, me estas partiendo en 2, auchhhh, no seas tosco, auchhhh – reclamaba Paola, mi vista se nublo hice caso omiso a su petición e incremente al velocidad de las embestidas, ufffff, al punto que por la emoción saque la verga del culo de Paola; noooooo, no lo saques, !mételo¡, ¡mételo! – exclamaba Paola al tiempo que con su mano buscaba mi verga, la coloque en la entrada, forcé y de golpe hasta la raíz, auchhhh, sí, auchhhh, gózalo amor, auchhhh, gózalo, auchhhh, es todo tuyo, auchhhh, así, ahhhhhh, así esta mejor, ahhhhhh gózalo cariño – gemía Paola.

Mi vista se nublaba, poseído x la lujuria, mis embestidas hacían un sonido fuerte al chocar mi pelvis contra sus nalgas, sentía como mis vellos se erizaban, hasta sentí esa agradable corriente eléctrica que terminó con varias descargas de semen en el interior del rosado ano de Paola, para caer sobre su espalda, completamente extasiado; ella atino a sacar las almohadas que tenía debajo, echados sobre la cama podía sentir como contaría sus nalgas.

Largo rato pasamos así, mi verga por si sola se salió del culo de Paola, me recosté de lado sobre la cama, ambos empapados en sudor, su rostro estaba sonrojado y la veía bellísima.

Paola me dio un beso por más que delicioso, Lunatacas, gracias por lo que estas haciendo por nosotras, espero que te haya gustado, no pensé que te entregaría mi culito, en cierta forma me ha gustado – me dijo suavemente. Ahora necesito limpiarme, cogí unos pañitos húmedos que habían en el velador y procedí a limpiarla, grande fue mi sorpresa cuando vi que la zona del pliegue de sus glúteos tenía un hilo de sangre que empezaba a mezclarse con mi semen, ella dirigió la mirada y ayudo en la limpieza, se percato de lo que había en el paño, Lunatacas no puedo creerlo ¡me has roto el culo! – dijo sonriendo y asombrada, para darme un tierno y cariñoso beso.

Nos aseamos y dormimos, hasta que la nena nos despertó a primeras horas de la mañana, al menos tuvimos la precaución de vestirnos antes de dormir, sino hubiera sido rochoso tratar de explicar que había pasado.

El resto del fin de semana, cogimos como conejos y siempre terminábamos con una sesión de sexo anal.

Este fue el inicio de un idilio romántico que tuve con mi asistente, el mismo que aun continua años después.