Paola (1)

Una joven, tiene su primera gran autosatisfaccion al bañarse.

¿Y Paola?

En una hermosa mañana, Paola se levanto de su cama y noto que algo no estaba bien, pero los cambios no eran muy perceptibles. Estos cambios solo los podía notar cuando se miraba al espejo completamente desnuda antes de entrar en la ducha, tenia ya algunos meses que podía ver en su pecho como unos botoncitos comenzaban crecer, sus pezones seguían siendo igualmente pequeños pero sus aureolas comenzaban a hacerse mas obscuras y se agrandaban con el paso de los meses. Su piel era totalmente clara y muy suave, cada día al estar frente al espejo gustaba de tocar aquellas abultaciones en su pecho, podía pasar varios minutos viendo su color de los pezones y aureolas que contrastaban con el resto de su pecho. Pero además podía observar ella misma que bajo su vientre una pequeña pelusa se asomaba, cubriendo aquella rayita totalmente rosada y cerrada.

Pasaba buena parte de la ducha enjabonando cada una de sus partes, era una niña muy limpia y no dejaba de lavar cada una de las partes de su cuerpo, cada vez que pasaba por su pecho le gustaba sentir el roce del jabón con sus pezones y poder palpar las dureza de sus senos que conforme pasaban los días se ponían mas bellas, mas grandes y mas rígidos.

Fue en esta mañana, cuando al estar completamente desnuda en la bañera, que sintió como una corriente circulaba por todo su cuerpo al sentir el agua que entraba por su vagina virginal y tocaba cada parte de ella. Como de costumbre comenzó a lavar cada parte de su cuerpo, primero la cabeza, después la cara, seguidamente los pechos; en donde se detuvo para masajear un poco y sintió como esas caricias le provocaban grandes sentimientos de placer en todo su cuerpo. Fue entonces que llego aquel lugar virgen y al tocarlo con el jabón y su mano sintió una corriente que provocaba una sensación de placer que comenzaba en su vagina y circulaba por el resto de su cuerpo, sintiendo la mejor parte en la punta de los pezones. Su primer impacto fue de espanto pues creyó que se trataba de una enfermedad o algún mal, pero no le importo y siguió con su ducha pero no dejo de pensar en lo que había sentido con tan solo rozar su vagina rosada y bien cerrada. No pasaron muchos minutos antes de que la curiosidad la invadiera de nuevo y sin pensarlo desplazo su mano aquel punto donde había sentido una corriente extraña, deslizo lentamente su mano y poco a poco llego a la exquisita entrada de aquel tesoro. Primero toco un poco su labios vaginales los acaricio suavemente como si se tratara de un gatito tierno, con el paso de cada caricia su sentimiento de placer comenzaba a deslizarse por todo su cuerpo sintiendo como sus pezones se ponían rígidos y una corriente que circulaba por sus nalgas, pero so sobre todo sentía el inmenso placer que le producían las caricias en su vagina. Una mano la desplazo hacia su pecho y comenzó a frotar sus senos y con la otra acariciaba solo los bordes exteriores de su vagina.

Por propio instinto metió suavemente su dedo índice en su vagina y comenzó a explorar cada rincón de su vagina y entonces encontró un pequeño botoncito que se sentía duro pero cada vez que era tocado sentía más y más corrientes de placer, tocaba su clítoris. Fue cuando se entretuvo jugando con el mucho tiempo y con cada caricia podía sentir aquella corriente que circulaba por todo su cuerpo. Jugando con su dedo índice en su vagina y con su otra mano acariciándose los senos sintió como una corriente de placer le inundaba poco a poco, con cada caricia se incrementaba más y más el placer. De pronto se encontró con la necesidad de acelerar el ritmo del juego y en un instante sintió como si tuviera las ganas de orinar así que se levanto rápidamente de la bañera y saco su dedo pero en ese momento le llego su primer orgasmo. Sentía como su vagina deba una corriente de placer y satisfacción a todo su cuerpo, sus pezones palpitaban y sentían una extraña sensación de placer y ardor, sus nalgas se contraían automáticamente, su mirada se perdió en la nada y su vagina expulsaba un líquido resbaloso. Por el inmenso placer que sintió no pudo estar mucho tiempo de pie y volvió a sentarse en el suelo de la bañera recordando el inmenso placer que había tenido al jugar con su vagina. Después de tanto placer solo llego un enorme rato de calma muy placentero y a los pocos minutos lavo su vagina totalmente para asegurarse de que estuviera totalmente limpia. Al terminar de hacer salio de la bañera y se vio al espejo, podía ver como sus pezones estaban colorados e hinchados, sentía algo de temperatura en todo su cuerpo pero todo esto era reconfortante, simplemente se seco y vistió pero en su mente seguía el recuerdo de aquel placer que su vagina le había dado en la bañera.

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