Pandora´s Boxes iii

Solo lean, y si les parece aburrido... pues tambien.

La mañana procedía a ser la misma. Tom despertándome a lo último (porque la alarma no podía conmigo) desayunar, llegar a la oficina, ayudar a papá con algún papeleo o algo insignificante, salir al trabajo y dormir si es que otra cosa no se atravesaba.

Pero cuando Thomas me hablo para despertarme me di cuenta de algo sumamente extraño.

Estire cada uno de mis músculos, y al levantarme por completo de la cama, no pude hacerlo. Todo el muslo izquierdo me ardía, como si alguien me hubiera dado un golpe certero en la pierna con algo duro y contundente. El dolor era tal que tuve que volver a sentarme.

“Vaya mi suerte!!! Primero la cabeza, luego mi pierna”- me lamente.

Afortunadamente el dolor fue cesando y pude llegar a la oficina sin ningún problema. Allí solo era rutina y más rutina. Dieron la 1 y media y pedí mi salida para la cita que tenía con el médico.

“Tom me dijo lo de anoche y quisiera acompañarte pero…”

“Está bien papá, no pasa nada. Solo será una evaluación rápida y ya”

“Iras con Nikolai verdad?”

“Hay un mejor doctor?”

“No lo creo. Ten cuidado y llamanos por si es algo más de acuerdo?”

“Si, te veré más tarde. Dile a Tommy que estamos en contacto”

Me despedí, tome el auto familiar (un Mitsubishi Lancer del 2011) y conduje 10 minutos hasta la clínica “Hensheel Laboratories”, lugar que era como nuestro hospital de cabecera. Allí entendieron a mi madre por un caso de depresión post-parto y se recuperó notablemente hasta su inevitable muerte.

Me estacione, arribe al edificio de 5 plantas, muy lujoso y bonito, y espere en la acogedora sala. Mientras, me entretuve con el móvil, cuando recibo un mensaje:

“Hola Tay, espero tu visita con el neurólogo no sea tan mala como me imagino… Jejejeje cuidate, te veré después y suerte…!!!”

Vaya! Un mensaje de Victoria era lo que menos esperaba en ese momento, pero inexplicablemente me hizo sentir bien, animada y tranquila.

Al poco rato, dijeron mi nombre y pase a la sala 3 del piso de consultorios…

Y AQUÍ COMIENZÓ MI PESADILLA…