Pandora´s Box VI

Pasar tiempo con ella me encantaba. Parecía que acostumbrarme finalmente a que ella y yo compartiríamos “más que parentescos familiares” no era tan malo. Hasta que comenzó el tema de mi hermano

“Hola… Victoria!!!”- la salude de lejos con la mano, pero al instante ella me halo hacia ella, dándome un sonoro beso en la mejilla que creo que hasta Christopher escucho.

De inmediato y como era de suponerse, mi pulso subió como la espuma y supongo que Chris también tomó nota de ello.

“Tay!! Te extrañamos en el almuerzo, como no llegabas, tu hermano me dijo que quizá ya no regresarías  a la oficina y me dijo que viniera a verte. Estas bien? Mmmm todo bien??”

“Ehhh… Si por supuesto… Claro”- me concrete a decir mientras me sentaba en el sofá de la antesala alejándome de la peligrosa cercanía que adoptamos después de aquel beso.

“Pero que te dijeron?? Te hicieron el estudio??”…

“Es mejor que se lo digas Tay”-

“Noooooooo paso nada…”- Enfatice la respuesta. Había olvidado a Chris por un momento.-“No te preocupes, los doctores dicen que el problema que tenga se solucionara PRONTO porque no es algo grave después de todo…”-

Obviamente la respuesta no era para Victoria.

“Taylor escuchame, tendrás que decírselo. De otra manera el proceso será más difícil. Porque no quieres decírselo?? Quien es ella??”

“Taylor, ¿estás bien? Te noto muy distraída”- se acercó sentándose a mi lado-“Te acabo de preguntar algo y te me quedaste viendo muy chistoso”

“Jajaja no pasa nada es que a veces siento que una “maldita voz en mi cabeza no me deja reaccionar como yo quisiera”… Al menos quizá pudiera callarse por un momento”…- exprese algo enfática.

“Ok!!! Ya entendí!!! Ya no voy a decir nada pero después tú y yo hablaremos señorita!!!”- exclamo Chris desconectándose por completo.

“Y bueno, las voces tienen algo que ver con lo que tenías???”

“No, no para nada…”

Inexplicablemente, mi presión arterial había subido ridículamente. Hasta yo lo podía sentir.

Me era muy extraño estar a solas en ese momento con ella. Ni mi hermano ni mi padre estaban y anteriormente me había quedado incluso a dormir con ella, y ahora mi cabeza me estaba dando una malísima partida que me apenaba muchísimo.

La mire. Traía unos vaqueros entubados sumamente ajustado a sus atléticas y hermosas piernas, unos Converse clásicos azules y una playera con un estampado gracioso que igual le quedaba preciosa. Su cuerpo siempre me pareció atlético, esbelto y digno de reconocer, hasta de envidiar. Pero ahora mis ojos la veían de otra manera. Como cuando un animal está en celo buscando alguien con quien aparearse. Bueno quizá lo anterior fue muy salvaje, pero el punto es que a partir de la consulta con Chris YO YA NO LA VEIA IGUAL QUE ANTES.

Parece que finalmente SI me estaba enamorando de mi Connect Box paralelo, pero aun había algo de cordura dentro de mí, lacerándome el corazón por muchísimas razones que está de más decir, y por otra que me dejaba la cabeza echa un 8: ¿Victoria también padecía el Síndrome de Caja de Pandora”.

“Todo esto es una pesadilla!!! Noooo puede ser. Esto simplemente no puede ser!!! ”- pensé mientras me acomodaba en el sillón dándole la espalda a Victoria. No quería ni verla, aunque por otro lado mi vista quería seguirse deleitando con la maravillosa panorama de su recién descubierto cuerpo escultural.

De repente sentí una ligera punzada en mi vientre, por debajo de mi ombligo y pensé que los “inevitables” días negros de cada mes (la regla) estaba a punto de bajarme. Recordé de inmediato que me había bajado hace no menos de 2 semanas y que entonces debía ser otra cosa, cuando Victoria interrumpe mis pensamientos.

“Quieres comer?? Pareces cansada… Hice algo de pasta y chile con carne”-

“Wow suena delicioso, pero no te molestes, debes estar algo cansada con el ajetreo de la cocina y luego menstruando…”

“Jajajaja como lo supiste????”

Tenía los ojos semi-cerrados, pero después de decir tal tontería, mis ojos quedaron tan abiertos que pensé, saldría disparados de sus orbitas.

“Ehhh… buenos, es que te ves…mmmm”-obviamente no sabía que decirle-“… inflamada, recuerda que desde que nos conocemos siempre has retenido líquidos y a veces se te ve… ”-Dios!! De todas maneras ya lo había arruinado.

“Ahhhh bueno, creo que a veces no disimulo muy bien”- dijo algo triste.

“No, no te preocupes, te ves bien”- le dije jalándole la mejilla suavemente. Tocar su suave piel ASI, me empezaba a gustar.

No podía creerlo. Lo del famoso Puente de Collora era cierto. Ella está en sus días y yo pude sentir SUS COLICOS.

“Pero que mal estoy!!!” -fue lo único que pude pensar, dirigiéndome a la cocina.

“Jajajaja por un momento pensé que no sé, quizá… Me habías olido o visto algo extraño en mí y por eso lo supiste…”

“Para nada!!! De hecho hueles muy bien. Estas usando Euphoria de Calvin Klein no???

“De hecho si, pero hoy salí así como me vez. Ni tiempo tuve de arreglarme o perfumarme. De inmediato me llamó tu hermano”-

QUE!!! AHORA TAMBIÉN PUEDO OLER SU LOCIÓN EXTRAORDINARIAMENTE BIEN Y DE LEJOS???????!!!

Esa fragancia invadió mis sentidos antes de entrar a la casa.

Eso ya no me estaba gustando nada. Estaba empezando a adoptar actitudes y habilidades que solo los animales salvajes podían hacer, y en realidad no quería convertirme en eso ni aunque mejorara mis habilidades para gustarle a alguien o para que ella me gustara a mí. Noooo!!! Esto estaba fuera de control y quizá era demencia aguda.

“Y Tom? En donde dejaste a tu galán de cine??”- decir eso inexplicablemente me puso celosa y no me gustó nada.

“Jajaja en la oficina, ya sabes, su trabajo es su pasión. Dijo que obviamente te tomarás el día, y que él y tu padre regresaran hasta más tarde. Parece que hoy hay revisión administrativa”.

“Rayos!! Es cierto. Ojala les vaya bien. Por mientras te quedaras?”-

“Pues si tú quieres y me invitas quizás”-dijo levantando los platos.

“Jajajaja pero mujer!! Sabes que para eso no necesitas invitación!!-

“Bueno ok, me quedare con mi cuñis preferida”- dicho lo anterior, se acercó, y tiro de mi t-shirt para morderme una mejilla. Aquello me éxito sumamente. Pude olerla con más cercanía y sentí su impulsividad contra mí, arrasando con el tacto de sus labios, su saliva y mi piel, y acto seguido, me sonroje como un tomate.

“Jajajaja pareces una niñita tonta. Ni te mordí tan duro y te pusiste rojísima… Jajajaja!!!  Vamos por un café, te parece?”

“Jajaja…”- sonreí muy nerviosa-“ Claro!!”

Pasar tiempo con ella me encantaba. Parecía que acostumbrarme finalmente a que ella y yo compartiríamos “más que parentescos familiares” no era tan malo.

Hasta que comenzó el tema de mi hermano…