Pandemonium

La mujer se levantó y comenzó el lento estriptís: el suéter que salió por encima de su cabeza, el pantalón, tan ceñido que costó bajarlo, porque, además el sudor frío que recorría todo su cuerpo lo dificultaba… zapatos… espero unos segundos de compasiva respuesta antes de aceptar que ni siquiera la

  • ¿Y bien? ¿cómo hacemos?

La escena era patética, tenía todos los tintes dramáticos de una película, la pareja, sentada en las sillas de tomaban nerviosos de las manos… ella no levantaba la cabeza, el balbuceante

  • Y… ya sabes que la cosa…

  • No. Solo se que me debes una pasta

Enfrente el tipo, enfundado en una traje fino, con la camisa ligeramente entreabierta mostrando el crucifijo supuestamente de oro heredado de un familiar.

  • Es que ha sido un año muy malo, la situación… pero yo creo…

  • Tú no crees una mierda. Ese negocio infalible está muerto…

  • Pero puedo recuperar…

La voz trémula, las manos de ambos ciñéndose, apretando y relajando. Estaban en un serio apuro

  • ¿Qué coño vas a recuperar? Se que el dueño del local te ha dado una semana para desalojar y que el juzgado ya te ha bloqueado el material hasta que se resuelvan las deudas….

  • Yo…

  • La mía no. La mía la quiero solucionar ya. Son 200.000€…

-¡Eran cientoses…!

  • Eso era el mes pasado… desde entonces son mil euros diarios. Es lo que firmaste.

  • Lo siento. Perdona… Esperaba…

  • Un “negocio infalible”. Que me devolverias el préstamo antes de… ni la mitad

  • Espera… espera un poco. Seguro que puedo…

  • Tú no puedes nada. Ni siquiera el piso este compensaría la deuda… aunque no tuvieses la hipoteca.

  • Han ido mal las cosas, pero…

  • ¿Y yo he de apechugar con tu fracaso? No. monicaco, el problema es tuyo, vuestro. Yo quiero recuperar la inversión… y sus intereses.

  • Es que… te juro que no sabía…

  • Eres mayorcito. Sabías lo que firmabas. Que tenía su riesgo por eso el banco no quería… Da igual has metido la pata.

  • Es que… no se cómo…

  • ¿Hace un momento me decías que esperase y ahora no sabes como me vas a pagar?

  • En serio… podemos arreglarlo, tengo ideas, te…

  • Tu no tienes una poca mierda, no vales nada… en cambio tu mujer sí que tiene un polvo…

Esa frase les unió en el sobresalto, el matrimonio miró espantado a Julian, su acreedor.

  • Nooo… no puedes… eso no…

  • Ya me dirás que otra alternativa te queda: el negocio se lo han comido las deudas, supongo que tampoco estarás pagando la hipoteca de esta casa… Lo único que veo de valor por aquí es la capacidad de zorra que tenga tu mujer. De cuerpo no está nada mal… a ver, desnúdate.

  • No, eso no, a ella déjala en paz… yo soy…

  • Una ruina, lo se… no me interesas tú, no vales una poca mierda, ni siquiera poniendo el culo lograrías devolverme los 200 pavos, pero ella lo tendría más fácil, ¿verdad puta?

  • Elisa, se llama Elisa… ¡no es una puta!

  • Miralo… ahora se hace el digno. Escúchame pedazo idiota, solo hay tres alternativas: o te denuncio, cosa que no apetece meterme con abogados y que de todos modos me quedarían las migajas cuando te haya despellejado la seguridad social.

También puedo romperte las piernas, cortarte la polla y la lengua y hacertelas tragar para que no me des la vara… o poner a tu puta a trabajar para mi.

  • ¡¡ELLA NO ES…!!

La mujer le tapó la boca, se abrazó a él y le susurró calma una y otra vez… Luego se volvió hacia Julián, llorosa y temblorosa

  • vale… acepto

  • NO, no lo hagas, por fav…

De nuevo ella le puso la mano en la boca

  • Bueno, al menos hay una persona sensata en esta casa. Vale puta, perdón Elisa, ya puedes ponerte en bolas

  • N… no lo hagas

La mujer se levantó y comenzó el lento estriptís: el suéter que salió por encima de su cabeza, el pantalón, tan ceñido que costó bajarlo, porque, además el sudor frío que recorría todo su cuerpo lo dificultaba… zapatos… espero unos segundos de compasiva respuesta antes de aceptar que ni siquiera la ropa interior le iba a estar permitida.

  • Luis, coge al gilipollas del marido y llévatelo a la habitación. Traedme toda la ropa de la zorra aquí

  • Pero… ¿por…?

  • Tú a callar, cabrón de mierda… o mejor cornudo que es lo que vas a ser a partir de hoy.

vamos guapa, acércate que pueda tocar esas carnes… ¿Dónde está tu móvil?

Elisa se acercó cubriéndose con los brazos, pero un par de manotazos de Julián despejaron sus dudas, la quería ofrecida, visible y accesible… tímidamente señaló el estante donde el movil estaba cargándose.

  • Traelo agus… mmm… estás bien prieta, me gusta… y tu coño tampoco está tan seco… a ver, chúpa mis dedos… si, así entra mejor… Dile a Agus el patrón de desbloqueo.

Temblaba como una hoja, intentaba mirar a un lado pero continuamente Julian le hacia desviar la cara, hacia sus ojos o hacia la mano que hurgaba en su entrepierna.

  • Bien, bien… ahora te vas a subir a esa mesa y te vas a pegar una buena paja mientras Agus te graba.

  • No, por favor, no….

  • ¿Crees que era una pregunta? No puta, no, te vas a subir a esa mesa y vas a mostrarnos lo zorra que puedes ser… a nosotros y a todos los que puedan llegar a ver el video.

  • Eso no… haré lo que quieras, pero eso…

  • Claro que harás lo que yo quiera… por lo pronto no vuelvas a tutearme. Y tampoco me gusta que me hagan esperar. Me mosquea mucho. Y tú no querrás verme enfadado ¿verdad?

La orden era muy clara y ella no tardó en asumirla, lentamente, pero acabó arrodillada sobre la mesa, con una mano en el coño y otra presionado un pezón.

  • Me vas a hacer llorar, puta de mierda, cambia esa cara, sonríe, lamete los labios, comete los dedos y vuelve a metértelos en el coño, frotate el citoris… ¿He de enseñarte a pegarte una paja, zorra?

El ambiente iba subiendo de tono, ella cerraba los ojos intentando evadirse mientras Agus recorria su cuerpo con la cámara, sobre todo con primeros planos de su cara, tetas, coño, ese culo que se movía adelante ya atrás…

Juan y Luis llegaron en pleno show. En sus brazos cargaban un montón de ropa que, a un gesto, entendieron debían dejar junto a la puerta del salón. Luis indiferente, Juan espantado. ambos fijando la mirada en los movimientos de Elisa…

-Traed unas bolsas de basura, las llenais y lo dejáis todo en la escalera para tirarla luego al contenedor.

El show se detuvo, las manos también al tiempo que ella abría los ojos como platos, mirando el bulto de ropa…

  • ¿Quién te ha dicho que pares, zorra? sigue con el espectáculo, quiero ver como te corres… ¿eso? no te hace falta ya. En casa vas a ir siempre en bolas y si alguna vez te saco ya te traeré lo que has de ponerte… Sigue puta, córrete para mí…

Le costó. El pecho le latía, la cara intentaba aparentar placer transformándose en una mueca. Agus cambió el video por las fotos. De nuevo, sobre todo, primeros planos, hasta le fue indicando poses “abre la boca”, “mírame”, “un dedo en el culo”...

Juan iba recibiendo cachetes en el cogote cada vez que desviaba la mirada hacia su mujer, Luis le urgía para que llenara las bolsas y las fuera sacando a la puerta.

Y se corrió. Eso sí que lo captó en vídeo su móvil. Al acabar abrió los ojos mirando avergonzada a los cuatro hombres presentes cuyas miradas se centraban en ella… se acurrucó, como en posición fetal y metió la cabeza, llorando entre sus rodillas. Julian aplaudia satisfecho.

  • Estupendo, Elisa. Seguro que ha quedado genial, ¿verdad Agus? Servirá como anuncio de tu nueva profesión de puta. Y ahora deberíamos hacer una inauguración como corresponde. Pero como no tenemos tiempo para propagarlo por las redes mejor empezamos por lo que tenemos a mano. Tu, Juan vas a pillar el móvil y a invitar a todos los vecinos a que se follen a tu mujer…

  • NOOO…. ESO NOOO

El manotazo de Luis no se lo vio venir… ni que este le pillara del cuello de la camisa poniéndolo de puntillas mientras ceñía su puño amenazante sobre su cara

  • A mi no me vuelvas a gritar cacho cabrón… o te vas a quedar sin dientes. Hoy tu mujer va a debutar como puta y necesita practicar. ¿Cuánto tiempo crees que pasará antes de que tus vecinos sepan a que se dedica? Mejor que lo sepan de primera mano y que sean cómplices de la movida, que les compenseis por su silencio.

Vas a ir puerta por puerta con Luis, pidiendo a todos los vecinos que vengan a follarse a tu mujer, jóvenes y viejos, todos. Y si necesitan que les convenzas les muestras el video y las fotos… ¿me has entendido, cornudo de mierda?

Y, como al fin y al cabo es mi negocio, tu mujer y sus agujeros son míos, hoy os perdonaré los mil euros de la cuota, pero deberás traer al menos diez pollas para que se vacíen en ella…

Los murmullos, súplicas, llantos se sucedían… fue inutil, mientras Luis se llevaba por el cuello al hombre sacándolo de casa, ella obedecía la orden de maquillarse para eliminar el rastro de lágrimas y prepararse adecuadamente para recibir a sus próximos invitados.

Que no se hicieron esperar

  • ELISA!, ¿qué pasa aquí? ¿que me ha contado Juan?

  • Pues que su vecina comienza hoy su trabajo de prostituta y quería estrenarse con gente de confianza

  • ¿quién… quién es usted? ¿que hace aquí? Elisa, ¿quieres que llame a la policía?

Julián se puso de pie junto a ella y le acarició el pelo hablándole

  • ¿quieres que este tipo llame a la policía, tía?

  • No… no por favor… no…

  • ¿Y qué vas a decirle? ¿que tu vecina es una puta? Aun no ha cobrado ningun servicio y ya es mayorcita para decidir quien quiere que la folle o comerle la polla

  • ¿Qué dice este tipo? ¿te está chantajeando? ¿qué quieres que haga?

  • A mí no me lies, tio… si quieres os dejo solos y ya os apañais, pero creo que el mayor favor que puedes hacerle ahora es sacarte la polla y dejar que te la mame ¿no crees, Elisa?

  • S… si, por favor, Diego, deja que te chupe…

  • Si lo estas deseando, chaval. Mira el bulto que se te ha hecho ahí bajo… te va a reventar, vamos Elisa, anímale.

Se arrodilló frente a su mudo vecino, palpó su miembro y comenzó a liberar su correa… El puso la mano en su frente como intentando apartarla, pero sin convicción. Elisa seguía frotando el paquete, bajando la cremallera… tras limpiar un poco con los dedos el líquido preseminal la polla se enterró casi completamente en su boca, las manos de él fueron a la nuca...

  • ¿Cuántas veces has soñado con esto, tío? ¿Cuantas pajas te has hecho imaginandotela así? follatela… ¿quieres follartela o prefieres correrte en su boca?

Las palabras de Julian, acentuaron el morbo de la situación, las primeras lechadas si que fueron directamente a la garganta, las últimas embadurnaron la cara de la mujer arrodillada.

Avergonzado agachó la cabeza y salió corriendo de la casa mientras trataba de recuperar el estado de su pantalón.

Fueron doce los vecinos que aprovecharon la “oferta” entre ellos un par de adolescentes que alucinaron. quizá fuera la primera mujer en carne y hueso que veian desnuda o que la metían “en caliente”pero lo que era indudable es que fue la primera vez que hicieron un trio, follar a dos puntas, mientras uno ocupaba su boca el otro su coño… y se turnaron hasta correrse dentro

El punto especial fue el del señor García, quien estrenó su culo. Tenía una “deuda pendiente” con la vecina y se la cobró con creces.

Vino acompañado del marido pues creía que todo era una estúpida broma, hasta que la vio de rodillas, mirándole espantada… Y como que Juan daba signos de ponerse nervioso, Julian le envió con Luis al chino de la esquina. Una perra no debe ir por ahí sin un collar que la identifique y alguna cosa más iba haciendo falta

  • ¡Qué ganas de tenerte así, hijadeputa! Convenciste a Mari para que me dejara y ahora estás comiéndome la polla y me vas a dar el culo que ella nunca quiso…

Cogiéndola del pelo le enfundaba una y otra vez la polla en lo mas profundo, provocándole arcadas hasta conseguir que vomitara.

Satisfecho y tirándola del pelo la llevo hasta la mesa, aplastando sus tetas sobre ella

  • Abrete los cachetes para mi, hija de puta, muéstrame ese culo que te voy a romper… si, así, ahora metete un dedo… el de la otra mano y los abres, abreme ese agujero… vale, aparta, mantén los cachetes bien separados

  • Por… por favor, despAAAAAHHHHHHGGG

El grito fue inevitable, desgarrador, como lo que debió sentir al notar que toda esa barra de carne, de un solo golpe de cadera, se enterró en ella… siguieron las lagrimas, los tirones de pelo, los consejos de Julian de que no se pasara… consejos sin mucho ímpetu, incluso detuvo a Agus cuando hizo el amago de ir por el tipo. Aquello no podía durar mucho y así fue… Aferrado como garras a su cadera agotó todo su semen en el interior. Se desplomó sobre ella pero de inmediato se levantó, sacó su polla y le dio un sonoro azote a la nalga

  • No me gusta que trate así mi mercancía señor

  • Le tenía muchas ganas

  • Lo supongo pero con esa actitud no le puedo dejar que repita

García le miró entre asombrado y alborozado

  • ¿Puedo repetir?

  • Otro día, claro, por supuesto. Su vecina comienza hoy como puta e imagino que tardará mucho tiempo en dejar de serlo… pero ha de comportarse, de contenerse

  • ¿Y que va a costar el culo de esta puta?

  • Aún no lo he pensado, tengo que pactarlo con el cornudo. El va a ser su agente, mejor dicho, su mamporrero, pero los vecinos tendréis un precio especial, seguro.

Luis y Juan llegaron en ese momento. El marido fue de inmediato a consolar el llanto de la mujer que permanecía sobre la mesa sin atreverse a moverse, solo su mano intentaba calmar el escozor que sentía en el trasero.

  • Ah, muy bonita, esas figuritas de perritos son muy sugerentes de su condición

  • ¿Me deja que se la ponga yo, señor?

Julian miró al enculador divertido y le entregó el collarín

  • Por supuesto, vamos Juan, ayuda a tu mujer a arrodillarse ante este amable vecino para que le pueda ceñir el cuello.

Entre sollozos, murmullos de “perdón-perdón” del marido a su esposa, se pusieron en posición, no tan adecuadamente como esperaba García.

  • A ver, perrita, mírame a los ojos que voy a “condecorarte”, jeje… y levanta las patitas, saca la lengua… mueve la colita, que todos sepan lo orgullosa que estás de ser una perra sin cerebro… y ladra un poquito, anda

  • guau, guau

  • Me encanta este tipo

Julián sonreía divertido viendo los movimientos de Elisa y la cara de cachondeo de su “verdugo”. Le colocó el collar muy ceñido, lo aprisionó con el candadito que traía para fijarlo, mientras ella seguía con su ladriditos quejumbrosos y Juan miraba la escena hundido.

  • Supongo que podré traer amigos a darle polla a la tia esta

  • Por supuesto, pero eso es algo que tendrás que acordar con su mamporrero, podría incluso pasarte una comisión

  • ¿Qué? No… eso no…

Juanmiraba espantado su esposa agachó la cabeza compungida mostrando el reluciente candadito que le acaban de color

  • A ver. inútil, como esperas recuperar todo lo que has perdido… yo le conseguiré algunos clientes, pero esta puta debe trabajar todos los días a pleno rendimiento o esto no acabrá nunca. Este señor se ofrece a ayudarte a buscar clientes, es justo que merezca una compensación.

  • Hombre, con usar la perra gratis… - terció García

  • No, hombre no, la perra es gratis para los vecinos hasta que pille experiencia. Lis, por favor, ve a sacar el cerrojo de la puerta, vamos dejarla abierta para que los vecinos puedan venir a follarla cuando quieran

  • Noooooo… - suplicaba de rodillas Juan

  • El único que no va a poder follarla ni tocarla vas a ser tu hasta que pagues lo que debes. mañana te traerán un cinturón de castidad para que tu pollita quede inservible hasta que cumplas conmigo.

después se dirigió hacia García para acompañarle hasta la entrada del salon

  • Y ahora disculpeme pero hay vecinos haciendo cola en la puerta, va a tener muchos mas dias para joder la perra cuando le apetezca

  • No… - Juan y Elisa se abrazaban entre ellos quejosos, suplicantes - No puedes hacernos esto

  • Haberlo pensado antes… ahora decido yo. Y yo me lo pensaría mucho antes de intentar desaparecer porque puede que yo me encargue de que sea definitivo: que tú acabes com0 un vegetal en el hospital y ella en un burdel del puerto o un barco del mar del norte.

Por cierto: os he dicho que nada de abrazos, ni tocaros salvo para limpiarle las corridas, cornudin.

Luis llegó con el cerrojo en las manos.

  • Pero… no, no puedes dejarnos con la puerta abierta

  • La puerta y las piernas de Elisa, pero no te preocupes que tu estarás a salvo. Ella te encerrará en el cuarto de invitados todas las noches a la 11 y no te dejará salir hasta las 7… así tendrás tiempo para reflexionar… y para contratarle clientes

Pero me siento generoso. Como ya te he dicho el negocio, ella y sus agujeros, es mío os dejaré la cuota a la mitad, solo ha de sacar 500 euros al dia para que la deuda no siga engordando, además le pondré una webcam y venderemos sus videos… esto ha de acabar pronto, una puta reventada por mil polvos es muy poco rentable.

Con mis amigos también ganará una pasta, pero ya supondreis que son un tanto “especiales” en gustos y tendrá que dar la talla.

Pero va, venga, que aún hay vecinos esperando turno ahi fuera… ¿Cuántos quedan, Luis?

  • Yo he visto tres

  • Vale, que vayan pasando… y tu, mamporrero, ayuda a Agus a poner el candado en tu nueva habitación y vete pensando tu nuevo cometido. Has de tener contentos a los clientes para que quieran repetir y paguen bien y si te piden que se la chupes para ponersela dura antes de follarse a tu mujer pues ya sabes...

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Como siempre, se agradecen las valoraciones, comentarios y emails