Panama (2)

La continuación de las tribulaciones de una empleada quien por no perder su empleo se ve sometida a complacer los deseos más bajos de sus jefes.

Rita no tuvo de que preocuparse, la secretaria se limitó a entregarle un sobre que ella prefirió no abrir hasta que llegara la hora de comer, sin embargo, la curiosidad y el morbo la tenían excitada su sexo se sentía húmedo.

Por fin llegó la hora de comer y Rita salió y abrió el sobre. Las instrucciones eran muy precisas: Tenía que dirigirse a uno de los centros comerciales más exclusivos de la ciudad, todo estaba arreglado, no tendría que pagar nada ni escoger nada solamente la talla. Eran tres vestidos uno de gaza que era bastante trasparente y con un escote muy marcado, el segundo era un conjunto de falda azul sumamente corta y una blusa blanca ombliguera que en realidad sólo tapaba los senos, el tercero era un vestido muy corto y también escotado, con unas pequeñas tiritas en los hombros mientras que el escote de la espalda llegaba casi hasta las nalgas.  Tres juegos de zapatos de alto tacón de aguja

No pudo evitar preguntar quién era el que había comprado todo, pero le dijeron que todo había sido hecho por computadora y que sólo conocían al cliente por un número privado.

Después tenía que pasar por el departamento de lencería, ahí podría escoger el color de la ropa previamente seleccionado pero al menos uno debería ser rojo, Los tres juegos eran de tanga transparente y brassiere de media copa, y uno de ellos con un recorte en el pezón, además unas medias de malla –toda una puta- pensó.

Finalmente, tenía que pasar por el departamento de bañadores, en donde debía recoger dos bikinis muy pequeños y con una instrucción muy clara: La talla debería ser una menor a la que ella usaba. Esto aseguraba que quedaran muy ajustados.

Ella compró algo de maquillaje pues no tenía tiempo de pasar a su casa ya que debería estar en un hotel que estaba a unas dos horas de distancia, en la zona de la montaña y de acuerdo a las instrucciones recibidas debería estar antes de la cena.

Al llegar la estaban esperando, el trato de parte del personal del hotel fue espléndido, la condujeron, en un auto eléctrico hasta una pequeña suite que estaba a unos doscientos metros del lobby. La suite tenía además de una cama gigante un bar bien surtido, un pequeño comedor y una sala todo en torno a una gran puerta de vidrio que daba acceso a la piscina privada.  Al retirarse el botones que la había llevado le entregó otro sobre.

Debía usar el vestido de gaza con la ropa interior transparente y esperar en el bar. Apenas si tenía tiempo, se dio un baño rápido y se vistió como le indicaban, se vio en el espejo que rodeaba a la cama y tuvo que aceptar que se veía bien.

Llamó al carrito y subió al Lobby, recién entró escuchó su nombre –RITA- volteo y para su sorpresa vio a Héctor Trujano, Director administrativo y uno de los socios de la empresa.

Que gusto de verla por acá, y tan guapa- dijo muy jovialmente

Rita sintió que el suelo se abría, ahora se enteraría de su relación con el Sr. Gómez. – Gracias - acertó a decir.

¿Tiene una cita? – Pregunto Héctor

Más o menos –contesto la chica de manera evasiva-

Bueno pero no me negará una copa en lo que llega su cita, ¿Verdad? – Dijo el ejecutivo mientras la tomaba por el brazo para llevarla al bar del Lobby-

y ¿Cuándo llegó? – Preguntó como para hacer conversación.

Hoy.

Qué casualidad, yo también –rió él – ¿y cuándo se va?

Hasta el domingo

Yo también – dijo él celebrando la sorpresa- ¿en cuál habitación esta hospedada?

En la suite “Barro Colorado” -dijo ella, sin tiempo a inventar una mentira-

¡Yo también! – Dijo él, haciendo una pausa para ver la reacción de la chica-

Rita quedo boquiabierta por un momento pero rápidamente comprendió que su jefe había compartido su secreto con el socio.

Nuestro amigo Edwin, me telefoneó para decirme que no podría venir y que no iba a dejar esperando a una chica tan bella y con tantos talentos como Ud. – y luego continuó- desde luego que me platicó acerca del Préstamo que Ud. solicitó a la empresa.

La chica bajo la cara y comprendió que tendría más de un amo.

Héctor llevó la mano a la pierna de la chica y levantó la falda, ella no tuvo opción más que dejarlo hacer.

Tomaron una copa en el bar y luego pasaron a cenar al restaurant del hotel, había poca gente unas tres parejas y una mesa con algunos hombres remanentes de una convención.

La plática de Héctor era más agradable que la del Sr. Gómez, tomaron vino y bailaron con la música en vivo. Rita se relajó un  poco comprendiendo que era poco lo que podía hacer esperaba que al regresar al cuarto sería una orgía pero por lo pronto disfrutaba de la buena comida y el buen vino. Héctor bebía mucho, al menos dos copas de vino por cada una que ella tomaba.

Cuando llevaban poco más de una hora Héctor le dijo a Rita – Quiero que me haga un favor, vaya al baño, quítese la bombacha y tráigala en la mano, no se lleve la bolsa.

Rita palideció, creyó estarse acostumbrando a que le pidieran ese tipo de cosas  pero no era así. Se dirigió al baño, se vio en el gran espejo y apreció en que por debajo de la vaporosa tela se traslucían sus bragas, entró en uno de los cubículos y se quitó la prenda, al hacerlo no pudo evitar acariciar un poco su sexo y lo notó húmedo, a pesar del sentimiento de impotencia le causaba morbo, envolvió la tanga en su muñeca izquierda como si fuera una pulsera.  Cuando salió recorrió el salón, la penumbra era su aliada pues no se vería con claridad que ya no tenía nada bajo la falda. Los hombres de la convención la siguieron con la mirada durante todo el trayecto.

Al llegar entregó la pequeña braguita a su compañero, este la olió aspirando largamente el olor a hembra que pudo sentir, se le acercó al oído y le dijo.

-Perra, me estoy calentado- y diciendo esto empezó a acariciar la entrepierna de la chica, dejando llegar dos dedos a los labios mayores de la chica, quien no pudo sino  aceptarlo.  Se levantaron a bailar y él dirigió las manos a las nalgas de la chica, siendo la única pareja en la pista todos los demás lo notaron.  En la mesa lo que había sido una conversación agradable y fluida se convirtió en una serie de obscenidades e insinuaciones del hombre hacia la chica, diciéndole que tenía una panochita caliente y húmeda y que como le gustaría que se la cogiera ahí mismo por el culo, hacía referencia a las fotografías, las mamadas y las poses que había visto. Por un lado la chica se sentía incómoda pues los meseros oían la conversación pero por otra y gracias al vino sentía calor y se excitaba aunque no quería creerlo.

Pasada la media noche y con el hombre cada vez más ebrio y ella también sintiendo  los efectos del alcohol él  dijo – Ahora quiero que vayas al baño y me traigas tu sosten en la mano  y después nos iremos al cuarto.

Rita no tenía más remedio que hacer lo que Héctor le ordenaba, quedaban sólo los hombres de la convención y otro hombre,   al llegar al baño se metió al cubículo para quitarse el sostén, al salir otra mujer estaba terminando de arreglarse el maquillaje, la brillante luz del sanitario permitía ver perfectamente sus pechos desnudos debajo del vestido de gaza. Rita había pensando decir algo como que se había roto el sostén o algo así pero no tuvo tiempo la mujer le dijo –Te vas a pasar una noche de maravilla chica - y salió del baño.  Rita sonrió para sus adentros

Esconder el bra era más difícil que esconder las bragas por lo que los hombres de la mesa la vieron y alguno lanzó un pequeño silbido, Rita llegó a su mesa y le entregó la prenda a su compañero que no hizo por ocultarla. Trajeron la pequeña charola con el cambio de la cuenta y él le dijo bueno vámonos pero le vas a dejar algo de propina a estos buenos chicos y puso la tanga que la chica se había quitado y la puso en la charolilla para luego dejar algunos billetes.  Tomó luego el bra y le dijo a la chica que se fueran, él caminaba  tambaleante la abrao, al pasar cerca de la mesa de los hombres de la convención, él les arrojo el sostén de la chica, ellos contestaron con una serie de comentarios atrevidos como: buena perra la que llevas, taládratela todita, etc.  Los comentarios la hicieron sentir humillada y rebajada pero  era inútil tratar de hacer algo, él no contesto nada sólo sonrió.

Decidieron caminar hasta la habitación, todo el trayecto él fue Tocando y acariciando los senos y las nalgas  de la chica, subiendo la falda y metiendo la mano en el pronunciado escote.  Al llegar al cuarto la chica llevaba los pechos al aire y unos cuantos segundos después de entrar quedó totalmente desnuda.

Héctor se dejó caer en un sofá y le ordeno que trajera algo más de beber del bar así pudo admirar el buen cuerpo de la chica totalmente desnudo el culo era hermoso con nalgas firmes y tersas, las piernas largas y firmes, cuando regresaba contoneándose con un vaso en cada mano, pudo admirar de frente él coño ahora perfectamente depilado por orden de Edwin y los pechos firmes. Cuando ella llegó  le hizo una seña hacia su propio sexo y le dijo.

-Bueno probemos una de tus famosas mamadas,-

La chica se hincó  entre las piernas de él. Empezó por besar el miembro a través del pantalón, gradualmente el miembro empezó a tomar vida, ella hizo ademán de bajar la cremallera del pantalón, pero él le hizo la seña de que sólo con la boca, ella lo hizo con experiencia, luego buscó dentro de la ropa y sacó la polla, algo más grande que la del Sr. Gómez,  tomo entre sus labios el glande y con la lengua empezó a hacer movimientos circulares, asegurándose de acariciar la base del mismo, luego  recorrió el tallo de arriba abajo con la lengua, luego lo recorrió hacía arriba, metiéndose  la tranca hasta el fondo relajando la garganta, luego lo dejó salir acariciando nuevamente con la lengua el tallo conforme salía, con la mirada pidió permiso para bajar el pantalón del hombre, quien lo accedió pero le hizo saber que la trusa la debía bajar con la boca, así lo hizo sin olvidar besar el abdomen velludo del hombre. Cuando el miembro quedo completamente afuera, ella pudo ver que era bastante largo, lamió la parte del tallo que no había tocado aún y luego se dedico a los testículos , las beso y lamió como si fueran un par de bolas de helado, lamiendo una y luego otra alternativamente, volvió a poner atención a la parte superior del miembro, dejando escurrir un poco de baba desde arriba para que escurriera por todo el miembro,  procedió entonces a meter la polla nuevamente en la boca dejándola llegar hasta la ovula y más adentro dejándola salir sólo para recuperar el aire. Al dejarla salir la acaricia y regresa hacia abajo lamiendo el tallo justo por el frenillo, para poner nuevamente la atención a los huevos que chupa, succionándolos y dejándoles ir para meterse casi todo el escroto en la boca.

Héctor disfrutaba cada una de las ocurrencias de su empleada, encendió un habano y fumaba y bebía disfrutando cada movimiento que la chica hacia, ella no dejaba de mirarle, aun cuando le arrojaba el humo en la cara, tomó su propia copa y dejo caer un poco de líquido sobre la polla  que estaba a  todo dar, el cambio de temperatura pareció hacer que el miembro se hinchara aún más, ella rápidamente procedió a meterse el instrumento en la boca para continuar la mamada chupando el licor, empezó un mete saca cada vez rápido, el instrumento del hombre no aguantó más el tratamiento y empezó a manifestar los estertores previos a la descarga, Rita aceleró la mamada y la polla dejo salir una buena cantidad de leche acompañada de los gemidos de placer. Uno, dos, tres y hasta cinco despachos de semen salieron de la manguera hasta la garganta de Rita quien trago todo lo que pudo pero una buena cantidad  escurrió por la comisura de los labios y cayó en los pechos y el abdomen de la chica, ella lo recogió con los dedos y los saboreo como un dulce.

Mientras el macho recuperaba el resuello ella limpió el instrumento viril también con la boca, se sorprendió lo pronto que la viborita muerta volvió a la vida. Él se incorporo y le ordeno ir a la cama y ponerse en cuatro, mientras ella obedecía el fue por más vino y luego entro al baño.

La chica obedeció y se puso en cuatro sobre la cama, mientras esperaba pudo verse en el espejo, el mismo en el que se había visto guapa unas horas antes ahora veía una puta hecha y derecha, el peinado deshecho las tetas firmes pero al colgar para abajo se notaban un poco guangas y los pezones parados, las piernas ligeramente abiertas para mostrar la concha y el culo dispuestos a lo que fuera.

Salió con un tubo en la mano y dijo- Lo bueno de contratar este hotel es que puedes solicitar servicios especiales,- el tubo resulto ser un lubricante.  Primero encendió otro habano y llenando los pulmones de humo se acercó a la vulva de la chica y descargo con fuerza el humo. La chica tuvo una sensación poco familiar cuando el caliente humo entro en  en el sexo pero al pero se sintió excitada, luego dejó caer un poco de la bebida desde la parte baja de la espalda de la chica el líquido resbaló por raja de la chica, pasando por el culo y llegando hasta la vulva, cuando llegó el lo chupó de los labios mayores, metiéndose una parte importante de carne a la boca y luego lamió el camino en sentido inverso hasta llegar al culo de donde sorbió lo que haí se había quedado.

Dejó el habano y la bebida a un lado y coloco el tubo de lubricante sobre el culo de la chica, descargando un poco, con el dedo índice empezó a taladrar el culo de la chica, luego uso dos dedos. Cuando el ojete estuvo suficientemente dilatado el hombre acerco su polla, que había recuperado su fuerza y la introdujo de un solo golpe hasta que los testículos chocaron con las nalgas de la chica, ella arqueo la espalda por el dolor y la sorpresa lo que sólo sirvió para que el hombre le tomara por el cabello como yegua para dominarla.

El dolor de la chica pronto se convirtió en placer y empezó a gemir al ritmo que aumentaban los mete y saca cada uno terminado adentro con la explosión de las bolas del hombre en los nalgas de la chica, el agarraba el pelo y llevaba la mano a las tetas y le besaba la boca hasta que  finalmente ambos alcanzaron el orgasmo casi al mismo tiempo  él descargo toda vía una buena carga de leche.

Después de un momento él se coloco enfrente a la chica para que le limpiara la polla, y le dijo riendo – si te sabe feo hazte el enema la próxima vez -

Cuando tuvo la polla limpia hizo a la chica acostarse boca arriba con las piernas totalmente abiertas y se acercó a chuparle los líquidos que salían  la cuevita, ella mientras metió la polla en la boca  quedando ambos en una posición  69 teniendo sexo oral hasta que se quedaron dormidos.

Continuara.