PAMELA - Capítulo 06
Final de la historia a través de los ojos de Gerardo.
Sábado 12 de diciembre de 2020. Alrededor de las 19:00 Hs.
Han pasado tres días desde que Cinthia se fue de esa plaza y no regresó para nada a casa. Los chicos me preguntaron por su madre. Les tuve que mentir diciéndoles que me llamó diciendo que se iba unos días a la casa de la abuela Mónica para que se queden tranquilos. La muy inconsciente hasta me bloqueó de todos lados: De Facebook, WhatsApp, Instagram, hasta de la misma red social. No se nada de ella desde hace tres días. Ni a donde fue, ni con quien esta. Me temo lo peor. Hacia días que la veía extraña. Cerraba las apps del celular muy nerviosa. Espero no este cometiendo una locura. No se que haría si me llego a enterar que estuvo en la casa de un hombre que haya conocido en esa red social. A quien engaño, si se que haría.
En eso la puerta de calle se abre y aparece Cinthia vistiendo la misma ropa con la que había salido ese día Miércoles cuando todo explotó por los aires.
Me salgo del sillón, el cual había sido mi cama estos últimos días, y me acerco a ella corriendo, pero, me detiene con la mano.
“-Tenemos que hablar.” Dice Cinthia. “- Vamos para la habitación.”
Asiento con mi cabeza y nos encaminamos a la que una vez fuera nuestro nido de amor. Ella cierra la puerta tras que entro y se sienta en un extremo de la cama. Yo me siento en el otro.
“- Se que debes de tener muchas preguntas, Gerardo.” Dice Cinthia. “- Yo también las tengo. Y quiero que seas sincero.” Cinthia infla su pecho y suspira para luego comenzar a hablar nuevamente. “- ¿Por qué? ¿Por qué fuiste a encontrarte con “Pamela”? Y no me vengas con que no había ninguna Pamela. Los dos sabemos que todo fue una farsa creada por mí. Pero eso no quita que te fuiste a encontrar con ella pensando que a lo mejor si existía esa mujer.”
“- No es así.” Le digo yo. “- Supe que el perfil de Pamela era falso desde el segundo día.”
“- ¿Cómo? ¿Cómo lo supiste?” me pregunta Cinthia.
“- Las fotos que tenia el perfil. No concordaban la una con la otra. Eran de dos mujeres diferentes.”
“- ¡Rayos!” dice Cinthia. “- Pensé que no te darías cuenta de ese detalle. Debí de ser mas profesional. Je.”
“- Eso. Y todas las conversaciones que manteníamos. Parecían que todas iban siendo manipuladas por la misma “Pamela” diciendo cosas que sabias que yo iba a reaccionar positivamente a ellas. Como si me conociera bien. Y si, llegue a pensar que a lo mejor si existía esa mujer, pero de hacerlo, sería como un sueño hecho realidad. Una mujer que se amolde perfectamente a un hombre. Y eso a la larga es aburrido. Lo mejor de una relación son las diferencias. Ya que de ellas se pueden sacar las mejores situaciones de diálogos y un posible crecimiento como persona.”
“- ¡Lo sabía!” me dice Cinthia. “- ¿Y con lo que le escribiste a Pamela ese día? Sobre… sobre lo que sientes por mi… ¿Es verdad? ¿Solo sientes un cariño por acostumbramiento?”
“- ¡NOOO! ¡ESO SI QUE NO! ¡ES UN ROTUNDO NO!” le digo levantando la voz a Cinthia. “- Si algo se muy bien y tengo bien en claro son mis sentimientos hacia ti, Cinthia. Te amo. Estoy perdidamente enamorado de ti. Me destruiría si me llego a enterar que estas con otra persona a espaldas mía.”
En ese momento Cinthia cambia la cara a una mas triste y baja la cabeza.
“- Ya. Entiendo.” Dice Cinthia con una voz mas baja. “- Bueno... sigamos. ¿Y por qué escribiste lo que escribiste?”
“- Ya para ese momento tenia muchas dudas sobre quien era Pamela y cuando soltaste esas palabras quise poner a prueba a la persona que estaba atrás de la cuenta de Pamela. Pensé que podías ser una amiga tuya mandada por ti… incluso pensé en María… y encima, en el peor de los casos, que fueras tu misma. Sea como sea, el mensaje iba a pegar fuerte. Pero ese mismo día a la noche, cuando volvimos a chatear y tuvimos ese estilo de sexting light que no llego a mayores... pues… me sorprendió… ya que de ser tu… debías de tener un autocontrol enorme para no mandarme a la mierda tras ese chateo de la tarde.
“- Si. No sabes las veces que quise venir corriendo a donde estabas y gritarte. “- ¡¡¡¡SIII!!!!! ¡SOY YO, PAMELA! Pero que crees. Me contuve. Porque tanto trabajo que había hecho para ver si pisabas el palito no podía desperdiciarlo de forma tan estúpida. Te soy sincera… Si tuve ganas de mandarte a la mierda en ese mismo momento.”
“- Ahora responde una pregunta mía.”
“- Lo sé. A donde estuve y por qué te bloqueé todos estos días, ¿no?”
“- Así es. Dímelo. Al menos me merezco eso, ¿no crees?”
“- Ok. Pero no se si te vaya a gustar la respuesta. Espero estés preparado para oír todo.”
“- Preparado o no, soy todo oídos.”
“- Estuve en la casa de una persona amiga. No te puedo decir más. Solo que no paso nada de nada. Asique no te preocupes. Fue muy amable esa persona y me recomendó que te desbloqueara y que te hablara nuevamente. Que arreglemos todo entre nosotros. Pero yo, estando dolida y siendo lo orgullosa que soy… y tu conoces muy bien mi orgullo... no quise hacerlo. Lo siento mucho por eso. Pero ahora he regresado y quiero que volvamos a intentar todo para que funcione lo nuestro a partir de ahora y en adelante. Estoy decidida a perdonar todo y a olvidar todo este tema, si me prometes que no va a haber otro episodio como este que pasó con “Pamela”. Se me fue de las manos todo. Lo acepto. Y me queme con fuego al ver ese mensaje que habías escrito. Cuando leí eso, supe que había llegado demasiado lejos. Por eso lloré ese día. Porque había llegado a un punto en todo esto que me lastimó mucho. Te pido disculpas por todo lo que te hice pasar con este tema.”
“- Yo también te pido disculpas por todo, Cinthia. Jamás quise hacerte daño con eso que dije, pero debes entender una cosa. Tu sabias muy bien como es esa red social. Si decía que era casado, podía ser que “Pamela” me bloqueara como esas cuatro mujeres que hable hasta que supieron que era casado y me bloquearon."
“- Si. Lo sé. También sabia que debías de mantener las apariencias del estado que dijiste. Pero una cosa es leerlo cuando se lo escribes a una persona ajena y otra muy diferentes es verlo escrito cuando se lo escribes a uno en persona. Fue chocante para mi ver esas palabras escritas.”
“- Lo sé. ¿Me perdonas?”
“- Siempre.”
Cinthia y Gerardo se acercan y se besan en los labios muy dulcemente. De uno de los ojos de Cinthia cae una lagrima. Gerardo se da cuenta.
“- ¿Y esta lagrima?” pregunta Gerardo. “- ¿Pasa algo, Cin?”
“- No nada.” Cinthia se seca la lagrima que cae por su mejilla. “- Es una lagrima de felicidad. Nada más. De que pudimos resolver este tema y seguir adelante.” La naturaleza de esa lagrima era otra realmente, pero eso es relato para otra historia.
Esa noche le pido a Cinthia de ir a cenar afuera. Ella acepta con gusto. Les dejamos algo de plata a nuestros hijos y nos fuimos a comer a un restaurant de la zona de Puerto Madero.
Pedimos unas entradas de Gamberri Alla Milanese, los cuales son unos Langostinos empanados, envueltos en mozzarella acompañados con salsa pomodoro y mayonesa de verduras. Pedimos dos platos de esos.
Luego yo pedí unos Raviolis Verdi Scarparo, los cuales son unos ravioles rellenos de espinaca y ricota, salsa a base de oliva, verdeo, pesto, ajo, tomate seco y pomodoro fresco. Cinthia, en cambio, pidió unos Sorrentinos Gran Caruso, los cuales estaban rellenos de mozzarella y jamón cocido, gratinados con crema, jamón cocido, champignon, ave y pomodoro fresco.
De postre pedimos dos Seduzione Di Cioccolato, que son unos Volcanes de chocolate con helado de vainilla. Luego vino el café obligado. Ambos tomamos dos Cafés Expresos en Jarrito.
Pero hubo una cosa que me mantuvo en alerta todo el tiempo. Cinthia recibía constantemente alertas de WhatsApp, como si alguien le estuviera mandando mensajes. En una de esas alertas ella saco el celular me pidió disculpas y leyó el mensaje que le había llegado, responde algo y vuelve a dejar el celular a un costado.
“- ¿Quién te mando ese mensaje por WhatsApp, Cin?” le pregunto. La noto nerviosa en cuanto le hago la pregunta mientras la miro fijamente a sus ojos.
“- Era del grupo de padres del colegio de nuestros hijos.”
“- ¿Y tan insistentes estaban en ese grupo que tuviste que escribir algo? ¿No podías responder más adelante? ¿En casa, por ejemplo?”
“- Tienes razón, no debí de escribir nada, lo que pasa es que habían escrito algo que me molesto y quise dar mi opinión al respecto. ¿Acaso piensas que te estoy mintiendo? ¿Quieres que te muestre el WhatsApp así corroboras que lo que te digo es verdad?”
“- No, deja todo como esta. Confío en vos, amor.” Me disculpo con ella. “- Bueno, ¿vamos a dar una vuelta por la costanera?”
“- Dale. Paguemos la cuenta y vayamos a dar una vuelta.”
Pagamos la cuenta de lo que consumimos y salimos a dar una vuelta por la misma costanera abrazados y besándonos en los labios. Al cabo de un paseo de casi una hora para bajar la comida y tomar un poco de aire, regresamos a donde dejamos el auto y nos encaminamos a nuestra casa en San Justo.
Llegamos a nuestro hogar y Cinthia va al baño a hacer sus cosas antes de irnos a dormir, dejando su celular en la mesita de luz. Yo me acuesto en la cama y de repente, suena otra vez el celular con una nueva alerta de que el WhatsApp recibía un nuevo mensaje.
“- AMOR.” Le grito a Cinthia. “- ¡¡¡ALGUIEN TE MANDO ALGO AL WHATSAPP!!! ¡ME FIJO A VER SI ES UNA EMERGENCIA! ¡¡ACUERDATE QUE TU MADRE ESTA DELICADA DE SALUD!!”
Hacía unos días atrás Cinthia había recibido una noticia que la había devastado, su madre fue diagnosticada con un cáncer de lo mas jodido. Asique era algo lógico que recibiéramos algún mensaje por parte de la familia de mi esposa si algo pasaba con Doña Mónica.
“- ¿EH? NO, AMOR, ¡NO MIRES NADA! ¡¡A LO MEJOR ES ALGO DEL GRUPO DE PADRES DEL COLEGIO DE LOS CHICOS!!”
“- ¡CINTHIA! ¿QUÉ ES ESTO?”
Continuará en ARIEL…
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Adelanto de lo que se viene en el libro Ariel...
A lo largo de mi vida he hecho muchas cosas de las cuales me arrepentí, como así también varias de las que no, pero jamás pensé que la decisión que tome aquel día iba a generar semejante conflicto con mi marido.
Por un lado, pensé que le iba a dar un escarmiento, quería que viviera en carne propia lo que yo viví durante diez largos años. No creí nunca que todo se me iba a salir de las manos. Cuando entré a esa red social y le conocí a Ariel me pareció una persona de lo más centrada, madura, él me dijo que no iba a ocasionarme problemas en mi matrimonio, que iba a ser discreto. Sobretodo porque le dije que amaba con locura a mi marido. Pero una charla llevo a la otra y esa a otra... Y cuando me quise dar cuenta ya estaba atrapada en este mundo de las redes sociales de ligue de parejas y no podía salir, así como así. Iba a necesitar ayuda. Lo que nunca me imaginé que la ayuda iba a ser de parte de Gerardo, mi marido... Y de que forma.
Aún maldigo ese día, el día que dió inicio al final de una etapa muy bonita...