PAMELA - 3er Intermedio.
Mensajes de WhatsApp reveladores de un futuro sombrío que se avecina para Gerardo y Cinthia.
En algún momento del mes de Enero del año 2021
GERARDO:
Han pasado dos semanas desde que me fui de mí hogar a un departamento de la localidad de Ramos Mejía. Decidí irme de San Justo para alejarme de mí esposa. No podía seguir viviendo en el mismo techo viéndole la cara a la mujer que amé desde mis 19 años. Casi toda una vida pero, aún me duele lo que hizo.
Entro a WhatsApp, busco el contacto de una persona en particular y escribo:
“- Hola. A lo mejor te sorprenda que te escriba pero creo que debo decirte una cosa. Muchas gracias por lo que hiciste por mí. Te agradezco enormemente que hayas estado ahí cuando necesite ser contenido por lo que sucedió. Aún así, me siento culpable por lo que hicimos. Se que en ese entonces ya no debía de importarme, pero ella es la madre de mis hijos.
Quiero dejar en claro una cosa, no quiero que te pongas mal ni nada, solo pasó. No me arrepiento de que haya sucedido tampoco, pero, aún estoy casado y eso hace que tenga este sentimiento como que engañe a mí esposa.
Me encantó todo el momento, el sentirte tan apasionada, tan fogosa. Eres toda una amazona en la cama. Aún estoy alucinando de las cosas que me mostraste. No sé en dónde aprendiste eso que me hiciste cuando me mamaste el pene, pero sentí cosas que no había experimentado antes. Y luego la forma que tenías de moverte cuando te sentaste encima de mí metiéndote el pene en tu interior. Parecía que querías dejarme seco. Fueron 3 horas de sexo salvaje y animal. Pero que horas.
Aunque fue todo muy lindo, me siento culpable y siento que engañe al amor de mí vida. Se que dirás que ahora estamos a mano ella y yo, pero aún así, me siento mal.
Eres una gran amiga. Te quiero mucho.”
Al rato recibo una respuesta de ella:
“- No hay de que, Gerar. Para eso estamos las amigas. Se que no habrá una segunda vez, pero me gustó sentirte dentro mío. Tampoco me arrepiento de que haya pasado. Era algo que debía suceder tarde o temprano. Mucha tensión entre nosotros. Espero que puedas arreglar todo con Cinthia. Se que se arreglaran las cosas entre ustedes. Solo dale tiempo al tiempo.”
En algún momento del mes de Diciembre del 2020.
CINTHIA:
Hoy comprobé lo que temía, y es por eso que debo de hacer esto. Se que todo se irá al verdadero demonio una vez que haga lo que tenga que hacer, ya no hay vuelta atrás. Hoy mí vida acabará como la conocí.
Abro el WhatsApp, busco el contacto de está persona. Pero me acuerdo que lo había eliminado desde ese día. Pienso, pienso, pienso y me acuerdo que puedo tenerlo en el mail. Y efectivamente, en mí mail que use para crear la cuenta de la red social esta el teléfono de está persona. Lo vuelvo a agregar sabiendo que estoy cometiendo un error, pero aún así debo de hacerlo.
Una vez agregado, le escribo.
“- Hola, cómo anda todo? Por mí lado estoy en un predicamento. Te acuerdas del día que fui a tu casa a quedarme por 3 días? Bueno, hay consecuencias. Estoy embarazada. Y no se de quién es. Si de mí esposo o tuyo. En el caso que sea de mí esposo, me sentiré aliviada, pero en el caso que sea tuyo… más te vale que te hagas cargo. Ya mí marido me odiara y con motivos si llegase a ser lo segundo.
Me arrepiento de haber estado con vos? No. Para nada. En ese entonces y por todo el asunto de Pamela, que se descontroló como lo hizo, me sentí abrumada, pero tu me contuviste esos 3 días. Me dijiste que desbloqueara a mí marido en esos días, pero estaba tan enojada con él que lo mantuve bloqueado de todos lados por todo ese tiempo. Si lo hubiera desbloqueado y él me hubiera contactado, a lo mejor todo lo que pasó entre nosotros no hubiera sucedido. Por un lado hubiera sido lo mejor. Pero bueno, las cosas sucedieron como sucedieron.
Esos tres días me hiciste sentir deseada. Aunque tu pene no es tan grande como el de mí marido, supiste complacerme. Y aunque no acabaste en ninguna de las veces, tu problema de que vives sacando líquido pre-seminal todo el tiempo que estás excitado, se volvió un problema para mí, tras que se rompió el preservativo, ya que ahora estoy en el estado en el que estoy y tengo está confusión en mí cabeza.
Deséame suerte… ahora voy a enfrentar los hechos. Deseo enormemente que todo sea un mal sueño y que despertaré en cualquier momento, pero no es así.”
Dejo el celular y me voy a hablar con Gerardo. Las cosas van a cambiar seguramente. Y espero que mí esposo no me deje. Lo necesito más de lo que el se puede hacer una idea.
Bajo las escaleras justo cuando una respuesta llega al WhatsApp.
“- Pero, no puede ser mío… tengo la vasectomía hecha.”. Al rato ese mensaje se borra y aparece otro en su lugar.
“- Ok. Suerte. Espero que sea mío y no de tu marido.”