Palomitas de Maíz

Una experiencia muy agradable en el cine... Quién dijo que las palomitas son para niños?

Soy un chico normal de 27 años, alto, moreno, deportista, no soy un top-model pero siempre he tenido mi atractivo… aún así creo que la labia y la forma de mirar/jugar con una chica puede reportarte tantos o mas éxitos que el físico. He tenido la suerte de tener (supongo que como casi todo el mundo) una serie de experiencias sexuales muy estimulantes en mi vida y voy a contaros algunas de ellas en una serie de relatos… completamente basados en hechos reales.

No sabía por cual empezar y creo que lo haré por ésta que titulo “Palomitas de Maíz”, por razones obvias que entenderéis a continuación, pero os adelanto que una chuchería que puede parecer para niños te puede hacer conseguir muchas cosas… que no son precisamente para todos los públicos.

Bien, todo empezó con una cita entre amigos de mi provincia que frecuentábamos un canal de Chat, pero la mayoría nos conocíamos a priori en persona por otros motivos. Digo la mayoría porque hasta ese día yo no conocía a Carmela (la cual si lee esto creo que enseguida se va a sentir aludida) pero ella y yo hablábamos bastante por Internet. En aquellos días, en realidad, mis intenciones estaban puestas en otra de las chicas del grupo, y las de ella también creo, se llamaba Mabel y llevábamos toda la semana tirándonos los tejos cuando íbamos a tomar café o unas cañas pero no se había dado aun la ocasión para quedarnos a solas. Ese día en concreto pensaba empezar a enrollarme con ella en el cine, y realmente la película me importaba un comino… ni siquiera recuerdo cual era. El caso es que entramos en la sala al menos 6 chicos, ellas dos y yo que iba muy pegadito a Mabel, la chica con la que pensaba “relacionarme”, bueno ya me entendéis. Pero la casualidad quiso que justo en ese momento recibiera una llamada al móvil de un amigo que ahora no viene al caso que me hizo separarme del grupo… y a la postre me mantuvo 5 o 10 minutos entretenido, lo suficiente como para que las luces de la sala se apagasen y comenzase la película. Cuando entré en la sala no veía absolutamente nada y desconocía la situación física de mis amigos, tanto en la sala como entre ellos, y la colocación que tuviesen era muy importante para mis intenciones. Decidí avanzar por uno de los dos pasillos hasta dar con ellos… pero la mala (o buena) fortuna quiso que entrase justo por el lado contrario a donde estaba la chica que pretendía. Ellos estaban colocados justo al revés: primero ella, Mabel, que se había situado en una punta para esperarme, después los 6 chicos que se habían colocado juntos para hacer bromas y tal, y en la otra esquina (por la que yo entré) estaba Carmela, a la cual como os he dicho había conocido esa misma tarde, pero solo habíamos cruzado un par de palabras. Una vez que me metí por ahí no tuvo solución la cosa, porque Carmela me señaló el asiento junto a ella, y aunque desde el otro extremo Mabel me hacía señales con los brazos como si de una controladora de vuelo se tratase tan sólo pude encogerme de hombros e indicarle que no tenía mas remedio que quedarme allí para no hacer el feo y que otra vez sería… quizá después de la película.

En fin, una vez ubicado en mi nueva situación empecé a pensar en mi mala suerte y a mirar de reojo la película, mientras Carmela me preguntaba quien me había llamado y si había ocurrido algo, yo le decía que no distraídamente, pero ella muy amable me seguía dando conversación. En ese momento empecé a fijarme en ella por primera vez, y me llamo la atención que llevaba puesto un vestido de verano muy cortito y fino, cuando tan solo unas horas antes cuando nos habíamos conocido iba en vaqueros (mas tarde le pregunte por aquel cambio y me dijo que lo había hecho para que me fijase en ella porque ya me tenía el ojo echado… las chicas se las saben todas). Le dije que me gustaba su nuevo atuendo y ella me dedico una bonita sonrisa y me dijo:

  • “Gracias, tu también vas muy guapo”.

No la he descrito pero ella era bajita, morena con el pelo rizado a melenita, y con un cuerpecito muy mono y cara de niña mala… sobre todo cuando ponía esa sonrisa de “no he roto un plato pero puedo romperlo en cualquier momento”.

La película era mala de solemnidad así que aprovechamos para irnos conociendo, aunque yo en aquel momento aún no tenia claras ideas de enrollarme con ella, pero bueno… había que hacer tiempo. Le comenté que con el lío de la llamada del principio no me había dado tiempo ni de comprar palomitas como siempre hago… Sabéis? Nunca sabe uno lo apropiadas que pueden ser ciertas frases tontas, porque pienso que esa en concreto me reporto un fantástico polvo. El efecto inmediato fue que ella sacó un cubo repleto que me dijo que había pedido pensando que iba a ser mas pequeño y que ella sola no iba a poder, así que si a mí me parecía bien podíamos compartirlo. Le dije que vale aunque no pensaba cogerle muchas… no soy un caradura, así que durante los siguientes 10 minutos apenas le cogí un par de ellas. Ella se dio cuenta de que no quería abusar así que se encargo ella de que sí lo hiciera metiéndome ella misma las palomitas en la boca. Es un juego bastante típico y que puede parecer inocente… pero ella me dejaba los dedos en la boca un segundo más de lo prudente… me lo pareció desde el principio pero cada nueva vez era peor que la anterior… y estaba consiguiendo empezar a calentarme. Me metía una palomita tras otra en la boca con esos deditos tan juguetones e insinuantes pero yo tampoco me atrevía a hacer nada sin estar seguro. En una de éstas quise confirmar mis sospechas, le cogí yo un par de palomitas y se las puse en la boca, a lo que ella contestó comiéndoselas muy despacio y chupándome el dedo detenidamente… eso consiguió ponérmela como una piedra y olvidarme completamente de la otra chica. Comenzamos en ese juego de te chupo un dedo, te chupo dos, ahora tú, ahora me toca a mí, etc, etc; y nuestras caras cuando nos mirábamos eran un poema… en esto me atreví a empezar a acariciarle las piernas desnudas (era la mejor parte que podía acariciar sin ser visto por su compañero de butaca) hasta la parte superior del muslo, mientras ella me facilitaba la operación dejándose caer para abajo del asiento y frotándome la misma zona de mi anatomía… Esa chica estaba poniéndome a cien con la cara que tenía y con la naturalidad que situaba su mano a 5 centímetros de mi polla habiéndome conocido solo dos horas antes… No pude más y le pegué un par de muerdos en el cuello que ella me ofrecía gustosa… Veinte segundos después estábamos morreándonos sin que nuestros amigos parecieran percatarse… o eso creía yo, porque pocos minutos después note una mano que me tocaba el hombro por detrás… era Mabel visiblemente cabreada que me comento una excusa estúpida por la que tenia que irse a su casa (evidentemente no quería seguir presenciando la película extra). La verdad es que con la mente lucida me hubiera preocupado por su enfado pero estaba tan cachondo que en realidad eso me allanaba el camino para follarme a Carmela que era en lo único que pensaba en ese momento, así que no la detuve y ella se marchó enseguida (no la he vuelto a ver). Mientras tanto Carmela y yo seguíamos con lo nuestro, metiéndonos mano… y lengua y pasamos el resto de la peli deseando que terminase para ir a enrollarnos en “profundidad” a cualquier sitio.

Cuando acabó la peli un amigo común nos ofreció llevarnos en coche a casa, pero le contesté que yo al menos prefería andar… Ella murmuró una excusa parecida sobre que estaba muy cerca de la zona de marcha y también iría andando a lo cual el otro chico se rió bastante y respondió un explicito

  • “Ya, ya…”.

Por fin solos, comenzamos a andar hacia mi casa, yo vivía con la familia pero pensaba montármelo con ella en el portal que era bastante amplio y tenia dos sofás para los clientes de una empresa de la planta baja… a esas horas nocturnas seguro que nadie pensaba darles un uso mejor que el que podíamos darle esa chica y yo. Mientras íbamos andando ella volvió a su actitud inocente-despistada diciendo:

  • “Bueno si vamos de botellón yo puedo llamar a mis primos que estarán allí”

Ahí tome yo las riendas de la situación y la corte con voz ronca (se me notaban las ganas de follar):

  • “No vamos de botellón”

Ella siguió haciéndose la despistada contestando:

  • “Ah no? Dónde vamos entonces?”

Rápidamente le despeje la duda:

  • “Vamos a enrollarnos a mi casa”

Ella solo añadió:

  • “Ah, vale”

como si le estuviera proponiendo un café… realmente esa chica me sorprendía pero lo que ella no sabía era que yo también podía sorprenderla a ella.

Poco tardamos en llegar a mi casa, abrí la puerta del portal y ella paso tras de mi, le impedí encender luz alguna y empecé a tocarle el culo por debajo de la falda mientras le daba un buen morreo… llevaba toda la noche deseando disfrutar ese culito que apenas me había dado tiempo a mirar y que ya estaba palpando por encima de las finas bragas que ella llevaba. Seguimos dándonos morreos hasta llegar al sofá de cuero del portal y allí nos sentamos… yo me estaba calentando muchísimo, pero soy previsor y no quería llevarme un chasco, así que dado que parecía que no íbamos precisamente despacio decidí preguntarle:

  • “Quieres que sigamos adelante?”

Ella me contesto con un simple y claro

  • “Sí”

muy seguro y oscuro que no dejaba ninguna duda de sus propias ganas, así que empecé a dedicarme a sus tetas, que eran duritas y de tamaño mediano, se las saqué por encima del escote y comencé a lamerle los pezones mientras ella me frotaba los brazos y el pecho… me estaba dando un festín con sus tetas y con sus pezones duritos, marrones y pequeños… en ese momento recuerdo perfectamente que empezó a bullir en mi cabeza la idea de que no llevaba condones (pensaba comprarlos en una máquina para follarme a la otra chica, pero con el cambio de planes se me había olvidado todo) pero bueno, pensé que me arreglaría con una mamadita… que equivocado estaba! Bueno, yo seguí mamándole las tetas dejando esos dilemas para después. Ella se removía y se la notaba aún más cachonda que a mí y pidiendo a gritos un tratamiento en el coño que yo aún no le había dado… así que empecé a bajar la mano por su tripita hacia la zona en cuestión

En ese momento ella me paro la mano y me dijo

  • “Antes de que sigas tengo que advertirte una cosa importante”

Yo que estaba a mil en ese momento no estaba para mucha charla y lo que quería era disfrutar de aquel chochito lo antes posible, me quedé sorprendido con la interrupción y la miré suplicante. Ella añadió:

  • “Verás, soy anorgásmica, o al menos me cuesta mucho correrme, creo que es justo que te lo diga antes de que pase nada mas para que no pienses luego que es culpa tuya.”

Yo ya estaba cachondísimo de toda la noche, pero aquello era todo un reto… y si cabe consiguió ponérmela aun mas dura… así que le contesté veloz y conciso:

  • “Anorgásmica? Te vas a enterar!

Le aparte las minúsculas bragas blancas que llevaba un poquito, lo justo para dejar al aire un chochito recortado… y bastante mojadito, se notaba que llevaba así al menos una hora (cosa que no me extraña porque yo mismo ya llevaba la polla empapada de liquido preseminal). Además ella misma me lo confirmó:

  • “Me tienes loca desde el cine…”

Empecé a jugar con aquel tesoro recién desenvuelto, abriéndoselo bien con los dedos sin parar de morrearla… la verdad es que me ponía como una moto saber que le estaba tocando el chocho a aquella semidesconocida (aunque habíamos tonteado alguna vez por Messenger) mientras ella me lamía la lengua como una descosida. Se notaba que le iba la marcha porque jadeaba:

  • “Mmmm, siiií, que bien.”

Mientras yo continuaba acariciándole el coño sin detenerme en ningún sitio en particular… solo pretendía explorar terreno conquistado antes de empezar a darle gusto de verdad… pero creo que ella tenía otros planes porque aprovechó ese momento para sacarme la polla del pantalón y empezar a hacerme una paja de auténtico escándalo

  • “Ufff vaya rabo, niño! Me encanta”

exclamó ella relamiéndose y empezando a acariciarme el capullo con el dedo corazón.

  • “Y además esta muy mojadito por mi… me encanta”

dijo llevándose a la boca su dedito pringado de mi liquido preseminal… me encanta que una chica sea así de liberal cuando tiene que serlo… y aquella me estaba demostrando que sí lo era, y cuanto!.

Su paja iba en aumento, así que pensé que tendría que esmerarme o aquella chica iba a sacarme la leche en un pis-pas, así que le tantee el chochito con la mano buscándole el clítoris y empecé con mi especialidad… que es hacerle deditos a las chicas moviendo el dedo corazón en círculos… creo que es lo que mejor se me da… y reporta muchos beneficios porque después de un buen dedo… una chica se muere porque se la follen a fondo… no dejéis de probarlo! Comencé a darle tratamiento haciendo a la vez fuerza con la palma de la mano sobre su pubis, para que sienta esa presión en el vientre como si la estuvieran follando…y el tratamiento empezó a dar sus frutos enseguida… ella rompió a gemir bien fuerte y sin reprimirse:

  • “Aaaah, mmmm, que bien! que gusto me das! Dame dame…. mmm q dedo más rico! Me encanta!

Por supuesto le seguí dando así, mientras ella me acariciaba la polla con la mano, ahora sin ningún ritmo… se notaba que no podía concentrarse en otra cosa que no fueran aquellas sensaciones en su coñito inundado… este abandono total por su parte me dio vía libre, la cuál aproveché para quitarle de la cabeza esa tontería de la anorgasmia y le proporcione el primero a fuerza de acelerar el ritmo de la vibración de mi dedo sobre su clítoris. Ella lo recibió con ganas, como algo buscado hacía mucho tiempo… se notaba que realmente estaba necesitada y gritaba:

  • “Aaaaah me viene! No puedo creerlo! Me estoy corriendo! Que gustito en el coño!”

Mientras tanto me exprimía la polla con su mano derecha y me mordía un hombro… realmente es un disfrute ver como se corre una chica de esa manera por tu culpa… y más si previamente te ha comentado que le cuesta tanto llegar, supongo que eso le valor añadido… te levanta muchísimo la autoestima, el ánimo… y lo que no es el animo, porque mi polla estaba a tope! Tan a tope como agradecida estaba ella que quería tirarse a chupármela como una loba, pero la detuve y le dije:

  • “No, no… aún no he terminado con ese chochito…”

Me puse de rodillas frente al sofá y empecé a lamerle la tripita levantándole la falda, y a continuación le pegue un par de lametones en aquel chocho recién corrido e hipersensible, lo cual ella agradeció con un murmullo… Aún no estaba recuperada de su inesperado orgasmo, pero yo quería que disfrutase al máximo de aquella noche, lo merecía por varias razones: por ponerme tan cachondo y por haber estado tanto tiempo tan mal atendida… por tanto empecé a lamérselo más intensamente y a meterle el dedo corazón bien adentro… esto pareció gustarle porque se abrió bien de piernas y empezó a pedir más caña:

  • “Sí, sí! Métemelo! Más adentro, más! Dame dedo, dame!”

Mi amiguita estaba resultando ser una zorrita integral… y yo no iba a desaprovechar esa fantástica oportunidad de disfrutarla a lo grande… seguí dándole dedo y nuestra amiga anorgásmica tuvo su segundo orgasmo en los últimos 40 segundos gritando como una verdadera puta y repitiendo:

  • “Dios mío, otra vez me corro! Increíble, increíble! No me lo creo”

Ese fue el momento en que yo ya no pude resistir mas y la dejé que me regalase esa buena mamada que me había ofrecido. La cosa resultó dársele bastante bien, así que me recosté en el sofá, y la dejé hacer su trabajo de buena mamadora… me comía la polla lamiéndome bien el capullo y limpiándomelo en profundidad, después me lamía el tallo desde arriba hasta llegar a los huevos, y finalmente se metía media polla en la boca (todo lo que le cabía sin demasiada dificultad). Después me la succionaba sin parar de pajeármela con la mano, en plan peli porno, y yo me moría de gusto tumbado en el sofá. Ahí fue cuando ella me dijo:

  • “Niño, te la acabo? O quieres que echemos un polvo?!

Evidentemente yo me moría por follármela y se lo dije, pero le mencioné el ya descrito problema de los condones que había recordado un rato antes… y ella no disimulaba su cara de decepción. Me dijo que realmente tenia ganas de que me la follase… y eso es más de lo que un tío puede resistir… así que le respondí lo típico en estos casos:

  • “Si quieres te la meto un poquito para que se nos quiten las ganas”

Ella me miro de reojo y me dijo:

  • “No sé, no sé… mira que me conozco y después no hay quien me pare”

Cuanta razón tenia! Yo creo que cualquiera que haya hecho la prueba alguna vez sabe que una vez que se empieza… cualquiera para! Pero una cosa es lo que ella decía y otra lo que pensaba, porque al verme un atisbo de raciocinio no quiso dejarme reflexionar demasiado sobre el asunto… lo impidió al instante levantándose y poniendo una pierna a cada lado de las mías, me cogió la polla con la mano y se la dirigió a su agujero diciendo:

  • “Va, un poquito, que la tienes bastante mojadita y es peligroso, pero yo quiero notar todo esto en el chocho al menos un rato”

Se clavo toda la polla en el coño de un tirón, y tengo que decir que entro como un cuchillo caliente en mantequilla… apenas rozó de lo empapada que estaba la muy zorrita, y unos segundos después estábamos follando como si nos fuera la vida en ello:

  • “Ahhh, aaah! Que gusto, que polvo! Decía ella. Sigue dándome tío bueno!”

Me estaba sacando de mis casillas con tanta frasecita sugerente, ya que yo estaba conteniendo la corrida que ya notaba aproximarse desde mis huevos y no había protección alguna… así que se lo transmití:

  • “Córrete pronto Carmela que no me aguanto yo!”

  • “Sí, sí! Ya me viene, ya!” decía ella “No puedo creerme que vaya a correrme tres veces, no me ha pasado esto en mi vida, aaaaah! Pero que pollón tienes, fóllame cabrón, me corro!”

decía ella mientras me cabalgaba desatada y yo le sobaba el culo y las tetas a mi antojo. Y se corrió… vaya si se corrió! Noté perfectamente como las paredes de su coño se contraían ordeñándome la polla…  y eso fue más de lo que pude aguantar:

  • “Carmela quítate de encima, rápido, que se me sale, me corro me corro!”

Le grite desesperado, pero la señorita de 20 añitos me soltó:

“Calla tonto, aprovéchate, lléname todo el chocho de leche”

dijo apretándose contra mi cuerpo, sentándose sobre mí aún más fuerte… cualquier tío que me oiga sabrá que en ese momento, una tía dispuesta a recibir tu corrida es más de lo que se puede desear… y toda resistencia por mi parte acabó al escuchar esas palabras de su boquita contra mi oreja… le llene el chocho de leche con la mayor corrida de mi vida mientras ella meneaba la cintura recreándose con cada chorro en su interior… la tía lo estaba disfrutando mas que yo! Y me vacié por completo en aquel chochito insaciable… sin ningún remordimiento.

Nos estuvimos morreando a oscuras un ratito más con toda la ropa hecha un cristo y medio desnudos, y después la acompañé con sus primos… y me fui a dormir.

Nos hemos visto un par de veces después pero nunca con la intensidad de esa primera vez… y creo que hay que atribuirle parte del merito a ese cine… y por supuesto a las palomitas, así que desde entonces siempre que voy a un cine no se me olvida pasarme antes por la tienda… por si acaso.