Paloma, la hermana de mi socio

Esta es la historia, de cómo conocí a Marcos, mi socio en el bufete de abogados, y de su hermana Paloma, también abogada, a la que me costó mucho, decir que no...

Este primer capítulo, no contiene, quizás, demasiadas escenas de sexo, aunque, sí, escenas morbosas, pero, os prometo, que, lo bueno, se hace esperar...

Yo mismo, os contaré la historia

El comienzo. Conociendo a Marcos

Estaba buscando socio, para montar mi bufete de abogados, por fin había conseguido lograr mi sueño, de ser abogado, me había costado un poco, pero, ya podía ejercer, y, decidido a cumplir el sueño, con el que tanto tiempo, llevaba pensando, puse un anuncio en una web, muy conocida, de anuncios, en el que buscaba socio, para montar un bufete de abogados, enfocado, en mi pasión, en ese ámbito, el Derecho Penal.

Recibí varias llamadas, entre ellas, la de Marcos, con el que quedé, en un bar, para charlar tranquilamente, exponerle mi propuesta, y, que él, me contara sus ideas.

Cuando le vi, supe, con rapidez, que era la persona indicada, para ser mi socio, se notaba que sabía mucho de Derecho Penal, y que tenía muchas ganas de trabajar, de ganar dinero, y, no le hacía ascos, a ningún caso, en especial, como a mí, le gustaba el mundo del narcotráfico.

Además, ambos compartíamos la misma ideología, de Derechas y,

AntiSistema

(Ambos somos Falangistas)

Me estuvo hablando de su familia, tenía una hermana, Paloma, y, vivía con sus padres, en Montepríncipe, en Boadilla del Monte; sus padres, eran los dos abogados, el padre, tenía un bufete, en el que trabajaban, tanto Marcos (Que lo iba a dejar, para establecerse por su cuenta, es decir, montar juntos el bufete nuevo), como Paloma, que también era una friki de este mundo penal, como yo.

Al final, decidimos montar el bufete, buscamos una oficina, en la zona de la Castellana, y, comenzamos a anunciarnos, hacer la web, en definitiva, buscar clientes, y, empezar a facturar.

El día que nos vimos en el bar, le dejé bien claro a Marcos, que yo, ni tenía ni quería tener pareja, y tampoco quería follar con ninguna mujer, que me interesaba sólo el trabajo, de ahí lo de montar el bufete para estar 24/7 disponible, y que, colaborase, no presentándome a ninguna mujer, y, ayudándome, siendo “el tercero en discordia”, llegado el caso, para no ir yo solo con una mujer, y, caer en la tentación.

Yo había tomado esa decisión, de dar prioridad a mi vida laboral, cuando empecé a estudiar la carrera, por varios motivos, pero, fundamentalmente, porno distraerme, y,

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tratar mal a la mujer que pudiera ser mi pareja, al no tener tiempo suficiente para poder dedicarle, tanto para estar con ella, como para poder follar, adecuadamente.

El caso es, volviendo a la situación que nos ocupa, que, un viernes, Marcos me dijo que, el domingo, me invitaba a comer, en casa de sus padres, porque, querían conocerme, al ser el socio de su hijo, y, hablar de Derecho, tema que a todos nos gustaba.

Domingo 13:30 en casa de los padres de Marcos, en Montepríncipe, Boadilla del Monte, Madrid

Llegué, con el coche, hasta su casa, pasé el control de seguridad, y, con ayuda del GPS, di con la dirección.

Avisé a Marcos, por

Whatsapp

, de que ya estaba aquí, y, salió a recibirme.

Pasamos al interior de su chalet, no estaba nada mal, aunque, un poco antigua la decoración, para mi gusto.

Había muchas banderas de España, algunas, con Águila.

Nos sentamos en un sofá del salón, en el que ya había dos cervezas esperándonos, y estuvimos un rato charlando, de los casos que llevábamos.

Minutos después, apareció Paloma.

Descripción de Paloma

Una mujer, en torno a los 25 años, morena, pelo largo, pecas en la nariz, muy sonriente, muy guapa, ultrafemenina, maquillaje adecuado, se notaba que se cuidaba, pero, su cuerpo, era totalmente natural, buenas tetas, buen culo. Nada de piercings ni tatuajes (Al menos, en apariencia, luego, me llevé una sorpresa)

Lo mejor, era, su forma de vestir; llevaba un vestido de cuero, y unas botas altas, aunque eran de Zara, se notaba que sabía vestir, y que, era muy femenina.

Tras saludarnos adecuadamente, dando dos besos a Paloma, nos sentamos los 3

Paloma, me miraba con curiosidad, supuse que, Marcos, ya le habría hablado un poco de mí, de mis gustos un poco raros, y de lo mucho que me gustaba trabajar.

La verdad es que, Paloma, me sorprendió, pues también le gustaba mucho el Derecho Penal, teníamos la misma ideología, y, sabía mucho, de muchas cosas, se notaba que le gustaba leer, y aprender cosas.

Marcos, fue a la cocina, a ver cómo iba la comida, y, nos dejó a solas, a Paloma y a mí.

Fue entonces, cuando, la conversación, con Paloma, pasó a tintes, digamos, más personales.

Paloma: “Me comentó Marcos, que estás soltero, y que no querías tener novia, ¿Cómo es eso?, me causa curiosidad”

Alfonso (Yo):” Verás, Paloma, el caso es que, el trabajo, me quita casi todo el tiempo, por lo que, en el caso de tener novia, no tendría tiempo para atenderla, adecuadamente, salir a comer/cenar con ella, hacer actividades...”

Paloma: “Ya, pero, también me dijo, que tampoco querías follar con ninguna mujer, eso ya, sí que no lo entiendo, ¿No te gusta disfrutar de la vida ni follar?”

Yo: “Para mí, disfrutar de la vida, es trabajar. Lo de follar, es, entre otros motivos, por lo mismo,

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dejar a la mujer a la que me folle, tirada, en mitad de la relación sexual, porque me suene el móvil, por una urgencia, y, me tenga que ir”

Paloma, se quedó un poco extrañada, y, siguió preguntando:

Paloma:” Entonces, ¿Hay algo que pueda hacer, para convencerte, y podamos follar?, Es que, sinceramente, desde que Marcos me enseñó una foto tuya, tengo muchas ganas de que follemos.

Yo, me quedé un poco, turbado, pero, intenté rehacerme, y, le pregunté:

Yo:” Lo dudo mucho, puedes ponerme a prueba, pero, dudo que lo puedas conseguir; y, tú, Paloma ¿Cómo es que no tienes pareja?

Paloma: “Es que me gustan los abogados penalistas, con valores, con ideas claras, y que les guste follar, y, por desgracia, de esos, hay pocos” (Eso, lo dijo Paloma, mirándome a mí)

Yo: “Lo único que sí te puedo decir, es que me gusta mucho tu forma de vestir, ¿es algo habitual, o solo te has vestido así, porque tenías invitado?

Paloma: “En realidad, soy muy fetichista del cuero y de las botas, lo llevo a diario, incluso en verano, ya sé que soy rara, pero, es mi forma de vestir”

Yo, en ese punto, me empecé a poner nervioso, pues estaba, ante una, aparente, buena oportunidad, iba a ser duro, estar delante de Paloma, y, no podérmela follar.

En ese momento, llegaron los padres de Marcos, y ya, tras las presentaciones de rigor, pasamos, los 5, al comedor, a disfrutar de la comida dominical.

Durante la comida, los padres de Marcos y de Paloma, me estuvieron preguntando, sobre mi vida, yo les conté, por encima, lo que me había pasado, y, ya sabéis, los que

leéis

mis relatos.

Por supuesto, me preguntaron, mirando a Paloma, si tenía novia, y, yo les expliqué que no, porque no tenía tiempo, para tener novia.

El padre de Paloma, me dio a entender, que, Paloma, su hija, estaba libre, y, sería una muy buena opción de pareja, de algún modo, que él daba moco verde, por así decir, a que yo mantuviera una relación de pareja con su hija, con Paloma.

Acabamos la comida, familiar/dominical, y, yo, agarré el coche, y me volví a mi casa, para pasar el resto del domingo, por ahora, la historia, se quedó ahí.

Días después, en el despacho de abogados, que comparto con Marcos

La semana, transcurrió con normalidad, no supe nada de Paloma, me centré, como era habitual, en el trabajo, y ya.

Marcos, había salido del despacho, para ir a ver a un cliente, a su oficina, por lo que yo, estaba solo en el bufete, trabajando, y, rodeado de papeles; era ya casi, la hora del cierre, en torno a las 20:30.

Sonó el timbre de abajo, el de la puerta, que da a la calle, no esperaba a nadie, así que, fui a abrir la puerta, vi, en el interfono, que era Paloma, la hermana de Marcos, que, al parecer, había quedado con él, para ir a cenar por ahí.

Abrí la puerta, y, Paloma, subió al despacho.

Ese día, llevaba un abrigo largo de cuero negro, tipo

mátrix

, que le quedaba genial, Paloma, pasó al interior del despacho, y, le dije, que Marcos, no estaba, que había salido.

Yo: “Paloma, Marcos está con un cliente, no creo que tarde en volver, si quieres, puedes esperarle aquí, en el despacho”

Paloma: “Vale, Alfonso, pero, prefiero, esperarle, en tu despacho, así, seguimos hablando, que, el otro día, se me quedaron cosas por preguntarte”

Paloma, se quitó el abrigo largo, de cuero negro que llevaba, y, dio paso, a enseñar, un vestido de cuero, muy ajustado, que le quedaba genial, y, marcaba sus tetas y su culo, y, además, llevaba unas botas, con plataforma...

Yo, me quedé, casi sin palabras al verla, y, le indiqué, que pasara a mi despacho, y me hiciera las preguntas que quisiera.

Paloma: “Bueno, Alfonso, supongo que, ¿Sigues sin querer follar conmigo?”

Yo: “Sí, Paloma, así es, pero, no es por ti, no dudo que estás muy buena, y que me pones muy cachonda, más aún, vestida así, con todo el cuero que llevas, y, sin olvidar tu inteligencia, que también me gusta mucho, pero, ya digo, es que, no tengo tiempo, para follarme a ninguna mujer”

Paloma: “¿Y si pruebo a hacerte una felación, a ver si así, cambias de opinión?

Yo: “No, Paloma, tampoco me parece buena idea, además, Marcos va a venir, en cualquier momento, y, no molaría nada, que nos viese aquí, en plena mamada, por tu parte”

Paloma: “Bueno, pues, un día, me llevas a tu casa, y, allí, te la chupo”

Yo (Buscando una salida, al embrollo): “Bueno, ya veremos, no te prometo nada”

En ese momento, llegó Marcos, y, saludó a Paloma.

Tras una breve charla, era ya la hora, habitual, de cierre, hasta el día siguiente (Si no ocurría, ninguna urgencia), las 21:00

Paloma, me sugirió, que me podría adobar, e irme con ellos de cena, pues iban a ir, con más amigos, a cenar a un restaurante italiano.

Yo, que no estaba muy convencido, acepté, porque, Marcos, dio moco verde a la idea...

“Sí, claro, Alfonso, vente, lo pasaremos bien...”  (Fue lo que dijo Marcos, para tratar de convencerme)

En el restaurante, la cena con los amigos de Paloma y Marcos

Llegamos al restaurante, que no estaba muy lejos de la oficina, aunque, durante el trayecto, me fijé en que, mucha gente, miraba a Paloma, sin duda, su atuendo, causaba sensación.

Me presentaron a algunos de sus amigos, y, la cena, no estuvo mal del todo, por suerte, sus amigos, eran, en gran mayoría, pijos, como Paloma y Marcos, y, también de nuestra misma ideología, por lo que pudimos hablar de muchos temas, que, a todos, nos gustaban

Claro está, los amigos, eran también un poco cotillas, y, les tuve que explicar, por encima, todo lo mismo de siempre, se sorprendieron, de que no quisiera tener pareja, ni tampoco, no quisiera follar con ninguna mujer; sospecho que, alguna de las mujeres, ahí presentes, se llevaron un chasco, y, en este caso, no hablo de Paloma, que, al fin y al cabo, ya lo sabía.

Justo al acabar la cena, cuando estábamos esperando la cuenta, para, a medias, pagar la cena, sonó el móvil de emergencias, la llamada, era para Marcos, así que, se disculpó, pagó su parte, y, salió, como si viniera una bigotuda a besarle, a atender la urgencia.

Ante esa situación, Paloma me dijo:

Paloma: “Alfonso, habitualmente, vengo en el coche con Marcos,

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ir en dos coches, y, a pesar de que tengo coche y moto grande (Me dijo que tenía el A2), ya que, por Madrid, me muevo en VTC, por lo que no tengo coche, ahora que Marcos, se ha tenido que ir, ¿Podrías acercarme a casa, en tu coche?”

Yo: “Por supuesto, Paloma, no hay problema”

Evidentemente, para cosas profesionales, o, hacer un favor, no me importaba, establecer relaciones con mujeres, aunque, por supuesto, iba siempre con cuidado.

En el coche, de camino a la casa de Paloma, en Montepríncipe, Boadilla del Monte

Paloma: “Ya que estamos, ¿Por qué no vamos mejor, a tu casa, y, nos tomamos la última copa? Tengo curiosidad por ver donde vives”

Yo, a pesar de que no estaba nada convencido, me saqué un moco, y le dije:

Yo:” Bueno, vale, pero, solo una copa, sin nada raro...”

Paloma, me miró con cara de victoria, y yo, me empecé a acojonar...

En el siguiente capítulo, os contaré, lo que pasó en mi casa, con Paloma...

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