Palabras mágicas 3

Astrid nos muestra un poco más de lo que es su día a día... o más bien... el día a día que ella no sabe que vive en su objetivo de conseguir una grabación para su amo.

Astrid no sabía por qué tenía esa desesperada necesidad de grabarse manteniendo sexo con la primera persona que aceptase. Sus piernas, sin embargo, al recibir la orden de Jimmy, la habían llevado directamente al aula de audiovisuales. Había llamado a la puerta de forma automática y, sin embargo, al hacerlo se había sentido bloqueada.

Se quedó unos segundos mirando la puerta cuando un sonido mecánico tras ella hizo que el pulso se le acelerara. La puerta se abrió y el profesor de audiovisuales abrió la puerta. El aula no era demasiado grande y estaba atestada de distintos equipos de grabación. Astrid aparecía confusa, pero su mirada se dirigió al profesor.

El hombre era mayor, calvo e iba en silla de ruedas, produciendo el sonido que había escuchado Astrid a través de la puerta. Normalmente tenía expresión de pocos amigos, pero en aquel momento tenía una larga sonrisa que casi daba miedo.

_ Vaya, Astrid… no te esperaba hoy… pasa, pasa.

Astrid no lo entendía. Ella nunca había pisado aquel aula. ¿Por qué iba a estarla esperando ningún día? Sin embargo, entró en la habitación y cerró la puerta tras ella por inercia, mirando las muchas cámaras que había allí. Aún con todo, parecía haber montado un pequeño set para grabar sobre un sofá de cuero. Astrid abrió mucho los ojos porque le pareció distinguir manchas de semen reseco por toda la superficie del sofá y finalmente se asustó.

_ Profesor, creo que debería marcharme… _ Dijo. El hombre alargó la sonrisa.

_ Pero cómo vas a irte… si tú eres mi querida superestrella.

Los ojos de Astrid se pusieron en blanco. Se desplomó en el suelo, apenas logrando sujetarse por las rodillas. Parecía que estaba sufriendo un ataque epiléptico, pero no era cierto. Su cuerpo se estaba viendo golpeado por una cadena de fuertes orgasmos. Tenía las manos temblorosas y las piernas empapadas. Y sin embargo, sobre su sonrisa lasciva, los ojos de la muchacha estaban brillando de deseo.

_ Director… ¿Qué hago con la cara descubierta? ¿No me estará grabando?

_ ¿Te grabaría yo con la cara descubierta?

Astrid se echó a reír, como si el chiste del profesor fuera el más gracioso del mundo. Se incorporó, arrastrándose ante él, y le alcanzó los labios para besarlo con toda la pasión del mundo. Aquel hombre le apretó las tetas a la muchacha, que lanzó un quejido de placer.

_ ¿Te han crecido desde la última vez o es cosa mía?

_ Ah… no se lo digo… que se quede en su imaginación. _ Sonrió Astrid. _ Prepara las cámaras, voy a ponerme el uniforme.

_ A la orden. _ Al hombre le divertía la idea de fingir que Astrid podía darle una orden a él.

Unos diez minutos después, todo el equipo de grabación estaba listo. Astrid emergía de un pequeño vestidor ataviada con un traje de cuero rosa tan ceñido que parecía hecho a medida… de hecho, probablemente lo estuviera.

Llevaba una máscara también de cuero rosa, reminiscente a una pantera, que sí que parecía estar medida para encajar perfectamente con sus facciones, porque apenas se movía cuando la muchacha se sonreía. Se sentó en el sofá al lado del hombre y miró a la cámara. Cuando el pilotito cambió de color, exageró aún más la sonrisa y se abrazó bajo los pechos, marcándolos.

_ Hola a todos, aquí Mimy Pink en un streaming especial para todos vosotros. _ Acarició su pecho con los dedos, rozando los pezones sobre la tela, ronroneando. _ Hoy vamos a recompensar a nuestros mayores donantes por sus aportaciones… Director… ¿Quién es el mayor donante de hoy?

El “director”, echó un vistazo al chat. Era evidente que “Mimy Pink” era muy popular, porque resultaba casi imposible leer el chat de aquel servicio de streaming. Sin embargo, la lista era inamovible, y el mayor donante, como había sido todo el mes, con una cantidad de cinco cifras.

_ Sigue siendo XxFollaMimy37xX

Y con toda la naturalidad del mundo, el director le pasó un vaso, de los que se usaban para tomar muestras, y “Mimy” lo empezó a desenroscar. Ella sonrió, lasciva, mientras miraba cómo lo que inequívocamente era semen se deslizaba por los bordes.

_ Prometo no desperdiciar nada, XxFollaMimy37xX _ Deslizó el semen por el sofá y, ante la atenta mirada de la cámara del director, comenzó a lamerlo. Lo hacía con ansia, buscando dejar limpio el sofá.

_ Puesto número dos. _ Dijo el director. _ Lord_Polla_Dura_82.

El semen se deslizó por el sofá de nuevo y Mimy Pink, como toda una experta, continuó lamiendo, ansiosamente. Pero hubo un tercero… y un cuarto… y un quinto. Una hora después, Astrid había tragado tanto semen que su vientre parecía estar hinchado. Había frascos tirados por todas partes.

_ Ah… adoro el semen de mis suscriptores… es una lástima que no haya más. _ Sonrió Astrid a cámara, lanzando un sonoro eructo. _ ¿Cómo podemos terminar el stream con buen pie? Director, pon una votación.

Astrid se acariciaba el vientre, notando el semen corriendo en sus entrañas con un morboso placer. Se lució ante la cámara, usando una de sus manos para apretarse los pechos por turno, liberándolos de su prisión de licra rosa. La otra estaba jugueteando con su coño, sin prisas. La votación dependía de donaciones, por lo que no había la más mínima prisa.

Mientras jugaba con su cuerpo de forma coqueta, de vez en cuando miraba las donaciones y los tentaba a donar más con frasecitas que incitaban a las opciones con más votos a mantenerse reñidas. Iban casi empatados el anal y el vaginal, por lo que en aquel momento ella estaba haciendo un primer plano de ambos agujeros, jugando con sus dedos en ambas entradas. Y entonces… ocurrió.

El altavoz del ordenador emitió una fanfarria, indicando que alguien había hecho una cuantiosa donación. Y efectivamente, así había sido. Con una donación de cinco mil dólares, la fanfarria precedió al mensaje dictado por la voz automática que dijo una sola palabra.

“FaceFuck”

Astrid se echó a reír, miró a las cámaras y lanzó una sonora carcajada.

_ Lo siento, chicos. Como ya sabéis, aquí impera la ley del más fuerte, y XxFollaMimy37xX es implacable…

Segundos después todos los suscriptores tuvieron unos magníficos planos de cómo aquel profesor de audiovisuales inválido demostraba que, si bien no conservaba la movilidad de sus piernas, sí que conservaba el uso de su polla… y evidentemente tenía mucha fuerza en las manos, porque había aferrado la cabeza de la jovencita con ambas y, tal como había exigido la donación, le estaba follando la cara con brutalidad.

Era como si quisiera cargar todas sus frustraciones con la forma en la que obligaba a aquella boquita a empalarse una y otra vez con su miembro, llegando hasta la campanilla. Cuando se detuvo, ya agotado, Astrid tenía la mirada perdida y estaba mareada.

Pero no era producto de la hipnosis o de juegos mentales. El motivo por el que Astrid estaba en ese estado era muchísimo más simple. El profesor le había follado la cara con tanta fuerza que se había mareado por la falta de oxígeno. Sin embargo, aunque le preocupara, se debía a su público, por lo que, con todo el desprecio del mundo, le golpeó la mejilla con la polla.

Y la chica, con una expresión estupidizada, se la metió en la boca y empezó a chupar para su público, aumentando drásticamente las donaciones. Al público le encantaba ver cómo la follaban con violencia, y el profesor lo sabía. Le encantaba su “trabajo”. Lanzó un gruñido, tiró del pelo a Astrid y se corrió en su cara, manchándole además los pechos por el camino.

Ambos sonrieron, era la estampa perfecta para acabar el directo. Con una gran sonrisa, cubierta de semen, haciendo el símbolo de la paz.

_ Recordad, volveré la semana que viene en el horario habitual. No dejéis de participar en el sorteo de navidad. Recordad que podéis ganar una semana conmigo en un hotel a gastos pagados.

Astrid notaba una extraña sensación en el estómago cuando se dirigía hacia la casa de Jimmy. Que ella supiera no había comido nada después de la comida, pero después de su visita al profesor de audiovisuales y de recoger aquel DVD para Jimmy, se sentía extrañamente llena, como si hubiera dado un atracón. Además, notaba que le “repetía” un extraño sabor.

Pero cuando llegó no le dio demasiada importancia. El chico la estaba esperando con una bata y una gran sonrisa.

_ ¿Te has hecho de rogar? ¿Traes lo que te pedí?

_ ¿Esto? Sí, aquí tienes. _ Dijo Astrid, sin demasiado interés.

_ Bien… veamos… Tienes trabajo que hacer.

_ ¿No estás un poco subidito? _ Alzó una ceja. _ Te recuerdo que soy yo quién está al man…

Y una vez más, la palabra mágica. Astrid notó cómo se apagaba su cerebro. Jimmy sonrió mirando aquella montaña de carne obediente. Se le puso dura de inmediato. Astrid se había convertido en el amor de su vida. Era lo que siempre había deseado. Una chica cañón, totalmente obediente. Él era un hombre de gustos sencillos. No quería un romance, prefería mil veces una esclava.

_ Como decía, tenemos mucho trabajo. Desnúdate, vamos al salón a ver tu grabación.

_ Sí, amo.

Poco después Astrid estaba arrodillada frente a él, desabrochándole los pantalones. Con parsimonia mientras él introducía el DVD y veía que era un recopilatorio.

_ Espera, esto son vídeos de Mimi Pink. _ Puso los ojos en blanco. _ Yo quería vídeos tuyos. ¿O acaso tú eres Mimi Pink?

_ Sí, mi amo… respondo a ese nombre cuando hago streams y grabo películas porno. _ Respondió, sacando el miembro y empezando a jugar con él para ponerla dura.

_ Vaya, quién me iba a decir que mi puta es una estrella del porno… ahora que te miro las tetas sí que tiene sentido. _ Se las apretó y ella gimió. _ Así no tengo que culparme… sólo estás haciendo horas extra. Te ayudo a practicar. Agradécemelo.

_ Gracias amo, es muy gentil conmigo. _ Susurró ella antes de meterse la polla en la boca para humedecerla.

Él se acomodó y la dejó trabajar. Tras un breve trabajo, se la sacó y empezó a trabajar con sus pechos, con toda la calma del mundo, mientras él seguía mirando la televisión. Aquellas grabaciones eran exclusivas. Y, aun así, la mayor parte del tiempo miraba cómo su hembra se esforzaba en usar sus jugosos pechos para darle placer. Como de vez en cuando le daba un besito en la punta y jugaba con él.

_ He preparado una grabación para programarte unos triggers… ¿Eso funciona o sólo lo hace en las películas?

_ Sí, amo.

_ Tu mente es mi patio de recreos, ¿Verdad?

_ Correcto… amo. _ Respondió, entre lametones al miembro.

_ ¿Y la palabra mágica… funciona con más gente? Mi hermana va a venir mañana y… sería una gozada tenerla así. _ Reconoció.

_ Funcionaría… pero antes hay que usar una mezcla de hierbas y un procedimiento muy concreto. _ Respondió ella.

_ Bien… Cuando me haya corrido vas a tener que darme todos esos detalles.

_ Sí, mi amo. _ Respondió ella, volviendo a metérsela en la boca.

_ Oh, joder… me corro ya, trágatelo todo.

Había pasado una hora. Jimmy observaba a su hembra en su habitación. Estaba con los ojos perpetuamente abiertos, respirando acompasadamente mientras los cascos se mantenían fijos en sus orejas. Su mano izquierda permanecía inerte, mientras la derecha se penetraba a sí misma con un bote de champú pequeño. No gemía, mirando al infinito mientras las instrucciones se derramaban a su cerebro.

_ Muy bien… ahora tengo que cocinar.

No había sido fácil reunir aquellos materiales, pero con un poco de paciencia podía preparar la extraña poción y hacer la prueba con sus padres. Le daba mucho morbo imaginar a su madre y a su hermana completamente sometidas a él, mientras su padre se veía obligado a ser un esclavo y doblegarse a su voluntad. Iban a pagar muy caro haberle tratado como un niño.