Palabras

PALABRAS

• Eres una hija de puta. No, eres una puta, eres una completa zorra. Sí, sé lo que te gustaría. Quisieras tener ahora todos tus agujeros llenos de polla. No te basta tener uno o dos, quisieras tener tres que se ocupasen de ti al mismo tiempo, uno por la boca, otro por el coño y otro por el culo. Y que los tres te llenasen de semen hasta quedar tumbada, rendida, chorreando leche por todas parte.

• Oh, sí.

Y te gustaría que yo tan sólo estuviese mirando. O que hubiese una fila de hombres, hombres dispuestos a tomar el puesto de los anteriores, continuamente, destrozándote

• Sí, sí

• Pedazo de puta, grandísima zorra… Sólo te gusta que te metan, ¿eh? Que te den y te den continuamente

• Dime, dime como me dan

• Uno detrás de otro, ensartándote con sus vergas inmensas. Llega un momento en que se te insensibilizan todos los agujeros, pero necesitas tenerlos llenos. Te encanta sentirte como una zorra, ¿verdad, puta? Ellos te insultan, te repiten lo guarra que eres, lo comepollas, lo… Y después… después…. Después te mean encima, te tratan como lo que eres, una puerca. Te mean uno detrás de otro

• Oh, sí, sí, sí… Siiiiiiiiiiiiiiiiiiií

Cuando recuperaron un poco las fuerzas y la agitada respiración de ambos se tranquilizó un poco, encendieron cada uno un cigarrillo.

• ¿Amor? – dijo él después de un rato.

• ¿Sí, cariño?

• ¿Te gustaría cumplir una de esas fantasías?

• ¡¿Qué?! ¡Jamás! Me excita que me digas esas guarradas, pero de ahí a hacerlas… Además, sabes que si no me las dicen, no me corro.

• Pues algo tendremos que hacer, porque se me está acabando la imaginación