Palabra de Honor 3

Alicia y Verónica saben con exactitud la conexión que existe entre ambas y se dejan guiar hasta la felicidad.Sin embargo, el pasado de Alicia regresa ¿Lo estropeará? ¿Volverá a ser lo mismo?

Sonriendo después de un beso intenso, siguen una detrás de la otra hasta llegar a una especie de un estanque y cascadas pequeñas en las rocas de corales, con un agujero volcánico en el techo dejando entrar la suficiente luz para hacer un lugar sumamente romántico. Las dos mujeres se sentían volar de lo bien que estaba resultando ese día. Ninguna era consciente de lo sus preocupaciones y problemas, todo se había esfumado. Una era el refugio de la otra.

— De verdad es tan hermoso este lugar, todavía no salgo de la sorpresa — lo dijo mirando a Alicia con adoración.

—  Me alegra que te encante, es tan especial el lugar como tú — se sonroja al momento de decirlo. Sus mejillas tornándose de un color rojizo, resultaba muy adorable ver a Alicia siendo de esta forma.

— Me encanta cuando te sonrojas, te ves tan tierna…— Se acerca lentamente para darle un casto beso — me resultas irresistible — Alicia no salía de ese estado.

— Si sigues así me convertiré en un tomate para toda mi vida — lo dijo jugando un poco a ser seria.

— Jajajajajaja, eres tan divertida — le acaricia el rostro — Me gusta esta tú —. La sujeta de la cintura para profundizar el beso. Lamen, succionan, besan, muerden. Se vuelve más y más intenso. Alicia dirige sus manos hacia la parte inferior de su espalda sujetando el hermoso trasero de Verónica. Las dos jadean a la vez, Verónica acaricia su abdomen causándole muchas cosquillas y ciertas chispas que iban hacia el vértice de sus piernas, sus pezones estaban sumamente erectos y preparados para ser chupados.

— Debemos parar Verónica… — vuelve al ataque por otro beso — Es en serio… —Verónica muerde su mandíbula.

— Sabes que no puedo, tú quieres esto tanto como yo — seguía su camino y Alicia se dejaba llevar.

—Lo sé, lo deseo… Te deseo con todas mis fuerzas, pero soy un poco clásica y quiero que nos cortejemos un montón de tiempo, por favor Verónica. — suplicó jadeando, Alicia creía que si Verónica seguía no podría seguir deteniéndola.

—Está bien… Tienes razón, también lo quiero así, sólo que tú eres tan diferente. Me llenas profundamente que es tan complicado contenerse — le lanzaba miradas a Alicia que derretirían glaciares.

—Te entiendo. Créeme que sí. Quiero que sepas que nunca he tenido una relación, pero desde que tengo uso de razón sé que me gustan las chicas por eso quiero ir con calma, he sido muy cuidadosa en mi vida y por fin has llegado, no sabes cómo he soñado con encontrarte — suspirando, mirándola a los ojos. Aunque sonaba a puro cuento, era muy cierto. Se sentía como la primera vez en todo.

—¿De verdad? ¿Nunca has tenido una relación? ¿Ni hombres ni mujeres? — preguntaba entre sorprendida y hechizada al saber que sería la primera y la última para esta mujer que tenía en frente. Nunca la dejaría escapar.

— Ninguna relación, te lo juro.

— Muy bien entonces. Presiento que seré muchas primeras veces para ti— divertida le guiñó el ojo.

—Ahs, eres demasiado presumida… Vamos a comer que se va a dañar el desayuno — dijo con falso enojo. Empujándose, las chicas se sienten encima de una manta y comen tranquilamente en un silencio cómodo donde se intercambiaban miradas escuchando los sonidos del mar.

Después de juguetear y conversar pasan las horas rápidamente siendo ya a eso de las 4p.m. cuando deciden meterse al estanque desnudas a bañarse, al principio juegan entre ellas, salpicando agua por doquier como unas niñas. Pronto la situación se torna un poco comprometedora cuando Verónica atrae a Alicia bruscamente hacia su cuerpo para abrazarla por sus caderas y besarla con avidez. Alicia la abraza con sus piernas colocándola sobre sus caderas para máxima aproximación. El agua, el abdomen duro y suave de Verónica creaban frenesí en la entrepierna de Alicia, se volvían más adictivos los besos, su proximidad más irresistible y Alicia se dejó llevar por todo lo que estaba sintiendo, hasta que Verónica paró. En silencio las dos supieron comunicarse muy bien con la mirada. Salieron del estanque de coral para vestirse.

Al estar listas salieron por un poco de aire en la arena, miraron el atardecer juntas. Verónica colocó su cabeza sobre el regazo de Alicia mientras esta acariciaba su pelo suavemente, depositando un beso en su frente. Sonriéndole a la vida, las dos se sumieron en un dulce silencio hasta que el sol se metió para darle paso a la luna y las estrellas.

Se retiraron para ir en busca de la bici y así volver hacia sus vidas, cosa que no querían.

—Mierda…— dijo Verónica.

—¿Qué? ¿Qué ocurre? — preguntó preocupada.

— Mi auto, lo dejé en la cafetería.

— No te preocupes, ya le había dicho a Raquel que si te llevaba en la bici le dijera a Jorge el dueño de unas grúas que metiera el auto al garaje y así no le pasa nada — sonrió tratando de tranquilizarla un poco.

— Tú sí que piensas en todo — la besó — Ha sido un hermoso detalle de tu parte, todo esto… Te lo agradezco.

— Agradécelo a la vida, a Dios y a quién quieras, sólo hicimos lo que nos dictó nuestro corazón — la abrazó colocando un dulce beso en su mejilla. — Ya vámonos de aquí que puede resultar peligroso.

Pedaleando de regreso Alicia tomó las indicaciones de Verónica para llevarla a su hogar. Ya la sensación de las caricias que esta mujer le realizaba o su cuerpo sumamente pegado no le causaba nerviosismo ni tensión, todo lo contrario. Le encantaba excitarse de esa forma ya que era Verónica quién se las causaba.

Al llegar al frente de la casa de Verónica esta se bajó para ayudarla y despedirse acompañándola hacia la puerta.

—Bueno, hasta aquí el final del recorrido — Alicia buscó a salir corriendo nuevamente.

Sujetándola por el brazo — Hey, tú no te irás así otra vez. Ven aquí — la atrae besándola como si no hubiese un mañana. Se separa diciendo — Dios… Que rico es besarte, quédate por favor — la miró con ojos suplicantes.

—No sé… ¿Crees que está bien? — dijo dudativa.

—Lo está, deja fluir ¿Recuerdas? — la vuelve a besar con convicción.

—Está bien, me quedo. Sólo a dormir, recuerda lo que hemos hablado. Mañana después que me hagas un maravilloso desayuno iré a mi departamento a pintar algunos cuadros y tú debes trabajar ¿Me lo prometes? — sonreía como una niña y poniendo pucheritos.

—Tienes mi palabra de honor — la atrajo otra vez hacia ella para besarla. No podían dejar de besarse ni manosearse. A estos extremos querían hacer el amor, pero ambas sabían que era mejor jugar a esperar un poco más, hacer la relación más divertida, diferente de otras. Cada día sería una aventura.

— Espera, guardaré la bici en tu garaje — Alicia a paso de flash, colocó la bici y casi se tiró encima permitiendo pasar sin mirar mucho a su alrededor, sólo pensaba en Verónica y en lo maravilloso que besaba.

Llegaron a la habitación y quitándose la ropa por todos lados se metieron en la cama atrayéndose de nuevo para besarse y consumirse. Jadeaban sus respiraciones iban más alteradas cada vez.

—Creo que me voy a morir — dijo Alicia tomando bocanadas de aire — ¿Podemos darnos un descanso? — abrazó a Alicia con mimo.

— Claro que sí, lo que tú quieras. Respetaré cada decisión que tomes, hay tiempo. Tenemos una vida entera — Estaba oscuro y Verónica no pudo ver la cara de nostalgia que puso Alicia al escuchar esa frase ‘tiempo’. No sabía si realmente tenía suficiente.

Alicia de pronto se durmió en los brazos de Verónica y con tanta comodidad esta también lo hizo. A la mañana siguiente Alicia encontró a Verónica en la cocina lista con un maravilloso desayuno. Sabía cocinar fenomenal, la interacción del día siguiente fue maravillosa la conexión seguía y crecía.

Alicia se despide con un largo y prolongado beso prometiéndole que a la mañana siguiente se iban a encontrar en la cafetería para quedar en la noche y tener una cita.

Al llegar a su departamento, se cambia de ropa para poder pintar unos encargos que tenía pendiente. De repente se da cuenta que una de sus brochas está dañada así que se dirige a la tienda más cercana en bicicleta. No se percata de la camioneta negra que la persigue.

De pronto, mira de soslayo para ver lo que pasaba, pero es muy tarde. La camioneta arremete contra ella haciendo que esta se caiga de la bicicleta. Al momento de levantarse con dificultad para decirle unas cuantas a la persona que maneja la camioneta, unos hombres le ponen una capucha durmiéndola en el instante. Era un hecho, Alicia había sido secuestrada.


Agradecimientos :

Gracias por todos sus comentarios, realmente me inspira a seguir escribiendo para ustedes.

OjosN Eres una estupenda escritora, me encantan tus relatos y me emociona demasiado que te guste lo que escribo. Para mí es un honor. Yo también soy tu fans.

HombreFX me contenta muchísimo que sigas esta historia y que aprecies mi forma de relatar, muchisimas gracias.

Este es mi correo electrónico:

mariposeatetodorelatos@gmail.com

Nota :

Lamento dejarlos en suspenso en cada capítulo pero esa es mi manera de escribir, me encanta el suspenso me llena de una manera que no puedo explicar.

Sé que son cortos y les deja con ganas de más. Pronto, en vacaciones veré si puedo hacerlo un poco más largos.

Me contenta que no les importe que no tenga erotismo aún, pero lo tendrá asi que no se preocupen jeje.