Palabra de Honor 2

Alicia decide sonreírle a la vida y dejar atrás el pasado...

Alicia despierta de su largo y hermoso sueño. Primera vez en mucho tiempo que tenía un lindo sueño. Sin embargo, estaba un poco inquieta al pensar en lo sucedido en la cafetería, sabía que tendría que disculparse con Verónica por su comportamiento estúpido.

Observa el reloj y decide que le da tiempo de revisar sus facturas y demás. Tras acomodar y hacer transferencia de dinero de sus largas facturas, se queda mirando ese sobre que la está matando por la cual es causante de su ánimo alterado del día anterior, no sabía cómo afrontar todo aquello, cada día que pasaba la situación empeoraba. Suspiraba y se agarraba la cabeza cada vez que llegaba un sobre igual, tenía 2 meses sin revisar ninguno de ellos, las llamadas seguían allí, el buzón de llamadas estaba repleto de mensajes tras mensajes. No era capaz de darle la cara a sus problemas. Ese día fue muy diferente, pensó en esos ojos oscuros que tanto la dominaban y decidió hacerse cargo, al abrir las cartas tomó las riendas de su vida por primera vez, Alicia se permitió ser feliz.

Por otro lado, Verónica baja de su auto al frente de la cafetería con su manera de andar de siempre, su vestimenta semiformal. Ese día sus hermosos ojos se escondían detrás de unas gafas de sol, pidiendo un café se dirige a pagarlo cuando una mujer despampanante se le acerca rozándole su brazo con familiaridad. Lo que no sabía Verónica es que alguien detrás de la barra estaba observando divertida toda la escena.

Verónica con la mejor amabilidad despachó a la mujer que se retiró elegantemente del sitio, aprovechó de verle el hermoso trasero a la chica, se quedó así un largo rato… Tal vez pensando en un polvo para después, tenía la dicha de recibir números telefónicos de chicas muy guapas.

—Si… Que culo tan lindo tiene la rubia, yo que tú la llamo — dijo Alicia divertida al ver el brinco de Verónica al escuchar su voz.

—UFF me asustaste loca ¿Qué haces tú detrás de la barra? — reaccionó sorprendida.

—Jajaja, con que loca… Mmmm — la mira y sonríe cuando sus ojos van directamente a su boca — Acá trabajo algunas veces, pero ya salí… Por lo que veo no vas a quedarte a tomarte el café — le comenta mientras le pasa su café para llevar. Dejando su delantal sale del mostrador y rodea a Verónica para tomarla de la mano.

—Vamos afuera, ven. — la sujeta hasta afuera en la acera. Verónica aún se veía molesta, así que Alicia decidió explicarse.

—Sé que tienes muchas cosas que hacer y discúlpame por sacarte así, últimamente he sido una loca e idiota con mis acciones y quiero compensártelo, pero todo dependerá de tu respuesta. — suspira, la mira … Vuelve a retomar el valor, odiaba no poder mirarla a sus ojos — Tienes que dejarlo todo por mí… Sí, así como lo escuchas dejarlo todo, no vayas al trabajo. — Verónica titubea y abre la boca para decir algo, sin embargo, Alicia coloca uno de sus dedos en sus labios — Sh… Déjame acabar, sé que estas molesta y lo entiendo. Dame una segunda oportunidad, volvamos a conocernos. — Alicia le extiende la mano — Por favor… Seamos libres, no volveré a huir así — Verónica sonríe de medio lado quitándose las gafas diciendo — ¿Tengo tu palabra de honor? — le extiende la mano para juntarla junto a la de Alicia — Tienes mi palabra de honor — dice sonriendo, entregándole un casco de bicicleta.

— ¿Para qué es esto? — lo mira como si fuese un objeto de otra dimensión.

—Jajajaja, pues un casco. Iremos en bicicleta a donde te llevaré — Le abrocha el casco en su mandíbula gesto que le da tiempo para rozarle la mejilla — Te ves hermosa así — le dice completamente hechizada.

— ¿Crees que estoy bien así con esta ropa? ¿A dónde vamos? — Verónica estaba un poco nerviosa por caer bajo las redes de esta loca bipolar. Además, dejar su trabajo así por así era una irresponsabilidad muy grave.

—No vayas allí Verónica… — le dijo a una mujer inquieta.

—¿Ir a dónde? Ay, vale… Ahora me dices que eres mentalista. — dijo divertida. —No creo que esto esté bien — vuelve a estar seria.

Acercándose, Alicia sujeta con sus dos manos el contorno de su cara acariciando sus mejillas con los pulgares— Verónica, sé lo que sientes. Deja fluir las cosas, acompáñame, por favor. No te obligaré, puedes irte si quieres — de tanto esquivar la mirada de Alicia, Verónica la mira ahora directamente a los ojos.

—Está bien, vamos a donde quiera que me lleves, confío en ti — Segura de lo que hacía como siempre, se montó en la parte trasera de la bici sin saber a dónde se dirigía su destino.


Pedaleando, Alicia estaba tratando de controlarse. El roce de los pechos de Verónica en su espalda la estaban atormentando, además de unas leves caricias que recibía en su abdomen que lo hacían tensarse con cada movimiento de esas mágicas palmas. Se sentía tan bien, primera vez en su vida que podía sentir tantas sensaciones y sentimientos a la vez. Deseaba con todas sus ganas a esta mujer. Por otra parte, Verónica gozaba de como reaccionaba el cuerpo de Alicia con sus caricias “inocentes”, en sus momentos se inclinaba más de la cuenta para colocar su cabeza en sus hombros aspirando su olor una mezcla de manzana, canela y madera.

Se dirigían hacia el mar, se detuvieron en un parque para dejar la bicicleta allí. Alicia toma su mano mirándose a los ojos, en silencio ambas sabían lo que quería una y la otra. Retomando el camino por la arena llegando a las rocas, escalaron muchas hasta llegar al lugar. Estaba solo, las gaviotas se escuchaban a lo lejos, el mar estaba más tranquilo en esa zona, era un lugar lejos de todo extraño libre de todo intruso o peligro que pudiera ocurrir en cualquier otro lugar.

—Woow… —Verónica no tenía palabras cuando vio la entrada de una cueva — ¿Cómo conoces este lugar? — miraba sorprendida y enamorada a la vez.

—Es realmente hermoso ¿no? No he traído a nadie aquí además de mi hermana. Mi hermana y yo la descubrimos de pequeñas, vivíamos cerca de aquí — lo dijo con un poco de nostalgia, Verónica estaba tan sorprendida que no se percató de aquello.

—Dios mío Alicia, gracias por traerme es hermoso.

—Pensé en todo, así que como sabía que ibas a aceptar venir conmigo, adentro nos espera un maravilloso desayuno que compré en la cafetería y algún suministro si quieres pasar todo el día junto a mí.

—Me parece bien. Quiero pasar todo el día contigo. — la miró con tantos sentimientos a la vez — ¿Cómo sabias que diría que sí?

—Porque sientes lo mismo que yo por ti — Le dijo mientras se adentraban a la cueva, no necesitaban luz ya que Alicia había organizado todo a la perfección.

— ¿y qué es lo que siento por ti? — preguntó con ganas de atraerla y besarla salvajemente.

—Muchas cosas, no estoy segura. Todas se dirigen hacia el amor — le sonrió con timidez, a su vez Verónica la atrajo. Acariciando su rostro, rozando sus labios con su pulgar notando la respiración alterada de Alicia, una de sus manos se dirigía debajo del seno izquierdo — Aquí me sientes… — susurró en su oído, sintiendo una descarga eléctrica de repente, que hizo jadear a las dos. Verónica vio la luz verde, se perdió en ese cúmulo de sensaciones y sentimientos. Dando un paso para estar más cerca, cerrando sus ojos rozaron sus narices en un beso esquimal. Verónica sacó la punta de su lengua rozando el labio inferior, Alicia no aguantó más y la besó… Un beso inocente y un poco torpe que para Verónica fue el beso más tierno que había recibido en su vida. Verónica fue marcando el ritmo, se fueron adaptando a los labios y todo lo que sentía en ese momento. Ambas se chupaban se besaban sin parar, a un ritmo tan lento, pero tan intenso que resultaba asfixiante. Para ellas solo existía ese momento, ese mundo para ellas dos.

Decidieron separarse en busca de oxígeno. Ambas se miraron como si despertase de un sueño y supieron en ese momento que las dos estaban destinadas para estar juntas.


Agradecimientos :

Q uiero agradecerles a  todas las personas que me comentaron y leyeron la primera parte de este relato que aún continúa. Resalto que tardaré un poco en escribir una escena erótica, primero calentaré cada parte llenándola de suspenso y complicaciones.

Espero que les guste esta segunda parte.

También, quiero darte las gracias a ti mi fans número 1 por apoyarme desde un principio. Besos y abrazos.