Paja por sorpresa
Por semana mis días siempre siguen la misma rutina. Por la mañana me levanto para ir a la escuela (sí, aún sigo diciendo escuela y con razón puesto que mi universidad se llama Escola Politécnica Superior de ) vengo al mediodía, como con el novio en alguna ocasión y si no sola.
P
or semana mis días siempre siguen la misma rutina.
Por la mañana me levanto para ir a la escuela (sí, aún sigo diciendo escuela y con razón puesto que mi universidad se llama Escola Politécnica Superior de…) vengo al mediodía, como con el novio en alguna ocasión y si no sola.
A las 3 o 4 empiezo a darle clases a todos los pupilos que este año vinieron pidiendo ayuda.
Y así estoy, peleando con mis adolescentes queridos.
Sobre las 9 cuando termino con la última tanda preparo la mochila de la piscina y salgo camino de ella.
Normalmente, a menos que caigan “chuzos de punta”, voy andando.
Y en esas iba ayer, cuando llevaba medio camino hecho, me adelanta un chico que dejara atrás 5 minutos antes.
Iba mirando el móvil cuando me para para decirme si puede hacerme una pregunta y pedirme un favor.
Se le ve nervioso e incómodo.
Le incito a que me haga la pregunta, el favor, a ver con qué me salta.
La pregunta era mi edad.
Se la digo y me dice bien.
Ahora el favor.
No para de moverse incómodo, indeciso, sin saber cómo abordar el tema.
Al final empieza.
Resulta que se dejó con la novia pero aún sigue enamorada de ella, pero la susodicha le dijo que sólo lo quería como un follamigo.
Me dice si yo veo normal eso.
Le respondo que sí, que lo de tener ese tipo de amigos evita muchos conflictos, tensiones y mal humor, pero que no concibo el que particularmente mi follamigo sea mi ex de hace escasos días.
Ella, me contó, se hiciera un perfil en una página de contactos en la cual quien se registra sabe que la intención es la de encontrar un polvo sin esforzarse mucho.
La controlaba hasta tal punto que sabía que había un chico que la rondaba, puesto que ambos estaban conectados al mismo tiempo y que cinco días atrás ella cerró su perfil a la vez que este chico también lo hizo.
Juntó cabos y dijo que ella estaba con él.
¿Cuál era mi opinión?
Obviamente la susodicha encontró a alguien nuevo y tenía la ilusión y la tontería de las primeras veces, pero como toda mujer de tonta tenía poco y le daba esperanzas a él para tenerlo como repuesto.
Y así transcurría el tiempo y el trayecto, contándome que estaba agobiadísimo que en casa nadie le hacía caso, sus amigos ya pasaban de él y que no sabía qué hacer.
Que estaba enamorado y que no quería dejarla.
Que lo pasaba mal, pero que aceptaba el quedar con ella para follar con la esperanza de así arreglar las cosas.
Yo ya nunca fui muy dada a rayarme por estos temas, tampoco es que sea aquí impertérrita cuando se trata de una persona a la que quiero, pero siempre dije que yo no guardaba luto por nadie.
Me considero una persona muy orgullosa y si ves que estoy esforzándome en arreglar las cosas para no perderte y a cada momento me estás tocando más aún los ovarios no tardo en mandarte a la mierda y en salir a cazar a alguien para echar un polvo por despecho.
Un polvo guarro, sucio sin compromisos y que no sabes si se repetirá pero que sientan genial.
Pues ya un poco por mi forma de pensar y porque ya la tontería me estaba cansando, porque no sabía a qué venía este ataque de confesión de un desconocido que ni él se explicaba, le dije que la mandase a la mierda.
El problema es que no quiero, me dijo.
De camino me dijo que tenía capturas de pantalla de conversaciones que tenía con ella y que me haría entender todo.
Tampoco es que me importase ya demasiado, el tiempo de samaritana se acababa y yo quería ir a nadar y desconectar.
Al final me leyó la conversación donde le decía que iba a ser mejor para él dejarlo puesto que iba a pasarlo mal porque no era capaz de dejar los sentimientos de lado, pero que él sabía que ningún otro chico la iba a tocar como la tocaba ni hacerla disfrutar como lo hacía él.
Como ya iba un poco hastiada de repetir lo mismo de déjala de una vez porque te está usando, le dije que hiciese lo mismo.
En medio de tanta palabrería entreví además de confirmármelo él que la susodicha era una tía muy controladora y celosa, las míticas que te bloquean en el Facebook y en el wathsapp pero que luego te desbloquean solo para controlar las novedades de tu vida.
Por lo que le dije haz lo mismo.
Búscate una follamiga y haz que se entere de forma sutil.
Tampoco es cuestión de decírselo, pero siempre hay alguien que hace llegar estos cotilleos cuando no quieres que nadie se entere, y esta vez que si se quiere, ¿cómo no iba a ser posible?
Me dio que tampoco era tan fácil encontrar a una chica que se prestase a ello. ¡Anda qué no!
La verdad ya estaba harta del tío este porque a cada idea que le daba le sacaba un pero y más ganas me daban de decirle que no me extrañaba que la gente pasase de él porque solo quería oír y hacer lo que él quería.
Por no ser muy grosera le dije que aunque no fuese real que buscase a una chica fuera del círculo que conociese ella de cuando estaban juntos y que se hiciese una foto con la misma.
La idea era ponerla de perfil en el wathsapp o en el Facebook y que se celase la otra, puesto que como ya dije y repito, mucho bloquear pero esta gente huelen los cambios y les gusta saber que aunque te dejasen y se comporten como unas cerdas sigues teniendo sólo pensamientos para ellas.
Esta idea tampoco resultaba factible, dios ni que fuese tan difícil salir una noche y hacerse una foto con una desconocida a la que invitas a tomar algo y a la que le comes un poco la oreja.
El plan de la foto tampoco requiere un polvo grabado en vídeo.
Pues en esas seguía yo, a menos de diez minutos de la piscina y con la pesadilla llorándome al lado.
Y de repente la lívido hizo acto de presencia.
Se le bajó toda la sangre del cerebro y me confesó muy avergonzado que su relación era tan excepcionalmente morbosa que hasta se intercambiaban fotos porno.
Oooooooh, dios mío, me quedo sin palabras.
Jajajajajaja, coño yo me mando fotos guarras con desconocidos, con mi novio y con el vecino de 90 años del piso de enfrente, vamos una cosa inédita.
Esta confesión llevó a otro momento de fingida vergüenza tras el cual me preguntó si me importaría hacerle ese tipo de fotos para mandárselas a ella.
Le dije que no.
Nos fuimos a un apartado, que de escondite tenía poco.
Sí, había dos coches delante que lo tapaban pero el edificio que estaba enfrente dejaba ver a quien quisiera el espectáculo.
Allá vamos.
Antes de hacerlas fotos tengo que ponerla dura, dice.
Hombre, sí, tiene más gracia de ese modo le digo.
Repite el gesto fingido de vergüenza, murmulla otra serie de palabras diciendo entre ellas que le da vergüenza, por lo que ya me doy la vuelta y no miro.
Absurdez total porque para hacer las fotos tenía que mirar.
Por reloj no pasó ni medio minuto cuando me dice que ya está empalmado.
Le hago un par de fotos.
De repente la vergüenza desparece y me pide que para que ella sepa que hay una chica haciéndolas ponga una mano sobre su polla.
Yo, disculpadme, no sé qué pasa con los hombres de hoy en día.
No me considero una cínica como las que dicen que el tamaño no importa, porque claro que me importa, tampoco pido aquí unos 30cm de largo, porque realmente el tamaño medio español es aceptable, pero ostias, quiero una polla que sea gorda.
Es que lo siento, que se quede corta, vale, pero que quede holgada…es como quien mete un tornillo para sujetar y pone una arandela de un diámetro mayor, ¿ahí quien ejerce presión?
En fin, que me desvío del tema.
Pues eso, que su polla no era de las que me gustan. No era corta, pero era finiña y eso dentro de la boca desaparece.
Para pasar tanta vergüenza el chico no se vino nada abajo.
Le dije que ya puestos hiciese un vídeo, a modo coña.
Faltaron segundos para que cambiase el modo del móvil.
Y ahí estábamos cuando me suelta, oye, agáchate y finge que me la estas comiendo.
Jajajaja, ya si, finge.
Obviamente le dije que no, porque para estar tan cortado se lo estaba pasando que ni Dios y yo al otro lado entera y muy lejos de recibir algo.
Y con todos sus huevos los cuales tenía yo en mi mano me suelta que en el fondo es a mí a quien le da morbo aquello.
No, nene, que tú no estás disfrutando como un rey…
Paré de masturbarlo y en nada me dijo que lo volviese a hacer para grabar la corrida.
Se corrió y nos fuimos.
Me dio las gracias.
Oh si, cariño, las gracias se devuelven en especies como te las dieron a ti, pero bueno, que te aleccione la morbosa de tu ex, jajajaja.
Cuando nos separamos me preguntó que hacía con el vídeo, si se lo mandaba a ella, cuánto tiempo esperaba, etc.
Le dije que si quería recuperarla no se lo mandase, que si quería celarla y joderla sí, que se lo mandase…
No nos intercambiamos números ni nada.
Yo me fui a nadar y él supuestamente a su casa.
Quedó de contarme cómo terminaba su historia si me volvía a ver por allí.
Llevo dos semanas repitiendo el mismo trayecto sobre la misma hora.
No volví a verlo.
Quien sabe, quizás se enfadó porque no le concedí su mamada.
Quizás venía todo cerdo de la playa y le dio el puntiño al cruzarse conmigo, no lo sé.
Lo que sí sé es que se quedó sin su otra mitad del regalo, aquí no se regala nada si yo no voy a recibir otro tanto de lo mismo.
Ahora sólo espero que elabore y aprenda bien el papel de lo que sucedió al final con la ex, he de decir que la primera parte la bordó,
En la segunda tendrá que hacerlo mejor y hacerme algo mejor.